Niños (Basilea). 2018 Feb 23; 5 (2). pii: E31. doi: 10.3390 / children5020031.
Lobo c1, Lobo s2, Weiss m3, Nino g4.
Resumen
La cantidad, accesibilidad y enfoque en la programación dirigida a niños ha aumentado exponencialmente desde que ingresó a los hogares estadounidenses en los primeros 1900. Puede haber comenzado con la televisión (TV), pero la tecnología ha evolucionado y ahora cabe en nuestros bolsillos; a partir de 2017, 95% de las familias estadounidenses poseen un teléfono inteligente. La disponibilidad y el contenido adaptado a los niños han llevado posteriormente a una disminución en la edad en la exposición inicial a la pantalla. Los efectos negativos que acompañan a la cultura actual de la exposición temprana a la pantalla son extensos y deben considerarse a medida que la tecnología continúa ingresando al hogar e inundando las interacciones sociales. El aumento de los niveles de exposición temprana a la pantalla se ha asociado con disminución de las capacidades cognitivas, disminución del crecimiento, comportamiento adictivo, bajo rendimiento escolar, malos patrones de sueño y aumento de los niveles de obesidad. La investigación sobre los efectos adversos de la exposición temprana a la pantalla está aumentando, pero aún se necesitan más estudios epidemiológicos para informar las políticas de prevención y regulación.
PALABRAS CLAVE: IMC; adiccion; déficit cognitivo desarrollo; obesidad; pediátrico; exposición a la pantalla; dormir; tecnología
PMID: 29473855
PMCID: PMC5836000
DOI: 10.3390 / children5020031