Kiyohito Iigaya, Tobias U. Hauser, Zeb Kurth-Nelson, John P. O'Doherty, Peter Dayan, Raymond J. Dolan
doi: https://doi.org/10.1101/588699
https://www.biorxiv.org/content/early/2019/03/26/588699.full.pdf
Resumen
Tener algo que esperar es una piedra angular del bienestar. La anticipación de una recompensa futura, como las próximas vacaciones, puede ser más gratificante que la experiencia de la recompensa en sí misma. Las teorías de la anticipación han descrito cómo causa comportamientos que van desde la búsqueda de información beneficiosa hasta la adicción dañina. Aquí, investigamos cómo el cerebro genera y aumenta el placer de anticipación, analizando la actividad cerebral de los participantes humanos que recibieron información predictiva de resultados placenteros en una tarea de toma de decisiones. Usando un modelo computacional de anticipación, mostramos que tres regiones organizan el placer anticipatorio. Mostramos que la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC) rastrea el valor de la anticipación; el cerebro medio dopaminérgico responde a la información que mejora la anticipación, mientras que la actividad sostenida en el hipocampo proporciona un acoplamiento funcional entre estas regiones. Este rol de coordinación para el hipocampo es consistente con su rol conocido en la vívida imaginación de los resultados futuros. Nuestros hallazgos arrojan nueva luz sobre los fundamentos neuronales de cómo la anticipación influye en la toma de decisiones, al tiempo que unifican una serie de fenómenos asociados con el riesgo y la preferencia por el retraso en el tiempo.