La posibilidad de disfunción orgánica del hemisferio posterior izquierdo como un factor contribuyente en el comportamiento de ofensa sexual (1994)

Andre "Rip" Corley LCSW , M. Deborah Corley MA , Jonathan Walker MD & Scott Walker MA

Resumen

Veinticuatro personas que fueron derivadas a tratamiento psiquiátrico para pacientes hospitalizados por conducta de ofensa sexual o conducta sexual profesional fueron evaluadas con electroencefalograma cuantitativo (QEEG) para determinar si existe apoyo para la hipótesis de que existe una neuro-organicidad subyacente que contribuye a las conductas de agresión sexual. Todos los sujetos participaron en un programa que abarca desde seis semanas hasta más de un año. La cobertura de seguro, los recursos personales y otros métodos de pago para cubrir el costo de la prueba fueron los únicos criterios utilizados para determinar qué paciente recibió el QEEG. Los temas cubrieron todos los niveles socioeconómicos, educativos y de IQ. Se encontraron anomalías significativas en todos los QEEGs. En todos los casos, se observó algún tipo de anomalía en el hemisferio posterior izquierdo, en comparación con una población de control normal. Estos hallazgos son consistentes con la hipótesis de que la conducta de cometer delitos sexuales se debe a la percepción errónea de un objeto sexual inapropiado según sea apropiado por las estructuras en el hemisferio posterior izquierdo. El hemisferio derecho es liberado de la inhibición por el hemisferio izquierdo, lo que resulta en la excitación sexual y el comportamiento sexual que implica el objeto sexual inapropiado. Este comportamiento es visto por la sociedad como criminal. Se necesitan más investigaciones sobre la efectividad de los tratamientos médicos (por ejemplo, anticonvuliantes, EEG, biorretroalimentación) para las anomalías en el hemisferio posterior izquierdo como otro método para prevenir el comportamiento sexual ofensivo.