(REMISIÓN) Cambios neurales funcionales y conectividad cortical-subcortical alterada asociada con la recuperación del trastorno de los juegos de Internet (2019)

J Behav Addict. 2019 diciembre 1; 8 (4): 692-702. doi: 10.1556 / 2006.8.2019.75.

Dong GH1,2, Wang M1, Zhang J3, Du x4, Potenza MN5,6,7.

Resumen

Antecedentes y objetivos:

Aunque los estudios han sugerido que las personas con trastorno de juego en Internet (IGD) pueden tener deficiencias en el funcionamiento cognitivo, la naturaleza de la relación no está clara dado que la información generalmente se deriva de estudios transversales.

MÉTODOS:

Individuos con IGD activa (n = 154) y aquellas personas que ya no cumplen los criterios (n = 29) después de 1 año se examinaron longitudinalmente utilizando imágenes de resonancia magnética funcional durante la realización de tareas de ansia de pistas. Las respuestas subjetivas y los correlatos neuronales se contrastaron al inicio del estudio y al año.

RESULTADOS:

Las respuestas de ansia de los sujetos a las señales de juego disminuyeron significativamente al año en relación con el inicio del estudio. Se observó una disminución de las respuestas cerebrales en la corteza cingulada anterior (ACC) y el núcleo lenticular al año en relación con el inicio. Se observaron correlaciones positivas significativas entre los cambios en las actividades cerebrales en el núcleo lentiforme y los cambios en los antojos autoinformados. El análisis de modelado causal dinámico mostró un aumento de la conectividad lenticular ACC al cabo de 1 año en relación con el inicio del estudio.

CONCLUSIONES:

Después de la recuperación de IGD, las personas parecen menos sensibles a las señales de juego. Esta recuperación puede implicar un mayor control relacionado con ACC sobre las motivaciones relacionadas con lentiformes en el control sobre los antojos. La medida en que el control cortical sobre las motivaciones subcorticales puede ser objetivo en los tratamientos para IGD debe examinarse más a fondo.

PALABRAS CLAVE: trastorno del juego en Internet; corteza cingulada anterior; tarea de anhelo de cue; estudios longitudinales

PMID: 31891311

DOI: 10.1556/2006.8.2019.75

Introducción

El trastorno de juego en Internet (IGD) se ha asociado con deficiencias significativas en el funcionamiento social y personal, antojos mal controlados (Kim et al., 2018), tiempo excesivo dedicado al juego (Dong, Zhou y Zhao, 2010), bajo rendimiento académico (Hawi, Samaha y Griffiths, 2018) y otras medidas negativas de salud y funcionamiento. La IGD se ha considerado un trastorno adictivo y se han establecido criterios de diagnóstico preliminares en parte basados ​​en otra adicción conductual, es decir, el trastorno por juego (Dowling, 2014; Petry, Rehbein, Ko y O'Brien, 2015) La quinta edición de la Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) enumeró IGD como una "Condición para estudios posteriores" (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013) En mayo de 2018, se adoptó el trastorno del juego para su inclusión en la 11a edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11; http://www.who.int/features/qa/gaming-disorder/en/), a pesar de los debates (Aarseth et al., 2017; Respuesta de King & Gaming Industry, 2018; Rumpf et al., 2018; Saunders et al., 2017).

Durante las tareas de anhelo de cue, IGD en relación con los sujetos de control han demostrado una mayor atención a las señales relacionadas con el juego (Choi et al., 2014), con regiones prefrontales implicadas (Ahn, Chung y Kim, 2015) Durante las tareas ejecutivas, IGD en relación con los sujetos de control ha mostrado un control ejecutivo disminuido (Nuyens et al., 2016), con la corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC) y la corteza cingulada anterior (ACC) implicadas (Dong, Wang, Du y Potenza, 2017, 2018; Dong, Wang, Wang, Du y Potenza, 2019) Durante la toma de decisiones en IGD (Pawlikowski y marca, 2011), el cuerpo estriado y el ACC han sido implicados (Qi et al., 2016) En estos y otros estudios, se han empleado enfoques transversales que comparan IGD y grupos de control, lo que limita la comprensión de cómo los cambios en la función cerebral pueden ser la base de las transiciones en IGD.

Si bien los estudios transversales pueden revelar características cerebrales asociadas con IGD, no pueden distinguir si las alteraciones cerebrales pueden preceder al desarrollo de IGD, el resultado de los comportamientos del juego o ser generados por otros mecanismos. Como tal, los estudios longitudinales pueden ayudar a desenredar las vulnerabilidades neuronales de las consecuencias neuronales. Además, y lo más importante desde una perspectiva clínica, es importante comprender los cambios cerebrales relacionados con la recuperación, y esto se puede lograr a través de estudios longitudinales.

En adicciones conductuales como el trastorno del juego, muchas personas se recuperan naturalmente (es decir, sin intervención formal (Slutske, 2006; Slutske, Piasecki, Blaszczynski y Martin, 2010) Al igual que aquellos con trastorno de juego, muchas personas con IGD pueden recuperarse sin intervención profesional (Lau, Wu, Gross, Cheng y Lau, 2017) Las estimaciones de remisión oscilan entre 36.7% y 51.4% en IGD (Chang, Chiu, Lee, Chen y Miao, 2014; Ko et al., 2014) Aunque se han propuesto factores potenciales (como la disminución del deseo) para la remisión en IGD (Chang et al., 2014; Ko et al., 2014, 2015), se sabe poco sobre los mecanismos cerebrales subyacentes a los procesos de recuperación en IGD.

En el estudio actual, investigamos longitudinalmente a un grupo de individuos con IGD. Utilizamos imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para escanear sujetos con IGD en la "línea de base" y nuevamente después de 1 año, con un enfoque en individuos que ya no cumplían los criterios para IGD. Al comparar datos subjetivos y de imágenes de individuos con IGD activa versus recuperada, buscamos identificar factores subjetivos y neuronales subyacentes a la recuperación. Este enfoque puede proporcionar información sobre las diferencias individuales relacionadas con la resiliencia y la recuperación y podría ayudar potencialmente con el desarrollo de intervenciones más específicas y efectivas.

Señal de reactividad y antojo en IGD

El ansia de señales relacionadas con la adicción refleja una fuerte motivación para participar en comportamientos adictivos. El ansia puede promover el uso de drogas (Sayette, 2016; Sinha y Li, 2007), juegos de azarPotenza et al., 2003) y juegos (Dong et al., 2017) en personas con trastornos relacionados. Por lo tanto, el deseo ha sido un objetivo de las terapias para las adicciones (Potenza et al., 2013), ya que el deseo puede cambiar la atención hacia señales relacionadas con la adicción (Sayette, 2016; Tiffany, 1990), influyen en la evaluación de la información relevante (Sayette, Schooler y Reichle, 2010) y perjudicar los procesos de toma de decisiones (Balodis y Potenza, 2015; Berridge y Kringelbach, 2015; Dong y Potenza, 2016) Además, la nueva exposición a señales relacionadas con las drogas puede conducir a fuertes antojos y comportamientos de búsqueda de drogas en las adicciones a las drogas (Gardner, McMillan, Raynor, Woolf y Knapp, 2011) Por las razones antes mencionadas (incluida la clasificación de IGD como un trastorno adictivo), nos centramos en el deseo en este estudio de IGD.

Al igual que las señales de drogas en las adicciones a las drogas, las señales de juego pueden desencadenar comportamientos de búsqueda de juegos en IGD (Dong y Potenza, 2016) Los participantes de IGD han exhibido características cerebrales inducidas por señales más altas en el estriado ventral y dorsal (Liu y col., 2017), redes funcionales alteradas (Ko et al., 2013; Ma et al., 2019), mayor amplitud potencial positiva tardía (Kim et al., 2018), en comparación con los sujetos de control cuando se exponen a señales de juego. Las respuestas neuronales a las señales de los juegos pueden predecir la aparición de IGD (Dong, Wang, Liu, et al., 2019) y operar de manera sensible al género (Dong, Wang y otros, 2018). Por lo tanto, planteamos la hipótesis de que las regiones del cerebro implicadas en estudios previos del deseo (p. Ej., El cuerpo estriado) mostrarían menos activación después de la recuperación que durante la IGD activa cuando los sujetos estaban expuestos a señales de juego.

Cuando los individuos están expuestos a señales relacionadas con los juegos, las regiones cerebrales corticales (p. Ej., DLPFC y ACC) pueden ejercer control sobre las regiones cerebrales subcorticales (p. Ej., El cuerpo estriado) en adicciones como el tabaquismo (Kober y col., 2010) y modelos de control cognitivo en general (Bush, Luu y Posner, 2000) Las funciones ejecutivas implican un conjunto de procesos necesarios para el control cognitivo, incluida la selección y el seguimiento de los comportamientos para facilitar el logro de los objetivos elegidos (Hall et al., 2017) Las adicciones se han asociado con un control inhibitorio deteriorado (Dalley, Everitt y Robbins, 2011; Ersche et al., 2012), y estos hallazgos se extienden a las adicciones conductuales (Leeman y Potenza, 2012; Yip et al., 2018) El control cognitivo disminuido sobre el deseo puede ser la base de la participación en comportamientos adictivos (Wang, Wu, Wang y otros, 2017; Wang, Wu, Zhou y otros, 2017). Modelos teóricos, como el I-PACE (Brand et al., 2016) y otros (Dong y Potenza, 2014), proponen que una falla en el control ejecutivo puede ser la base de comportamientos problemáticos de juego. Los estudios de IGD han encontrado hipoactividad de las regiones del cerebro involucradas en el control ejecutivo (Nuyens et al., 2016), incluidos el DLPFC y el ACC dorsal (Dong y Potenza, 2014) Un mejor control ejecutivo puede ayudar a controlar los antojos de manera efectiva, un objetivo de intervenciones como la terapia cognitivo-conductual que se ha aplicado a las adicciones y los comportamientos de uso de Internet como los juegos (Young & Brand, 2017) Presumimos que la activación de regiones implicadas en el control ejecutivo (DLPFC y ACC) mostraría una mayor activación después de la recuperación en comparación con durante la IGD activa.

Dado que estudios previos han demostrado el control de DLPFC sobre la activación estriatal en el ansia provocada por la señal (Kober y col., 2010), planteamos la hipótesis de que los cambios en la activación cortical se relacionarían con el control sobre las actividades cerebrales en regiones cerebrales relacionadas con la recompensa, como el cuerpo estriado. Modelado causal dinámico, un enfoque analítico que puede usarse para investigar y cuantificar las influencias dirigidas de las poblaciones neuronales (He et al., 2019), es muy adecuado para examinar cómo las regiones ejecutivas pueden ejercer control sobre los procesos subcorticales. Con respecto a las respuestas subjetivas, planteamos la hipótesis de que las activaciones neuronales se relacionarían con informes subjetivos de ansia que anticipamos que serían menos fuertes después de la recuperación que durante la IGD activa.

Métodos

Resumen del procedimiento

De 2016 a 2017, reclutamos 154 sujetos IGD para fMRI durante una tarea de ansia de pistas (descrita a continuación). Contactamos a los participantes después de aproximadamente 1 año y los reevaluamos para IGD. Veintinueve sujetos IGD (cinco mujeres) que ya no cumplían los criterios de IGD aceptaron participar durante el escaneo al realizar la tarea de ansia de pistas. Luego, comparamos sus datos más recientes (IGD recuperado) con los datos de referencia (IGD activo) para identificar diferencias a lo largo del tiempo (Figura 1A).

figura padre quitar

Figura 1. Diseño del estudio y tarea utilizada en este estudio. (A) El diseño del estudio de seguimiento de 1 año. (B) El cronograma de un ensayo en este estudio

Selección de tema

Al inicio del estudio, los participantes se clasificaron como que tenían IGD si obtuvieron una puntuación de 50 o más en la Prueba de adicción a Internet de Young (un cuestionario de autoinforme) y cumplieron al menos cinco criterios DSM-5 para IGD (entrevista clínica; consulte "Material complementario" para obtener más información detalles; Petry et al., 2014; Joven, xnumx) Todos los participantes se sometieron a entrevistas psiquiátricas estructuradas (MINI) realizadas por un psiquiatra experimentado (Lecrubier et al., 1997), y se excluyó a las personas con trastornos o conductas psiquiátricas (consulte “Material complementario”). Además, ningún sujeto informó experiencia previa con juegos de azar o drogas ilícitas (por ejemplo, cannabis y heroína). Todos los temas jugados League of Legends (LOL and Riot Games) por más de 1 año. Este criterio se basó en nuestro uso de señales de juego como estímulos en este estudio y LOL es el juego en línea más popular durante el inicio del estudio. Se necesitaba que las personas que se recuperaron de IGD obtuvieran menos de 50 en la Prueba de adicción a Internet de Young y cumplieran menos de cinco criterios DSM-5 para IGD en el plazo de 1 año (Petry et al., 2014; Joven, xnumx; ver tabla 1 para más detalles).

 

Mesa

Tabla 1. Características demográficas de los participantes de IGD cuando IGD estaba activo y recuperado

 

Tabla 1. Características demográficas de los participantes de IGD cuando IGD estaba activo y recuperado

ActiveRecuperadostp
Edad (años; media ± SD)21.46 1.83 ±21.73 1.91 ±0.823> .050
Puntuación IAT (media ± SD)65.21 11.56 ±34.45 4.10 ±18.86<.001
Puntuación IGD DSM-5 (media ± SD)5.76 0.91 ±2.83 0.66 ±15.82<.001
Deseo autoinformado (media ± SD)53.07 15.47 ±30.34 6.44 ±9.19<.001

Nota. IAT: prueba de adicción a Internet; DSM: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales; IGD: trastorno de los juegos de Internet; SD: desviación estándar.

Tarea

En este estudio se utilizó una tarea de cue-reactividad relacionada con eventos, como se describió anteriormente (Dong et al., 2017; Dong, Wang y otros, 2018) La tarea contiene dos tipos de imágenes de referencia: 30 imágenes relacionadas con juegos y 30 imágenes relacionadas con la escritura (línea de base neutral). Dentro de cada tipo, la mitad de las 30 imágenes contenían una cara y manos y la otra mitad contenía solo manos. Las imágenes relacionadas con juegos muestran a una persona que está jugando el juego en línea (LOL) en una computadora. En las imágenes relacionadas con la escritura, la misma persona está escribiendo un artículo en un teclado frente a una computadora. Los participantes recibieron instrucciones de indicar si había una cara en la imagen presionando el botón "1" en el teclado cuando había una cara y presionando "2" cuando no había cara presente.

Figura 1B muestra la línea de tiempo de una prueba de muestra en la tarea. Primero, se presentó un cruce fijo de 500 ms, seguido de una imagen de señal como se describió anteriormente. Las imágenes se presentaron en orden aleatorio para evitar efectos de orden. Cada imagen se presentó durante un máximo de 3,000 ms, tiempo durante el cual los participantes debían responder. La pantalla se volvió negra después de presionar un botón y duró 3,000 (tiempo de respuesta) ms. Luego, en la etapa de evaluación del deseo, se pidió a los participantes que evaluaran el nivel de su deseo por los estímulos correspondientes en una escala de 5 puntos, con un rango de 1 (sin ansias) a 5 (ansia extremadamente alta). Esta etapa duró hasta 3,000 ms y se terminó presionando un botón. Finalmente, se presentó una pantalla en blanco de 1,500 a 3,500 ms entre cada ensayo. Toda la tarea contó con 60 ensayos y duró aproximadamente 9 min. Se presentó la tarea y se recopilaron datos de comportamiento utilizando el software E-prime (Psychology Software Tools, Inc., Sharpsburg, PA, EE. UU.). A todos los participantes se les pidió que completaran un cuestionario de 10 ítems sobre ganas de jugar, con puntajes que iban de 1 a 10, para evaluar el deseo relacionado con los juegos antes de la fMRI (Cox, Tiffany y Christen, 2001).

El análisis de datos

El preprocesamiento de los datos de fMRI se realizó utilizando SPM12 (http://www.fil.ion.ucl.ac.uk/spm) y Neuroelf (http://neuroelf.net), como se describió anteriormente (Dong et al., 2017; Dong, Wang y otros, 2018). Las imágenes se sincronizaron, se reorientaron y se reajustaron al primer volumen, con volúmenes registrados en T1 para corregir los movimientos de la cabeza. Luego, las imágenes se normalizaron al espacio MNI y se suavizaron espacialmente utilizando un ancho completo de 6 mm a la mitad del núcleo gaussiano máximo. Ningún sujeto fue retirado del análisis debido al movimiento de la cabeza (los criterios de exclusión fueron 2 mm en movimiento direccional o 2 ° en movimiento rotacional). Se aplicó un modelo lineal general (GLM) para identificar la activación BOLD en relación con las actividades cerebrales. Los diferentes tipos de ensayos (relacionados con el juego, relacionados con la mecanografía, incorrectos o perdidos) se convolucionaron por separado con una función de respuesta hemodinámica canónica para formar regresores de tareas. La duración de cada ensayo fue de 4,000 ms. Los GLM incluyeron un término constante por ejecución. Se incluyeron seis parámetros de movimiento de la cabeza derivados de la etapa de realineación y el historial de juego (años de juego autoinformados) para abordar estos posibles factores de confusión. Se utilizó un enfoque GLM para identificar vóxeles que se activaron significativamente para cada evento durante la etapa de "respuesta".

Los análisis de segundo nivel se realizaron de la siguiente manera. Primero, se realizó un análisis de medidas repetidas en voxel en todo el cerebro para investigar la actividad relacionada con [(recuperadoEstímulos relacionados con el juego - recuperadoEstímulos relacionados con la tipificación) - (activoestímulos relacionados con el juego - activoEstímulos relacionados con la tipificación)]. Umbrales de error familiares (p <.001) se determinaron usando 3dClustSim (una versión actualizada de Alphasim), y todas las comparaciones se corrigieron usando 3dClustSim (https://afni.nimh.nih.gov/pub/dist/doc/program_help/3dClustSim.html), p <001, de dos colas, con una extensión de al menos 40 vóxeles.

Ética

Este experimento fue aprobado por el Comité de Investigaciones Humanas de la Universidad Normal de Zhejiang y se ajustó al Código de Ética de la Asociación Médica Mundial (Declaración de Helsinki). Todos los participantes dieron su consentimiento informado por escrito antes de escanear.

Los sujetos con IGD recuperada versus activa mostraron una disminución de las activaciones cerebrales en ACC bilateral, giro frontal medial bilateral (MFG), lentiforme izquierdo, ínsula derecha, giro temporal superior izquierdo y cuneo izquierdo (Figura 2A; Mesa 2) Las medidas de peso beta mostraron que estas diferencias estaban relacionadas con la disminución de las respuestas cerebrales después de la recuperación (Figura 2B, C).

 

Mesa

Tabla 2. Comparación de las respuestas cerebrales de sujetos con IGD activa e IGD recuperada

 

Tabla 2. Comparación de las respuestas cerebrales de sujetos con IGD activa e IGD recuperada

Número de clústerx, y, zaIntensidad picoTamaño de clusterbProvinciacÁrea de Brodmann
1−6, 36, −3-5.24085Cingulado anterior izquierdo12
20, 39, 6-4.57754Cingulado anterior derecho32
3−18, −21, −18-5.18363Giro frontal medial izquierdo46
427, 36, 24-5.16441Giro frontal medio derecho46
5−21, 3, 21-5.821107Lentiforme izquierdo
630, −12, 27-4.74044Ínsula derecha
7−18, 36, 24-6.075436Cuneus izquierdo18
8−60, 3, 3-6.10683Giro temporal superior izquierdo22

Nota. IGD: trastorno de los juegos en Internet.

aCoordenadas máximas de MNI. bNúmero de vóxeles. p <001, tamaño de grupo> 40 vóxeles contiguos. Tamaño del vóxel = 3 × 3 × 3. cLas regiones del cerebro fueron referenciadas al software Xjview (http://www.alivelearn.net/xjview8) y verificado mediante comparaciones con un atlas cerebral.

figura padre quitar

Figura 2. Resultados de imágenes al comparar sujetos IGD en recuperación y cuando se juega de manera problemática. (A) Regiones del cerebro que sobreviven después de la comparación entre el momento en que los sujetos están en recuperación y el juego activo de manera problemática. (B, C) Pesos beta extraídos del ACC y de las regiones lentiformes de interés cuando los sujetos jugaban activamente de forma problemática y en recuperación.

Correlaciones

Analizamos las correlaciones entre las respuestas cerebrales en el ACC izquierdo y el ansia de señales lentiformes y autoinformadas. Se encontraron correlaciones significativas entre los antojos autoinformados y las activaciones lentiformes, independientemente del estado de IGD (Figura 3) No se observaron correlaciones significativas entre las activaciones ACC y los antojos.

figura padre quitar

Figura 3. (A, B) Correlaciones entre el ACC cerebral y la actividad lentiforme y el deseo subjetivo cuando se juega en la primera exploración. (C, D) Correlaciones entre ACC cerebral y actividad lentiforme y deseo subjetivo cuando se juega en el segundo escaneo. (E, F) Correlaciones entre el ACC cerebral y la actividad lentiforme y el deseo subjetivo cuando se juega en el segundo-primer escaneo

Conectividad eficaz ACC-lentiforme en sujetos con IGD

Analizamos aún más la conectividad efectiva entre el ACC izquierdo y el lentiforme izquierdo usando el modelado causal dinámico (DCM) en los dos puntos de tiempo. Los nodos utilizados se definieron a través de los resultados de interacción presentados anteriormente. De las varias regiones cerebrales identificadas en los análisis de todo el cerebro, el ACC se encuentra en la red de control ejecutivo y el núcleo lentiforme en la red de recompensas. Dada nuestra hipótesis de que el control ejecutivo sobre el anhelo debería cambiarse en la recuperación de IGD, seleccionamos estas dos regiones del cerebro como regiones de interés en este estudio para los análisis de conectividad. En otras palabras, seleccionamos estas dos regiones como componentes de control ejecutivo y redes de recompensa para investigar las interacciones entre estos dos sistemas en la recuperación de IGD.

Tomamos la coordenada del pico de los grupos (máximos locales en el mapa estadístico) como el punto central para crear esferas con radios de 6 mm [lentiforme izquierdo (−21, 3, 21); ACC (−3, 39, 6)]. Se incluyeron alrededor de 33 vóxeles en cada esfera. Estas regiones identificadas para cada grupo se incluyeron en una red dinámica, y DCM se usó para determinar la estructura más probable de la red, dados los datos.

En conectividad fija, las estimaciones de DCM demostraron una conectividad lentiforme ACC significativamente mayor cuando los sujetos con IGD se recuperaron (t = 3.167 p = .003). De manera similar, la conectividad lentiforme-ACC también aumentó significativamente cuando los sujetos IGD se recuperaron (t = 4.399 p <.001).

También se observaron características similares cuando los sujetos fueron expuestos a señales de juego. En los efectos de modulación, las estimaciones de DCM demostraron una conectividad lentiforme ACC significativamente mayor cuando los sujetos con IGD se recuperaron (t = 2.769 p = .009). Sin embargo, la conectividad lentiforme-ACC se incrementó sólo marginalmente cuando los sujetos IGD se recuperaron (t = 1.798 p = .09; Figura 4).

figura padre quitar

Figura 4. DCM da como resultado sujetos IGD cuando se juega activamente de forma problemática y durante la recuperación. (A) Los nodos que se seleccionaron para un análisis más detallado. (B) Cambios en los efectos fijos entre el ACC y las regiones lentiformes de interés en diferentes momentos. (C) Cambios en los efectos moduladores entre el ACC y las regiones lentiformes de interés en diferentes momentos.

Discusión

Este estudio investigó las características neuronales de la reactividad de la señal en sujetos con IGD longitudinalmente para identificar los factores neuronales asociados con la recuperación. La disminución de las respuestas cerebrales a las señales de juego en el núcleo lentiforme y ACC se asociaron con la recuperación. También se observaron conectividades lentiformes ACC más eficaces en sujetos con IGD después de la recuperación. Los hallazgos sugieren que las interacciones entre los sistemas de recompensa y control ejecutivo pueden ser importantes en IGD.

Disminución de la sensibilidad a las señales de juego

De acuerdo con nuestra hipótesis, la disminución de las activaciones relacionadas con la señal de juego en las regiones cerebrales relacionadas con el circuito de recompensa [corteza prefrontal ventromedial lentiforme (vmPFC, incluida la corteza orbitofrontal (OFC)] se encontró cuando los sujetos con IGD se recuperaron del juego. Los circuitos de recompensa pueden influir en la motivación o el objetivo -comportamientos dirigidos y procesamiento de recompensas (Ikemoto, Yang y Tan, 2015; Sayette, 2016), incluso en adicciones (Balodis y Potenza, 2015; Cheng et al., 2016; Tobler et al., 2016; Yang y col., 2017) El sistema de recompensa podría activarse cuando las personas están expuestas a estímulos relevantes en el uso de sustancias o trastornos del juego (Balodis et al., 2012; Worhunsky, Malison, Rogers y Potenza, 2014) así como en IGD (Ko et al., 2009; Liu y col., 2017; Sun et al., 2012) Las personas con IGD en comparación con aquellas con un uso regular del juego han demostrado una mayor activación lentiforme a las señales del juego, lo que es consistente con la reactividad de la señal y los hallazgos de ansia en los trastornos por uso de sustancias (Dong et al., 2017; Dong, Wang y otros, 2018).

En este estudio, se encontraron activaciones disminuidas en el núcleo lentiforme y otras regiones cerebrales relacionadas con la recompensa después de la recuperación. Los hallazgos sugieren que la respuesta neuronal a las señales de juego disminuye después de la recuperación, lo que es consistente con estudios previos que comparan IGD con controles (Kim et al., 2018; Ko et al., 2013; Ma et al., 2019) Las correlaciones entre las disminuciones en la activación lentiforme y el deseo autoinformado provocado por la señal brindan apoyo a la noción de que la disminución de la reactividad neuronal en el lentiforme puede ser la base de la disminución de las respuestas ansiosas por la señal en la recuperación de IGD y pueden relacionarse de manera importante con motivaciones disminuidas para comprometerse excesivamente en comportamientos de juego. Nuestro estudio anterior mostró que los comportamientos de juego podrían aumentar el deseo de los sujetos con IGD (Dong, Wang y otros, 2018) Además, informamos anteriormente que una mayor activación lentiforme a las señales de juego estaba relacionada con la aparición de IGD en individuos con un uso regular del juego (Dong, Wang, Liu, et al., 2019). Este estudio sugiere que durante la recuperación, una disminución en los juegos problemáticos está relacionada con una disminución de los antojos en IGD, con el núcleo lentiforme implicado en esta relación. Tomados en conjunto, los hallazgos sugieren un papel importante para el núcleo lentiforme y el ansia provocada por señales en las transiciones entre IGD y el uso regular del juego y viceversa. Las relaciones precisas (p. Ej., Si la disminución del juego conduce a la disminución de la capacidad de respuesta lentiforme y la disminución del deseo o si la disminución de la capacidad de respuesta lentiforme conduce a la disminución del deseo y la disminución del juego) requieren más investigación.

Control de la ansiedad después de la recuperación.

Otra región del cerebro que mostró diferencias grupales fue el ACC, que se ha implicado en el control ejecutivo y otros procesos. En contraste con nuestra hipótesis, la activación disminuyó en el ACC (así como en el MFG) después de la recuperación. El grupo identificado incluyó el ACC y MFG y se extendió ventralmente para incluir el vmPFC y OFC. En particular, la corteza prefrontal medial se ha implicado en el deseo provocado por señales en las adicciones a sustancias como el trastorno por consumo de cocaína (Kober y col., 2016; Wexler y col., 2001), procesamiento de recompensas, especialmente durante las fases de notificación o resultado (Knutson, Fong, Adams, Varner y Hommer, 2001; Knutson y Greer, 2008), Toma de decisiones (Tanabe et al., 2007), procesamiento en modo predeterminado (Harrison y col., 2017) y otros procesos (Li, Mai y Liu, 2014) Dado que la tarea empleada en este estudio se centró en el deseo provocado por la señal, es tentador especular que la activación relativamente disminuida observada en el grupo que involucra el OFC / vmPFC / ACC / MFG puede relacionarse con una reactividad de señal disminuida, aunque esta interpretación es menor respaldado por datos que los hallazgos lentiformes dada la ausencia de una correlación con los antojos autoinformados.

Dado que el ACC y otras regiones cerebrales corticales se han implicado en el control ejecutivo o cognitivo (Rollos, 2000), incluso en personas con trastornos adictivos (Filbey y col., 2008; Franklin y col., 2007; Kosten y col., 2005; Myrick y col., 2004; Wrase y col., 2002), es posible que las personas con IGD que se han recuperado estén demostrando un procesamiento más eficiente de las regiones de control en comparación con cuando jugaban con problemas. Para examinar las relaciones entre ACC y las actividades lentiformes, aplicamos DCM y descubrimos que las conectividades aumentaron después de la recuperación. Según las interpretaciones psicofisiológicas de las conectividades funcionales entre estas regiones del cerebro (Havlicek y col., 2015; Stephan y col., 2010), los valores más altos en las conectividades ACC-lentiforme y lentiforme-ACC durante la recuperación en relación con los momentos en los que los juegos sugieren problemáticamente que las interacciones entre estas dos regiones del cerebro son más eficientes en los sujetos después de la recuperación. Como tal, la investigación futura debería examinar en qué medida esto refleja un mecanismo para controlar los antojos de manera más eficiente, el acoplamiento concurrente de regiones involucradas en el procesamiento de recompensas, o motivaciones relacionadas con el antojo u otras posibilidades.

Importancia e implicaciones clínicas

Los modelos teóricos han propuesto roles importantes para las regiones cerebrales corticales y subcorticales en los comportamientos y trastornos del uso de Internet. Una actualización reciente del modelo I-PACE (Brand et al., 2019) propusieron mecanismos conductuales y neurales relacionados con las transiciones en trastornos de uso de Internet como IGD. En este modelo, la reactividad de la señal y los cambios en los circuitos de cortical a ganglios basales fueron componentes importantes, de acuerdo con los hallazgos de este estudio. Cabe destacar que el modelo actualizado I-PACE también propone un papel para la ínsula (Brand et al., 2019), consistente con los cambios en la reactividad de la señal y los hallazgos de ansia y la activación insular y la conectividad en individuos con IGD que reciben una intervención conductual de ansiedad (Zhang y col., 2016b). Además, los datos del estado de reposo de la misma cohorte sugirieron una disminución de la conectividad (por ejemplo, entre la OFC y el hipocampo y entre el cíngulo posterior y las regiones relacionadas con el motor; Zhang y col., 2016a). Como tal, este estudio y otros recientes sugieren posibles objetivos neuronales para las intervenciones (por ejemplo, el uso de métodos de modulación cerebral como la estimulación magnética transcraneal rápida o la estimulación transcraneal de corriente directa) para reducir los antojos y promover la recuperación en la IGD. Los enfoques conductuales que se dirigen al deseo y pueden operar a través de mecanismos neuronales compartidos o distintos (p. Ej., Terapias cognitivo-conductuales y basadas en la atención plena) también deben considerarse a la luz de los hallazgos actuales, especialmente dado el importante papel de las terapias conductuales en el tratamiento de las adicciones. y el valor de comprender cómo pueden operar terapias específicas a niveles neurobiológicos.

Limitaciones

Se deben mencionar varias limitaciones. Primero, no incluimos sujetos control sanos en este estudio. Aunque hemos encontrado que el historial de juego no estaba relacionado con la gravedad de IGD (r = .088, p = .494) y también incluyó el historial de juegos como un factor en el GLM, un grupo de control puede haber sido útil para comprender los datos (por ejemplo, con respecto a los posibles efectos de prueba-reprueba). En segundo lugar, la mayoría de los sujetos del estudio eran hombres (solo cinco mujeres). Como tal, los estudios futuros deben examinar hasta qué punto los hallazgos pueden aplicarse a las poblaciones femeninas, especialmente porque se han observado diferencias relacionadas con el género en los correlatos neuronales en las poblaciones IGD (Dong, Wang y otros, 2018; Dong, Wang, Wang y otros, 2019; Dong, Zheng y otros, 2018) Tercero, aunque realizamos un análisis DCM que sugiere que el control ejecutivo sobre la activación lentiforme puede mejorar con la recuperación, no podemos excluir otras posibles explicaciones que deberían investigarse directamente en futuros estudios.

Conclusiones

Los sujetos con IGD en recuperación muestran respuestas de deseo disminuidas a las señales de juego a niveles subjetivos y neuronales. La investigación futura debería examinar directamente el grado en que los hallazgos representan el control cortical sobre los procesos subcorticales en las respuestas de ansia versus otras posibilidades, y debería examinar cómo las intervenciones dirigidas a las interacciones cortico-subcorticales pueden ser efectivas en el tratamiento de la IGD.

GD diseñó la tarea y escribió el primer borrador del manuscrito. MW y JZ recolectaron y analizaron los datos y prepararon las figuras y tablas. XD contribuyó en la recopilación y preparación de los datos. MNP contribuyó en los procesos de edición, interpretación y revisión. Todos los autores contribuyeron y aprobaron la versión final del manuscrito.

Conflicto de intereses

Los autores informan que no hay conflictos de intereses financieros con respecto al contenido de este manuscrito. El Dr. MNP ha recibido una compensación financiera por consultar y asesorar a RiverMend Health, Opiant / Lightlake Therapeutics y Jazz Pharmaceuticals; ha recibido apoyo de investigación sin restricciones (a Yale) de Mohegan Sun Casino y ha otorgado apoyo (a Yale) del Centro Nacional de Juego Responsable; y ha consultado o asesorado a entidades legales y de juego sobre temas relacionados con adicciones y trastornos de control de impulsos.

Aarseth E., Frijol, A. M., Boonen H., Carder más frío, M., Coulson M., Das, D., Deleuze J., Dunkels E., Edman J., Ferguson C. J., Haagsma M. C., Helmersson Bergmark, K., Hussain Z., Jansz J., Kardefelt-Winther, D., Kutner L., Markey P., Nielsen R. K. L., Prause N., Przybylski A., Quandt T., Schimmenti, A., Starcevic V., Stutman G., Van Looy J.Y Van rooij A. J. (2017). Documento de debate abierto de los académicos sobre la propuesta del trastorno de juego ICD-11 de la Organización Mundial de la Salud. Diario de adicciones de comportamiento, 6 (3), 267270. doihttps://doi.org/10.1556/2006.5.2016.088 EnlaceGoogle Scholar
Ahn H. M., Chung, H. J.Y Kim, S. H. (2015). Reactividad cerebral alterada a las señales del juego después de la experiencia de juego. Comportamiento de ciberpsicología y redes sociales, 18 (8), 474479. doihttps://doi.org/10.1089/cyber.2015.0185 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5th ed.). Washington, DC: Asociación Americana de Psiquiatría. CrossRefGoogle Scholar
Balodis ESTOY., Kober H., Worhunsky P. D., Stevens, M. C., Pearlson G. D.Y poder, M. N. (2012). Asistir a altibajos estriatales en adicciones. Psiquiatría biológica, 72 (10), e25e26. doihttps://doi.org/10.1016/j.biopsych.2012.06.016 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Balodis ESTOY.Y poder, M. N. (2015). Procesamiento de recompensa anticipada en poblaciones adictas: Un enfoque en la tarea de retraso de incentivos monetarios. Psiquiatría biológica, 77 (5), 434444. doihttps://doi.org/10.1016/j.biopsych.2014.08.020 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Berridge K. C.Y kringelbach, M. L. (2015). Sistemas de placer en el cerebro.. Neurona, 86 (3), 646664. doihttps://doi.org/10.1016/j.neuron.2015.02.018 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Marca, M., Wegmann E., Rígido, R., Muller A., Lobo K., Robbins T. W.Y poder, M. N. (2019). El modelo de interacción de persona-afecto-cognición-ejecución (I-PACE) para comportamientos adictivos: actualización, generalización de comportamientos adictivos más allá de los trastornos de uso de Internet y especificación del carácter del proceso de comportamientos adictivos. Revisiones de neurociencia y comportamiento biológico, 104, 110. doihttps://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2019.06.032 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Marca, M., Joven, K. S., Laier C., Wölfling, K.Y poder, M. N. (2016). Integración de consideraciones psicológicas y neurobiológicas con respecto al desarrollo y mantenimiento de trastornos específicos del uso de Internet: un modelo de interacción de persona-afecto-cognición-ejecución (I-PACE). Revisiones de neurociencia y comportamiento biológico, 71, 252266. doihttps://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2016.08.033 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Arbusto, G., Luu P.Y Posner M. I. (2000). Influencias cognitivas y emocionales en la corteza cingulada anterior. Tendencias en Ciencias Cognitivas, 4 (6), 215222. doihttps://doi.org/10.1016/S1364-6613(00)01483-2 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Chang F. C., Chiu C. H., Sotavento, CM., Chen P. H.Y Miao N. F. (2014). Predictores del inicio y persistencia de la adicción a Internet entre adolescentes en Taiwán. Comportamientos adictivos, 39 (10), 14341440. doihttps://doi.org/10.1016/j.addbeh.2014.05.010 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Cheng Y., Huang, C. C., Mamá, T., Wei, X., Wang X., Lu, J.Y Wang J. (2016). El fortalecimiento sináptico distintivo de las vías directas e indirectas estriatales impulsa el consumo de alcohol.. Psiquiatría biológica, 81 (11), 918929. doihttps://doi.org/10.1016/j.biopsych.2016.05.016 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Choi J. S., Parque, S. M., Roh EM., Sotavento, J. Y., Parque, C. B., Hwang J. Y., Gwak A. R.Y Jung H. Y. (2014). Control inhibitorio disfuncional e impulsividad en la adicción a internet.. Investigación en Psiquiatría, 215 (2), 424428. doihttps://doi.org/10.1016/j.psychres.2013.12.001 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Timonel, L. S., Tiffany S T.Y Bautizar, A. G. (2001). Evaluación del breve cuestionario de urgencia por fumar (QSU-brief) en laboratorios y entornos clínicos. Investigación sobre nicotina y tabaco, 3 (1), 716. doihttps://doi.org/10.1080/14622200020032051 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Dalley J. W., Everitt B. J.Y Robbins T. W. (2011). Impulsividad, compulsividad y control cognitivo descendente.. Neurona, 69 (4), 680694. doihttps://doi.org/10.1016/j.neuron.2011.01.020 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Polla, G.Y poder, M. N. (2014). Un modelo cognitivo-conductual del trastorno del juego en Internet: fundamentos teóricos e implicaciones clínicas. Revista de Investigación Psiquiátrica, 58, 711. doihttps://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2014.07.005 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Polla, G.Y poder, M. N. (2016). Toma de riesgos y toma de decisiones arriesgada en el trastorno de los juegos de Internet: implicaciones con respecto a los juegos en línea en el contexto de consecuencias negativas. Revista de Investigación Psiquiátrica, 73, 18. doihttps://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2015.11.011 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Polla, G., Wang L., Du X.Y poder, M. N. (2017). El juego aumenta el deseo de estímulos relacionados con el juego en personas con trastorno de los juegos de Internet. Psiquiatría biológica: neurociencia cognitiva y neuroimagen, 2 (5), 404412. doihttps://doi.org/10.1016/j.bpsc.2017.01.002 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Polla, G., Wang L., Du X.Y poder, M. N. (2018). Diferencias relacionadas con el género en las respuestas neuronales a las señales de juego antes y después del juego: implicaciones para las vulnerabilidades específicas de género al trastorno de los juegos de Internet. Neurociencia social cognitiva y afectiva, 13 (11), 12031214. doihttps://doi.org/10.1093/scan/nsy084 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Polla, G., Wang M., Liu, X., Liang Q., Du X.Y poder, M. N. (2020). La activación lentiforme relacionada con el ansia provocada por la señal durante la privación del juego se asocia con la aparición del trastorno del juego en Internet. Adicción Biología, 25 (1), e12713. doihttps://doi.org/10.1111/adb.12713 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Polla, G., Wang Z., Wang Y., Du X.Y poder, M. N. (2019). Conectividad funcional relacionada con el género y ansia durante los juegos y abstinencia inmediata durante un descanso obligatorio: implicaciones para el desarrollo y la progresión del trastorno de los juegos de Internet. Progreso en Neuropsicofarmacología y Psiquiatría Biológica, 88, 110. doihttps://doi.org/10.1016/j.pnpbp.2018.04.009 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Polla, G., Zheng H., Liu, X., Wang Y., Du X.Y poder, M. N. (2018). Diferencias relacionadas con el género en los antojos provocados por señales en el trastorno de los juegos de Internet: los efectos de la privación. Diario de adicciones de comportamiento, 7 (4), 953964. doihttps://doi.org/10.1556/2006.7.2018.118 EnlaceGoogle Scholar
Polla, G., Zhou H.Y Zhao X. (2010). Inhibición del impulso en personas con trastorno de adicción a Internet: evidencia electrofisiológica de un estudio Go / NoGo. Neuroscience Letters, 485 (2), 138142. doihttps://doi.org/10.1016/j.neulet.2010.09.002 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Dowling N / A. (2014). Cuestiones planteadas por la clasificación del trastorno del juego en Internet DSM-5 y los criterios de diagnóstico propuestos. Adicción, 109 (9), 14081409. doihttps://doi.org/10.1111/add.12554 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Ersche K. D., Turton A. J., Chambelán, S. R., Müller, U., Bullmore E. T.Y Robbins T. W. (2012). La disfunción cognitiva y los rasgos de personalidad ansioso-impulsivo son endofenotipos para la drogodependencia.. American Journal of Psychiatry, 169 (9), 926936. doihttps://doi.org/10.1176/appi.ajp.2012.11091421 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Filbey F. M., Claus E., Audette A. R., Niculescu M., Banich M. T., Tanabe J., Du Y. P.Y Hutchison K. E. (2008). La exposición al sabor del alcohol provoca la activación del neurocircuito mesocorticolímbico.. Neuropsicofarmacología, 33 (6), 13911401. doihttps://doi.org/10.1038/sj.npp.1301513 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Franklin T. R., Wang Z., Wang J., Sciortino N., Harper, D., Li, Y., Ehrman R., Kampman K., O'Brien C. P., Detre J. A.Y Childress A. R. (2007). Activación límbica a señales de tabaquismo independientes de la abstinencia de nicotina: un estudio de perfusión fMRI. Neuropsicofarmacología, 32 (11), 23012309. doihttps://doi.org/10.1038/sj.npp.1301371 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Gardner P. H., McMillan B., Raynor D. K., Woolf E.Y Knapp P. (2011). El efecto de la aritmética en la comprensión de la información sobre medicamentos en los usuarios de un sitio web de información del paciente. Asesoramiento para pacientes y educación, 83 (3), 398403. doihttps://doi.org/10.1016/j.pec.2011.05.006 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Hall, E. W., Sanchez T. H., Stein A. D., Stephenson R., Zlotorzynska M., Sineath R. C.Y Sullivan P. S. (2017). El uso de videos mejora la comprensión del consentimiento informado en encuestas basadas en la web entre hombres que usan Internet que tienen sexo con hombres: un ensayo controlado aleatorio. Revista de Investigación Médica de Internet, 19 (3), e64. doihttps://doi.org/10.2196/jmir.6710 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Harrison, B. J., Fullana M. A., Vía, E., Soriano Mas, C., Vervliet B., Martínez-Zalacain, I., Pujol J., Davey C. G., Kircher T., Straube B.Y Cardoner N. (2017). Corteza prefrontal ventromedial humana y el procesamiento afectivo positivo de señales de seguridad. Neuroimagen, 152, 1218. doihttps://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2017.02.080 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Havlicek M., Roebroeck A., Friston K., Gardumi A., Ivanov D.Y Uludag K. (2015). Modelación causal dinámica informada fisiológicamente de los datos de fMRI. Neuroimagen, 122, 355372. doihttps://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2015.07.078 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Hawi N. S., Samaha M.Y Griffiths, M. D. (2018). Trastorno de juego en Internet en el Líbano: relaciones con la edad, los hábitos de sueño y el rendimiento académico. Diario de adicciones de comportamiento, 7 (1), 7078. doihttps://doi.org/10.1556/2006.7.2018.16 EnlaceGoogle Scholar
él, Q., Huang, X., Zhang S., Turel, O., Mamá, L.Y Bechara A. (2019). Modelado causal dinámico de las actividades de la corteza insular, estriatal y prefrontal durante una tarea Go / NoGo específica para alimentos. Psiquiatría biológica: neurociencia cognitiva y neuroimagen, 4 (12), 10801089. doihttps://doi.org/10.1016/j.bpsc.2018.12.005 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Ikemoto S., Yang C.Y Bronceado, A. (2015). Circuitos de los ganglios basales, dopamina y motivación: una revisión e investigación. Behavioral Brain Research, 290, 1731. doihttps://doi.org/10.1016/j.bbr.2015.04.018 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Kim, S. N., Kim, M., Sotavento, T. H., Sotavento, J. Y., Parque, S., Parque, M., Kim, D. J., Kwon J. S.Y Choi J. S. (2018). Mayor sesgo de atención hacia señales visuales en el trastorno de los juegos de Internet y el trastorno obsesivo compulsivo: un estudio potencial relacionado con eventos. Fronteras en psiquiatría, 9, 315. doihttps://doi.org/10.3389/fpsyt.2018.00315 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Rey, D. L.Y Consorcio de Respuesta de la Industria del Juego. (2018). Comente sobre la declaración de la industria global del juego sobre el trastorno del juego ICD-11: ¿Una estrategia corporativa para ignorar el daño y desviar la responsabilidad social? Adicción, 113 (11), 21452146. doihttps://doi.org/10.1111/add.14388 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Knutson B., Fong G. W., Adams CM., Varner J. L.Y Hommer D. (2001). Disociación de la anticipación de recompensa y el resultado con fMRI relacionado con el evento. Neuroreport, 12 (17), 36833687. doihttps://doi.org/10.1097/00001756-200112040-00016 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Knutson B.Y Greer S. M. (2008). Afecto anticipatorio: correlatos neuronales y consecuencias para la elección. Transacciones filosóficas de la Royal Society of London, 363 (1511), 37713786. doihttps://doi.org/10.1098/rstb.2008.0155 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Ko, C. H., Liu, G. C., Hsiao S., Yen, J. Y., Yang M. J., Lin, BAÑO., Yen, C. F.Y Chen C. S. (2009). Actividades cerebrales asociadas con la necesidad de los juegos de la adicción a los juegos en línea. Revista de Investigación Psiquiátrica, 43 (7), 739747. doihttps://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2008.09.012 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Ko, C. H., Liu, G. C., Yen, J. Y., Yen, C. F., Chen C. S.Y Lin, BAÑO. (2013). Las activaciones cerebrales para el impulso de juego inducido por la señal y el deseo de fumar entre los sujetos concomitante con la adicción a los juegos de Internet y la dependencia de la nicotina. Revista de Investigación Psiquiátrica, 47 (4), 486493. doihttps://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2012.11.008 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Ko, C. H., Liu, T. L., Wang P. W., Chen C. S., Yen, C. F.Y Yen, J. Y. (2014). La exacerbación de la depresión, la hostilidad y la ansiedad social en el curso de la adicción a Internet entre los adolescentes: un estudio prospectivo. Psiquiatría Integral, 55 (6), 13771384. doihttps://doi.org/10.1016/j.comppsych.2014.05.003 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Ko, C. H., Wang P. W., Liu, T. L., Yen, C. F., Chen C. S.Y Yen, J. Y. (2015). Asociaciones bidireccionales entre factores familiares y adicción a Internet entre adolescentes en una investigación prospectiva. Psiquiatría y neurociencias clínicas, 69 (4), 192200. doihttps://doi.org/10.1111/pcn.12204 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Kober H., Lacadie CM., Wexler B. E., Maldición, R. T., Sinha R.Y poder, M. N. (2016). Actividad cerebral durante el ansia de cocaína y los impulsos de juego: un estudio fMRI. Neuropsicofarmacología, 41 (2), 628637. doihttps://doi.org/10.1038/npp.2015.193 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Kober H., Mende-Siedlecki, P., Kross E. F., Weber, J., Mischel W., Ciervo, C. L.Y Ochsner K. N. (2010). La vía prefrontal-estriada subyace a la regulación cognitiva del deseo. Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, 107 (33), 1481114816. doihttps://doi.org/10.1073/pnas.1007779107 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
costes T. R., Scanley B. E., Fatigar, K. A., Oliveto A., Príncipe, C., Sinha R., poder, M. N., Skudlarski P.Y Wexler B. E. (2005). La actividad cerebral inducida por señales cambia y la recaída en pacientes dependientes de cocaína. Neuropsicofarmacología, 31 (3), 644650. doihttps://doi.org/10.1038/sj.npp.1300851 CrossRefGoogle Scholar
Lau, J. T. F., Wu, A. M. S., Bruto, D. L., Cheng K. M.Y Lau, M. M. G. (2017). ¿La adicción a Internet es transitoria o persistente? Incidencia y posibles predictores de remisión de la adicción a Internet entre estudiantes de secundaria chinos. Comportamientos adictivos, 74, 5562. doihttps://doi.org/10.1016/j.addbeh.2017.05.034 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Lecrubier Y., Sheehan D. V., Weiller E., Amorim P., Bonora I., Sheehan K. H., Janavs J.Y Dunbar G. C. (1997). La Mini Entrevista Neuropsiquiátrica Internacional (MINI). Una breve entrevista estructurada de diagnóstico: Fiabilidad y validez según el CIDI. Psiquiatría Europea, 12 (5), 224231. doihttps://doi.org/10.1016/S0924-9338(97)83296-8 CrossRefGoogle Scholar
Leeman R. F.Y poder, M. N. (2012). Similitudes y diferencias entre el juego patológico y los trastornos por uso de sustancias: un enfoque en la impulsividad y la compulsividad. Psicofarmacología (Berlín), 219 (2), 469490. doihttps://doi.org/10.1007/s00213-011-2550-7 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Li, W., Mai, X.Y Liu, C. (2014). La red en modo predeterminado y la comprensión social de los demás: ¿qué nos dicen los estudios de conectividad cerebral?. Fronteras en neurociencia humana, 8, 74. doihttps://doi.org/10.3389/fnhum.2014.00074 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Liu, L., Yip S. W., Zhang J. T., Wang L. J., Shen Z. J., Liu, B., Mamá, S. S., Yao Y. W.Y Colmillo, X. Y. (2017). Activación del estriado ventral y dorsal durante la reactividad de la señal en el trastorno de los juegos de Internet.. Adicción Biología, 22 (3), 791801. doihttps://doi.org/10.1111/adb.12338 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Mamá, S. S., Worhunsky P. D., Xu J. S., Yip S. W., Zhou N., Zhang J. T., Liu, L., Wang L. J., Liu, B., Yao Y. W., Zhang S.Y Colmillo, X. Y. (2019). Alteraciones en las redes funcionales durante la reactividad de señales en el trastorno de los juegos de Internet. Diario de adicciones de comportamiento, 8 (2), 277287. doihttps://doi.org/10.1556/2006.8.2019.25 EnlaceGoogle Scholar
Myrick H., Anton, R. F., Li, X., Henderson S., Drobes D., Voronin K.Y George, EM. (2004). Actividad cerebral diferencial en alcohólicos y bebedores sociales a las señales de alcohol: relación con el deseo. Neuropsicofarmacología, 29 (2), 393402. doihttps://doi.org/10.1038/sj.npp.1300295 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Nuyen, F., Deleuze J., Maurage, P., Griffiths, M. D., Kuss, D. J.Y Billieux J. (2016). Impulsividad en los jugadores de arena de batalla en línea multijugador: resultados preliminares en medidas experimentales y de autoinforme. Diario de adicciones de comportamiento, 5 (2), 351356. doihttps://doi.org/10.1556/2006.5.2016.028 EnlaceGoogle Scholar
Pawlikowski, M.Y Marca, M. (2011). Juego excesivo en Internet y toma de decisiones: ¿Los jugadores excesivos de World of Warcraft tienen problemas en la toma de decisiones en condiciones de riesgo? Investigación en Psiquiatría, 188 (3), 428433. doihttps://doi.org/10.1016/j.psychres.2011.05.017 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Petry N. M., Rehbein F., Gentil, D. A., Lemmens J. S., Rumpf H. J., Mößle, T., Bischof G., Tao R., Fung D. S., Borges G., auriacombe, M., González Ibáñez, A., Tam, P.Y O'Brien C. P. (2014). Un consenso internacional para evaluar el trastorno del juego en Internet utilizando el nuevo enfoque DSM-5. Adicción, 109 (9), 13991406. doihttps://doi.org/10.1111/add.12457 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Petry N. M., Rehbein F., Ko, C. H.Y O'Brien C. P. (2015). Trastorno de juego en Internet en el DSM-5. Current Psychiatry Reports, 17 (9), 72. doihttps://doi.org/10.1007/s11920-015-0610-0 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
poder, M. N., Balodis ESTOY., Franco, C. A., Toro castrado, S., Xu J., Chung, T.Y Conceder, J. E. (2013). Consideraciones neurobiológicas para comprender los tratamientos conductuales para el juego patológico.. Psicología de las conductas adictivas, 27 (2), 380392. doihttps://doi.org/10.1037/a0032389 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
poder, M. N., Steinberg, M. A., Skudlarski P., Fulbright R. K., Lacadie CM., Wilber M. K., Rounsaville B. J.Y Sangre, J. C. (2003). El juego urge en el juego patológico: un estudio de resonancia magnética funcional. Archivos de Psiquiatría General, 60 (8), 828836. doihttps://doi.org/10.1001/archpsyc.60.8.828 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Qi X., Yang Y., Dai S., Gao P., Du X., Zhang Y., Du G., Li, X.Y Zhang Q. (2016). Efectos del resultado sobre la covarianza entre el nivel de riesgo y la actividad cerebral en adolescentes con trastorno de los juegos de Internet. NeuroImage: Clínica, 12, 845851. doihttps://doi.org/10.1016/j.nicl.2016.10.024 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Rollos, E. T. (2000). La corteza orbitofrontal y la recompensa.. Corteza cerebral, 10 (3), 284294. doihttps://doi.org/10.1093/cercor/10.3.284 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Rumpf H. J., Achab S., Billieux J., Bowden-Jones, H., Carragher N., Demetrovics, Z., Higuchi S., Rey, D. L., Mann, K., poder, M., Saunders J. B., Abbott M., Ambekar A., Aricak O. T., Assanangkornchai S., Bahar N., Borges G., Marca, M., Chan E. M., Chung, T., Derevensky J., Kashef A. E., Farrell M., Fineberg, N / A., Gandin C., Gentil, D. A., Griffiths, M. D., Goudriaan A. E., Grall-Bronnec, M., Hao W., Hodgins D. C., Ip P., Király, O., Sotavento, H. K., Kuss, D., Lemmens J. S., Largo, J., López Fernández O., Mihara S., Petry N. M., Pontes, H. M., Rahimi-Movaghar, A., Rehbein F., Rehm J., Scafato E., Sharma M., Spritzer D., Stein D. J., Tam, P., Weinstein, A., Wittchen H. U., Wölfling, K., Zullino D.Y Poznyak V. (2018). Incluyendo el trastorno del juego en el ICD-11: la necesidad de hacerlo desde una perspectiva clínica y de salud pública. Diario de adicciones de comportamiento, 7 (3), 556561. doihttps://doi.org/10.1556/2006.7.2018.59 EnlaceGoogle Scholar
Saunders J. B., Hao W., Largo, J., Rey, D. L., Mann, K., Fauth-Buhler M., Rumpf H. J., Bowden-Jones, H., Rahimi-Movaghar, A., Chung, T., Chan E., Bahar N., Achab S., Sotavento, H. K., poder, M., Petry N., Spritzer D., Ambekar A., Derevensky J., Griffiths, M. D., Pontes, H. M., Kuss, D., Higuchi S., Mihara S., Assangang Kornchai, S., Sharma M., Kashef A. E., Ip P., Farrell M., Scafato E., Carragher N.Y Poznyak V. (2017). Trastorno del juego: su delineación como una condición importante para el diagnóstico, el manejo y la prevención.. Diario de adicciones de comportamiento, 6 (3), 271279. doihttps://doi.org/10.1556/2006.6.2017.039 EnlaceGoogle Scholar
Sayette M. A. (2016). El papel del deseo en los trastornos por consumo de sustancias: cuestiones teóricas y metodológicas.. Revisión anual de la psicología clínica, 12 (1), 407433. doihttps://doi.org/10.1146/annurev-clinpsy-021815-093351 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Sayette M. A., Escolar J. W.Y Reichle E. D. (2010). Salir a fumar: el impacto del deseo de fumar en la separación durante la lectura. Ciencia Psicológica, 21 (1), 2630. doihttps://doi.org/10.1177/0956797609354059 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Sinha R.Y Li, C. S. (2007). Antojo por consumo de drogas y alcohol inducido por estrés y señal: asociación con recaída e implicaciones clínicas. Drug and Alcohol Review, 26 (1), 2531. doihttps://doi.org/10.1080/09595230601036960 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Slutske W. S. (2006). Recuperación natural y búsqueda de tratamiento en el juego patológico: resultados de dos encuestas nacionales de EE. UU.. El American Journal of Psychiatry, 163 (2), 297302. doihttps://doi.org/10.1176/appi.ajp.163.2.297 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Slutske W. S., Piasecki T. M., Blaszczynski A.Y Martin, N. G. (2010). Recuperación patológica del juego en ausencia de abstinencia. Adicción, 105 (12), 21692175. doihttps://doi.org/10.1111/j.1360-0443.2010.03080.x CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Stephan K. E., Centavo, W. D., Moran R. J., den Ouden H. E. M., Daunizeau J.Y Friston K. J. (2010). Diez reglas simples para el modelado causal dinámico. Neuroimagen, 49 (4), 30993109. doihttps://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2009.11.015 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Sun, Y., Ying H., Seetohul R. M., Xuemei W., Si Z., Qian L., Guoqing X.Y S.M, S. (2012). Estudio fMRI cerebral del deseo inducido por imágenes de referencia en adictos a juegos en línea (adolescentes varones). Behavioral Brain Research, 233 (2), 563576. doihttps://doi.org/10.1016/j.bbr.2012.05.005 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Tanabe J., Thompson L., Claus E., Dalwani M., Hutchison K.Y Banich M. T. (2007). La actividad de la corteza prefrontal se reduce en los usuarios de juegos de azar y no enredables durante la toma de decisiones. Mapeo del cerebro humano, 28 (12), 12761286. doihttps://doi.org/10.1002/hbm.20344 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Tiffany S T. (1990). Un modelo cognitivo de los impulsos de drogas y el comportamiento de uso de drogas: papel de los procesos automáticos y no automáticos. Neuropsychology Review, 97 (2), 147168. doihttps://doi.org/10.1037/0033-295x.97.2.147 Google Scholar
tobler, P. N., preller, K. H., Campbell-Meiklejohn, D. K., Kirschner, M., Kraehenmann R., estampilla, P., Herdener M., Seifritz E.Y Quednow B. B. (2016). Bases neurales compartidas del déficit de recompensa social y no social en consumidores crónicos de cocaína. Neurociencia social cognitiva y afectiva, 11 (6), 10171025. doihttps://doi.org/10.1093/scan/nsw030 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Wang Y., Wu, L., Wang L., Zhang Y., Du X.Y Polla, G. (2017). Deterioro de la toma de decisiones y el control de los impulsos en los adictos a los juegos de Internet: evidencia de la comparación con los usuarios de juegos recreativos de Internet. Adicción Biología, 22 (6), 16101621. doihttps://doi.org/10.1111/adb.12458 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Wang Y., Wu, L., Zhou H., Lin, X., Zhang Y., Du X.Y Polla, G. (2017). Control deficiente de ejecutivos y circuito de recompensas en adictos a los juegos de Internet bajo una tarea de descuento por demora: análisis de componentes independientes. Archivos Europeos de Psiquiatría y Neurociencia Clínica, 267 (3), 245255. doihttps://doi.org/10.1007/s00406-016-0721-6 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Wexler B. E., Gottschalk C. H., Fulbright R. K., Prohovnik I., Lacadie CM., Rounsaville B. J.Y Sangre, J. C. (2001). Imágenes de resonancia magnética funcional del deseo de cocaína. El American Journal of Psychiatry, 158 (1), 8695. doihttps://doi.org/10.1176/appi.ajp.158.1.86 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Worhunsky P. D., Maldición, R. T., Rogers R. D.Y poder, M. N. (2014). Alteraciones neurales alteradas del procesamiento de la recompensa y la pérdida durante la RMdr de máquina tragamonedas simulada en el juego patológico y la dependencia de la cocaína. Dependencia de drogas y alcohol, 145, 7786. doihttps://doi.org/10.1016/j.drugalcdep.2014.09.013 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Wrase J., Grüsser S. M., Klein S., Diener C., Hermann D., flor H., Mann, K., Braus D. F.Y Heinz, A. (2002). Desarrollo de señales asociadas al alcohol y activación cerebral inducida por señales en alcohólicos.. Psiquiatría Europea, 17 (5), 287291. doihttps://doi.org/10.1016/S0924-9338(02)00676-4 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Yang L. Z., Shi B., Li, H., Zhang W., Liu, Y., Wang H. Z., Lv W., Ji, X., Hudak J., Zhou Y., Fallgatter A. J.Y Zhang X. C. (2017). La estimulación eléctrica reduce el deseo de los fumadores al modular el acoplamiento entre la corteza prefrontal lateral dorsal y la circunvolución parahippocampal. Neurociencia social cognitiva y afectiva, 12 (8), 12961302. doihttps://doi.org/10.1093/scan/nsx055 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Yip S. W., Worhunsky P. D., Xu J., Morie K. P., Alguacil, R. T., Maldición, R. T., Carroll, K. M.Y poder, M. N. (2018). Relaciones de la materia gris con las características diagnósticas y transdiagnósticas de las adicciones a las drogas y el comportamiento.. Adicción Biología, 23 (1), 394402. doihttps://doi.org/10.1111/adb.12492 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Joven, K. (2009). Adicción a Internet: diagnóstico y consideraciones de tratamiento. Revista de psicoterapia contemporánea, 39 (4), 241246. doihttps://doi.org/10.1007/s10879-009-9120-x CrossRefGoogle Scholar
Joven, K. S.Y Marca, M. (2017). Fusionar modelos teóricos y enfoques terapéuticos en el contexto del trastorno del juego en Internet: una perspectiva personal. Fronteras en psicología, 8, 1853. doihttps://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.01853 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Zhang J. T., Yao Y. W., poder, M. N., Xia C. C., Lan J., Liu, L., Wang L. J., Liu, B., Mamá, S. S.Y Colmillo, X. Y. (2016a). Alteración de la actividad neuronal en estado de reposo y cambios después de una ansiosa intervención conductual para el trastorno del juego en Internet. Informes científicos, 6 (1), 28109. doihttps://doi.org/10.1038/srep28109 CrossRef, MedlineGoogle Scholar
Zhang J. T., Yao Y. W., poder, M. N., Xia C. C., Lan J., Liu, L., Wang L. J., Liu, B., Mamá, S. S.Y Colmillo, X. Y. (2016b). Efectos del antojo de la intervención conductual sobre sustratos neurales del antojo inducido por señales en el trastorno de los juegos de Internet. NeuroImage: Clínica, 12, 591599. doihttps://doi.org/10.1016/j.nicl.2016.09.004 CrossRef, MedlineGoogle Scholar