J Urol. 1997 Nov;158(5):1764-7.
Fuente
Association pour l'Etude de la Pathologie de l'Appareil Reproducteur et de la Psychosomatique, Lille, Francia.
Resumen
PROPÓSITO:
Revisamos los resultados de la determinación de testosterona sérica y prolactina en pacientes 1,022 remitidos debido a disfunción eréctil y comparamos los datos con la historia, los resultados del examen físico, otras investigaciones etiológicas y los efectos de la terapia endocrina para refinar las reglas de detección endocrina rentable y para identificar la responsabilidad real de las anomalías hormonales.
MATERIALES Y METODOS:
La testosterona y la prolactina se determinaron mediante radioinmunoensayo. Cada paciente fue examinado para detectar la testosterona y 451 fue examinado para detectar la prolactina en función del bajo deseo sexual, la ginecomastia o la testosterona menos de 4 ng./ml. La determinación se repitió en caso de primeros resultados anormales. Los resultados de prolactina se compararon con los de una cohorte personal previa de pacientes con 1,340 con disfunción eréctil y determinación sistemática de prolactina. Los principales criterios clínicos probados con respecto a la eficiencia en la determinación de hormonas fueron bajo deseo sexual, testículos pequeños y ginecomastia. La terapia endocrina consistió en heptylato de testosterona o gonadotropina coriónica humana para el hipogonadismo y bromocriptina para la hiperprolactinemia.
RESULTADOS:
La testosterona era menor que 3 ng./ml. en pacientes con 107 pero normal en 40% en la determinación de repetición. La prevalencia de testosterona repetidamente baja aumentó con la edad (4% antes de los 50 años y 9% 50 años o más). Dos tumores hipofisarios fueron descubiertos después de la determinación de testosterona. La mayoría de los otros niveles bajos de testosterona parecían resultar de disfunción hipotalámica no orgánica debido a la hormona luteinizante sérica normal y la prolactina y tener solo un pequeño papel en la disfunción eréctil (mejora definitiva en solo 16 de 44 [36%] después de la terapia con andrógenos, mañana normal o erecciones nocturnas en 30% y contribuciones vasculogénicas definidas en 42%). La determinación de la testosterona solo en casos de bajo deseo sexual o examen físico anormal hubiera perdido el 40% de los casos con bajo nivel de testosterona, incluido el 37% de los que posteriormente mejoraron con la terapia con andrógenos. Prolactina superó 20 ng./ml. en hombres 5 y fue normal en 2 en determinación repetida. Sólo se descubrió el prolactinoma 1. Estos datos son más bajos que los que encontramos durante las últimas décadas de 2 (prolactina total mayor que ng./ml de 20 en 1.86% de pacientes con 1,821, prolactinomas en 7, 0.38%). La bromocriptina fue definitivamente efectiva en casos con prolactina mayor que 35 ng./ml. (8 de 12 comparado con solo 9 de casos de 22 con prolactina entre 20 y 35 ng./ml.). La testosterona fue baja en menos del 50% de casos con prolactina mayor que 35 ng./ml.
CONCLUSIONES:
Las bajas prevalencias y los efectos de la testosterona baja y la prolactina alta en la disfunción eréctil no pueden justificar su determinación rutinaria. Sin embargo, las estrategias de detección costo-efectivas recomendadas hasta el momento fallaron 40 a 50 El% de casos mejoró con la terapia endocrina y los tumores pituitarios. Ahora abogamos por que antes de los 50 años la testosterona se determine solo en casos de bajo deseo sexual y examen físico anormal, pero que se mida en todos los hombres mayores de 50 años. La prolactina debe determinarse solo en casos de bajo deseo sexual, ginecomastia y / o testosterona a menos de 4 ng./ml.