Actividades sexuales en línea problemáticas en hombres: el papel de la autoestima, la soledad y la ansiedad social (2020)

07 2020 mayo, Comportamiento humano y tecnologías emergentes

Resumen

Varios estudios han demostrado que el uso problemático de las actividades sexuales en línea (AOS) puede constituir una estrategia de afrontamiento disfuncional que refleja un uso compensatorio de Internet. Sin embargo, algunos factores de riesgo específicos, ampliamente investigados en el campo del uso problemático general de Internet, hasta la fecha apenas se han estudiado en el contexto de la AOS. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue probar un modelo teórico en el que se estima la autoestima, la soledad y la ansiedad social para predecir el tipo de OSA favorecidos y su posible uso adictivo. Con este fin, se realizó una encuesta en línea en una muestra de hombres autoseleccionados que usaban OSA regularmente (N = 209). Los resultados mostraron que la baja autoestima se asocia positivamente con la soledad y la alta ansiedad social, que a su vez se relacionaron positivamente con la participación en dos OSA específicos: el uso de la pornografía y la búsqueda de contactos sexuales en línea. Una mayor participación en estas actividades de OSA se relacionó con síntomas de uso adictivo. Estos hallazgos subrayan la importancia en las intervenciones psicológicas de tener en cuenta la AOS específica practicada para mejorar la autoestima y reducir la soledad y los síntomas de ansiedad social.


1 INTRODUCCIÓN

Desde principios de la década de 2000, Internet se ha convertido en un medio esencial tanto en la vida personal como profesional. Una de las actividades más populares relacionadas con Internet es la participación en diversas actividades sexuales en línea (OSA), por ejemplo, pornografía (videos y / o imágenes), búsqueda de información relacionada con conductas sexuales, juegos de video sexuales, sitios de citas sexuales y sexo. cámaras web (Ballester ‐ Arnal, Castro ‐ Calvo, Gil ‐ Llario y Giménez ‐ García 2014; Ross, Månsson y Daneback, 2012; Wéry y Billieux, 2016) Para la gran mayoría de las personas, este uso de OSA no es problemático. Sin embargo, para un subgrupo de individuos, la participación en los OSA puede volverse excesiva y estar asociada con la pérdida de control y el deterioro funcional (Albright, 2008; Ballester-Arnal et al., 2014; Grov, Gillespie, Royce y Lever, 2011).

Por tanto, es esencial comprender por qué, para un subgrupo de personas, el uso de AOS se vuelve problemático. Numerosos estudios han demostrado que el uso problemático de OSA puede constituir una estrategia de afrontamiento disfuncional (Chawla & Ostafin, 2007; Ley, Prause y Finn, 2014; Moser 2011, 2013). En tales casos, es probable que la participación en OSA refleje una estrategia de evitación experiencial para hacer frente o disociarse de pensamientos, sensaciones corporales y estados emocionales intolerables (Chawla y Ostafin, 2007). Algunos estudios han demostrado que entre el 85 y el 100% de las personas que informan un comportamiento sexual excesivo presentan al menos un trastorno psiquiátrico concurrente (Kafka y Hennen, 2002; Raymond, Coleman y Miner, 2003; Wéry, Vogelaere, et al., 2016). Además, varios estudios han sugerido que las principales razones para participar en AOS problemáticos son como mecanismo de afrontamiento (con ansiedad, depresión y baja autoestima), como distracción o como medio para reducir el estrés (Castro ‐ Calvo, Giménez ‐ García, Gil ‐ Llario y Ballester ‐ Arnal, 2018; Cooper, Galbreath y Becker,2004; Ross y col. 2012; Wéry y Billieux, 2016).

Estos hallazgos son consistentes con los de Kardefelt ‐ Winther (2014a) propuesta para anclar los trastornos relacionados con Internet (como el uso problemático de los OSA) en un marco "compensatorio". Según esta teoría, el uso de Internet puede ayudar a aliviar una situación problemática y satisfacer necesidades que no se logran en la vida real. Sin embargo, esta estrategia puede dar lugar a varios resultados negativos (por ejemplo, profesionales, sociales, relacionados con la salud) y, por lo tanto, constituye un comportamiento de adaptación desadaptativo. De acuerdo con Kardefelt-Winther (2014a), una importante investigación realizada en el campo del comportamiento excesivo relacionado con Internet se ha centrado en gran medida en factores aislados (por ejemplo, variables psicosociales) y, por lo tanto, no ha podido probar modelos integrales, incluidos los efectos de moderador y mediador. Tal tendencia ha llevado a una sobreestimación de algunos factores aislados y una subestimación de otras variables potencialmente relevantes. Por ejemplo, en un estudio que se centró en los juegos en línea excesivos, Kardefelt ‐ Winther (2014b) demostraron que las asociaciones de la soledad y la ansiedad social con los juegos en línea excesivos no son significativas cuando se controla el estrés. Tener en cuenta las interacciones y / o mediaciones entre variables parece esencial para mejorar nuestra comprensión del uso problemático de los OSA.

Parece importante, por lo tanto, enfocarse en factores de riesgo específicos (especialmente aquellos asociados con la desregulación emocional y los comportamientos de adaptación desadaptativos) que pueden estar involucrados en el desarrollo del uso problemático de los OSA. En particular, el papel de la autoestima, la soledad y la ansiedad social, que se sabe que interactúan entre sí (ver más abajo) y se han estudiado ampliamente en el contexto del uso problemático general (inespecífico) de Internet, hasta la fecha apenas ha sido estudiado en el campo del uso de OSA (o ha sido estudiado de manera aislada, como se sugiere en una crítica hecha por Kardefelt-Winther (2014a, 2014b)).

Sin embargo, varios estudios han investigado los tres factores mencionados anteriormente en el contexto de conductas problemáticas en línea. Estos estudios previos mostraron que la baja autoestima (Aydin & San, 2011; Bozoglan, Demirer y Sahin, 2013; Kim y Davis, 2009), un alto nivel de soledad (Bozoglan et al., 2013; Kim, LaRose y Peng, 2009; Morahan ‐ Martin y Schumacher, 2003; Odaci y Kalkan,2010) y ansiedad social (Caplan, 2007; Kim y Davis, 2009) están positivamente relacionados con el uso problemático y excesivo de Internet en general (estos estudios no se centraron en actividades específicas en línea). Estos resultados sugieren que para las personas caracterizadas por la soledad, la ansiedad social y la baja autoestima, se desarrolla progresivamente una preferencia por la interacción en línea, respaldada por la creencia de que Internet es un lugar más seguro y de mayor refuerzo que el mundo fuera de línea, lo que probablemente resulte en una participación excesiva e incontrolada (Caplan, 2007; Kim et al. 2009; Morahan ‐ Martin y Schumacher, 2003; Tangney, Baumeister y Boone, 2004) Caplan (2007) se centró en el papel de la soledad y la ansiedad social en la preferencia por la interacción social en línea (en lugar de cara a cara) y mostró que esta preferencia se explica por la ansiedad social, pero no por la soledad.

En el contexto de los OSA, algunos estudios han analizado los vínculos entre la soledad y el uso de la pornografía. Por ejemplo, Yoder, Virden y Amin (2005) encontraron que cuanto más tiempo se pasa en línea consumiendo pornografía, mayor es la sensación de soledad. Otros autores también han demostrado que los usuarios problemáticos de la pornografía son más solitarios que los usuarios recreativos (Bőthe et al., 2018; Mayordomo, Pereyra, Draper, Leonhardt y Skinner, 2018) Efrati y Gola (2018) encontraron que los adolescentes que mostraban un comportamiento sexual compulsivo también tenían niveles más altos de soledad y más actividades en línea relacionadas con el sexo. Un estudio reciente también ha demostrado que un sentimiento de soledad se asocia con la frecuencia del uso de material de Internet sexualmente explícito entre los hombres (Weber et al., 2018). Algunos estudios informaron un vínculo entre el uso de pornografía y baja autoestima, y ​​algunos sugirieron que el uso problemático de pornografía se correlacionó positivamente con niveles más bajos de autoestima general (Barrada, Ruiz ‐ Gomez, Correa y Castro, 2019; Brown, Durtschi, Carroll y Willoughby, 2017; Kor et al. 2014) y la autoestima sexual (Noor, Rosser y Erickson, 2014) Del mismo modo, Borgogna, McDermott, Berry y Browning (2020) demostraron que los hombres con baja autoestima se sentían especialmente atraídos por la pornografía (como una forma de cumplir y cumplir con las normas masculinas de roles) y tienen una visión más problemática de la pornografía. Finalmente, aunque varios estudios informaron una alta tasa de ansiedad social en personas con comportamientos hipersexuales (no especialmente en línea; Raymond et al., 2003; Wéry, Vogelaere, et al., 2016), se han realizado pocos estudios específicamente en relación con los OSA. No obstante, algunos estudios mostraron la presencia de síntomas de ansiedad social en usuarios problemáticos de pornografía (Kor et al., 2014; Kraus, Potenza, Martino y Grant, 2015). Además, varios estudios investigaron el papel de la ansiedad social en una población específica: delincuentes de pornografía infantil en Internet. Estos estudios informaron que la ansiedad social es mayor en los delincuentes en línea que en otros delincuentes sexuales (Armstrong & Mellor, 2016; Bates y Metcalf, 2007; Middleton, Elliott, Mandeville ‐ Norden y Beech, 2006), lo que indica que la ansiedad social puede desempeñar un papel fundamental en la delincuencia en línea (p. ej., Internet proporciona una forma de explorar la sexualidad para quienes tienen dificultades con las interacciones interpersonales; Quayle & Taylor, 2003).

Sin embargo, una limitación importante de los estudios existentes es que se centraron casi exclusivamente en la pornografía en línea, mientras que existe una amplia variedad de OSA (como cámaras web sexuales, juegos sexuales en 3D, búsquedas de contacto sexual en línea / fuera de línea o búsqueda de información sexual) para lo cual estos tres factores psicológicos pueden no estar involucrados de la misma manera. Por ejemplo, se puede suponer que un individuo con alta ansiedad social puede sentirse más cómodo buscando parejas sexuales en línea (por ejemplo, usando aplicaciones específicas). Sin embargo, es poco probable que todos los tipos de OSA tengan el potencial de convertirse en cofias desadaptativas, que suele ser el caso de una actividad como la búsqueda de información sexual. Por lo tanto, es importante tener en cuenta la heterogeneidad de los OSA a la hora de considerar los factores psicológicos subyacentes al uso problemático.

Otra limitación importante de los estudios existentes es que no tienen en cuenta las complejas interrelaciones entre la soledad, la ansiedad social y la autoestima. Primero, algunos autores encontraron que las personas con baja autoestima tienen poca confianza y no se sienten cómodas en las interacciones sociales, lo que está asociado (y probablemente promueve) la soledad (Çivitci & Çivitci, 2009; Creemers, Scholte, Engels, Prinstein y Wiers, 2012; Kong y tú, 2013; Olmstead, Guy, O'Malley y Bentler, 1991; Vanhalst, Goossens, Luyckx, Scholte y Engels, 2013). En segundo lugar, estudios previos mostraron que la baja autoestima constituye un factor de riesgo de ansiedad social (de Jong, Sportel, De Hullu y Nauta, 2012; Kim y Davis, 2009; Obeid, Buchholz, Boerner, Henderson y Norris, 2013). En tercer lugar, algunos estudios enfatizaron un vínculo entre la ansiedad social y la soledad (Anderson y Harvey, 1988; Johnson, LaVoie, Spenceri y Mahoney ‐ Wernli, 2001; Lim, Rodebaugh, Zyphur y Gleeson, 2016) Finalmente, otros estudios sugirieron que (1) la autoestima y la soledad predicen significativamente la ansiedad social (Subasi, 2007), (2) la autoestima (pero no la ansiedad social) predice la soledad (Panayiotou, Panteli y Theodorou, 2016), y (3) la relación entre la autoestima y la soledad está mediada por la ansiedad social (Ma, Liang, Zeng, Jiang y Liu, 2014) Por lo tanto, aunque estas variables parecen estar estrechamente relacionadas y presentes con interrelaciones complejas, hasta la fecha nunca se han investigado conjuntamente en el contexto del uso problemático de los OSA.

El estudio actual, por lo tanto, tenía como objetivo llenar un vacío en la literatura mediante la prueba de un modelo (ver Figura 1) que vincula la baja autoestima, la ansiedad social y la soledad con las preferencias de OSA (es decir, el tipo de OSA realizado) y, en última instancia, con los síntomas de uso adictivo. Presumimos que (1) la baja autoestima se asocia positivamente con la ansiedad social y la soledad, (2) la ansiedad social se relaciona positivamente con la soledad (media el papel de la ansiedad social en la relación entre la baja autoestima y la soledad), y (3) estas variables están positivamente asociadas con las preferencias de OSA y su uso problemático.

Parámetros estandarizados para el modelo. * *p <.05. **p <.01. ***p <.001

MÉTODO 2

2.1 Participantes y procedimiento

Los participantes eran hombres reclutados a través de anuncios enviados en un servicio universitario de mensajería, redes sociales y foros relacionados con la sexualidad. El estudio se restringió a los participantes masculinos, ya que se descubrió que los hombres tienen entre 3 y 5 veces más frecuencia en el uso problemático de los OSA que las mujeres (Ballester-Arnal et al., 2014; Ballester ‐ Arnal, Castro ‐ Calvo, Gil ‐ Llario y Gil ‐ Julia, 2017; Ross y col. 2012; Wéry y Billieux, 2017) La encuesta fue accesible en línea a través del sitio web de Qualtrics. Todos los participantes recibieron información sobre el estudio y dieron su consentimiento en línea antes de comenzar la encuesta. Se garantizó el anonimato de los participantes (no se recopilaron datos personales ni la dirección del Protocolo de Internet). No se otorgó ninguna compensación por participar en el estudio. El protocolo de estudio fue aprobado por el comité de ética del Instituto de Investigación de Ciencias Psicológicas (Université Catholique de Louvain).

Los criterios de inclusión fueron ser hombre, mayor de 18 años, y un hablante francés nativo o fluido, así como haber usado OSA al menos una vez durante los últimos 6 meses. El estudio investigó las características sociodemográficas, los hábitos de consumo de los AOS, los síntomas de uso problemático de los AOS, la soledad, la autoestima y la ansiedad social (consulte la sección Medidas).

En total, 209 participantes completaron todas las medidas utilizadas en el estudio actual. La edad de la muestra final osciló entre 18 y 70 años (M = 30.18, SD = 10.65; 77% de 18 a 35 años). Los participantes informaron si predominantemente tenían un título universitario (55.5%), así como si estaban en una relación (48.3%) y si eran heterosexuales (73.7%; ver Tabla 1).

TABLA 1. Características de la muestra (N 209 =)
CaracterísticasM (SD) o%
Edad30.18 (10.6)
Educación
Sin diploma1.9
Escuela primaria0
Secundaria. 24.9
Financiamiento para la17.7
University55.5
Relación familiar
Soltero (sin pareja sexual ocasional)27.8
Soltero (con pareja sexual ocasional)22.5
En una relación viviendo por separado31.6
En una relación viviendo juntos16.7
Otro1.4
Orientación sexual
Heterosexual73.7
Homosexual10.5
Bisexual12
No lo sé3.8

Medidas 2.2

Los cuestionarios incluidos en la encuesta en línea fueron seleccionados para priorizar los instrumentos que han sido validados y para los que existen versiones publicadas en francés.

Información sociodemográfica se evaluó con respecto a la edad, el grado de educación, el estado civil y la orientación sexual.

Participación en cada tipo de AOS durante los últimos 6 meses.. Se utilizaron diez elementos para evaluar la frecuencia del uso de AOS (p. Ej., Pornografía, cámaras web sexuales, juegos sexuales en 3D) en una escala Likert de 6 puntos que va desde "nunca" a "varias veces al día". Estos elementos se han utilizado en estudios anteriores (Wéry & Billieux, 2016; Wéry, Burnay, Karila y Billieux, 2016).

Prueba corta de adicción a Internet adaptada a actividades sexuales en línea (s ‐ IAT ‐ sexo; Wéry, Burnay, et al., 2016). Esta escala mide el uso problemático de OSA. El s ‐ IAT ‐ sex es una escala de 12 ítems que evalúa un patrón de uso adictivo, con seis ítems que evalúan la pérdida de control y gestión del tiempo y los otros seis ítems que miden el deseo y los problemas sociales. Todos los ítems se puntúan en una escala Likert de 5 puntos que va desde "nunca" a "siempre". Las puntuaciones más altas indican niveles más altos de uso problemático. La confiabilidad interna (alfa de Cronbach) del s ‐ IAT ‐ sexo en la muestra actual fue 0.85 (IC del 95% = 0.82 a 0.88).

Escala de ansiedad social de Liebowitz (LSAS; Heeren et al., 2012). Esta escala evalúa el miedo y la evitación en situaciones sociales y de desempeño. La LSAS es una escala de 24 ítems puntuados en una escala Likert de 4 puntos que va de "ninguno" a "severo" para la intensidad del miedo y de "nunca" a "normalmente" para evitar las situaciones. Los puntajes más altos indican niveles más altos de miedo y evitación. La confiabilidad interna (alfa de Cronbach) del LSAS en la muestra actual fue 0.96 (IC del 95% = 0.95–0.97).

Escala de autoestima de Rosenberg (RSE; Vallières y Vallerand, 1990). Esta escala de 10 ítems evalúa la autoestima en una escala Likert de 4 puntos desde "totalmente en desacuerdo" hasta "totalmente de acuerdo". Las puntuaciones más altas indican una mayor autoestima. Decidimos invertir los elementos en aras de la claridad del modelo. Por tanto, puntuaciones más altas indican niveles más bajos de autoestima. La confiabilidad interna (alfa de Cronbach) del RSE en la muestra actual fue de 0.89 (IC del 95% = 0.87–0.91).

Escala de la soledad de UCLA (De Grâce, Joshi y Pelletier, 1993). Esta escala de 20 ítems mide los sentimientos de soledad y aislamiento social. Todos los ítems se puntúan en una escala Likert de 4 puntos que va de "nunca" a "a menudo". Las puntuaciones más altas indican un mayor nivel de soledad experimentada en la vida. La confiabilidad interna (alfa de Cronbach) del Escala de la soledad de UCLA en la muestra actual fue de 0.91 (IC 95% = 0.89 a 0.93).

2.3 Estrategia analítica de datos

El equipo principal de R (R, 2013) Paquete Lavaan (Rosseel, 2012) se utilizó para calcular el modelo y estimar los parámetros. El modelo estructural final se determinó mediante un enfoque gradual. En el primer paso, se consideraron las asociaciones directas de cada OSA y el uso problemático de los OSA para determinar qué actividades estaban relacionadas con el uso problemático de los OSA y, por lo tanto, constituyeron candidatos para los análisis de regresión múltiple posteriores para probar el modelo postulado. El patrón de asociaciones especificado por el modelo propuesto (Figura 1) se analizó a través del análisis de ruta utilizando una única puntuación observada para cada variable examinada en el modelo. Los parámetros estandarizados se estimaron utilizando el método de máxima verosimilitud (Satorra & Bentler, 1988) Para evaluar la bondad general del modelo, consideramos el R2 de cada variable endógena y el coeficiente de determinación total (TCD; Bollen, 1989; Joreskog y Sorbom, 1996) El TCD indica el efecto general de las variables independientes sobre las variables dependientes, con un TCD más alto que indica más varianza explicada por el modelo propuesto (para el uso previo del TCD, ver Canale et al., 2016, 2019).

3 RESULTADOS

3.1 Análisis descriptivo preliminar

Reportado en la tabla 2 son las puntuaciones medias SDs, asimetría y curtosis del sexo s-IAT (evaluación de síntomas de uso problemático de OSA), LSAS (evaluación de miedo y evitación en situaciones sociales y de desempeño), RSE (evaluación de autoestima) y UCLA Loneliness Escala (evaluando la sensación de soledad y aislamiento social).

TABLA 2. Media y rango para las escalas utilizadas en la encuesta en línea (N 209 =)
CuestionarioM (SD; rango)OblicuidadKurtosis
s-IAT-sex2.02 (0.70; 1-5)0.900.45
LSAS1.89 (0.54; 1-4)0.730.12
CSR1.91 (0.63; 1-4)0.67-0.18
Escala de soledad de UCLA2.09 (0.58; 1-4)0.76-0.11
  • Abreviaturas: LSAS, Liebowitz Social Anxiety Scale; RSE, escala de autoestima de Rosenberg; s ‐ IAT ‐ sex, prueba corta de adicción a Internet adaptada a actividades sexuales en línea.

Los participantes completaron elementos relacionados con el tipo de OSA utilizados (ver Figura 2) Las tasas de prevalencia se determinaron sobre la base de los OSA en los que el participante estuvo involucrado al menos una vez durante los 6 meses anteriores. El OSA más omnipresente fue "ver pornografía" (96.7%) seguido de "buscar consejos sexuales en línea" (59.3%) y "buscar información sexual" (56.5%).

Porcentaje de uso de OSA durante los últimos 6 meses (N 206 =)

3.2 Paso 1: OSA asociados con el uso problemático de los OSA

No se detectaron problemas de multicolinealidad en el análisis de regresión multivariante. Todas las variables independientes tenían valores de tolerancia de al menos 0.54 y valores del factor de inflación de la varianza (VIF) por debajo de 2.27. Los valores de tolerancia de más de 0.02 y menos de 2.5 para los VIF generalmente se consideran puntos de corte confiables para la ausencia de multicolinealidad (Craney & Surles, 2002). También nos basamos en la distancia de Cook para evaluar la influencia de las observaciones individuales en el modelo de regresión para el uso problemático de OSA. La distancia de Cook fue menor que 1 (Cook & Weisberg, 1982), por lo que ninguno de los participantes cumplió con los criterios para valores atípicos evaluados por la distancia de Cook. Los resultados mostraron que un mayor uso de pornografía (beta = 0.21, p = .002) y búsquedas más frecuentes de relaciones sexuales en línea (beta = 0.24, p = .01) se asociaron positivamente con la gravedad de la AOS. Dados estos resultados, la pornografía y la búsqueda de relaciones sexuales en línea se mantuvieron como candidatos para ser implementados en el modelo computarizado.

3.3 Paso 2: Prueba del modelo hipotético

Todas las correlaciones bivariadas entre las variables del modelo estaban en la dirección esperada (ver Tabla S1) Los resultados obtenidos de los análisis de ruta validaron el modelo hipotético. La baja autoestima se asoció con mayores niveles de soledad y mayor ansiedad social. Un mayor nivel de ansiedad social se asoció con mayores niveles de soledad, que a su vez se relacionó con una mayor participación en los dos OSA considerados (pornografía y búsqueda de relaciones sexuales en línea). Un nivel más alto de estos OSA se asoció con el uso problemático de los OSA, que a su vez también se relacionó con una baja autoestima. Las correlaciones múltiples al cuadrado indicaron que el modelo representa una parte importante de la variación en las variables de estudio, es decir, 18% de la variación en la ansiedad social, 45% en la soledad, 3% en la pornografía, 4% en la búsqueda de relaciones sexuales en línea y 24% en uso problemático de OSA. La varianza de la cantidad total explicada por el modelo (TCD = 0.36) indicó un buen ajuste a los datos observados. En términos de tamaño del efecto, TCD = 0.36 corresponde a una correlación de r = .60. Según Cohen (1988) criterios tradicionales, este es un tamaño de efecto muy grande. Además de los efectos directos que se muestran en la Figura 2, la autoestima también tuvo una relación indirecta con la soledad a través de su efecto sobre la ansiedad social (beta = 0.19, p <001). Se evaluó una segunda versión del modelo para considerar el estado de la relación (ver Figura S1) En este modelo, el único efecto del estado de las relaciones en buscando relaciones sexuales en línea se tuvo en cuenta, porque había una diferencia en términos de buscando relaciones sexuales en línea entre grupos (soltero vs. en una relación; ver Tabla S1).

4 DISCUSIÓN

Se requiere una mejor comprensión de los factores psicológicos involucrados en el desarrollo y mantenimiento del uso problemático de OSA, dada la ubicuidad del uso de OSA en la población general. A pesar de los esfuerzos realizados en esta dirección y los numerosos estudios realizados en los últimos años, la literatura existente en este campo ha presentado limitaciones importantes. En consecuencia, el objetivo del presente estudio fue evaluar un modelo que vinculaba la autoestima, la ansiedad social y la soledad con el tipo de AOS realizado y los síntomas del uso problemático de los AOS.

En apoyo de nuestras hipótesis, los hallazgos actuales proporcionaron evidencia de un modelo mediacional en el que la baja autoestima se asocia con la soledad y la alta ansiedad social, y en el que la relación entre la autoestima y la soledad fue mediada por la ansiedad social. Estos factores a su vez están asociados con el uso de pornografía y la búsqueda de contactos sexuales en línea, así como con síntomas de uso problemático. Estos hallazgos son consistentes con los de estudios previos que mostraron que la baja autoestima está asociada con la soledad (Panayiotou et al., 2016) y con mayor ansiedad social (de Jong, 2002; Obeid y col. 2013), que la relación entre la autoestima y la soledad está mediada por la ansiedad social (Ma et al., 2014), y que el uso problemático de la pornografía se asocia con baja autoestima (Barrada et al., 2019; Brown et al. 2017; Kor et al. 2014), soledad (Bőthe et al., 2018; Butler y col. 2018; Yoder y col. 2005) y síntomas de ansiedad social (Kor et al., 2014; Kraus et al. 2015) Hasta la fecha, estos factores se han estudiado principalmente por separado y rara vez en el contexto de los OSA. Los resultados del presente estudio proporcionan una mejor comprensión de las complejas relaciones entre estas variables. Nuestros hallazgos, aunque transversales, son compatibles con la opinión de que una baja autoestima podría constituir un factor de riesgo para una mayor ansiedad social y soledad. En tales circunstancias, y de acuerdo con el uso compensatorio del modelo de Internet (Kardefelt-Winther, 2014a), las personas son susceptibles de mostrar una preferencia por la sexualidad en línea y experimentar un uso adictivo.

Además, entre los OSA evaluados en el presente estudio, solo dos parecían estar relacionados con el uso problemático: ver pornografía y buscar relaciones sexuales en línea. Estos resultados están de acuerdo con los de estudios previos que mostraron que la pornografía es la AOS más problemática en los hombres (Ross et al., 2012; Wéry y Billieux, 2016). Además, varios estudios anteriores enfatizaron que el contacto sexual en línea con otros usuarios también es una actividad frecuente en los hombres y que este AOS tiene el potencial de volverse problemático y engendrar consecuencias negativas tangibles (Daneback, Cooper y Månsson, 2005; Döring, Daneback, Shaughnessy, Grov y Byers,2017; Goodson, McCormick y Evans, 2001; Wéry y Billieux, 2016) Además, los resultados actuales también sugieren que el estado de la relación juega un papel en el tipo de uso de OSA. No se encontró que el estado de la relación afectara el uso de la pornografía, pero pareció afectar la búsqueda de relaciones sexuales en línea, lo que es consistente con los resultados obtenidos en un estudio previo de Ballester-Arnal et al. (2014) Es probable que este resultado se deba al hecho de que algunos OSA, generalmente buscando parejas sexuales en línea, se consideran una prueba de infidelidad y, por lo tanto, las personas que tienen una relación romántica lo practican menos (Ballester-Arnal et al., 2014; Whitty 2003) Nuestros hallazgos sugieren que el uso de Internet con fines sexuales es multideterminado y que es esencial que la investigación adicional tome en cuenta sistemáticamente las actividades sexuales específicas practicadas en línea (para argumentos similares, ver también Barrada et al., 2019; Shaughnessy, Fudge y Byers, 2017) Los resultados actuales también destacan la importancia de realizar investigaciones sobre diversos OSA más allá de la mera consideración de la pornografía en línea, como suele ser el caso en este campo de investigación.

En particular, las dos actividades retenidas en nuestro modelo (ver pornografía y buscar relaciones sexuales en línea) respaldan aún más la opinión de que las características estructurales de los AOS son importantes para explicar su uso problemático potencial. De hecho, el anonimato que ofrece Internet lo convierte en un lugar privilegiado para explorar la sexualidad fuera del juicio social (Cooper, Scherer, Boies y Gordon, 1999) En la misma línea, nuestros resultados podrían explicarse por el fenómeno de desinhibición en línea, es decir, la disminución de las preocupaciones sobre la presentación de uno mismo y el juicio de los demás (Suler, 2004) En general, la distancia física y el anonimato que ofrece Internet genera una sensación de seguridad que aumenta la comodidad durante las relaciones virtuales con posibles socios (Daneback, 2006) De hecho, varios estudios informaron que las personas con estas características tienden a preferir las interacciones sociales fuera de línea (Caplan, 2007; Lee y Cheung, 2014; Steinfield, Ellisonthose y Lampe, 2008; Valkenburg y Peter, 2007) Estos resultados anteriores son consistentes con la hipótesis de compensación social (Kardefelt-Winther, 2014a), lo que sugiere que las personas con habilidades sociales deficientes son especialmente propensas a desarrollar una preferencia por las interacciones en línea; El estudio actual sugiere que esto también podría ser válido en materia de sexualidad. Por lo tanto, es posible especular que en las etapas iniciales, el uso de OSA aumentará eficientemente la autoestima y mitigará la ansiedad social y la soledad. Tal efecto, por ejemplo, ha sido sugerido por Shaw y Gant (2002), quienes descubrieron que la participación en el chat en línea conduce a una disminución de la soledad y los síntomas depresivos y un aumento de la autoestima y el apoyo social percibido. Sin embargo, con el tiempo y el mantenimiento potencial de la conducta, es posible esperar que el uso de los OSA se vuelva indispensable y cause consecuencias negativas (Caplan, 2007), resultando en una autoestima comprometida y un mayor aislamiento y ansiedad social. De manera crucial, continuar usando Internet para el comportamiento sexual implica evitar situaciones de apareamiento en la vida real, lo que probablemente reforzará aún más el fenómeno de la evitación sexual.

El estudio actual presenta algunas limitaciones. Primero, la muestra era relativamente pequeña y autoseleccionada, y su composición y representatividad limitan la generalización de los resultados. No obstante, el tamaño de la muestra (N = 209) puede considerarse adecuado para los análisis de ruta utilizados aquí, lo que garantiza un poder estadístico satisfactorio (Bentler & Chou, 1987; Kline, 2005; Quintana y Maxwell, 1999). En segundo lugar, no hemos incluido medidas de comportamientos sexuales fuera de línea, lo que implica que la interpretación de nuestros hallazgos basada en la hipótesis de desinhibición en línea sigue siendo especulativa. En tercer lugar, el presente estudio solo se realizó en hombres, mientras que se requieren estudios futuros que involucren también a mujeres. De hecho, estudios anteriores enfatizaron la diferencia de género en las preferencias de uso de OSA (p. Ej., Las mujeres tienden a preferir OSA interactivos como el chat sexual, mientras que los hombres tienden a preferir OSA que incluyen contenido visual como pornografía, ver Green, Carnes, Carnes y Weinman, 2012; Cooper et al. 2003; Schneider, 2000). Por lo tanto, se requieren estudios futuros que involucren a ambos sexos para ampliar los presentes hallazgos. En cuarto lugar, podría ser que algunas explicaciones alternativas que no se abordan en el artículo actual explicaran los patrones de asociación encontrados. Por ejemplo, la teoría de la incongruencia moral (Grubbs y Perry, 2019) postula que algunos usuarios piensan que los OSA son incorrectos (por ejemplo, a niveles religiosos o morales), pero los realizan de todos modos, lo que en última instancia promueve síntomas emocionales y disminuye la autoestima. Por lo tanto, se deben realizar estudios futuros para probar estos marcos teóricos alternativos. Quinto, nuestro estudio se basó en medidas autoinformadas y puede estar limitado por el sesgo de respuesta y recuerdo. Finalmente, el estudio utilizó un diseño transversal que no nos permitió probar el modelo a tiempo. Este último punto es importante porque también habría sido muy concebible probar la hipótesis de que el uso excesivo de OSA predice la soledad y la baja autoestima. Por lo tanto, se requieren estudios longitudinales para confirmar las hipótesis desarrolladas en nuestra discusión y para determinar el papel de los factores del estudio en el desarrollo y mantenimiento del uso problemático de los OSA.

A pesar de sus limitaciones, este estudio contribuye al conocimiento sobre las relaciones entre la autoestima, la soledad y la ansiedad social en el uso problemático de los AOS en los hombres. Con respecto a estos resultados, la mejora de la autoestima y la reducción de los síntomas de soledad y ansiedad social constituirían objetivos sólidos para las intervenciones psicológicas en personas que experimentan un uso disfuncional y deficiente de la pornografía o la búsqueda de contactos sexuales en línea.