Neuroendocrinol delantero. 2008 Oct; 29 (4): 490-506. doi: 10.1016 / j.yfrne.2007.12.002. Epub 2008 Ene 3.
Departamento de Neurobiología y Células, Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, 1333 San Pablo Street, BMT 401, Los Ángeles, CA 90033, EE. UU. [email protected]
Resumen
Los esteroides anabolicoandrogénicos (AAS) son drogas de abuso. Los atletas y otras personas los toman en grandes cantidades para aumentar el rendimiento, con consecuencias negativas para la salud. Como resultado, en 1991, la testosterona y los AAS relacionados se declararon sustancias controladas. Sin embargo, la responsabilidad relativa de abuso y dependencia de AAS no se ha caracterizado completamente. En los seres humanos, es difícil separar los efectos psicoactivos directos del AAS del refuerzo debido a sus efectos anabólicos sistémicos. Sin embargo, al utilizar la preferencia de lugar condicionada y la autoadministración, los estudios en animales han demostrado que los AAS se refuerzan en un contexto donde el rendimiento deportivo es irrelevante. Además, AAS comparte sitios cerebrales de acción y sistemas de neurotransmisores en común con otras drogas de abuso. En particular, la evidencia reciente vincula AAS con opioides. En humanos, el abuso de AAS está asociado con el uso de opioides recetados. En animales, la sobredosis de AAS produce síntomas que se asemejan a una sobredosis de opioides, y AAS modifica la actividad del sistema opioide endógeno.