Procesos cognitivos relacionados con el uso problemático de la pornografía (PPU): una revisión sistemática de estudios experimentales (2021)

J. Castro-Calvo, V. Cervigón-Carrasco, R. Ballester-Arnal, C. Giménez-García,

Informes sobre comportamientos adictivos, 2021, 100345, ISSN 2352-8532,

Comentarios: Muy bien escrito y útil para comprender muchos de los estudios neuropsicológicos enumerados en Página de estudios cerebrales de YBOP. Esta es una revisión de 21 estudios de pornografía que evalúan 4 "procesos" neuropsicológicos que se alteran en las adicciones a las drogas y el comportamiento:
1- sesgo atencional
2- control inhibitorio
3- memoria de trabajo
4- toma de decisiones
La revisión informó que los 4 procesos normales se alteraron en usuarios problemáticos de pornografía (PPU):
Resultados: Los estudios se centraron en cuatro procesos cognitivos: sesgo de atención, control inhibitorio, memoria de trabajo y toma de decisiones. En resumen, la PPU está relacionada con (a) sesgos de atención hacia los estímulos sexuales, (b) control inhibitorio deficiente (en particular, con problemas con la inhibición de la respuesta motora y con cambiar la atención lejos de estímulos irrelevantes), (c) peor desempeño en tareas que evalúan la memoria de trabajo, y (d) deficiencias en la toma de decisiones (en particular, a preferencias por pequeñas ganancias a corto plazo en lugar de grandes ganancias a largo plazo, patrones de elección más impulsivos que no -usuarios eróticos, tendencias de enfoque hacia los estímulos sexuales e inexactitudes al juzgar la probabilidad y la magnitud de los resultados potenciales bajo ambigüedad).
La revisión concluye:
“A nivel teórico, los resultados de esta revisión avalan la relevancia de los principales componentes cognitivos del modelo I-PACE (Brand, 2016)”.

I-PACE es un modelo de adicción para las adicciones conductuales, incluida la adicción a la pornografía: https://sciencedirect.com/ciencia / artículo / pii /S0149763419303707? A través de% 3Dihub

Resumen de I-PACE:
  1. Los comportamientos adictivos están relacionados con la reactividad de señales y el deseo. 
  2. Los comportamientos adictivos se asocian con una disminución del control inhibitorio. 
  3. Los comportamientos habituales se desarrollan en el proceso de comportamientos adictivos. 
  4. Un desequilibrio entre los circuitos fronto-estriatales contribuye a conductas adictivas.

Extracto de la introducción:

En cuanto a su conceptualización y clasificación, la UPP se ha considerado un subtipo de trastorno hipersexual (HD; Kafka, 2010), como una forma de adicción sexual (SA; Rosenberg et al., 2014), o como una manifestación de trastorno de conducta sexual compulsiva (CSBD; Kraus et al., 2018). Como ejemplo de la relevancia de PPU en SA, Wéry y col. (2016) encontró que el 90.1% de una muestra de 72 adictos sexuales autoidentificados informaron PPU como su principal problema sexual. Este hallazgo resuena con los resultados de la prueba de campo DSM-5 para HD (Reid et al., 2012), en el cual El 81.1% de una muestra de 152 pacientes que buscaban tratamiento para esta afección informó que la UPP era su principal comportamiento sexual problemático..

Destacados
  • Algunas personas experimentan síntomas derivados de ver pornografía.
  • Los procesos cognitivos pueden estar relacionados con el desarrollo del uso problemático de la pornografía (PPU).
  • Realizamos una revisión sistemática de 21 estudios que exploran los procesos cognitivos relacionados con la UPP.
  • Identificamos 4 procesos cognitivos relevantes para el desarrollo y mantenimiento de PPU.

Resumen

Introducción

Algunas personas experimentan síntomas y resultados negativos derivados de su participación persistente, excesiva y problemática en la visualización de pornografía (es decir, uso problemático de pornografía, PPU). Los modelos teóricos recientes han recurrido a diferentes procesos cognitivos (p. Ej., Control inhibitorio, toma de decisiones, sesgo de atención, etc.) para explicar el desarrollo y mantenimiento de PPU, pero la evidencia empírica derivada de estudios experimentales aún es limitada. En este contexto, la presente revisión sistemática tuvo como objetivo revisar y recopilar la evidencia en torno a los procesos cognitivos relacionados con la UPP.

Métodos: Se realizó una revisión sistemática de acuerdo con las guías PRISMA para recopilar evidencia sobre los procesos cognitivos relacionados con la UPP. Retenemos y analizamos 21 estudios experimentales que abordan este tema.

Resultados: Los estudios se centraron en cuatro procesos cognitivos: sesgo de atención, control inhibitorio, memoria de trabajo y toma de decisiones. En resumen, PPU se relaciona con (a) sesgos de atención hacia los estímulos sexuales, (b) control inhibitorio deficiente (en particular, con problemas con la inhibición de la respuesta motora y para desviar la atención de los estímulos irrelevantes), (c) peor desempeño en tareas de evaluación memoria de trabajo y (d) deficiencias en la toma de decisiones (en particular, a las preferencias por pequeñas ganancias a corto plazo en lugar de grandes ganancias a largo plazo, patrones de elección más impulsivos que los usuarios no eróticos, tendencias de enfoque hacia los estímulos sexuales e inexactitudes al juzgar la probabilidad y la magnitud de los resultados potenciales bajo ambigüedad).

Conclusión : Esta revisión sistemática ofrece una visión general completa del estado actual del conocimiento con respecto a las características cognitivas relacionadas con la PPU y señala nuevas áreas que justifican una mayor investigación.

Palabras clave

Uso problemático de la pornografía
Procesos cognitivos
Revisión sistemática

1. Introducción

La llegada de Internet ha cambiado drásticamente la forma en que se consume la pornografía (Kohut y otros, 2020). Hoy en día, múltiples dispositivos (por ejemplo, computadoras portátiles, PC, tabletas, teléfonos inteligentes) permiten el acceso anónimo y gratuito a una enorme variedad de contenido pornográfico, desde cualquier lugar y las 24 horas del día, los 7 días de la semana (Döring y Mohseni, 2018). Como resultado, durante los últimos años, hemos documentado un aumento exponencial en el número de usuarios de pornografía. Según los datos de tráfico del sitio web, Lewczuk, Wojcik y Gola (2019) estimó que entre 2004 y 2016, la proporción de usuarios de pornografía en línea aumentó en un 310%. Esta cifra resuena con la reportada por Pornhub en su informe anual: entre 2013 y 2019, el número de visitas registradas en este popular sitio web pornográfico creció de 14.7 a 42 mil millones (Pornhub., 2013, Pornhub., 2019). Los estudios realizados desde un enfoque centrado en la persona estiman que la prevalencia de por vida del consumo de pornografía es de alrededor del 92-98% en hombres y del 50-91% en mujeres (Ballester-Arnal, Castro-Calvo, García-Barba, Ruiz-Palomino y Gil-Llario, 2021). En comparación con los datos recopilados hace una década, la prevalencia de por vida del uso de pornografía ha aumentado en un 41% en los hombres y en un 55% en las mujeres de entre 18 y 25 años (Ballester-Arnal, Castro-Calvo, Gil-Llario y Gil-Juliá, 2016). Estas cifras tienden a disminuir en función del período explorado: en esta línea, Grubbs, Kraus y Perry (2019) descubrió que la prevalencia del consumo de pornografía en una muestra representativa a nivel nacional de los EE. UU. disminuyó del 50% (70% de los hombres; 33% de las mujeres) cuando se midió en el último año al 31% (47% y 16% respectivamente) cuando se evaluó en el pasado mes, y al 20% (33% y 8%) cuando se mide en la última semana.

Existe un debate considerable sobre los beneficios y riesgos potenciales de esta creciente ubicuidad de la pornografía, especialmente en adolescentes y jóvenes (para una revisión, ver Döring, 2009). Por ejemplo, algunos estudios destacan que la pornografía puede ser un medio eficaz para satisfacer el deseo sexual (Daneback, Ševčíková, Mänsson y Ross, 2013), compensar la falta de conocimiento sobre la sexualidad y explorar la sexualidad de forma segura (Smith, 2013), agregue variedad a las relaciones sexuales fuera de línea (Daneback, Træen y Månsson, 2009), distraerse del aburrimiento y los problemas cotidianos (Hald y Malamuth, 2008), o ayudar en el tratamiento de ciertas disfunciones sexuales (Miranda y otros, 2019). Por otro lado, la pornografía también podría causar una amplia gama de problemas como consecuencia de los 'tipos de contenidos pornográficos utilizados' o 'la forma en que se consume la pornografía' (Owens, Behun, Manning y Reid, 2012). La pornografía convencional se centra en el placer masculino, hace que las fantasías y los deseos de las mujeres pasen a un segundo plano, y rara vez muestra comportamientos sexuales responsables (como el uso del condón durante las relaciones sexuales) (Gorman, Monk-Turner y Fish, 2010). Aún más preocupante, muchos estudiosos argumentan que el material pornográfico se está volviendo cada vez más degradante y violento hacia las mujeres (Lykke y Cohen, 2015). Mientras que estudios recientes cuestionan esta 'sabiduría aceptada' (Shor y Seida, 2019), existe consenso en torno al hecho de que la pornografía actual (tanto profesional como amateur) tiende a representar la dominación sexual masculina (Klaassen y Peter, 2015). Como resultado, se ha sugerido que la pornografía puede afectar negativamente la sexualidad al: (a) fomentar actitudes sexistas y conductas abusivas, (b) facilitar el desarrollo de conductas sexuales de riesgo (por ejemplo, debut sexual más temprano, relaciones sexuales sin protección, promiscuidad, etc. .), (c) crear imágenes corporales y estándares de desempeño sexual poco realistas, (d) romper los valores tradicionales de monogamia y fidelidad; o (e) promover intereses sexuales inusuales (Braithwaite y otros, 2015, Döring, 2009, Stanley et al., 2018). Además, existe un creciente cuerpo de investigación que indica que la pornografía podría volverse problemática si se lleva a cabo de manera abusiva en términos de frecuencia, gravedad y deterioro funcional. Por lo tanto, uno de los principales riesgos del uso de pornografía es la posibilidad de desarrollar síntomas y resultados negativos derivados de la participación persistente, excesiva y problemática en esta actividad (Duffy et al., 2016, Wéry y Billieux, 2017).

Se estima que entre el 0.8% y el 8% de los usuarios de pornografía muestran signos y síntomas de uso problemático de pornografía (en adelante, PPU) (Ballester-Arnal et al., 2016, Bőthe et al., 2020, Ross et al., 2012). Los síntomas centrales de PPU incluyen: (a) tiempo y esfuerzo excesivos dedicados a mirar / buscar pornografía; (b) autocontrol deficiente sobre el uso de pornografía; (c) incumplimiento de las responsabilidades familiares, sociales o laborales; y (d) persistencia en la conducta sexual a pesar de sus consecuencias (Efratí, 2020, Wéry y Billieux, 2017). Inspirándose en los criterios utilizados en los trastornos por uso de sustancias (TUS), algunos autores también incluyen la tolerancia, la abstinencia y la ansiedad como síntomas comunes entre estos individuos (Allen et al., 2017, Rosenberg et al., 2014). No obstante, la aplicabilidad de criterios como la abstinencia y la tolerancia aún está en debate (Starcevic, 2016b). En cuanto a su conceptualización y clasificación, la UPP se ha considerado un subtipo de trastorno hipersexual (HD; Kafka, 2010), como una forma de adicción sexual (SA; Rosenberg et al., 2014), o como una manifestación de trastorno de conducta sexual compulsiva (CSBD; Kraus et al., 2018). Como ejemplo de la relevancia de PPU en SA, Wéry y col. (2016) encontró que el 90.1% de una muestra de 72 adictos sexuales autoidentificados informaron PPU como su principal problema sexual. Este hallazgo resuena con los resultados de la prueba de campo DSM-5 para HD (Reid et al., 2012), en el que el 81.1% de una muestra de 152 pacientes que buscaban tratamiento para esta afección informó que la UPP era su principal comportamiento sexual problemático. En cambio, Bothe et al. (2020) encontró que las personas categorizadas como usuarios problemáticos de pornografía a través de un enfoque basado en datos obtuvieron puntajes sistemáticamente más altos en una medida de HD; de hecho, los puntajes en esta escala discriminaban mejor entre usuarios de pornografía altamente comprometidos pero no problemáticos y problemáticos que cualquier otra variable (incluida la frecuencia de uso de pornografía). Como resultado, las tendencias actuales en conductas sexuales fuera de control consideran al PPU como un subtipo de SA / HD / CSBD (el más prominente de hecho) más que como una condición clínica independiente (Gola et al., 2020), y también asume que muchos pacientes que presentan SA / HD / CSBD mostrarán PPU como su comportamiento sexual problemático principal. A nivel práctico, esto significa que muchos pacientes que presentan PPU serán diagnosticados con una de estas etiquetas clínicas "generales", y PPU emergerá como un especificador dentro de este marco de diagnóstico.

Una gran cantidad de literatura sobre los procesos cognitivos subyacentes a los TUS (Kluwe-Schiavon et al., 2020) y adicciones al comportamiento (BA)1 (p. ej., juegos de azar [Hønsi, Mentzoni, Molde y Pallesen, 2013], uso problemático de Internet [Ioannidis et al., 2019], trastorno del juego [Schiebener & Brand, 2017], o el uso problemático de redes sociales [Wegmann & Brand, 2020]) ha proporcionado evidencia sobre su relevancia en términos de manifestación y gravedad de estas condiciones clínicas. En el campo de los SUD, algunos de los modelos más influyentes (por ejemplo, la teoría del proceso dual [Bechara, 2005] o la teoría de la sensibilización al incentivo [Robinson y Berridge, 2001]) han recurrido a diferentes procesos cognitivos para explicar el desarrollo y mantenimiento de conductas adictivas. En el campo de los BA, el modelo I-PACE (Brand, Young, Laier, Wölfling y Potenza, 2016) ha propuesto que diferentes procesos cognitivos (por ejemplo, control inhibitorio, toma de decisiones, etc.) son centrales en el desarrollo y mantenimiento de estas condiciones. En un desarrollo posterior de este modelo, Brand et al. (2019) sugirió que este modelo también puede explicar el desarrollo y mantenimiento de PPU. Dado que PPU se considera un especificador de comportamiento para la EH (Kafka, 2010), la relevancia de los deterioros cognitivos a la hora de explicar el PPU también es reconocida por un modelo teórico reciente de la EH: el ciclo Sexhavior (Walton, Cantor, Bhullar y Lykins, 2017). Este modelo propone el concepto de "suspensión cognitiva" para explicar algunas de las características neuropsicológicas detrás de la EH. A pesar de la importancia obvia de explorar los procesos cognitivos detrás de la PPU, los estudios empíricos que abordan este aspecto han comenzado a realizarse solo en los últimos años. Estos estudios preliminares han respaldado la relevancia de diferentes procesos cognitivos a la hora de explicar la PPU (p. Ej., Antons & Brand, 2020); sin embargo, se requieren más investigaciones para confirmar su contribución en el desarrollo y mantenimiento de PPU. Además, se requiere un trabajo de revisión y síntesis de los estudios empíricos realizados hasta el momento para recopilar y analizar toda la evidencia disponible sobre este tema. En este contexto, la presente revisión sistemática tuvo como objetivo revisar y recopilar la evidencia en torno a los procesos cognitivos relacionados con la UPP. Dado que PPU puede compartir paralelos con SUD y otros BA, enfocamos esta revisión en los cuatro procesos cognitivos típicamente relacionados con estas condiciones: sesgo de atención, control inhibitorio, memoria de trabajo y toma de decisiones (Wegmann & Brand, 2020).

2. Métodos

Esta revisión sistemática se realizó de acuerdo con las directrices PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analysis) (Moher et al., 2009). Dada la heterogeneidad de los estudios incluidos en esta revisión, se decidió utilizar un enfoque cualitativo basado en el análisis de los hallazgos centrales de cada estudio (síntesis narrativa) (Popay et al., 2006). Se recomienda esta metodología cuando los estudios incluidos en una revisión no son lo suficientemente similares para permitir enfoques cuantitativos alternativos (p. Ej., Metanálisis) o el alcance de la revisión dicta la inclusión de una amplia gama de diseños de investigación (ambas afirmaciones son aplicables a esta revisión).

2.1. Revisión de literatura y selección de estudios

Se utilizó una búsqueda sistemática para recopilar evidencia sobre los procesos cognitivos relacionados con la UPP. Los estudios fueron elegibles si (1) examinaron un proceso cognitivo a través de una tarea experimental y (2) vincularon los resultados de esta tarea con un aspecto relacionado directa o indirectamente con PPU. Se incluyeron estudios que establecieron las siguientes relaciones entre un proceso cognitivo particular y la PPU: (a) estudios que comparan ciertos procesos cognitivos en sujetos con y sin PPU; (b) estudios que comparan ciertos procesos cognitivos en sujetos con y sin SA / HD / CSBD (siempre que el estudio especifique PPU como el comportamiento sexual problemático principal de una gran proporción de la muestra y / o cuando ciertos aspectos del consumo de pornografía, por ejemplo, frecuencia de uso de la pornografía - permítanos distinguir entre grupos); (c) estudios realizados en muestras comunitarias que correlacionan ciertos procesos cognitivos con un indicador directo de PPU (por ejemplo, puntuaciones en escalas que evalúan PPU); (d) estudios realizados en muestras comunitarias que correlacionan cierto proceso cognitivo con un indicador indirecto de PPU (por ejemplo, tiempo en línea viendo pornografía, puntajes en escalas que evalúan conductas sexuales fuera de control, etc.); y (e) estudios realizados en muestras clínicas o comunitarias que correlacionan ciertos procesos cognitivos con indicadores de PPU después de la exposición a la pornografía (por ejemplo, excitación cuando se expone a la pornografía, deseo después de hacerlo, etc.).

Identificamos los estudios elegibles mediante la búsqueda de estudios publicados informados en inglés desde 2000 hasta octubre de 2020, utilizando cuatro motores de búsqueda académicos: PubMed, PsycINFO, Web of Science y Google Scholar. Para identificar artículos relevantes, utilizamos diferentes combinaciones de los siguientes términos de búsqueda: "pornografía *" o "material sexualmente explícito" o "erótica" o "sexo en Internet *" Y "proceso cognitivo *" o "funciones ejecutivas" o "atención *" sesgo * ”o“ memoria de trabajo ”o“ inhibición ”o“ control inhibitorio ”o“ toma de decisiones ”. Un asterisco después del término de búsqueda significa que todos los términos que comienzan con esa raíz se incluyeron en la búsqueda del estudio. Para identificar artículos adicionales, realizamos una búsqueda complementaria utilizando palabras clave como: "porno * adicción" o "porno * uso problemático *" o "sexo * adicción" o "trastorno hipersexual" o "trastorno de conducta sexual compulsiva". Los estudios recuperados a través de los últimos tres términos (SA, HD y CSBD) incluyeron muestras clínicas de pacientes que informaron PPU como su principal salida sexual, pero también pacientes que informaron otros problemas sexuales (p. Ej., Uso excesivo de chats de Internet o cámaras web sexuales, persistente y descontrolado asuntos extramatrimoniales, solicitación habitual de trabajadoras sexuales comerciales, etc.). Siguiendo los criterios de inclusión, se excluyeron de esta revisión los estudios que evaluaban muestras clínicas cuyos problemas no se centraban en la UPP.

Un diagrama de flujo que detalla el proceso de selección del estudio se muestra en Figura 1 y XNUMX. En total, se identificaron 7,675 estudios. Después de eliminar los duplicados, obtuvimos 3,755 registros. Dos de los autores de la revisión (JCC y VCC) examinaron resúmenes y títulos en busca de contenido relevante. Solo 23 de estos estudios se identificaron como potencialmente relevantes. Después de una revisión de texto completo, eliminamos 12 de estos artículos (n= 11). Para aumentar el número de estudios, se realizaron búsquedas en la lista de referencias de los artículos incluidos en busca de literatura relevante, identificando 10 registros adicionales que finalmente se incluyeron después de una revisión de texto completo (n= 21).

Figura 1 y XNUMX. Diagrama de flujo del proceso de selección y selección de estudios.

2.2. Extracción de datos

La siguiente información se extrajo de cada estudio (ver Tabla 1). Primero, codificamos los datos que eran relevantes para la identificación de los estudios (referencia del autor y fecha de publicación). También codificamos información importante para la generalización de los hallazgos de la revisión, que incluyeron país donde se realizó el estudio y descripción de la muestra (por ejemplo, tamaño, distribución por sexo y edad, características de la muestra, etc.).

Tabla 1. Breve descripción de los estudios incluidos en esta revisión

Identificación del estudioPaísDescripción de la muestraDominio cognitivoTarea / ParadigmaOtras medidasHallazgos principales
Kagerer y col. (2014)Alemania87 estudiantes heterosexuales: (a) 41 mujeres y (b) 46 hombres (Medad = 24.23) .Muestra no clínica.Sesgo atencionalTarea de prueba de puntos (incluidos estímulos neutrales y eróticos); Los estímulos se presentaron durante 500 ms.Cuestionario de Orientación Sexual (SOQ) Inventario de Deseo Sexual (SDI) Escala de Compulsividad Sexual (SCS) Escala de Búsqueda de Sensibilidad Sexual (SSSS)(1) La búsqueda de sensaciones sexuales se correlacionó positivamente con la orientación (r= .33) y correlacionado negativamente con la categorización de imágenes (r= -. 24). Por lo tanto, los buscadores de sensaciones sexuales tendían a responder más rápido a la tarea de prueba de puntos cuando el punto aparecía junto a una imagen sexual (en comparación con una imagen neutra), y categorizaban imágenes más rápidas que representaban sexo en la tarea de orientación de línea (sesgo de atención hacia los estímulos sexuales (2) La compulsividad sexual no se correlacionó significativamente con ninguna de las puntuaciones experimentales, lo que significa que las puntuaciones más altas en esta variable no facilitaron el sesgo de atención hacia los estímulos sexuales.
Doornwaard et al. (2014)Países Bajos123 participantes entre 18 y 23 años (Medad = 19.99): (a) 61 mujeres y (b) 62 hombres. Muestra no clínica.Sesgo atencionalTarea de sonda de puntos (incluidos los estímulos neutrales y eróticos); Los estímulos se presentaron durante 500 ms.Cuestionario ad hoc que evalúa la exposición a contenido sexual en línea(1) Los participantes que consumían pornografía de forma regular respondían más rápido a la tarea de la sonda de puntos (independientemente de si el punto aparecía junto a una imagen neutra o sexual).
Mechelmans y col. (2014)Reino Unido66 hombres heterosexuales: (a) 22 que cumplen los criterios de conducta sexual compulsiva (CSB, que se centra en el uso compulsivo de material sexualmente explícito en línea) (Medad = 25.14) y (b) 44 controles sanos (Medad = 24.16).Sesgo atencionalTarea de prueba de puntos (incluidos estímulos neutrales, eróticos y explícitos); Los estímulos se presentaron durante 150 ms.Escala de comportamiento impulsivo (UPPS-P) Inventario de depresión de Beck (BDI) Inventario de ansiedad rasgo-estado (STAI) Inventario obsesivo-compulsivo- Prueba de identificación de trastornos por consumo de alcohol (AUDIT) Prueba de adicción a Internet de Young (YIAT) Escala de uso compulsivo de Internet (CIUS) ) Prueba Nacional de Lectura de Adultos(1) Los sujetos con CSB (PPU como su principal problema sexual) tenían un mayor sesgo de atención a los estímulos sexuales explícitos (contenido pornográfico) (p= .022) pero no para estímulos neutros (p= .495). En particular, los sujetos con CSB respondieron más rápido a la tarea de la sonda de puntos cuando el punto apareció junto a una imagen sexualmente explícita (en comparación con una imagen neutral). (2) Este sesgo de atención se observó solo cuando a los participantes se les presentó un estímulo sexualmente explícito. ; cuando se les presentó un estímulo erótico (menor nivel de explicidad), los participantes con CSB (PPU como su principal problema sexual) y los voluntarios sanos respondieron de manera similar.
Banca et al. (2016)Reino Unido62 hombres heterosexuales: (a) 22 que cumplen los criterios de conducta sexual compulsiva (CSB, que se centra en el uso compulsivo de material sexualmente explícito en línea) (Medad = 25.14) y (b) 40 controles sanos (Medad = 25.20).Sesgo atencionalTarea de prueba de puntos (incluidos estímulos neutrales, eróticos y explícitos); Los estímulos se presentaron durante 150 ms.Tarea de acondicionamiento Tarea de preferencia de novedad(1) Los sujetos que tenían una mayor preferencia por los estímulos sexuales condicionados (principalmente, sexualmente compulsivos con PPU) también mostraron un mayor sesgo de atención para los estímulos sexuales (p= .044). (2) Por el contrario, la preferencia por los estímulos nuevos frente a los familiares no se asoció con un sesgo de atención por los estímulos sexuales (p= .458). (3) Observación importante: Esta investigación volvió a analizar los datos del estudio de Mechelmans y col. (2014). Por lo tanto, la congruencia entre ambos estudios se debe en gran medida a esta superposición. El fundamento de la inclusión del estudio de Banca et al. (2016) también es que proporciona información adicional sobre la relación entre el sesgo de atención y otras características neuropsicológicas y fenomenológicas de CSB.
Pekal y col. (2018)Alemania174 participantes: (a) 87 mujeres y (b) 87 hombres. Los participantes tenían edades comprendidas entre 18 y 52 años (Medad = 23.59) El 8.9% de los participantes masculinos y el 2.2% de las mujeres dieron positivo por ver pornografía excesiva y problemática.Sesgo atencionalTarea de sonda visual (incluidos estímulos neutrales y eróticos); Los estímulos se presentaron durante 200 o 2,000 ms.Versión corta de la prueba de adicción a Internet adaptada al sexo en Internet (s-IATsex). Clasificaciones de excitación sexual y antojo (es decir, excitación sexual subjetiva y necesidad de masturbarse después de haber estado expuesto a estímulos pornográficos)(1) El sesgo de atención hacia los estímulos sexuales (es decir, respuestas más rápidas a la tarea de la sonda visual cuando la flecha apareció junto a los estímulos sexuales) se correlacionó con la gravedad de la adicción a la pornografía (r= .23), ansia (es decir, deseo de masturbarse) (r entre .18-.35) y la excitación sexual subjetiva (r entre .11-.25). (2) La relación entre el sesgo de atención hacia los estímulos sexuales y la severidad de la adicción a la pornografía fue consistente tanto en hombres como en mujeres. (3) La relación entre el sesgo de atención hacia los estímulos sexuales y la severidad de la adicción a la pornografía fue parcialmente mediada por el deseo y la excitación sexual subjetiva.
Seok y Sohn (2018)Corea del Sur45 varones heterosexuales (usuarios de pornografía): (a) 23 que cumplen los criterios para el diagnóstico de trastorno hipersexual (Medad = 26.12; SD= 4.11) y (b) 22 controles sanos (Medad = 26.27; SD= 3.39) Uso semanal de pornografía: 5.23 veces en participantes con hipersexualidad y 1.80 en hombres sanos (p <.001; d= 3.2).Control inhibitorio (en particular, control inhibitorio atencional).Tarea StroopPrueba de detección de adicciones sexuales-R (SAST-R) Inventario de comportamiento hipersexual (HBI) EPI-BOLD: respuestas dependientes del nivel de oxígeno en sangre(1) Las personas con trastorno hipersexual y los controles sanos mostraron tiempos de reacción similares al responder a ensayos de Stroop tanto congruentes como incongruentes. (2) Los individuos con trastorno hipersexual fueron menos precisos que los controles sanos al responder a ensayos de Stroop incongruentes (82% frente a 89% ; p<.05), pero no cuando se responde a ensayos de golpes congruentes. Esto significa que los pacientes con hipersexualidad solo tienden a experimentar problemas en condiciones que requieren ignorar información incongruente inapropiada.
Seok y Sohn (2020)Corea del Sur60 participantes masculinos (usuarios de pornografía): (a) 30 criterios que cumplen para el diagnóstico de hipersexualidad problemática (Medad = 28.81) y (b) 30 hombres sanos (Medad = 27.41) Uso semanal de pornografía: 5.23 veces en participantes con hipersexualidad y 1.80 en hombres sanos (p <.001; d= 3.2).Control inhibitorio (en particular, control inhibitorio motor).Tarea Go / No-Go (usando solo estímulos neutros -letras- pero presentados en un trasfondo neutral o sexual)MRIS funcional Prueba de detección de adicciones sexuales (SAST-R) Inventario de comportamiento hipersexual (HBI) Escala de impulsividad de Barrat (BIS) Inventario de depresión de Beck (BDI)(1) Los participantes hipersexuales obtuvieron peores resultados en la Tarea Go / No-Go (es decir, cometieron más omisiones / comisiones) que los controles sanos. (2) Las diferencias entre los participantes con hipersexualidad y los controles sanos son más prominentes en los ensayos no-go (ensayos en qué participantes deben inhibir las respuestas) y cuando se presentó la tarea Continuar / No continuar junto con una imagen sexual en el fondo (en comparación con un fondo neutro). (3) En cuanto a los tiempos de reacción, los individuos hipersexuales respondieron más lentamente en las pruebas los antecedentes estaban presentesp <05).
Antons y Brand (2020)Alemania28 usuarios de pornografía varones heterosexuales (Medad = 29.28; SD= 8.81): (a) 10 usuarios de pornografía sin problemas, (b) 9 usuarios problemáticos y (c) 9 usuarios patológicos.Control inhibitorio (en particular, control inhibidor motor prepotente).Tarea Stop-Signal (utilizando estímulos neutros -diferentes guiones de colores- para indicar el tipo de prueba, y estímulos tanto neutros como pornográficos como condiciones de fondo)Prueba corta de adicción a Internet modificada para pornografía en Internet (s-IATporn) Inventario de comportamiento hipersexual (HBI) Escala de impulsividad de Barrat (BIS-15) Resonancia magnética funcional(1) La severidad del uso de pornografía en Internet (s-IATporn) se correlacionó con los tiempos de reacción durante las pruebas de señal de parada tanto en el neutral (r= -. 49) y lo pornográfico (r= -. 52) condiciones. En particular, la mayor severidad del uso de pornografía en Internet se asoció con tiempos de reacción más rápidos durante las pruebas de señal de parada (es decir, un mejor control inhibitorio). (2) El deseo (es decir, el fuerte deseo de usar pornografía) se correlacionó con los tiempos de reacción durante la señal de parada juicios pero solo en la condición pornográfica (r= -. 55). Una vez más, el aumento del deseo se asoció con tiempos de reacción más rápidos durante las pruebas de señal de parada (es decir, un mejor control inhibitorio).
Wang y Dai (2020)China70 varones heterosexuales: (a) 36 con tendencia a la adicción al cibersexo (TCA) (Medad = 19.75) y (b) 34 controles sanos (HC). (Medad = 19.76) Uso semanal de pornografía: 3.92 veces en individuos con TCA y 1.09 en HCControl inhibitorio (en particular, control inhibitorio motor y posterior ejecución motora).Paradigma de bichos raros de dos opciones (incluidos los estímulos neutrales y pornográficos)Escala de uso problemático de la pornografía en Internet (PIPUS) Escala de impulsividad de Barrat (BIS-11)Ad hoc Escala que mide diferentes aspectos del consumo de cibersexo Escala de ansiedad de autoevaluación (SAS) Escala de depresión de autoevaluación (SDS) Electroencefalografía (EEG)(1) Ambos participantes con TCA y HC mostraron tiempos de reacción más lentos cuando respondieron al Paradigma del Bicho Extraño de Dos Elecciones cuando se trataba de estímulos sexuales (en comparación con los estímulos neutrales); sin embargo, las diferencias en el tiempo de reacción entre ambos tipos de estímulos fueron más pronunciadas en pacientes con ATC. Es decir, los individuos con TCA experimentaron un peor control inhibitorio al enfrentarse a estímulos sexuales en comparación con HC.
Laier et al. (2013)Alemania28 varones heterosexualesMedad = 26.21; SD = 5.95)Memoria de Trabajon-Back Task (4-Back Task usando imágenes pornográficas como estímulo)Calificaciones de excitación sexual y antojo (es decir, excitación sexual subjetiva y necesidad de masturbarse después de haber estado expuesto a estímulos pornográficos)(1) El desempeño en la tarea de las 4 espaldas (condición pornográfica) se correlacionó con indicadores de excitación sexual y deseo sexual. En particular, la excitación sexual subjetiva después de ver imágenes pornográficas se correlacionó con la proporción de omisiones (r= .45), y el deseo se correlacionó con la proporción de falsas alarmas (r= .45) (en ambos casos, indicadores de bajo desempeño). Esto significa que las personas que muestran una mayor respuesta sexual a la pornografía tienden a tener un peor desempeño en la tarea de memoria de trabajo. (2) Se predijo significativamente el desempeño general en la prueba de 4 respuestas (R2= 27%) por la interacción entre la excitación sexual y el deseo después de estar expuestos a estímulos sexuales: en particular, los participantes que muestran un alto nivel de deseo y excitación sexual después de haber estado expuestos a la pornografía obtuvieron peores resultados en la prueba de 4 espaldas.
Au y Tang (2019)ChinaEstudio 1:24 varones heterosexuales entre 19 y 27 años (Medad = 23.08; SD= 2.22) .Estudio 2:27 varones heterosexuales entre 18 y 31 años (Medad = 23.0; SD= 3.15)Memoria de trabajoEstudio 1: n-Back Task (3-Back Task utilizando letras como estímulo) tras la inducción de estados emocionales positivos, negativos, sexuales o neutrales mediante videoclips. n-Tarea de Atrás (Tarea de 3-Atrás usando letras, círculos de colores o imágenes pornográficas como estímulo) después de la inducción de la excitación sexual.Inventario de conducta sexual compulsiva (CSBI) Cuestionario de emociones discretas (DEQ) Impulso y deseo sexual de masturbarse después de la exposición a contenido pornográfico, evaluado por un ad-hoc Escala visual analógica (EVA) Medidas fisiológicas (presión arterial, frecuencia cardíaca y temperatura)Estudio 1: (1) Los participantes con una puntuación más alta en el CSBI mostraron una precisión reducida al responder la prueba de 3 respuestas en las cuatro condiciones (rneutro= .52; rpositivo= .72; rnegativas= .75; rsexual= .77). Del mismo modo, las puntuaciones altas en el CSBI se correlacionaron con el tiempo de reacción al responder la prueba de 3 respuestas en dos condiciones (rneutro= .42; rsexual= .41). En resumen, los individuos con puntajes más altos en el CSBI tendieron a tener un peor desempeño en la memoria de trabajo (menos precisión y mayor tiempo para responder) independientemente de la condición emocional. Estudio 2: (2) Los participantes con puntajes más altos en el CSBI mostraron una precisión reducida al responder la prueba 3-back usando diferentes estímulos (rpornografía= .50; rletters= .45; rcírculos= .53). Del mismo modo, las puntuaciones altas en el CSBI se correlacionaron con el tiempo de reacción al responder la prueba de 3 respuestas utilizando círculos de colores como estímulo (r= .39). En resumen, los individuos con puntajes más altos en el CSBI tendieron a tener un peor desempeño en la memoria de trabajo (menos precisión y aumento del tiempo para responder) independientemente del tipo de estímulo empleado en la prueba 3-back.
Sinke y col. (2020)Alemania69 varones heterosexuales: (a) 38 que cumplen los criterios para el diagnóstico de trastorno de conducta sexual compulsiva (Medad = 36.3; SD= 11.2) y (b) 31 controles sanos (Medad = 37.6; SD= 11.7) Uso semanal de pornografía: 213 min por semana en participantes con CSBD vs 49 en controles sanos (p <.. 001; d = 0.92).Memoria de trabajon-Tarea de retroceso (tareas 1-Back y 2-Back usando letras) con imágenes pornográficas y neutrales de fondoInventario de comportamiento hipersexual (HBI) Versión revisada de la Prueba de detección de adicciones sexuales (SAST-R) Entrevista semiestructurada para evaluar las características sexuales Escalas de excitación e inhibición sexual (SIS / SES)(1) Los pacientes y los controles sanos no difirieron en su desempeño en las tareas 1-Back y 2-Back (precisión y tiempo de reacción) cuando las tareas se realizaron con una imagen neutral de fondo. (2) Cuando el 1-Back y 2-Back Tasks se realizaron con una imagen sexual de fondo, pacientes y controles sanos mostraron diferencias significativas (p entre 01 y 03) en términos de precisión y tiempo de reacción: en particular, los pacientes fueron menos precisos (93.4% vs 97.7% en la tarea 1-Back; 80.1% vs 88.2% en la tarea 2-Back) y mostraron mayores tiempos de reacción (668 ms frente a 607 ms en la tarea 1-Back; 727 ms frente a 696 ms en la tarea 2-Back). (3) Por el contrario, los pacientes sexualmente compulsivos se desempeñaron mejor que los controles sanos en una tarea que midió el reconocimiento de estímulos sexuales 1 hora después de las tareas 1-Back y 2-Back (65.5% vs 48.3% y 52% vs 40%). Este efecto no se observó para estímulos neutros. Esto sugiere que los pacientes con CSBD tienen una mejor memorización y recuerdo de señales pornográficas, pero no de estímulos no sexuales (es decir, mejor memoria a largo plazo y recuerdo de estímulos sexuales específicos).
Abogado (2008) Estados Unidos de America71 participantes: (a) 38 hombres y (b) 33 mujeres entre 18-57 años (Medad = 23.4; SD= 7.7) .60% de los participantes masculinos y 39.5% de las participantes femeninas fueron clasificados como usuarios de erótica (es decir, usuarios de erótica en el pasado e interesados ​​en ver erótica en el futuro)Toma de decisiones (en particular, descuento por demora)Tareas de descuento por demora y probabilidad (una que evalúa el descuento por dinero, la otra que evalúa el descuento por erótica).La Encuesta de Opinión Sexual (SOS) La Escala de Compulsividad Sexual (SCS) La Prueba de Inhibición Sexual / Excitación Sexual (SIS / SES) La Escala de Consumo Erótico (ECS)(1) Tanto en las tareas de descuento monetarias como en las eróticas, los usuarios de erótica preferían los reforzadores más pequeños disponibles inmediatamente que los reforzadores más grandes proporcionados después de algún tiempo. De manera similar, los usuarios de erótica preferían resultados pequeños pero ciertos a resultados más grandes pero inciertos. (2) En la tarea de descuento de artículos eróticos, los usuarios no eróticos tendían a valorar la probabilidad más baja y los resultados retrasados ​​más grandes más que la probabilidad más alta y los resultados más inmediatos, lo que sugiere que los resultados eróticos fueron aversivos a estos participantes. (3) Dos parámetros de las tareas de descuento erótico se correlacionaron significativamente con el SCS (r= -. 41). y el SOS (r= .38). Estos resultados indican que la compulsividad sexual se asoció con patrones de elección más impulsivos. Sorprendentemente, la erotofilia se correlacionó significativamente con un patrón de elección más reflexivo (lo que significa que los individuos erotofílicos tendían a preferir resultados más tardíos).
Laier et al. (2014)Alemania82 hombres heterosexuales entre 18 y 54 años (Medad = 25.21; SD= 6.23) Los participantes eran usuarios de cibersexo y pasaban alrededor de 1.4 horas por semana en línea con fines sexuales (SD= 1.30).Toma de decisiones (en particular, toma de decisiones bajo ambigüedad)Prueba de juego de Iowa (IGT) (utilizando imágenes pornográficas y neutrales como estímulo)Clasificaciones de excitación sexual antes y después de estar expuesto a estímulos pornográficos. Versión corta del Test de Adicción a Internet adaptado al sexo en Internet- (s-IATsex).Ad hoc cuestionario que evalúa diferentes aspectos del uso del cibersexo(1) El rendimiento en la prueba de juego de Iowa fue mejor cuando los estímulos sexuales se asociaron con decisiones ventajosas y peor cuando se asociaron con decisiones desventajosas (d= .69). Esto significa que los estímulos sexuales pueden guiar la adopción de un enfoque ventajoso frente a uno desventajoso al tomar decisiones bajo ambigüedad. (2) Este efecto dependía de la tendencia de los participantes a excitarse cuando se exponen a estímulos sexuales. En las personas que informaron una baja excitación sexual después de haber estado expuestas a estímulos sexuales, el hecho de que los estímulos sexuales estuvieran relacionados con decisiones ventajosas o desventajosas no moduló el rendimiento en la prueba de juego de Iowa. Sin embargo, en las personas que informaron una alta excitación sexual después de la presentación de una imagen sexual, el rendimiento en la prueba de juego de Iowa fue peor cuando las imágenes sexuales se asociaron con decisiones desventajosas y mejor cuando se vincularon a decisiones ventajosas.
Mulhauser y col. (2014) Estados Unidos de America62 participantes masculinos: (a) 18 pacientes entre 18-68 años (Medad = 43.22; DE = 14.52) que cumplen los criterios de trastorno hipersexual y (b) 44 controles sanos entre 18-44 años (Medad = 21.23; SD= 4.55) Todos los sujetos hipersexuales (100%) informaron PPU como su principal problema sexual.Toma de decisiones (en particular, toma de decisiones bajo ambigüedad)Prueba de juego de Iowa (IGT)Inventario de comportamiento hipersexual (HBI) Escala de impulsividad de Barrat (BIS)(1) Los pacientes hipersexuales (PPU como su principal problema sexual) eran más propensos a seleccionar mazos con frecuentes penalizaciones por pérdidas que los controles sanos (p= .047), un patrón de respuesta que conduce a un desempeño deficiente en la prueba de juego de Iowa. (2) Observación general: la preferencia de los pacientes hipersexuales por este patrón de respuesta indica capacidades de toma de decisiones deterioradas y, en un nivel de orden superior , funciones ejecutivas deterioradas.
Schiebener et al. (2015)Alemania104 varones heterosexuales entre 18 y 50 años (Medad = 24.29) .Muestra no clínica.Toma de decisiones (en particular, multitarea orientada a objetivos y autorregulación del comportamiento)Porno de tareas de conmutación equilibrada (BSTporn).Inventario Breve de Síntomas (BSI). Versión corta del Test de Adicción a Internet adaptado al sexo en Internet (s-IATsex).(1) Correlación positiva entre el desequilibrio multitarea de BSTporn (reducción en el rendimiento de la tarea debido a la inversión de demasiado tiempo [uso excesivo] o muy poco tiempo [negligencia] trabajando en estímulos pornográficos) y la puntuación s-IATsex (r = .28) . (2) El desequilibrio multitarea BSTporn explicó el 6% de la varianza de la prueba s-IATsex. (3) Los participantes que obtuvieron puntajes más altos en el s-IATsex tendieron a abusar o descuidar el trabajo con estímulos pornográficos (es decir, para mostrar menos desempeño equilibrado en la tarea cognitiva). (4) Observación general: La exposición a contenido pornográfico en personas que muestran tendencias hacia la adicción al cibersexo está relacionada con problemas de control ejecutivo en situaciones de multitarea.
Snagowski y Marca (2015)Alemania123 varones heterosexualesMedad = 23.79; SD= 5.10) .Todos los participantes eran usuarios de pornografía.Toma de decisiones (en particular, tendencias de evitación del enfoque)Tarea de Aproximación-Evitación (AAT) que incluye tanto estímulos neutrales como sexuales. Instrucciones relevantes para la tarea (tirar o empujar los estímulos según su contenido –exual vs. neutral–).Clasificaciones de excitación sexual y necesidad de masturbarse frente a estímulos pornográficos Versión corta de la Prueba de adicción a Internet adaptada al sexo en Internet (s-IATsex) Inventario de comportamiento hipersexual (HBI) Escala de excitación sexual (SES)(1) El tiempo de reacción total al responder la Tarea de Evitación de Acercamiento (es decir, medida indirecta de los sesgos de atención hacia los estímulos pornográficos) se correlacionó con el HBI (rpuntuación total= .21; rpérdida del control= .21; rConsecuencias= .26), el SES (r= .26), el nivel de excitación sexual frente a estímulos pornográficos (r= .25) y las ganas de masturbarse (r= .39). (2) La relación entre el nivel de severidad del consumo de pornografía (es decir, el puntaje s-IATsex) y las tendencias de evitación del enfoque era curvilínea: es decir, los individuos con puntajes más altos en el s-IATsex tendían a mostrar ya sea acercamiento extremo o tendencias de evitación extrema hacia estímulos pornográficos. (3) Finalmente, la relación entre el nivel de severidad del consumo de pornografía y las tendencias de evitación de acercamiento fue moderada por el HBI y SES: tendencias de acercamiento y evitación, cuando se acompañan de altos niveles de la excitación sexual y la hipersexualidad resultaron en una mayor severidad del consumo de pornografía.
Negash y col. (2016) Estados Unidos de AmericaEstudio 1: 123 estudiantes de pregrado entre 18 y 27 años (Medad = 20): (a) 32 hombres y (b) 91 mujeres Estudio 2:37 estudiantes de pregrado entre 18 y 28 años (Medad = 19): (a) 24 hombres y (b) 13 mujeres.Toma de decisiones (en particular, descuento por demora)Retrasar las tareas de descuento (evaluar el descuento por dinero).Ad hoc pregunta que evalúa la frecuencia del uso de pornografíaEstudio 1: (1) La frecuencia del consumo de pornografía en el tiempo 1 predijo el descuento por demora cuatro semanas después (β= .21; p<.05; R2= 19%). Es decir, los participantes que informaron haber visto más pornografía demostraron un mayor descuento de las recompensas futuras (es decir, preferencia por recompensas inmediatas más pequeñas en lugar de recompensas retrasadas más grandes) cuatro semanas después. niveles de descuento por demora (es decir, mostraron un aumento en sus preferencias por ganancias demoradas más largas). Este cambio fue mayor que el observado para los participantes que se abstuvieron de su comida preferida, lo que significa que los efectos positivos de ejercer el autocontrol en el descuento por demora fueron mayores cuando el comportamiento apetitivo refrenado era la pornografía.
Sklenarik y col. (2019) Estados Unidos de America58 hombres de pregrado se autoidentificaron como usuarios de pornografía (Medad = 19.5; SD= 2.4) Cuatro participantes fueron clasificados como usuarios problemáticos de pornografía.Toma de decisiones (en particular, tendencias de evitación del enfoque)Tarea de Evitación de Aproximación (AAT) que incluye tanto estímulos neutrales como sexuales. Instrucciones irrelevantes para la tarea (tirar o empujar los estímulos de acuerdo con la orientación de la imagen –horizontal vs. vertical–).Escala de uso problemático de pornografía (PPUS) Pantalla breve de pornografía (BPS)(1) La correlación entre las puntuaciones en el BPS y la puntuación de sesgo de aproximación fue positiva y significativa (r= 26). Por lo tanto, los participantes que obtuvieron puntajes más altos en el BPS (es decir, experimentaron más problemas para controlar su uso de pornografía) mostraron sesgos de enfoque más fuertes hacia los estímulos sexuales. (2) Los participantes clasificados como usuarios de pornografía problemáticos demostraron sesgos de enfoque más fuertes hacia los estímulos sexuales que los usuarios de pornografía no problemáticos. (p<05). En particular, los usuarios de pornografía problemáticos mostraron un sesgo de enfoque más de un 200% más fuerte en comparación con las personas sin esta condición.
Sklenarik, Potenza, Gola y Astur (2020) Estados Unidos de America121 mujeres de pregrado se autoidentificaron como usuarias de pornografía (Medad = 18.9; SD= 1.1).Toma de decisiones (en particular, tendencias de evitación del enfoque)Tarea de Evitación de Aproximación (AAT) que incluye tanto estímulos neutrales como sexuales. Instrucciones irrelevantes para la tarea (tirar o empujar los estímulos de acuerdo con la orientación de la imagen –horizontal vs. vertical–).Escala de uso problemático de pornografía (PPUS) Pantalla breve de pornografía (BPS) Escala de placer de Snaith-Hamilton (SHAPS) Escala de anhedonia social revisada - Forma corta (R-SAS)(1) La correlación entre las puntuaciones en el PPUS y la puntuación de sesgo de enfoque fue positiva y significativa (r= .19). Por lo tanto, los participantes que obtuvieron puntajes más altos en el PPUS (es decir, experimentaron más problemas para controlar su uso de pornografía) mostraron sesgos de enfoque más fuertes hacia los estímulos sexuales.
Kahveci y col. (2020)Países Bajos62 estudiantes universitarios varones (Medad = 24.47; SD= 6.42): (a) 57 usuarios saludables de pornografía y (b) 5 usuarios problemáticos.Toma de decisiones (en particular, tendencias de evitación del enfoque)Tarea de Aproximación-Evitación (AAT) que incluye estímulos femeninos (tanto vestidos como desnudos). Instrucciones relevantes para la tarea (tirar o empujar los estímulos según su contenido –vestida vs. desnuda–).Escala de uso problemático de la pornografía (PPUS).Ad hoc escala que mide la frecuencia e intensidad del uso de pornografía.(1) Los participantes que informaron usar pornografía de manera más regular mostraron sesgos de enfoque más fuertes hacia los estímulos sexuales (p= .02). Sin embargo, la gravedad del consumo de pornografía (medida a través del PPUS) no se correlacionó significativamente con el sesgo de enfoque (p= .81). (2) Los usuarios de pornografía problemáticos y no problemáticos no difirieron en términos de sesgos de enfoque hacia los estímulos sexuales (p= .46).

Nota: Los estudios revisados ​​en esta tabla están ordenados por el dominio cognitivo evaluado (primer criterio) y el año de publicación del estudio en orden ascendente (segundo criterio)

Las siguientes dos variables registradas (es decir, la dominio cognitivo evaluado en el estudio y el Tareas experimentales o paradigmas empleados. en su evaluación) constituyeron aspectos centrales de esta revisión. Para categorizar los estudios según el dominio cognitivo, se siguió la taxonomía propuesta por Ioannidis et al., 2019, Brand et al., 2020. En particular, distinguimos entre los siguientes dominios (y subprocesos) cognitivos: (a) sesgo de atención; (b) control inhibitorio (control inhibidor motor prepotente, control inhibidor motor y control inhibidor atencional); (c) memoria de trabajo; y (d) toma de decisiones (descuento por demoras, tendencias de evitación del enfoque y toma de decisiones bajo ambigüedad). Luego, describimos el paradigma experimental utilizado para evaluar estos dominios cognitivos (tipo de tarea, estímulos empleados, instrucciones).

Con el fin de proporcionar una descripción general más matizada de los estudios revisados, también registramos el uso de medidas de evaluación adicionales (entrevistas, escalas de autoinforme, medidas neurológicas o psicofisiológicas, etc.). La última variable codificada en Tabla 1 comprende los principales hallazgos derivados de cada estudio. La extracción y categorización de datos se llevó a cabo de las siguientes formas. Inicialmente, todos los resultados derivados de cada estudio se identificaron a partir de las secciones de resultados y conclusiones y se tabularon en formato de texto. Posteriormente, se realizó un análisis en profundidad para identificar hallazgos relevantes para los objetivos del estudio. Estos hallazgos se incluyeron en tabla 1, mientras que se excluyó la información fuera del alcance de esta revisión.

3. Resultados

3.1. Características del estudio

Tabla 1 resume los estudios incluidos en la revisión. En cuanto a la fecha de publicación, más de la mitad de los estudios revisados ​​(66.66%; n= 14) se publicaron en los últimos cinco años. Los estudios se realizaron en seis países y tres continentes: Europa (57.14%; n= 12), América del Norte (23.80%; n= 5) y Asia (19.04%; n= 4).

En términos de tamaño de la muestra y representatividad, los estudios incluidos en esta revisión evaluaron un total de 1,706 participantes. La distribución de los participantes por sexo y edad distaba mucho de ser equivalente: solo el 26.20% de los participantes eran mujeres (n= 447), y 15 estudios (71.42%) solo evaluaron a participantes masculinos. La mayoría de los estudios evaluaron a participantes menores de 30 años (Medad = 25.15). En cuanto a la orientación sexual, 12 estudios (57.14%) solo evaluaron a participantes heterosexuales. En cuanto a las características de la muestra, el 52.38% de los estudios (n= 11) informaron la evaluación de muestras clínicas, incluyendo un total de 226 pacientes diagnosticados de UPP.

Para los dominios cognitivos en los que se centraron los estudios, el 42.85% (n= 9) toma de decisiones explorada, 23.80% (n= 5) sesgo de atención, 19.04% (n= 4) control inhibitorio y 14.28% (n= 3) memoria de trabajo. En cuanto al uso de medidas complementarias de evaluación, el 76.19% de los estudios (n= 16) administraron escalas de autoinforme para detectar la presencia de PPU o síntomas de AS, HD o CSBD, 38.09% (n= 8) incluyó medidas de otras disposiciones sexuales (p. Ej., Excitación / inhibición sexual), 28.57% (n= 6) impulsividad medida, y 19.04% (n= 4) utilizó autoinformes para explorar los síntomas psiquiátricos.

3.2. Sesgo de atención

El sesgo de atención se define como "la tendencia a que algunos estímulos se procesen preferentemente, captando así la atención"(Kagerer y otros, 2014). Este proceso preconsciente explica la prioridad a la hora de procesar estímulos en competencia: dado que nuestros recursos atencionales son limitados, los estímulos con mayor prominencia se procesan preferentemente. Este es el caso de los estímulos que son relevantes para la supervivencia de las especies (p. Ej., Estímulos que indican una amenaza potencial). Como lo proponen los modelos evolutivos de la atención humana (Yorzinski, Penkunas, Platt y Coss, 2014), este sesgo de atención está biológicamente predispuesto: así, todos comparten esta predisposición. Sin embargo, también se han observado diferencias individuales en la prominencia de ciertos estímulos, lo que influye en la asignación de atención entre los estímulos en competencia. Este es un fenómeno ampliamente estudiado en SUD (Field, Marhe y Franken, 2014). Se ha documentado una tendencia a procesar preferentemente las señales relacionadas con las drogas para múltiples sustancias (Cox, Fadardi y Pothos, 2006). Estos estudios muestran que las personas con TUS notan y prestan atención a los estímulos relacionados con sustancias más fácilmente que los que no las consumen, y que las señales relacionadas con la adicción prevalecen sobre otros estímulos. Más recientemente, se ha demostrado un sesgo de atención hacia los estímulos relacionados con la adicción en diferentes BA, como el juego (Honsi et al., 2013), juegos o uso problemático de redes sociales (Wegmann & Brand, 2020). La teoría de la sensibilización a los incentivos se ha empleado para explicar el sesgo de atención subyacente hacia las señales relacionadas con la adicción (Robinson y Berridge, 2001). Según esta teoría, los procesos de condicionamiento clásico explican que las señales de adicción terminan provocando sesgos de atención: en particular, los emparejamientos repetidos de ciertas señales de adicción con los efectos derivados del consumo de drogas conducen a un aumento en la prominencia de estos estímulos, por lo que 'agarrando 'atención y volverse especialmente atractivo y' querido '.

El paradigma más popular para evaluar estos sesgos de atención preconscientes es la tarea de prueba de puntos (van Rooijen, Ploeger y Kret, 2017). En esta tarea, dos estímulos (p. Ej., Palabras, imágenes, caras) se presentan simultáneamente durante un breve período (normalmente, <500 ms) en diferentes ubicaciones de la pantalla de una computadora. Uno de estos estímulos es emocionalmente neutro (p. Ej., Artículos de cocina), mientras que el otro comprende el estímulo que se supone que provoca el sesgo de atención (p. Ej., Una botella de vino en una tarea de prueba puntual relacionada con el alcohol). Inmediatamente después de que estos estímulos desaparecen, se presenta un objeto neutro (un 'punto') en el espacio previamente ocupado por uno de estos estímulos, y los participantes deben presionar un botón de respuesta tan pronto como perciban este objeto. El sesgo de atención se mide a través de los tiempos de reacción: se cree que los participantes responden rápidamente cuando aparece el "punto" junto al estímulo que estaban viendo (es decir, los estímulos que llaman la atención a un nivel preconsciente). En nuestra revisión, cuatro estudios emplearon la tarea de la sonda puntual para evaluar el sesgo de atención en PPU. Dos de estos estudios utilizaron un diseño experimental muy similar (estímulos neutrales frente a estímulos sexuales y 500 ms de presentación de estímulos) (Doornwaard y otros, 2014, Kagerer y otros, 2014), mientras que los otros dos emplearon un diseño más complejo (inclusión de tres tipos de estímulos [explícitos, eróticos y neutros] y 150ms de presentación de estímulos) (Banca et al., 2016, Mechelmans et al., 2014). Un estudio evaluó el sesgo de atención a través de un paradigma experimental diferente (es decir, tarea de sonda visual; Pekal, Laier, Snagowski, Stark y Brand, 2018), y dos estudios incluyeron tareas complementarias para evaluar otros aspectos del sesgo de atención: una tarea de búsqueda de palabras que mide la atención selectiva (Doornwaard y otros, 2014) y una tarea de orientación de línea que mide la categorización de estímulos (Kagerer y otros, 2014).

Los hallazgos derivados de todos los estudios revisados ​​sugieren que las personas con PPU, con un mayor consumo de pornografía o con rasgos relacionados con PPU tienen más probabilidades de presentar un sesgo de atención hacia los estímulos sexuales. En una muestra de 46 hombres y 41 mujeres heterosexuales, Kagerer y col. (2014) descubrió que los buscadores de sensaciones sexuales tendían a responder más rápido a la tarea de prueba de puntos cuando el punto aparecía junto a una imagen de sexo, y a categorizar más rápido las imágenes que mostraban sexo en la tarea de orientación de línea. Doornwaard et al. (2014) descubrió que los participantes que consumían pornografía de manera más regular (usuarios de pornografía moderados y altos frente a usuarios de poca cantidad de pornografía) respondían más rápido a la tarea de prueba de puntos, independientemente de si el punto aparecía junto a una imagen neutral o sexual. En un estudio que comparó 22 pacientes con CSBD (PPU como su principal problema sexual) y 44 controles sanos, los primeros mostraron un mayor sesgo de atención a los estímulos sexuales explícitos (Mechelmans et al., 2014). En particular, este sesgo de atención se observó solo cuando a los participantes se les presentaron estímulos sexualmente explícitos; cuando se les presentó un estímulo erótico (es decir, un nivel más bajo de explicidad) o un estímulo neutral, los participantes con CSBD y los voluntarios sanos respondieron de manera similar. Reanalizando los datos de este estudio, Banca et al. (2016) encontraron que los sujetos que tenían una mayor preferencia por los estímulos sexuales condicionados (principalmente, aquellos con CSBD y PPU) también mostraron un mayor sesgo de atención para los estímulos sexuales. Por el contrario, la preferencia por los estímulos nuevos frente a los familiares no se asoció con un sesgo de atención por los estímulos sexuales. Por lo tanto, concluyeron que el sesgo de atención hacia los estímulos sexuales se asoció con una mayor preferencia por las señales condicionadas a las imágenes sexuales, pero no con la preferencia por la novedad. Esta conclusión resuena con la teoría de la sensibilización al incentivo (Robinson y Berridge, 2001), proponiendo que el sesgo de atención hacia los estímulos de las drogas es el resultado de procesos de condicionamiento clásicos; sin embargo, va en contra de los hallazgos del estudio de Kagerer y col. (2014), que encontró una relación entre el sesgo de atención y la búsqueda de sensaciones sexuales (también conocida como preferencia de novedad). Finalmente, Pekal y col. (2018) encontró que el sesgo de atención hacia los estímulos sexuales se correlacionó con la gravedad de la adicción a la pornografía, el deseo (es decir, el deseo de masturbarse cuando se le presenta pornografía) y la excitación sexual subjetiva. Estos hallazgos fueron consistentes tanto en hombres como en mujeres, y parcialmente mediados por el deseo y la excitación sexual subjetiva (es decir, el efecto del sesgo de atención sobre la adicción a la pornografía fue impulsado por la reactividad y el deseo).

3.3. Control inhibitorio

El control inhibitorio juega un papel central a la hora de regular la conducta humana, ya que se considera responsable de suprimir pensamientos, acciones y emociones en respuesta a las demandas ambientales: cuando una determinada conducta deja de ser relevante o es dañina (especialmente en este último caso) , el control inhibitorio permite detenerlo y sustituirlo por una conducta alternativa –más adaptada– (Verbruggen y Logan, 2008). El control inhibitorio deficiente se encuentra a menudo en múltiples afecciones psiquiátricas, incluidos los SUD (Bechara, 2005) y BA (Brand et al., 2016, 2019). Los estudios experimentales han identificado tres niveles de control inhibitorio (Chamberlain y Sahakian, 2007, Howard et al., 2014): (a) control inhibitorio motor (es decir, la capacidad de retener respuestas no activadas ya); (b) control inhibidor motor prepotente (es decir, la capacidad de suprimir respuestas ya desencadenadas); y (c) control inhibitorio de la atención (es decir, la capacidad de suprimir el procesamiento cognitivo irrelevante y desviar la atención de las características importantes pero irrelevantes de la situación).

El control inhibitorio motor se mide típicamente a través del paradigma pasa / no pasa. En esta tarea, a los sujetos se les presenta una serie de estímulos y se les indica que respondan lo más rápido posible cuando se presente un 'estímulo de ir', y que retengan su respuesta cuando se presente un 'estímulo de no ir' (p. Ej., “presione el botón de respuesta cuando aparezca una línea horizontal en la pantalla " y "No presione el botón de respuesta cuando aparezca una línea vertical en la pantalla”). En esta tarea, la inhibición de la respuesta deteriorada se mide a través del número de omisiones (los participantes no responden en una 'prueba de prueba') y comisiones (los participantes no inhiben la respuesta en una prueba de 'prueba de prueba'). En nuestra revisión, solo un estudio empleó esta tarea para explorar la relación entre la PPU y el control inhibitorio motor (Seok y Sohn, 2020). En este estudio, los participantes (30 hombres que cumplían los criterios para el diagnóstico de EH y un notable uso semanal de pornografía frente a 30 hombres sanos que informaban un uso moderado de pornografía) completaron una versión adaptada de esta tarea en la que se presentaron estímulos neutrales (letras) en un fondo neutro o sexual. Los autores encontraron que los pacientes con HD y un mayor consumo semanal de pornografía se desempeñaron peor en la tarea de ir / no ir que los controles sanos, especialmente en los 'ensayos de no ir' (aquellos que requieren inhibición) y cuando la tarea se presentó junto con imágenes sexuales en el fondo. Por lo tanto, concluyeron que los pacientes con EH parecen ser más propensos a experimentar problemas con la inhibición de la respuesta motora, especialmente cuando la inhibición debe ocurrir durante la exposición a señales sexuales.

El paradigma más popular para medir el control inhibidor motor prepotente es la tarea de la señal de parada. En una tarea de señal de alto, los sujetos suelen realizar una tarea de reacción de elección (p. Ej., "presione 'R' después de la presentación de un círculo rojo y 'B' después de la presentación de un círculo azul”). Durante ciertos ensayos (es decir, "ensayos de señales de parada"), a los sujetos se les presenta una señal de parada después de la presentación de los estímulos (p. Ej., Una señal auditiva) que indica que deben inhibir la respuesta ya iniciada a los estímulos. En esta tarea, la inhibición de la respuesta motora pre-potente se mide a través del número de errores de comisión y el tiempo de reacción de la señal de parada (es decir, una estimación del tiempo necesario para suprimir una respuesta que normalmente se produciría) (Verbruggen y Logan, 2008). En nuestra revisión, solo un estudio evaluó el control inhibidor motor prepotente en PPU (Antons & Brand, 2020). Esta investigación encontró que la severidad del uso de pornografía en Internet (medido a través de S-IATporn, una escala que evalúa los síntomas de adicción) y el deseo (es decir, un fuerte deseo de usar pornografía) se correlaciona con los tiempos de reacción durante las 'pruebas de señal de parada' tanto en el neutral y condiciones pornográficas. Sorprendentemente, el aumento de la severidad del uso y el deseo de pornografía en Internet se asoció con tiempos de reacción más rápidos (es decir, un mejor control inhibidor motor pre-potente). Los autores explicaron estos hallazgos contradictorios sugiriendo que los sujetos con una mayor severidad del uso de la pornografía en Internet y el deseo sexual pueden haber desarrollado cierta tolerancia hacia la pornografía, lo que significa que la exposición a estos contenidos interfiere menos.

El control inhibitorio de la atención se mide típicamente a través del paradigma clásico de Stroop. En esta tarea, se indica a los participantes que nombren el color de fuente de las palabras de diferentes colores. Se anima a los participantes a responder lo más rápido posible, mientras que el tiempo de respuesta y los errores se miden como medidas de resultado. El color de la fuente de la palabra coloreada puede ser congruente (p. Ej., La palabra 'AZUL' en fuente azul) o incongruente (es decir, la palabra 'AZUL' en fuente roja), y los sujetos suelen presentar tiempos de reacción retrasados ​​y un aumento de errores en la última. condición. El control inhibitorio de la atención se calcula como la diferencia entre el desempeño de los sujetos en condiciones congruentes e incongruentes. En esta revisión, solo un estudio empleó este paradigma para evaluar el control inhibitorio de la atención en una muestra de pacientes con UPP que cumplían los criterios para el diagnóstico de HD (Seok y Sohn, 2018). Este estudio encontró que las personas con EH y los controles sanos mostraron tiempos de reacción similares cuando respondieron a una tarea estroboscópica, pero los primeros fueron menos precisos cuando respondieron a ensayos estropeados incongruentes. Estos hallazgos deben considerarse preliminares, pero señalan que los pacientes con EH pueden experimentar ciertos problemas para desviar la atención de los estímulos irrelevantes. Los estudios futuros deberían abordar si estos problemas aumentan cuando se utilizan estímulos sexuales como distractores.

3.4. Memoria de trabajo

La memoria de trabajo es necesaria para tener en cuenta las cosas al realizar tareas complejas, como el razonamiento, la comprensión o el aprendizaje (Baddeley, 2010). Se define como "un sistema de almacenamiento temporal y un mecanismo para la manipulación 'en línea' de la información almacenada que se produce durante una amplia variedad de actividades cognitivas"(Owen y col., 1998, pág. 567) e involucra dos componentes centrales: un componente de memoria (limitado a eventos que ocurren en un corto período de tiempo - ya veces equiparado al concepto de 'almacenamiento de memoria a corto plazo' -) y un componente de trabajo (necesario para comprender, resolver problemas, y toma de decisiones) (Cowan, 2014). A nivel práctico, las personas con mejor memoria de trabajo son más eficientes cuando se trata de integrar el análisis de la información / demandas ambientales actuales con experiencias pasadas; por el contrario, las personas con deficiencias en la memoria de trabajo a menudo descuidan las experiencias pasadas al tomar decisiones presentes, cediendo al impulso de participar en conductas apetitivas sin considerar las posibles consecuencias negativas. Como resultado, las deficiencias de la memoria de trabajo aumentan el riesgo de participar en múltiples comportamientos problemáticos, incluidos los SUD (Khurana, Romer, Betancourt y Hurt, 2017) y BA (Ioannidis et al., 2019).

La nLa tarea de retroceso es uno de los paradigmas más populares para evaluar la memoria de trabajo (Owen, McMillan, Laird y Bullmore, 2005). En esta tarea, se indica a los participantes que controlen una serie de estímulos (p. Ej., Palabras o imágenes) y que respondan siempre que se presente un nuevo estímulo que sea el mismo que el presentado. n ensayos antes. La demanda cognitiva necesaria para realizar esta tarea aumenta en función de la n Ensayos que deben recordarse: las tareas en las que los participantes deben responder a los estímulos presentados dos (2-back) o tres ensayos antes (3-back) se consideran complejas. Los sujetos deben indicar si cada estímulo se presentó previamente o no, y la memoria de trabajo se evalúa mediante los tiempos de reacción y la precisión de la respuesta (Meule, 2017). En esta revisión, encontramos tres estudios que utilizaron un n-Tarea posterior para medir la memoria de trabajo en PPU. Las tareas experimentales utilizadas para evaluar este dominio cognitivo variaron enormemente entre los estudios: Sinke, Engel, Veit, Hartmann, Hillemacher, Kneer y Kruger (2020) comparó el desempeño en una tarea de 1 y 2 espaldas, mientras que a los participantes se les presentó un trasfondo neutral o pornográfico; Au y Tang (2019) utilizó una tarea de tres pasos después de la inducción de estados emocionales positivos, negativos, sexuales o neutrales; y Laier, Schulte y Brand (2013) realizó una tarea de 4 espaldas que incluía imágenes pornográficas como estímulo. A pesar de estas notables diferencias, los resultados fueron muy consistentes: los participantes con un mayor uso de pornografía y / o los pacientes con PPU (dos categorías independientes pero relacionadas) tienden a tener un peor desempeño en las tareas que evalúan la memoria de trabajo, especialmente cuando este dominio cognitivo se evalúa durante la presentación de estímulos sexuales concurrentes. Laier et al. (2013) descubrió que la excitación sexual subjetiva después de ver pornografía y el deseo de pornografía (dos características básicas de PPU) se correlacionaban con diferentes indicadores de un rendimiento deficiente de la memoria de trabajo. Además, la interacción entre estas dos variables predijo el 27% de la varianza en el desempeño de la tarea de 4 espaldas. Au y Tang (2019) confirmó que los usuarios de pornografía con mayores problemas de compulsividad sexual se desempeñaron peor en la memoria de trabajo (menor precisión y mayor tiempo de respuesta), independientemente del contexto emocional y del tipo de estímulos empleados en el n-prueba de espalda. Finalmente, Sinke y col. (2020) encontraron que los pacientes con CSBD se desempeñaron peor que los controles sanos cuando el n-La prueba de espalda se realizó con una imagen sexual de fondo, pero no cuando la tarea se realizó con una imagen neutra de fondo. En particular, este estudio encontró que los pacientes sexualmente compulsivos se desempeñaron mejor que los controles sanos en una tarea que mide el reconocimiento a largo plazo de los estímulos sexuales, lo que sugiere que los pacientes con PPU pueden tener una mejor memorización / recuerdo de las señales sexuales a pesar de los problemas a corto plazo con la memoria de trabajo.

3.5. Toma de decisiones

La toma de decisiones constituye uno de los procesos cognitivos más centrales, ya que influye en múltiples aspectos del comportamiento orientado a objetivos. En resumen, la toma de decisiones se define como la capacidad de seleccionar opciones óptimas considerando toda la información disponible (Ioannidis et al., 2019). Las personas con impedimentos en la toma de decisiones tienden a mostrar preferencia por pequeñas ganancias a corto plazo en lugar de grandes ganancias a largo plazo, experimentan tendencias de enfoque hacia estímulos apetitivos (p. Ej., Drogas) a pesar de las consecuencias negativas a mediano o largo plazo, es más probable que seleccionen opciones arriesgadas , tienden a ser inexactos al juzgar la probabilidad y la magnitud de los resultados potenciales, y tienden a perseverar en sus respuestas a pesar de los resultados negativos. Múltiples estudios demuestran que estas características son típicas de las personas con TUS (Bechara, 2005, Ernst y Paulus, 2005) y BA (p. ej., trastorno de los juegos de Internet; Schiebener & Brand, 2017), constituyendo los fundamentos cognitivos "centrales" de algunos de sus problemas de autorregulación.

Como lo delinean los modelos teóricos recientes, la toma de decisiones ocurre en diferentes pasos que comprenden subprocesos cognitivos funcionalmente distintos (Ernst y Paulus, 2005). El primer paso de la toma de decisiones (es decir, la evaluación y formación de preferencias entre las opciones posibles) está influenciado por la preferencia por pequeñas recompensas inmediatas en lugar de grandes recompensas retrasadas (es decir, descuentos). El descuento se evalúa mediante el descuento de tareas. Estas tareas miden "la medida en que un individuo devalúa un reforzador en función de la demora o la probabilidad de recibirlo"(Abogado, 2008, pág. 36). En una clásica 'tarea de descuento por demora', a los participantes se les presenta una situación en la que deben tomar una decisión (p. Ej., "¿quieres 1 € ahora o 10 € mañana?”). En los primeros ensayos, los participantes generalmente eligen ganancias mayores retrasadas. Durante el transcurso del experimento, la cantidad inmediata más pequeña aumenta sistemáticamente (1 €, 2 €, 3 €…) y, en algún momento (por ejemplo, 8 € ahora o 10 € mañana), los individuos tienden a cambiar al resultado inmediato en el resultado retrasado. En una 'tarea de descuento de probabilidad', la probabilidad de recibir ciertos resultados cambia durante el transcurso del experimento (p. Ej., "¿Prefieres 1 € seguro o 10 € con un 25% de probabilidad?”). En esta revisión, dos estudios utilizaron estas tareas para evaluar el descuento en PPU. Un estudio midió el retraso y el descuento de probabilidad tanto para el dinero como para el erotismo (Abogado, 2008), mientras que el otro solo midió el descuento por demora por dinero (Negash, Van, Sheppard, Lambert y Fincham, 2016). Abogado (2008) encontraron que tanto en las tareas de descuento por demoras monetarias como en las eróticas, los usuarios de erótica preferían los reforzadores más pequeños disponibles de inmediato que los reforzadores más grandes proporcionados después de un cierto retraso. De manera similar, los usuarios de erótica prefirieron resultados pequeños pero ciertos en lugar de resultados más grandes pero inciertos. Además, el grado en que el comportamiento sexual era problemático se correlacionaba con el descuento. Con todo, los usuarios de erótica (especialmente, aquellos que muestran más síntomas de PPU) tienden a mostrar patrones de elección más impulsivos que los usuarios no eróticos. Similar, Negash y col. (2016) descubrió que la frecuencia del consumo de pornografía medida en el tiempo 1 predijo el descuento por demora cuatro semanas después: nuevamente, los participantes que informaron haber visto más pornografía demostraron un mayor descuento en las recompensas futuras. Además, encontraron que después de abstenerse del consumo de pornografía durante 21 días, los participantes informaron niveles reducidos de descuento por demora (es decir, mostraron un aumento en sus preferencias por ganancias demoradas más largas). Esto sugiere que las deficiencias en la toma de decisiones relacionadas con PPU pueden constituir déficits temporales derivados del uso persistente de pornografía, y ejercer el autocontrol sobre el uso de pornografía puede tener un efecto positivo a mediano plazo en esta capacidad cognitiva.

El primer paso de la toma de decisiones también está influenciado por otro proceso cognitivo: el sesgo de enfoque hacia los estímulos apetitivos. El sesgo de enfoque se define como "una tendencia de acción activada automáticamente para acercarse a las señales relacionadas con la recompensa"(Kahveci, van Bocstaele, Blechert y Wiers, 2020, pág. 2). El paradigma más popular para evaluar este aspecto es la tarea de aproximación-evitación (AAT). En el AAT, los participantes usan un joystick para atraer ciertos estímulos presentados en la pantalla de una computadora hacia ellos mismos (sesgo de aproximación) o para rechazarlos (sesgo de evitación). El uso de un joystick (es decir, movimiento físico) y la inclusión de una función de zoom (es decir, movimiento visual) mejoran el efecto de acercarse / evitar los estímulos. En el caso de PPU, los estudios se han centrado en el sesgo de enfoque hacia los estímulos sexuales: en particular, cuatro estudios utilizaron un AAT para explorar el vínculo entre el sesgo de enfoque hacia los estímulos sexuales y el PPU. Los estudios variaron en términos de los estímulos empleados y el tipo de instrucciones proporcionadas a los participantes. En cuanto a los estímulos, tres estudios incluyeron tanto estímulos neutrales como sexuales (en particular, imágenes), mientras que el cuarto estudio solo incluyó estímulos sexuales. En cuanto a las instrucciones de la tarea, dos estudios utilizaron 'instrucciones irrelevantes para la tarea' (tirar o empujar los estímulos según la orientación de la imagen –horizontal vs.Sklenarik et al., 2019, 2020) y dos usaron 'instrucciones relevantes para la tarea' (tirar o empujar los estímulos de acuerdo con su contenido: sexual versus neutral o vestido versus desnudo) (Kahveci y otros, 2020, Snagowski y Brand, 2015). Estas diferencias pueden explicar algunos de los resultados inconsistentes encontrados en estos estudios. En un estudio que incluyó a 123 usuarios masculinos de pornografía, Snagowski y Marca (2015) encontró una relación curvilínea entre las tendencias de evitación de acercamiento y la severidad del consumo de pornografía: en particular, las personas con PPU mostraron un acercamiento extremo o tendencias de evitación extremas hacia los estímulos pornográficos. Por el contrario, la serie de estudios realizados por Sklenarik et al. sugirió que, tanto en hombres (2019) como en mujeres (2020), la severidad del consumo de pornografía mostraba una relación lineal (no curvilínea) con un sesgo de enfoque hacia los estímulos sexuales. Además, en los hombres, pero no en las mujeres, las personas con PPU demostraron un sesgo de enfoque más fuerte hacia los estímulos sexuales que los usuarios de pornografía no problemática: en particular, los usuarios de pornografía problemática mostraron un sesgo de enfoque más del 200% más fuerte que los individuos sin PPU. Finalmente, Kahveci y col. (2020) descubrió que las personas que informaban sobre el uso de pornografía de manera más regular mostraban sesgos de enfoque más fuertes hacia los estímulos sexuales; sin embargo, la severidad del consumo de pornografía (medida a través de la Escala de uso de pornografía problemática –PPUS–) no se correlacionó significativamente con el sesgo de enfoque, y los usuarios de pornografía problemáticos y no problemáticos no difirieron en términos de sesgos de enfoque hacia los estímulos sexuales. Estos hallazgos sugieren que la frecuencia –pero no la severidad– del consumo de pornografía puede constituir el factor clave a la hora de predecir los sesgos de aproximación hacia los estímulos sexuales.

El segundo paso de la toma de decisiones se refiere a la selección y ejecución de una acción (Ernst y Paulus, 2005). En este paso, la valoración del riesgo, las magnitudes de la recompensa y la probabilidad de diferentes resultados constituye una característica central de la toma de decisiones. Estos aspectos pueden evaluarse bajo dos condiciones: riesgo objetivo y riesgo ambiguo (Schiebener & Brand, 2017). Dado que ningún estudio ha evaluado la toma de decisiones "bajo riesgo objetivo" en PPU, nos centraremos en la toma de decisiones "bajo riesgo ambiguo". En estas tareas, los individuos no reciben información explícita sobre las probabilidades de consecuencias positivas / negativas derivadas de sus elecciones antes de comenzar la tarea; por lo tanto, deben basar sus primeras decisiones en 'sentimientos' y, en el transcurso de la tarea, pueden aprender las reglas implícitas detrás de cada decisión a través de retroalimentación periódica (es decir, aprendizaje de contingencia-reversión) (Bechara, Damasio, Tranel y Damasio, 2005). La tarea más popular para evaluar este aspecto es el Iowa Gambling Test (IGT). En el IGT, los participantes reciben 2000 € con la indicación de que deben maximizar sus beneficios en el transcurso de la tarea. Los participantes eligen cartas de cuatro mazos boca abajo: los mazos A y B son desventajosos (ganancias altas pero pérdidas aún mayores), mientras que los mazos C y D son ventajosos (ganancias moderadas y pérdidas pequeñas) (Buelow y Suhr, 2009). La elección de cartas de los mazos A / B conduce a pérdidas generales, mientras que las cartas de los mazos C / D conduce a ganancias generales. Por lo tanto, las personas con habilidades adecuadas para la toma de decisiones tienden a seleccionar preferentemente cartas de los mazos C / D (Steingroever, Wetzels, Horstmann, Neumann y Wagenmakers, 2013). En esta revisión, encontramos dos estudios que midieron la toma de decisiones bajo ambigüedad a través del IGT. Mulhauser y col. (2014) utilizó una versión clásica de la IGT para comparar la toma de decisiones en una muestra de 18 pacientes con HD (PPU como problema sexual primario) y 44 controles sanos. Estos investigadores encontraron que los pacientes hipersexuales eran más propensos a seleccionar mazos con frecuentes penalizaciones por pérdidas, un patrón de respuesta que conduce a un rendimiento deficiente en el IGT. Laier, Pawlikowski y Brand (2014) empleó una versión modificada de la IGT en la que se asignaron alternativamente dos tipos de estímulos (imágenes neutrales frente a imágenes pornográficas) al escritorio ventajoso o desventajoso. Evaluaron una muestra de usuarios de pornografía no problemáticos, y encontraron que el rendimiento en el IGT era mejor cuando los estímulos sexuales se asociaban con decisiones ventajosas y peor cuando se asociaban con decisiones desventajosas (es decir, las señales sexuales condicionaban la toma de decisiones). Este efecto fue moderado por la reactividad de las personas a los contenidos pornográficos: en las personas que informaron una alta excitación sexual después de la presentación de una imagen sexual, la influencia de los estímulos sexuales en la toma de decisiones fue mayor. En resumen, estos dos estudios sugieren que los individuos que exhiben una mayor reactividad frente a los estímulos sexuales o con PPU exhiben una mala toma de decisiones, especialmente cuando este proceso está guiado por señales sexuales. Esto puede explicar por qué estas personas experimentan problemas para controlar su comportamiento sexual a pesar de la amplia gama de consecuencias negativas relacionadas con su consumo de pornografía.

4. Discusión

En el artículo actual, revisamos y recopilamos la evidencia derivada de 21 estudios que investigan los procesos cognitivos subyacentes a la PPU. En resumen, PPU se relaciona con: (a) sesgos de atención hacia los estímulos sexuales, (b) control inhibitorio deficiente (en particular, a problemas con la inhibición de la respuesta motora y para desviar la atención de los estímulos irrelevantes), (c) peor desempeño en tareas evaluar la memoria de trabajo y (d) las deficiencias en la toma de decisiones (en particular, las preferencias por pequeñas ganancias a corto plazo en lugar de grandes ganancias a largo plazo, patrones de elección más impulsivos que los usuarios no eróticos, tendencias de enfoque hacia los estímulos sexuales e inexactitudes cuando juzgar la probabilidad y la magnitud de los resultados potenciales bajo ambigüedad). Algunos de estos hallazgos se derivan de estudios en muestras clínicas de pacientes con PPU o con un diagnóstico de SA / HD / CSBD y PPU como su principal problema sexual (p. Ej., Mulhauser y col., 2014, Sklenarik et al., 2019), lo que sugiere que estos procesos cognitivos distorsionados pueden constituir indicadores 'sensibles' de PPU. Otros estudios encontraron que estas deficiencias en los procesos cognitivos pueden ser útiles para distinguir entre perfiles de uso de pornografía muy diferentes, como usuarios de pornografía frente a no usuarios (p. Ej., Abogado, 2008) o usuarios de poca pornografía frente a usuarios de pornografía moderada / alta (por ejemplo, Doornwaard y otros, 2014). Sin embargo, otros estudios también encontraron que estos sesgos se correlacionaron con indicadores no patológicos del uso de pornografía (por ejemplo, frecuencia de uso de pornografía) (por ejemplo, Negash y otros, 2016) o con indicadores de PPU en muestras no clínicas (p. ej., Schiebener, Laier y Brand, 2015), lo que sugiere que estos procesos pueden no ser indicadores "específicos" de PPU. Esto pone en tela de juicio su utilidad para distinguir entre una participación alta pero no problemática y PPU, un tema que no fue probado por los estudios revisados ​​y merece más investigación.

A nivel teórico, los resultados de esta revisión apoyan la relevancia de los principales componentes cognitivos del modelo I-PACE (Brand et al., 2016, 2019). Sin embargo, los estudios son inconsistentes cuando se trata de señalar "bajo qué condiciones" los déficits cognitivos influyen en la PPU. Algunos estudios encontraron que los individuos con PPU experimentan un desempeño deficiente en diferentes procesos cognitivos independientemente del tipo de estímulo utilizado en su evaluación (p. Ej., Au y Tang, 2019, Abogado, 2008), lo que sugiere que los déficits cognitivos son 'estímulos inespecíficos' y constituyen una predisposición a desarrollar problemas de autorregulación (en general). Otros estudios encontraron que los deterioros cognitivos aparecen principalmente cuando a los individuos con PPU se les presentan estímulos sexuales (p. Ej., Mechelmans et al., 2014, Seok y Sohn, 2020), lo que sugiere que los déficits cognitivos pueden ser 'específicos de estímulos' y constituir un factor de vulnerabilidad para desarrollar problemas sexuales (en particular). Finalmente, otros estudios encontraron que los deterioros cognitivos solo aparecen después de la inducción de estados elevados de excitación sexual (p. Ej., Macapagal, Janssen, Fridberg, Finn y Heiman, 2011); De manera similar, la excitación frente a los contenidos sexuales parece impulsar el vínculo entre los deterioros cognitivos y la PPU (p. ej., Laier et al., 2014, Pekal et al., 2018). Estos últimos hallazgos resuenan con el concepto de 'suspensión cognitiva' propuesto por Sexhavior Cycle (Walton y otros, 2017). Según este modelo, la suspensión cognitiva aparece durante los estados intensos de excitación sexual y se refiere a "un estado de inactividad, aplazamiento, suspensión o disminución del procesamiento cognitivo lógico"(Walton y otros, 2017). Por lo tanto, también es posible que los déficits cognitivos mostrados en los estudios revisados ​​constituyan 'estados cognitivos transitorios' derivados de la PPU y no predisposiciones estables. Apoyando esta hipótesis, Negash y col. (2016) encontró que abstenerse del consumo de pornografía durante 21 días resultó en un aumento en las preferencias por ganancias demoradas más largas (es decir, una reducción del descuento por demora). Por lo tanto, la determinación de las condiciones bajo deterioro cognitivo en PPU parece justificar una mayor investigación.

A nivel clínico, en esta revisión hemos identificado ciertos sesgos cognitivos que están directa o indirectamente relacionados con el uso patológico y disfuncional de la pornografía. En un trabajo reciente, Brand et al. (2020) detallan la diferencia entre procesos y síntomas: afirman que los procesos cognitivos alterados pueden constituir una base subyacente para desarrollar y mantener los síntomas de los AB (en particular, el trastorno del juego), pero esto no significa que estos procesos puedan ser útiles para diagnosticar esta afección . De acuerdo con esta propuesta, los síntomas de la UPP pueden ser considerados como manifestaciones conductuales y mentales del trastorno y son útiles para el diagnóstico de esta condición; por el contrario, los procesos cognitivos deteriorados pueden tener una validez limitada como marcadores de diagnóstico, pero constituyen objetivos importantes cuando se desarrollan nuevos enfoques terapéuticos para la UPP. En este sentido, las intervenciones terapéuticas dirigidas a mejorar diferentes funciones ejecutivas han mostrado resultados prometedores en la prevención o reducción de síntomas de diferentes TUS (Lechner, Sidhu, Kittaneh y Anand, 2019), y también puede ayudar a mitigar los síntomas y el impacto de la UPP.

Los estudios revisados ​​en el artículo actual ofrecen una visión general completa del estado actual del conocimiento sobre los déficits cognitivos subyacentes a la PPU. Sin embargo, se han identificado varias limitaciones. Primero, la mayoría de los participantes en los estudios revisados ​​eran hombres jóvenes heterosexuales (el 57.1% de los estudios no evaluaron a los participantes homosexuales y bisexuales y solo el 26.20% de los sujetos [n= 447] eran mujeres). Dado que el sexo y la orientación sexual modulan la manifestación de la UPP (Kohut y otros, 2020), la evidencia derivada de esta revisión debe valorarse críticamente cuando se generaliza a mujeres y homosexuales / bisexuales. En segundo lugar, las tareas experimentales que miden diferentes dominios cognitivos variaron notablemente, lo que cuestiona la comparabilidad entre los resultados de los estudios. En tercer lugar, pocos estudios evaluaron los déficits cognitivos en poblaciones clínicas, lo que dificulta la identificación de vínculos claros entre estos aspectos y la PPU. En cuarto lugar, algunos de los estudios revisados ​​(principalmente, los que incluyeron pacientes con AS / HD / CSBD) no solo incluyeron pacientes con PPU, sino también con otras conductas sexuales fuera de control. Esta es la forma en que el PPU se expresa en contextos naturales (es decir, típicamente comórbidos con otros problemas sexuales); Incluso cuando tratamos de controlar este sesgo potencial eliminando los estudios que no evalúan a la mayoría de los pacientes con PPU como problema sexual primario, se necesita más investigación para aislar qué procesos cognitivos particulares son relevantes para explicar PPU de aquellos importantes para explicar los resultados. conductas sexuales de control en general. De manera similar, muchos de los estudios revisados ​​vincularon un cierto proceso cognitivo con un indicador no patológico de PPU (por ejemplo, frecuencia de uso de pornografía) en lugar de con un indicador directo de esta condición. Como los estudios recientes demuestran que algunos de estos indicadores 'indirectos' no son apropiados para identificar PPU (Bőthe et al., 2020), no podemos asegurar que una alta correlación con un determinado proceso cognitivo pueda traducirse en una mayor vulnerabilidad a esta condición. Además, advertimos contra la interpretación de los hallazgos derivados de estos estudios como evidencia de una relación innegable entre los procesos cognitivos y la UPP. De manera similar, los estudios realizados en muestras no clínicas (una proporción importante de los estudios incluidos en esta revisión) pueden proporcionar hallazgos interesantes para el tema de esta revisión, pero no deben usarse para extraer conclusiones definitivas sobre la relación entre los procesos cognitivos y la UPP. Finalmente, reconocemos que los estudios revisados ​​son muy heterogéneos. En este paso, consideramos que se justificaba un enfoque integral con el fin de proporcionar una descripción más general del estado actual del conocimiento; sin embargo, esta heterogeneidad también puede dificultar la generalización de nuestras conclusiones. Hasta cierto punto, estas limitaciones oscurecen la interpretación de los hallazgos derivados de esta revisión. No obstante, también señalan desafíos nuevos y prometedores que presumiblemente aumentarán nuestra comprensión de los procesos cognitivos relacionados con la PPU.

Fuentes de financiamiento

Los investigadores no recibieron financiación para realizar este estudio.

Contribución de los autores

JCC y VCC participaron en la revisión de la literatura, la selección de estudios, la extracción de datos y la redacción del manuscrito. RBA y CGG proporcionaron comentarios sobre la metodología de revisión y revisaron el borrador inicial del manuscrito. Todos los autores leyeron y aprobaron el manuscrito final.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflicto de intereses.