Comente sobre: ​​¿Se asocia la utilización de la pornografía con las dificultades y disfunciones sexuales entre los hombres heterosexuales más jóvenes? por Gert Martin Hald, PhD

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por Gert Martin Hald

Artículo publicado por primera vez en línea: 14 MAY 2015

J Sex Med 2015; 12: 1140 – 1141

Sorprendentemente, dada su relevancia clínica potencial, muy pocos estudios han intentado investigar las relaciones entre el consumo de pornografía y las disfunciones y problemas sexuales comunes (en lo sucesivo, "dificultades sexuales"). Al hacerlo, los diseños empleados han sido predominantemente diseños de estudios de casos o diseños de grupos focales y el método de recopilación de datos es cualitativo. Alternativamente, se han utilizado experiencias personales o clínicas. Si bien es importante, tales estudios y experiencias por sí solos no se pueden aplicar a los efectos del consumo de pornografía. En consecuencia, el estudio de Landripet y Stulhofer ofrece un largo y valioso comienzo intercultural para la exploración cuantitativa de las asociaciones entre el consumo de pornografía y las dificultades sexuales.

De manera más general, los elementos del estudio de Landripet y Stulhofer reflejan problemas críticos en la investigación sobre pornografía. Primero, la muestra más probable constituye una muestra no probabilística. Esto es característico de gran parte de la investigación disponible sobre pornografía en la actualidad [1]. Este problema puede ser compensado de alguna manera al incluir medidas cortas, válidas y confiables de consumo de pornografía en futuros estudios nacionales basados ​​en grandes poblaciones sobre sexualidad y comportamientos sexuales. Teniendo en cuenta las tasas de prevalencia del consumo de pornografía y la frecuencia con la que se consume la pornografía, en particular entre los hombres, esto parece ser altamente relevante y al mismo tiempo.

Segundo, el estudio encuentra solo una asociación significativa entre el consumo de pornografía y los resultados estudiados (es decir, la disfunción eréctil) y enfatiza que el tamaño (magnitud) de esta relación es pequeño. Sin embargo, en la investigación de pornografía, la interpretación del "tamaño" puede depender tanto de la naturaleza del resultado estudiado como de la magnitud de la relación encontrada. En consecuencia, si el resultado se considera "suficientemente adverso" (por ejemplo, conductas sexuales agresivas), incluso los tamaños de efectos pequeños pueden tener un significado social y práctico considerable [2].

En tercer lugar, el estudio no aborda posibles moderadores o mediadores de las relaciones estudiadas ni es capaz de determinar la causalidad. Cada vez más, en la investigación sobre pornografía, se presta atención a los factores que pueden influir en la magnitud o la dirección de las relaciones estudiadas (es decir, moderadores), así como a las vías a través de las cuales se puede producir dicha influencia (es decir, mediadores) [1,3]. Los estudios futuros sobre el consumo de pornografía y las dificultades sexuales también pueden beneficiarse de la inclusión de dichos enfoques.

En cuarto lugar, en su declaración final, los autores sugieren que varios factores están más relacionados con las dificultades sexuales que con el consumo de pornografía. Para evaluar mejor esto, así como la contribución relativa de cada una de estas variables, se puede recomendar el uso de modelos integrales capaces de abarcar relaciones tanto directas como indirectas entre variables conocidas o hipotéticas que influyen en el resultado [3].

En general, el estudio de Landripet y Stulhofer proporciona una primera y una interesante perspectiva intercultural y cuantitativa sobre posibles asociaciones entre el consumo de pornografía y las dificultades sexuales. Esperemos que estudios futuros comparables puedan usar esto como un trampolín para avanzar en la investigación sobre las relaciones entre el consumo de pornografía y las dificultades sexuales entre hombres y mujeres.

Gert Martin Hald, Departamento de Salud Pública, Universidad de Copenhague, Copenhague, Dinamarca

Referencias

 1 Hald GM, Seaman C, Linz D. Sexualidad y pornografía. En: Tolman D, Diamond L, Bauermeister J, George W, Pfaus J, Ward M, eds. Manual de la APA sobre sexualidad y psicología: Vol. 2. Enfoques contextuales. Washington, DC: Asociación Americana de Psicología; 2014: 3–35.

 2 Malamuth NM, Addison T, Koss M. Pornografía y agresión sexual: ¿existen efectos fiables y podemos entender

 ¿ellos? Annu Rev Sex Res 2000;11:26-91.

 3 Rosenthal R. Violencia mediática, comportamiento antisocial y las consecuencias sociales de los pequeños efectos. J Soc Issues 1986; 42: 141–54.