4 diciembre 2014 | por Janet Fang
Las ratas con chaquetas no son diferentes a las mujeres en lencería. A través de todas las especies animales, el comportamiento sexual Está dirigido por una interacción intrincada entre las acciones de las hormonas en nuestros cerebros. En un nuevo estudio peculiar, los investigadores adornaron ratas hembras con chaquetas especiales para comprender mejor qué es lo que enciende a las ratas macho. Estas Los resultados, presentado en la Reunión anual de la Sociedad de Neurociencias el mes pasado, podría ayudar a responder la pregunta candente: ¿Por qué a los hombres les gusta la lencería?
A Equipo de la Universidad de Concordia liderado por James Pfaus y Gonzalo Quintana Zunino ha demostrado anteriormente que se puede condicionar a las ratas macho para que prefieran eyacular alrededor de hembras que tienen un olor particular (almendra, si se está preguntando). Estos machos fueron recompensados durante su estado post-eyaculatorio. El equipo también descubrió que las ratas macho vírgenes que usan una chaqueta especial para atar roedores durante su primera experiencia sexual pierden la excitación y la motivación sexuales si se quita la chaqueta antes de otro acto de cópula.
Juntos, esos estudios demuestran cómo un olor se convierte en una señal relacionada con la pareja y cómo la chaqueta actúa como una señal contextual para la excitación sexual. Ahora, el mismo equipo quería saber si la chaqueta de roedor podría actuar como una señal para establecer la "preferencia de eyaculación condicionada" (CEP). Es decir, ¿está encendida la chaqueta?
En un experimento, ratas macho 12 sexualmente ingenuas se sometieron a pruebas de eyaculación múltiple 14 con hembras que vestían la chaqueta de roedor. Durante la prueba final, los machos fueron colocados en un campo abierto con dos hembras sexualmente receptivas: una se puso la chaqueta y la otra estaba en su traje de cumpleaños. Más machos eyaculan primero con hembras vistiendo la chaqueta. También sentirían la chaqueta con sus bigotes mientras se apareaban.
En el segundo experimento, otra docena de machos fueron expuestos secuencialmente a hembras vestidas con chaqueta sexualmente receptivas y luego a hembras sin camisa, no sexualmente receptivas. En la prueba de campo abierto final, los machos eyaculaban más y más rápidamente con las hembras cubiertas. Luego, el equipo examinó los cerebros de estos hombres, comparándolos con los cerebros de hombres que no estaban entrenados para asociar una chaqueta con el sexo. Los machos que se aparearon con mujeres vestidas con chaqueta, Live Science explica, mostró más actividad en el centro de placer del cerebro.
Los hombres, descubren, pueden aprender a asociar señales somatosensoriales (la sensación y la vista de atuendos particulares, en este caso) con la excitación sexual. En otras palabras, como Quintana Zunino le cuenta a Live Science, los hombres aprenden que "cada vez que mi pareja use lencería, voy a tener relaciones sexuales".