Comportamiento sexual compulsivo en humanos y modelos preclínicos (2018)

Kuiper, LB y Coolen, LM

Curr Sex Health Rep (2018).

https://doi.org/10.1007/s11930-018-0157-2

Preclínica y psicofisiología (F Guarraci y L Marson, editores de sección)

Resumen

Propósito de la Revisión

El comportamiento sexual compulsivo (CSB, por sus siglas en inglés) es ampliamente considerado como una "adicción conductual" y es una amenaza importante para la calidad de vida y la salud física y mental. Sin embargo, la CSB ha tardado en ser reconocida clínicamente como un trastorno diagnosticable. La CSB es comórbida con los trastornos afectivos y con el uso de sustancias, y estudios recientes de neuroimagen han demostrado trastornos patológicos neurales compartidos o superpuestos, especialmente en regiones cerebrales que controlan la prominencia motivacional y el control inhibitorio.

Hallazgos recientes

Se revisan los estudios clínicos de neuroimagen que han identificado cambios estructurales y / o funcionales en la corteza prefrontal, la amígdala, el estriado y el tálamo en individuos que sufren de CSB. Se discute un modelo preclínico para estudiar los fundamentos neurales de CSB en ratas macho que consiste en un procedimiento de aversión condicionada para examinar la búsqueda de comportamiento sexual a pesar de las consecuencias negativas conocidas. Usando este modelo preclínico, se identificó un papel de la corteza prefrontal medial, incluida la plasticidad neural durante la comorbilidad de la CSB y el abuso de psicoestimulantes.

Resumen

Esta revisión resume los estudios recientes de comportamiento humano y neuroimagen, además de los modelos preclínicos que pueden usarse para estudiar la neurobiología subyacente de la CSB.

Palabras clave: comportamiento sexual compulsivo, hipersexualidad, adicción, corteza prefrontal, sistema límbico, comportamiento sexual


Debido a que la CSB comparte características con otros trastornos compulsivos, es decir, la adicción a las drogas, las comparaciones de los hallazgos en la CSB y los sujetos adictos a las drogas, pueden ser valiosas para identificar patologías neurales comunes que median la comorbilidad de estos trastornos. De hecho, muchos estudios han mostrado patrones similares de actividad neural y conectividad dentro de las estructuras límbicas que están involucradas tanto en el uso de CSB como de los medicamentos crónicos [87-89]. Por ejemplo, en pacientes adictos a la cocaína, las regiones cerebrales superpuestas se activan tanto por la cocaína como por las señales sexuales, incluyendo el área tegmental ventral, la amígdala, el núcleo accumbens, la corteza orbitofrontal y la corteza insular [90]. En un reciente estudio de IRMR realizado por Moeller y colegas, las personas con trastorno por consumo de cocaína optaron por ver las imágenes relacionadas con la cocaína con mayor frecuencia que los controles sanos, una opción que se correlacionaba con la actividad neural en la corteza cingulada anterior dorsal y el área ventral tegmentaria [91], que son Áreas consistentemente encontradas activadas por estímulos eróticos [92]. Curiosamente, este estudio encontró que una mayor actividad en la corteza orbitofrontal lateral, que también se ha demostrado que se activa al ver imágenes sexualmente explícitas [93], se correlaciona con una opción más baja para ver imágenes relacionadas con la cocaína, posiblemente indicativas de actividad relacionada con una respuesta aversiva [91].

En conclusión, esta revisión resumió los estudios de comportamiento y neuroimagen en CSB humano y comorbilidad con otros trastornos, incluido el abuso de sustancias. En conjunto, estos estudios indican que la CSB está asociada con alteraciones funcionales en el cingulado anterior dorsal y la corteza prefrontal, la amígdala, el estriado y el tálamo, además de una menor conectividad entre la amígdala y la corteza prefrontal. Además, se describió un modelo preclínico para CSB en ratas macho, incluida una nueva evidencia de alteraciones neurales en mPFC y OFC que se correlacionan con la pérdida del control inhibitorio de la conducta sexual. Este modelo preclínico ofrece una oportunidad única para probar hipótesis clave para identificar predisposiciones y causas subyacentes de CSB y comorbilidad con otros trastornos