Tecnologías digitales y sexo: influencias de Internet y los teléfonos inteligentes en la visualización de pornografía y otros comportamientos sexuales (2020)

DOI:10.1093 / oxfordhb / 9780190218058.013.21

En el libro: El manual de Oxford de tecnologías digitales y salud mental, Octubre 2020

Editorial: Oxford University Press

Shane W. Kraus, Marc N. Potenza

Internet ha revolucionado la forma en que consumimos y participamos en las actividades sexuales. Las tecnologías digitales están dando forma a las formas en que las personas interactúan entre sí de manera romántica y sexual. Este capítulo revisa algunas de las formas en que las tecnologías digitales están potencialmente moldeando los comportamientos sexuales, especialmente los de los adolescentes y los adultos jóvenes. La evidencia sugiere que las tecnologías están facilitando cada vez más actividades sexuales entre jóvenes y adultos, sin embargo, nuestra comprensión de estas sigue siendo completa. Internet ha hecho que la pornografía sea muy accesible para la mayoría de las personas en todo el mundo, pero los efectos del uso frecuente de la pornografía en las creencias y prácticas sexuales de las personas siguen siendo en gran parte desconocidos. El sexteo también es común entre adolescentes y adultos, con alguna evidencia inicial que concluye que el sexteo fue un mediador parcial entre el consumo problemático de alcohol y las relaciones sexuales. Se necesita más trabajo sobre los comportamientos de sexteo, particularmente entre poblaciones vulnerables o grupos en riesgo de explotación. El uso generalizado de aplicaciones para teléfonos inteligentes diseñadas para ayudar a los usuarios a encontrar parejas sexuales casuales se está volviendo más común, lo que refleja la creciente aceptabilidad de tener relaciones sexuales sin compromiso entre los adultos jóvenes. Se necesita más investigación para investigar las influencias de las tecnologías digitales en la configuración de las prácticas sexuales de los adolescentes y adultos emergentes que pueden pasar cada vez más tiempo en línea. Además, se necesita más investigación para examinar tanto los posibles beneficios como los riesgos asociados con las tecnologías digitales que pueden facilitar los comportamientos sexuales.