Dopamina en el control motivacional: gratificante, aversiva y alerta (2010)

Neurona. Manuscrito del autor; disponible en PMC Dic 9, 2011.

Publicado en forma final editada como:

PMCID: PMC3032992

NIHMSID: NIHMS253484

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RESUMEN

Las neuronas de dopamina del cerebro medio son bien conocidas por sus fuertes respuestas a las recompensas y su papel crítico en la motivación positiva. Sin embargo, se ha vuelto cada vez más claro que las neuronas de dopamina también transmiten señales relacionadas con experiencias sobresalientes pero no gratificantes, como eventos aversivos y de alerta. Aquí revisamos los avances recientes en la comprensión de las funciones de recompensa y no recompensa de la dopamina. Basados ​​en estos datos, proponemos que las neuronas de dopamina vienen en múltiples tipos que están conectadas con distintas redes cerebrales y tienen roles distintos en el control motivacional. Algunas neuronas de dopamina codifican el valor motivacional, apoyando las redes cerebrales para la búsqueda, evaluación y valorización del aprendizaje. Otros codifican la prominencia motivacional, apoyando las redes cerebrales para la orientación, la cognición y la motivación general. Ambos tipos de neuronas de dopamina son aumentadas por una señal de alerta involucrada en la detección rápida de señales sensoriales potencialmente importantes. Nuestra hipótesis es que estas vías dopaminérgicas de valor, prominencia y alerta cooperan para respaldar el comportamiento adaptativo.

Introducción

El neurotransmisor dopamina (DA) tiene un papel crucial en el control motivacional: en aprender qué cosas del mundo son buenas y malas, y en elegir acciones para obtener las cosas buenas y evitar las cosas malas. Las principales fuentes de DA en la corteza cerebral y en la mayoría de las áreas subcorticales son las neuronas liberadoras de DA del cerebro medio ventral, ubicadas en la sustancia negra compacta (SNc) y en el área tegmental ventral (VTA) (Bjorklund y Dunnett, 2007). Estas neuronas transmiten DA en dos modos, 'tónico' y 'fásico' (Grace, 1991; Grace et al., 2007). En su modo tónico, las neuronas DA mantienen un nivel de línea base estable de DA en las estructuras neuronales corriente abajo que es vital para permitir las funciones normales de los circuitos neuronales (Schultz, 2007). En su modo fásico, las neuronas DA aumentan o disminuyen bruscamente sus velocidades de disparo durante milisegundos 100-500, lo que provoca grandes cambios en las concentraciones de DA en estructuras posteriores que duran varios segundos (Schultz, 1998; Schultz, 2007).

Estas respuestas de DA fásicas son activadas por muchos tipos de recompensas y señales sensoriales relacionadas con la recompensa (Schultz, 1998) y están en una posición ideal para cumplir las funciones de DA en el control motivacional, incluidas sus funciones como una señal de enseñanza que subyace al aprendizaje por refuerzo (Schultz et al., 1997; Sabio, 2005) y como una señal de incentivo que promueve la búsqueda inmediata de recompensa (Berridge y Robinson, 1998). Como resultado, estas señales fásicas de recompensa de DA han adquirido un papel prominente en las teorías sobre las funciones de los circuitos corticales y subcorticales y se han convertido en objeto de una intensa investigación en neurociencia. En la primera parte de esta revisión, presentaremos la teoría convencional de las señales de recompensa DA fásicas y revisaremos los avances recientes en la comprensión de su naturaleza y su control sobre el procesamiento y el comportamiento neuronal.

En contraste con el papel aceptado de DA en el procesamiento de recompensas, ha habido un considerable debate sobre el papel de la actividad de DA fásica en el procesamiento de eventos no gratificantes. Algunas teorías sugieren que las respuestas fásicas de las neuronas DA codifican principalmente eventos relacionados con la recompensa (Schultz, 1998; Ungless, 2004; Schultz, 2007), mientras que otros sugieren que las neuronas DA transmiten señales adicionales sin recompensa relacionadas con experiencias sorprendentes, novedosas, destacadas e incluso aversivas (Redgrave et al., 1999; Horvitz, 2000; Di Chiara, 2002; Joseph et al., 2003; Pezze y Feldon, 2004; Lisman y Grace, 2005; Redgrave y Gurney, 2006). En la segunda parte de esta revisión, analizaremos una serie de estudios que han puesto a prueba estas teorías y han revelado mucho sobre la naturaleza de las señales de no recompensa en las neuronas DA. En particular, estos estudios proporcionan evidencia de que las neuronas DA son más diversas de lo que se pensaba anteriormente. En lugar de codificar una única señal motivacional homogénea, las neuronas DA vienen en múltiples tipos que codifican eventos de recompensa y no recompensa de diferentes maneras. Esto plantea un problema para las teorías generales que buscan identificar la dopamina con una sola señal neuronal o un mecanismo motivacional.

Para remediar este dilema, en la parte final de esta revisión, proponemos una nueva hipótesis para explicar la presencia de múltiples tipos de neuronas DA, la naturaleza de sus señales neuronales y su integración en distintas redes cerebrales para el control motivacional. Nuestra propuesta básica es la siguiente. Un tipo de neuronas DA codifican valor motivacional, emocionado por recompensar eventos e inhibido por eventos aversivos. Estas neuronas apoyan los sistemas cerebrales para buscar objetivos, evaluar resultados y valorar el aprendizaje. Un segundo tipo de neuronas DA codifican saliencia motivacional, emocionado tanto por los eventos gratificantes como aversivos. Estas neuronas son compatibles con los sistemas cerebrales para la orientación, el procesamiento cognitivo y el impulso motivacional. Además de su valor y actividad de codificación de saliencia, ambos tipos de neuronas DA también transmiten una señal de alerta, desencadenado por señales sensoriales inesperadas de gran importancia potencial. Juntos, planteamos la hipótesis de que estas señales de valor, prominencia y alerta cooperan para coordinar las estructuras cerebrales posteriores y controlar el comportamiento motivado.

La dopamina en la recompensa: la teoría convencional

La dopamina en la motivación de las acciones de búsqueda de recompensa.

Desde hace tiempo se sabe que la dopamina es importante para el refuerzo y la motivación de las acciones. Las drogas que interfieren con la transmisión de DA interfieren con el aprendizaje de refuerzo, mientras que las manipulaciones que mejoran la transmisión de DA, como la estimulación cerebral y las drogas adictivas, a menudo actúan como refuerzos (Sabio, 2004). La transmisión DA es crucial para crear un estado de motivación para buscar recompensas (Berridge y Robinson, 1998; Salamone et al., 2007) y por el establecimiento de memorias de asociaciones cue-recompensa (Dalley et al., 2005). La liberación de DA no es necesaria para todas las formas de aprendizaje por recompensa y puede que no siempre sea "gustada" en el sentido de causar placer, pero es fundamental para que los objetivos se vuelvan "deseados" en el sentido de motivar acciones para lograrlos (Berridge y Robinson, 1998; Palmiter, 2008).

Una hipótesis sobre cómo la dopamina apoya el aprendizaje por refuerzo es que ajusta la fuerza de las conexiones sinápticas entre las neuronas. La versión más directa de esta hipótesis es que la dopamina controla la plasticidad sináptica de acuerdo con una regla modificada de Hebbian que se puede afirmar aproximadamente como "las neuronas que se unen se conectan entre sí, siempre y cuando reciban una explosión de dopamina". En otras palabras, si la celda A activa la celda B, y la celda B causa una acción de comportamiento que resulta en una recompensa, entonces se liberará dopamina y se reforzará la conexión A → B (Montague et al., 1996; Schultz, 1998). Este mecanismo permitiría a un organismo aprender la elección óptima de acciones para obtener recompensas, dada la experiencia suficiente de prueba y error. De acuerdo con esta hipótesis, la dopamina tiene una potente influencia sobre la plasticidad sináptica en numerosas regiones del cerebro (Surmeier et al., 2010; Goto et al., 2010; Molina-Luna et al., 2009; Marowsky et al., 2005; Lisman y Grace, 2005). En algunos casos, la dopamina permite la plasticidad sináptica en el sentido de la regla de Hebbian descrita anteriormente, de una manera que se correlaciona con el comportamiento de búsqueda de recompensa (Reynolds et al., 2001). Además de sus efectos sobre la plasticidad sináptica a largo plazo, la dopamina también puede ejercer un control inmediato sobre los circuitos neuronales mediante la modulación de la actividad de espinas neurales y las conexiones sinápticas entre las neuronas (Surmeier et al., 2007; Robbins y Arnsten, 2009), en algunos casos, hacerlo de manera que promueva acciones inmediatas de búsqueda de recompensa (Frank, 2005).

Señales de recompensa de la neurona dopamina

Con el fin de motivar acciones que conducen a recompensas, la dopamina debe liberarse durante las experiencias gratificantes. De hecho, la mayoría de las neuronas DA están fuertemente activadas por recompensas primarias inesperadas, como los alimentos y el agua, que a menudo producen "explosiones" de actividad fásicas (Schultz, 1998) (excitaciones fásicas incluyendo múltiples picos (Grace y Bunney, 1983)). Sin embargo, los estudios pioneros de Wolfram Schultz mostraron que estas respuestas de las neuronas DA no son provocadas por el consumo de recompensa. per se. En cambio, se asemejan a un 'error de predicción de recompensa', informando la diferencia entre la recompensa que se recibe y la recompensa que se predijo que ocurrirá (Schultz et al., 1997) (Figura 1A). Por lo tanto, si una recompensa es más grande de lo previsto, las neuronas DA están fuertemente excitadas (error de predicción positiva, Figura 1E, rojo); Si una recompensa es más pequeña de lo que se predice o no se produce en el momento designado, las neuronas DA se inhiben fásicamente (error de predicción negativo, Figura 1E, azul); y si una recompensa se indica de antemano para que su tamaño sea totalmente predecible, las neuronas DA tienen poca o ninguna respuesta (error de predicción cero, Figura 1C, negro). El mismo principio se aplica a las respuestas del DA a las señales sensoriales que brindan nueva información sobre futuras recompensas. Las neuronas DA se excitan cuando una señal indica un aumento en el valor de recompensa futura (Figura 1C, rojo), inhibido cuando una señal indica una disminución en el valor de recompensa futura (Figura 1C, azul), y generalmente tienen poca respuesta a las señales que no transmiten información de recompensa nueva (Figura 1E, negro). Estas respuestas de DA se asemejan a un tipo específico de error de predicción de recompensa denominado error de diferencia temporal o "error de TD", que se ha propuesto para actuar como una señal de refuerzo para aprender el valor de las acciones y los estados ambientales (Houk et al., 1995; Montague et al., 1996; Schultz et al., 1997). Los modelos computacionales que usan una señal de refuerzo similar a la TD pueden explicar muchos aspectos del aprendizaje de refuerzo en humanos, animales y las neuronas DA en sí mismas (Sutton y Barto, 1981; Waelti et al., 2001; Montague y Berns, 2002; Dayan y Niv, 2008).

Figura 1 y XNUMX 

Codificación de la dopamina de los errores de predicción de la recompensa y la preferencia por la información predictiva

Una impresionante variedad de experimentos han demostrado que las señales de DA representan predicciones de recompensa de una manera que se asemeja mucho a las preferencias de comportamiento, incluida la preferencia por grandes recompensas sobre las pequeñas (Tobler et al., 2005) recompensas probables sobre las improbables (Fiorillo et al., 2003; Satoh et al., 2003; Morris y otros, 2004) y recompensas inmediatas sobre los retrasados ​​(Roesch et al., 2007; Fiorillo et al., 2008; Kobayashi y Schultz, 2008). Incluso hay evidencia de que las neuronas DA en humanos codifican el valor de recompensa del dinero (Zaghloul et al., 2009). Además, las señales de DA emergen durante el aprendizaje con un curso de tiempo similar a las medidas de comportamiento de la predicción de recompensa (Hollerman y Schultz, 1998; Satoh et al., 2003; Takikawa y otros, 2004; Day et al., 2007) y se correlacionan con medidas subjetivas de preferencia de recompensa (Morris y otros, 2006). Estos hallazgos han establecido a las neuronas DA como uno de los ejemplos mejor comprendidos y más replicados de codificación de recompensa en el cerebro. Como resultado, estudios recientes han sometido a las neuronas DA a un escrutinio intenso para descubrir cómo generan predicciones de recompensa y cómo actúan sus señales en las estructuras posteriores para controlar el comportamiento.

Dopamina en recompensa: avances recientes

Señales de recompensa de la neurona dopamina

Los avances recientes en la comprensión de las señales de recompensa de DA provienen de considerar tres preguntas amplias: ¿Cómo aprenden las neuronas de DA las predicciones de recompensa? ¿Qué tan exactas son sus predicciones? ¿Y qué es lo que tratan como gratificante?

¿Cómo aprenden las neuronas DA las predicciones de recompensa? Las teorías clásicas sugieren que las predicciones de recompensa se aprenden a través de un proceso de refuerzo gradual que requiere pares repetidos de estímulo-recompensa (Rescorla y Wagner, 1972; Montague et al., 1996). Cada vez que el estímulo A va seguido de una recompensa inesperada, el valor estimado de A aumenta. Sin embargo, datos recientes muestran que las neuronas DA van más allá del simple aprendizaje de estímulo-recompensa y hacen predicciones basadas en creencias sofisticadas sobre la estructura del mundo. Las neuronas DA pueden predecir las recompensas correctamente incluso en entornos no convencionales donde las recompensas combinadas con un estímulo causan una disminuir en el valor de ese estímulo (Satoh et al., 2003; Nakahara et al., 2004; Bromberg-Martin y otros, 2010c) o provocar un cambio en el valor de un estímulo completamente diferente (Bromberg-Martin et al., 2010b). Las neuronas DA también pueden adaptar sus señales de recompensa en función de estadísticas de orden superior de la distribución de recompensa, como la escala de las señales de error de predicción en función de su varianza esperada (Tobler et al., 2005) y "recuperando espontáneamente" sus respuestas a señales de recompensa extinguidas (Pan et al., 2008). Todos estos fenómenos forman un paralelo notable a los efectos similares observados en la adaptación sensorial y motora (Braun et al., 2010; Fairhall et al., 2001; Shadmehr et al., 2010), sugiriendo que pueden reflejar un mecanismo neuronal general para el aprendizaje predictivo.

¿Qué tan exactas son las predicciones de recompensa de DA? Estudios recientes han demostrado que las neuronas DA ajustan fielmente sus señales de recompensa para tener en cuenta tres fuentes de incertidumbre de predicción. En primer lugar, los seres humanos y los animales sufren de un ruido de sincronización interno que les impide hacer predicciones confiables sobre los intervalos de tiempo de recompensa de señal larga (Gallistel y Gibbon, 2000). Por lo tanto, si los retrasos de la recompensa de la señal son cortos (1 – 2 segundos) las predicciones de tiempo son precisas y la entrega de la recompensa desencadena poca respuesta de DA, pero para demoras más largas de la señal de recompensa las predicciones de tiempo se vuelven menos confiables y las recompensas evocan ráfagas claras de DA (Kobayashi y Schultz, 2008; Fiorillo et al., 2008). Segundo, muchas señales en la vida cotidiana son imprecisas, especificando una amplia distribución de los tiempos de entrega de recompensas. Las neuronas DA vuelven a reflejar esta forma de incertidumbre en el tiempo: se inhiben progresivamente durante los retrasos de recompensa variable, como si la señalización de errores de predicción de recompensa cada vez más negativa en cada momento en que la recompensa no aparezca (Fiorillo et al., 2008; Bromberg-Martin y otros, 2010a; Nomoto et al., 2010). Finalmente, muchas señales son perceptualmente complejas y requieren una inspección detallada para llegar a una conclusión firme sobre su valor de recompensa. En tales situaciones, las señales de recompensa de DA se producen en latencias largas y de manera gradual, pareciendo reflejar el flujo gradual de información perceptiva a medida que se decodifica el valor del estímulo (Nomoto et al., 2010).

¿Qué eventos tratan las neuronas DA como gratificantes? Las teorías convencionales del aprendizaje de recompensa sugieren que las neuronas DA asignan valor en función de la cantidad esperada de la recompensa primaria futura (Montague et al., 1996). Sin embargo, incluso cuando la tasa de recompensa primaria se mantiene constante, los humanos y los animales a menudo expresan una preferencia adicional por la previsibilidad: entornos de búsqueda en los que el tamaño, la probabilidad y el tiempo de cada recompensa se pueden conocer de antemano (Daly, xnumx; Masticar y Ho, 1994; Ahlbrecht y Weber, 1996). Un estudio reciente en monos encontró que las neuronas DA señalan esta preferencia (Bromberg-Martin y Hikosaka, 2009). Los monos expresaron una fuerte preferencia por ver señales visuales informativas que les permitirían predecir el tamaño de una recompensa futura, en lugar de señales no informativas que no proporcionaron información nueva. En paralelo, las neuronas DA se entusiasmaron con la oportunidad de ver las señales informativas de una manera que estaba correlacionada con la preferencia de comportamiento del animal (Figura 1B, D). Esto sugiere que las neuronas DA no solo motivan acciones para obtener recompensas, sino que también motivan acciones para hacer predicciones precisas acerca de esas recompensas, a fin de garantizar que las recompensas puedan anticiparse y prepararse adecuadamente de antemano.

En conjunto, estos hallazgos muestran que las señales de error de la predicción de la recompensa de DA son sensibles a factores sofisticados que informan las predicciones de recompensa humana y animal, incluida la adaptación a las estadísticas de recompensa de alto orden, la incertidumbre de la recompensa y las preferencias de información predictiva.

Efectos de las señales de recompensa de dopamina fásica en estructuras aguas abajo

Las respuestas de recompensa DA ocurren en ráfagas fásicas síncronas (Joshua et al., 2009b), un patrón de respuesta que da forma a la liberación de DA en las estructuras de destino (Gonon, 1988; Zhang et al., 2009; Tsai et al., 2009). Durante mucho tiempo se ha teorizado que estos estallidos fásicos influyen en el aprendizaje y la motivación de una manera distinta a la actividad tónica de DA (Grace, 1991; Grace et al., 2007; Schultz, 2007; Lapish et al., 2007). La tecnología desarrollada recientemente ha hecho posible confirmar esta hipótesis mediante el control de la actividad de las neuronas DA con una precisión espacial y temporal fina. La estimulación optogenética de las neuronas VTA DA induce una fuerte preferencia de lugar condicionada que solo se produce cuando la estimulación se aplica en un patrón de explosión (Tsai et al., 2009). A la inversa, el knockout genético de los receptores NMDA de las neuronas DA, que afecta la explosión y deja intacta la actividad tónica, causa un deterioro selectivo en formas específicas de aprendizaje por recompensa (Zweifel et al., 2009; Parker et al., 2010) (aunque tenga en cuenta que este nocaut también perjudica la plasticidad sináptica de las neuronas DA (Zweifel et al., 2008)). Las ráfagas de DA pueden mejorar el aprendizaje de recompensa al reconfigurar los circuitos neuronales locales. En particular, las ráfagas de DA predictivas de recompensa se envían a regiones específicas del núcleo accumbens, y estas regiones tienen niveles especialmente altos de actividad neuronal predictiva de recompensa (Cheer et al., 2007; Owesson-White y otros, 2009).

En comparación con las explosiones fásicas, se sabe menos acerca de la importancia de las pausas fásicas en la actividad de los picos para los errores de predicción de recompensa negativa. Estas pausas causan cambios más pequeños en la tasa de picos, están menos moduladas por la expectativa de recompensa (Bayer y Glimcher, 2005; Joshua et al., 2009a; Nomoto et al., 2010), y puede tener efectos menores en el aprendizaje (Rutledge et al., 2009). Sin embargo, ciertos tipos de aprendizaje de error de predicción negativa requieren el VTA (Takahashi et al., 2009), lo que sugiere que las pausas fásicas aún pueden ser decodificadas por estructuras posteriores.

Dado que las ráfagas y las pausas causan patrones muy diferentes de liberación de DA, es probable que influyan en las estructuras posteriores mediante mecanismos distintos. Hay evidencia reciente de esta hipótesis en un objetivo principal de las neuronas DA, el estriado dorsal. Las neuronas de proyección del cuerpo estriado dorsal vienen en dos tipos que expresan diferentes receptores DA. Un tipo expresa los receptores D1 y los proyecta a la "vía directa" de los ganglios basales para facilitar los movimientos del cuerpo; el segundo tipo expresa receptores D2 y se proyecta a la 'vía indirecta' para suprimir los movimientos corporales (Figura 2 y XNUMX) (Albin et al., 1989; Gerfen et al., 1990; Kravitz et al., 2010; Hikida et al., 2010). Sobre la base de las propiedades de estas vías y receptores, se ha teorizado que las ráfagas DA producen condiciones de alta DA, activan los receptores D1 y hacen que la vía directa seleccione movimientos de alto valor (Figura 2A), mientras que las pausas DA producen condiciones de baja DA, inhiben los receptores D2 y hacen que la ruta indirecta suprima los movimientos de bajo valor (Figura 2B) (Frank, 2005; Hikosaka, 2007). De acuerdo con esta hipótesis, la alta activación del receptor de DA promueve la potenciación de las sinapsis corticoestiatales en la vía directa (Shen et al., 2008) y aprendiendo de resultados positivos (Frank et al., 2004; Voon et al., 2010), mientras que el bloqueo del receptor D1 estriatal altera selectivamente los movimientos hacia objetivos recompensados ​​(Nakamura y Hikosaka, 2006). De manera análoga, la baja activación del receptor de DA promueve la potenciación de las sinapsis cortico-estriatales en la vía indirecta (Shen et al., 2008) y aprendiendo de resultados negativos (Frank et al., 2004; Voon et al., 2010), mientras que el bloqueo del receptor D2 estriado suprime de forma selectiva los movimientos hacia objetivos no recompensados ​​(Nakamura y Hikosaka, 2006). Esta división de las funciones de los receptores D1 y D2 en el control motivacional explica muchos de los efectos de los genes relacionados con DA en el comportamiento humano (Ullsperger, 2010; Frank y Fossella, 2010) y puede extenderse más allá del cuerpo estriado dorsal, ya que hay evidencia de una división del trabajo similar en el cuerpo estriado ventral (Grace et al., 2007; Lobo et al., 2010).

Figura 2 y XNUMX 

Control de la dopamina de la motivación positiva y negativa en el cuerpo estriado dorsal.

Mientras que el esquema anterior pinta una imagen simple del control de comportamiento fásico de DA a través de sus efectos en el cuerpo estriado, el cuadro completo es mucho más complejo. DA influye en el comportamiento relacionado con la recompensa al actuar en muchas regiones del cerebro, incluida la corteza prefrontal (Hitchcott y otros, 2007), corteza rinal (Liu et al., 2004), hipocampoPackard y Blanco, 1991; Grecksch y Matties, 1981) y la amígdalaPhillips et al., 2010). Es probable que los efectos de la DA difieran ampliamente entre estas regiones debido a las variaciones en la densidad de la inervación de la DA, los transportadores de la DA, las enzimas metabólicas, los autorreceptores, los receptores y el acoplamiento del receptor a las vías de señalización intracelular (Neve et al., 2004; Bentivoglio y Morelli, 2005; Frank y Fossella, 2010). Además, al menos en el VTA, las neuronas DA pueden tener diferentes propiedades celulares dependiendo de sus objetivos de proyección (Lammel et al., 2008; Margolis et al., 2008), y algunos tienen la notable capacidad de transmitir glutamato y dopamina (Descarries et al., 2008; Chuhma et al., 2009; Hnasko et al., 2010; Tecuapetla et al., 2010; Stuber et al., 2010; Birgner et al., 2010). Por lo tanto, el alcance total del control de las neuronas DA sobre el procesamiento neural apenas comienza a revelarse.

Dopamina: más allá de la recompensa

Hasta ahora hemos discutido el papel de las neuronas DA en el comportamiento relacionado con la recompensa, basado en respuestas de dopamina que se asemejan a errores de predicción de recompensa. Sin embargo, se ha vuelto cada vez más claro que las neuronas DA responden fásicamente a varios tipos de eventos que no son intrínsecamente gratificantes y no son indicios de recompensas futuras, y que estas señales de no recompensa tienen un papel importante en el procesamiento motivacional. Estos eventos sin recompensa se pueden agrupar en dos categorías amplias, aversivo y alertando, que discutiremos en detalle a continuación. Los eventos aversivos incluyen estímulos intrínsecamente indeseables (como bocanadas de aire, sabores amargos, descargas eléctricas y otras sensaciones desagradables) y señales sensoriales que han adquirido propiedades aversivas mediante la asociación con estos eventos. Los eventos de alerta son señales sensoriales inesperadas de gran importancia potencial, que generalmente provocan reacciones inmediatas para determinar su significado.

Diversas respuestas de dopamina a eventos aversivos.

La respuesta de una neurona a los eventos aversivos proporciona una prueba crucial de sus funciones en el control motivacional (Schultz, 1998; Berridge y Robinson, 1998; Redgrave et al., 1999; Horvitz, 2000; Joseph et al., 2003). En muchos aspectos, tratamos los eventos gratificantes y aversivos de maneras opuestas, reflejando su opuesto. valor motivacional. Buscamos recompensas y les asignamos un valor positivo, mientras que evitamos los eventos aversivos y les asignamos un valor negativo. En otros aspectos, tratamos los eventos gratificantes y aversivos de maneras similares, reflejando sus aspectos similares. saliencia motivacional [FOOTNOTE1]. Tanto los eventos gratificantes como los aversivos activan la orientación de la atención, el procesamiento cognitivo y el aumento de la motivación general.

¿Cuál de estas funciones soportan las neuronas DA? Desde hace tiempo se sabe que las experiencias estresantes y aversivas causan grandes cambios en las concentraciones de DA en las estructuras cerebrales posteriores, y que las reacciones de comportamiento a estas experiencias se ven alteradas drásticamente por los agonistas, antagonistas y lesiones de DA (Salamone, 1994; Di Chiara, 2002; Pezze y Feldon, 2004; Young et al., 2005). Sin embargo, estos estudios han producido una sorprendente diversidad de resultados (Levita et al., 2002; Di Chiara, 2002; Young et al., 2005). Muchos estudios son consistentes con las neuronas DA que codifican la prominencia motivacional. Informan que los eventos aversivos aumentan los niveles de DA y que la aversión del comportamiento es compatible con altos niveles de transmisión de DA (Salamone, 1994; Joseph et al., 2003; Ventura et al., 2007; Barr et al., 2009; Fadok et al., 2009) incluidas las ráfagas fásicas de DA (Zweifel et al., 2009). Pero otros estudios son más consistentes con las neuronas DA que codifican el valor motivacional. Informan que los eventos aversivos reducen los niveles de DA y que la aversión del comportamiento es compatible con niveles bajos de transmisión de DA (Mark et al., 1991; Shippenberg et al., 1991; Liu et al., 2008; Roitman et al., 2008). En muchos casos, estos resultados mixtos se han encontrado en estudios únicos, lo que indica que las experiencias aversivas causan diferentes patrones de liberación de DA en diferentes estructuras cerebrales (Thierry et al., 1976; Besson y Louilot, 1995; Ventura et al., 2001; Jeanblanc et al., 2002; Bassareo et al., 2002; Pascucci et al., 2007), y que los medicamentos relacionados con la DA pueden producir una mezcla de efectos neuronales y de comportamiento similares a los causados ​​por experiencias tanto gratificantes como aversivas (Ettenberg, 2004; Wheeler et al., 2008).

Esta diversidad de patrones y funciones de liberación de DA es difícil de reconciliar con la idea de que las neuronas DA transmiten una señal de motivación uniforme a todas las estructuras cerebrales. Sin embargo, estas diversas respuestas podrían explicarse si las neuronas DA son diversas, compuestas por múltiples poblaciones neuronales que admiten diferentes aspectos del procesamiento aversivo. Esta visión está respaldada por estudios de registro neuronal en animales anestesiados. Estos estudios han demostrado que los estímulos nocivos provocan excitación en algunas neuronas DA, pero inhibición en otras neuronas DA (Chiodo et al., 1980; Maeda y Mogenson, 1982; Schultz y Romo, 1987; Mantz et al., 1989; Gao et al., 1990; Coizet et al., 2006). Es importante destacar que tanto las respuestas excitadoras como las inhibitorias ocurren en las neuronas que se confirma que son dopaminérgicas mediante el etiquetado yuxtacelular (Brischoux et al., 2009) (Figura 3 y XNUMX). Una diversidad similar de respuestas aversivas ocurre durante el comportamiento activo. Diferentes grupos de neuronas DA son excitados o inhibidos de forma fásica por eventos aversivos que incluyen estimulación nociva de la piel (Kiyatkin, 1988a; Kiyatkin, 1988b), señales sensoriales que predicen choques aversivos (Guarraci y Kapp, 1999), airpuffs aversivos (Matsumoto y Hikosaka, 2009b), y las señales sensoriales predicen aversiones aéreas aversivas (Matsumoto y Hikosaka, 2009b; Joshua et al., 2009a). Además, cuando dos neuronas DA se registran simultáneamente, sus respuestas aversivas generalmente tienen poca correlación de prueba a prueba entre sí (Joshua et al., 2009b), sugiriendo que las respuestas aversivas no están coordinadas en toda la población de DA como un todo.

Figura 3 y XNUMX 

Diversas respuestas de neuronas dopaminérgicas a eventos aversivos.

Para comprender las funciones de estas diversas respuestas aversivas, necesitamos saber cómo se combinan con las respuestas de recompensa para generar una señal motivacional significativa. Un estudio reciente investigó este tema y reveló que las neuronas DA se dividen en múltiples poblaciones con distintas señales motivacionales (Matsumoto y Hikosaka, 2009b). Una población está emocionada por los eventos de recompensa e inhibida por los eventos aversivos, como si la codificación valor motivacional (Figura 4A). Una segunda población está emocionada por los eventos gratificantes y aversivos de maneras similares, como si la codificación saliencia motivacional (Figura 4B). En ambas de estas poblaciones, muchas neuronas son sensibles a las predicciones de recompensa y aversión: responden cuando los eventos de recompensa son más gratificantes de lo previsto y cuando los eventos de aversión son más adversos que lo predicho (Matsumoto y Hikosaka, 2009b). Esto muestra que sus respuestas aversivas son realmente causadas por predicciones sobre eventos aversivos, descartando la posibilidad de que puedan ser causadas por factores inespecíficos como la información sensorial en bruto o las asociaciones generalizadas con recompensas (Schultz, 2010). Estas dos poblaciones difieren, sin embargo, en la naturaleza detallada de su código predictivo. Las neuronas DA de codificación de valores motivacionales codifican una señal de error de predicción precisa, que incluye una fuerte inhibición por omisión de recompensas y una leve excitación por omisión de eventos aversivos (Figura 4A, derecho). En contraste, la prominencia motivacional que codifica las neuronas DA responde cuando están presentes eventos sobresalientes pero no cuando están ausentes (Figura 4B, derecha), consistente con las nociones teóricas de excitación (Lang y Davis, 2006) [FOOTNOTE2]. Se ha observado evidencia de estas dos poblaciones de neuronas DA incluso cuando la actividad neuronal se ha examinado de manera promediada. Por lo tanto, los estudios dirigidos a diferentes partes del sistema DA encontraron señales DA fásicas que codifican eventos aversivos con inhibición (Roitman et al., 2008), similar a la codificación del valor motivacional, o con excitación (Joshua et al., 2008; Anstrom et al., 2009), similar a la codificación de la prominencia motivacional.

Figura 4 y XNUMX 

Distintas poblaciones de neuronas dopaminérgicas que codifican valor motivacional y prominencia

Estos hallazgos recientes pueden parecer contradecir un informe inicial de que las neuronas DA responden de manera preferencial para recompensar las señales en lugar de las señales aversivas (Mirenowicz y Schultz, 1996). Sin embargo, cuando se examina de cerca, incluso ese estudio es totalmente consistente con el valor de DA y la codificación de prominencia. En ese estudio, las señales de recompensa condujeron a resultados de recompensa con alta probabilidad (> 90%), mientras que las señales aversivas llevaron a resultados aversivos con baja probabilidad (<10%). Por lo tanto, las neuronas DA codificadoras de valor y prominencia tendrían poca respuesta a las señales aversivas, codificando con precisión su bajo nivel de aversión.

Rol funcional del valor motivacional y señales de prominencia.

En conjunto, los hallazgos anteriores indican que las neuronas DA se dividen en múltiples poblaciones adecuadas para distintos roles en el control motivacional. El valor motivacional que codifica las neuronas DA encaja bien con las teorías actuales de las neuronas de dopamina y el procesamiento de recompensas (Schultz et al., 1997; Berridge y Robinson, 1998; Sabio, 2004). Estas neuronas codifican una señal de error de predicción completa y codifican eventos de recompensa y aversión en direcciones opuestas. Por lo tanto, estas neuronas proporcionan una señal instructiva apropiada para la búsqueda, evaluación y aprendizaje valioso (Figura 5 y XNUMX). Si un estímulo provoca la excitación de las neuronas DA que codifican el valor, deberíamos acercarnos a él, asignarle un valor alto y aprender acciones para buscarlo de nuevo en el futuro. Si un estímulo provoca la inhibición de la codificación de las neuronas DA, deberíamos evitarlo, asignarle un valor bajo y aprender acciones para evitarlo de nuevo en el futuro.

Figura 5 y XNUMX 

Funciones hipotéticas de valor motivacional, prominencia y señales de alerta.

En contraste, la prominencia motivacional que codifica las neuronas DA encaja bien con las teorías de las neuronas de dopamina y el procesamiento de eventos salientes (Redgrave et al., 1999; Horvitz, 2000; Joseph et al., 2003; Kapur, 2003). Estas neuronas se excitan con los eventos de recompensa y aversión y tienen respuestas más débiles a los eventos neutrales, proporcionando una señal instructiva adecuada para que los circuitos neuronales aprendan a detectar, predecir y responder a situaciones de gran importancia. Aquí consideraremos tres sistemas cerebrales de este tipo (Figura 5 y XNUMX). Primero, los circuitos neuronales para la orientación visual y atencional se calibran para descubrir información sobre todo tipo de eventos, tanto gratificantes como aversivos. Por ejemplo, tanto las señales de recompensa como las señales aversivas atraen las reacciones de orientación más eficazmente que las señales neutrales (Lang y Davis, 2006; Matsumoto y Hikosaka, 2009b; Austin y Duka, 2010). En segundo lugar, tanto las situaciones gratificantes como las aversivas involucran los sistemas neuronales para el control cognitivo y la selección de acciones: necesitamos involucrar la memoria de trabajo para mantener la información en mente, la resolución de conflictos para decidir un curso de acción y la memoria a largo plazo para recordar el resultado resultanteBradley et al., 1992; Botvinick y otros, 2001; Savine et al., 2010). Tercero, tanto las situaciones gratificantes como las aversivas requieren un aumento en la motivación general para energizar las acciones y garantizar que se ejecuten correctamente. De hecho, las neuronas DA son críticas para motivar el esfuerzo para alcanzar objetivos de alto valor y para traducir el conocimiento de las demandas de las tareas en un rendimiento motor confiable (Berridge y Robinson, 1998; Mazzoni et al., 2007; Niv et al., 2007; Salamone et al., 2007).

Excitación de la dopamina alertando señales sensoriales.

Además de sus señales que codifican valor de motivación y prominencia, la mayoría de las neuronas DA también tienen respuestas de estallido a varios tipos de eventos sensoriales que no están directamente asociados con experiencias gratificantes o aversivas. Estas respuestas se han teorizado para depender de una serie de factores neuronales y psicológicos, entre los que se incluyen la información sensorial directa, la sorpresa, la novedad, la excitación, la atención, la prominencia, la generalización y el seudo condicionamiento (Schultz, 1998; Redgrave et al., 1999; Horvitz, 2000; Lisman y Grace, 2005; Redgrave y Gurney, 2006; Joshua et al., 2009a; Schultz, 2010).

Aquí intentaremos sintetizar estas ideas y explicar estas respuestas de DA en términos de una única señal subyacente, una señal de alerta (Figura 5 y XNUMX). El término 'alerta' fue utilizado por Schultz (Schultz, 1998) como término general para eventos que llaman la atención. Aquí lo usaremos en un sentido más específico. Por evento de alerta, nos referimos a una señal sensorial inesperada que capta la atención basada en una evaluación rápida de su importancia potencial, utilizando características simples como su ubicación, tamaño y modalidad sensorial. Tales eventos de alerta a menudo provocan reacciones de comportamiento inmediatas para investigarlos y determinar su significado preciso. Por lo tanto, las señales de alerta de DA normalmente ocurren en latencias cortas, se basan en las características aproximadas de un estímulo y se correlacionan mejor con reacciones inmediatas como las reacciones de orientación (Schultz y Romo, 1990; Joshua et al., 2009a; Schultz, 2010). Esto contrasta con otras señales de motivación en las neuronas DA que suelen ocurrir en latencias más largas, tienen en cuenta la identidad precisa del estímulo y se correlacionan mejor con acciones de comportamiento consideradas, como las decisiones de acercarse o evitar (Schultz y Romo, 1990; Joshua et al., 2009a; Schultz, 2010).

Las respuestas de alerta de DA pueden ser activadas por eventos sensoriales sorprendentes, tales como destellos de luz inesperados y clics auditivos, que evocan excitaciones de ráfagas prominentes en 60 – 90% de neuronas DA en todo el SNc y VTA (Strecker y Jacobs, 1985; Horvitz et al., 1997; Horvitz, 2000) (Figura 6A). Estas respuestas de alerta parecen reflejar el grado en que el estímulo es sorprendente y capta la atención; se reducen si se produce un estímulo en momentos predecibles, si se presta atención en otro lugar o durante el sueño (Schultz, 1998; Takikawa y otros, 2004; Strecker y Jacobs, 1985; Steinfels et al., 1983). Por ejemplo, un chasquido inesperado evoca un estallido de DA prominente cuando un gato está en un estado pasivo de vigilia tranquila, pero no tiene ningún efecto cuando el gato se dedica a actividades que requieren atención, como cazar una rata, alimentar, acicalar, acariciarse. por el experimentador, y así sucesivamente (Strecker y Jacobs, 1985) (Figura 6A). De manera similar, las respuestas de la ráfaga de DA son provocadas por eventos sensoriales que son físicamente débiles pero que son alertas debido a su novedad (Ljungberg et al., 1992; Schultz, 1998). Estas respuestas se habitúan a medida que el nuevo estímulo se vuelve familiar, en paralelo con la costumbre de las reacciones orientadoras (Figura 6B). De acuerdo con estos hallazgos, los eventos sorprendentes y novedosos evocan la liberación de DA en estructuras posteriores (Lisman y Grace, 2005) y activa los circuitos cerebrales relacionados con DA de una manera que moldea el procesamiento de recompensa (Zink et al., 2003; Davidson et al., 2004; Duzel et al., 2010).

Figura 6 y XNUMX 

Las neuronas de la dopamina responden a eventos de alerta.

Las respuestas de alerta de DA también son activadas por señales sensoriales inesperadas que tienen el potencial de proporcionar nueva información sobre eventos sobresalientes motivacionales. Como se esperaba para una señal de alerta de latencia corta, estas respuestas son más bien no selectivas: son provocadas por cualquier estímulo que simplemente se asemeja una señal de motivación sobresaliente, incluso si la semejanza es muy leve (un fenómeno llamado generalización) (Schultz, 1998). Como resultado, las neuronas DA a menudo responden a un estímulo con una mezcla de dos señales: una señal de alerta rápida que codifica el hecho de que el estímulo es la posibilidad importante, y una segunda señal que codifica su real significado gratificante o aversivo (Schultz y Romo, 1990; Waelti et al., 2001; Tobler et al., 2003; Day et al., 2007; Kobayashi y Schultz, 2008; Fiorillo et al., 2008; Nomoto et al., 2010) (ver (Kakade y Dayan, 2002; Joshua et al., 2009a; Schultz, 2010) para la revisión). Se puede ver un ejemplo en un conjunto de sobresaliente motivacional que codifica las neuronas DA que se muestra en Figura 6C (Bromberg-Martin y otros, 2010a). Estas neuronas estaban excitadas por la recompensa y las señales aversivas, pero también estaban excitadas por una señal neutral. La señal neutral nunca había sido emparejada con resultados motivacionales, pero tenía un parecido físico (muy leve) con la recompensa y señales aversivas.

Estas respuestas de alerta parecen estar estrechamente ligadas a la capacidad de una señal sensorial para desencadenar reacciones de orientación para examinarlo más a fondo y descubrir su significado. Esto se puede ver en tres propiedades notables. Primero, las respuestas de alerta solo se producen para las señales sensoriales que tienen que ser examinadas para determinar su significado, no para eventos intrínsecamente gratificantes o aversivos, como la entrega de jugo o bombas de aire (Schultz, 2010). En segundo lugar, las respuestas de alerta solo se producen cuando una señal es potencialmente importante y tiene la capacidad de desencadenar reacciones de orientación, no cuando la señal es irrelevante para la tarea en cuestión y no puede desencadenar reacciones de orientación (Schultz y Romo, 1990). En tercer lugar, las respuestas de alerta se mejoran en situaciones en las que las señales desencadenan un cambio brusco de atención, cuando aparecen en un momento inesperado o lejos del centro de la mirada (Bromberg-Martin y otros, 2010a). Así, cuando las señales motivacionales se presentan con un tiempo impredecible, desencadenan reacciones de orientación inmediata y una respuesta de alerta DA generalizada: la excitación de todas las señales, incluidas las señales neutrales (Figura 6C, negro). Pero si su tiempo es predecible, por ejemplo, avisando a los sujetos con una "señal de inicio de prueba" presentada un segundo antes de que aparezcan las señales, las señales ya no evocan una respuesta de alerta (Figura 6D, gris). En cambio, la respuesta de alerta se desplaza a la clave de inicio de la prueba: el primer evento de la prueba que tiene un tiempo impredecible y evoca reacciones de orientación (Figura 6D, negro).

¿Cuál es el mecanismo subyacente que genera señales de alerta de neuronas DA? Una hipótesis es que las respuestas de alerta son simplemente señales de error de predicción de recompensa convencionales que se producen en latencias cortas, que codifican el valor de recompensa esperado de un estímulo antes de que se haya discriminado completamente (Kakade y Dayan, 2002). Sin embargo, pruebas más recientes sugieren que las señales de alerta pueden generarse mediante un mecanismo distinto de las señales de recompensa de DA convencionales (Satoh et al., 2003; Bayer y Glimcher, 2005; Bromberg-Martin y otros, 2010a; Bromberg-Martin y otros, 2010c; Nomoto et al., 2010). Lo más sorprendente es que la respuesta de alerta a la señal de inicio de prueba no se limita a tareas gratificantes; puede tener la misma fuerza durante una tarea aversiva en la que no se entregan recompensas (Figura 6C, D, abajo, "tarea aversiva"). Esto ocurre a pesar de que las señales de recompensa de DA convencionales en las mismas neuronas indican correctamente que la tarea de recompensa tiene un valor esperado mucho más alto que la tarea aversiva (Bromberg-Martin y otros, 2010a). Estas señales de alerta no son puramente una forma de codificación de valor o puramente una forma de codificación de saliencia, porque se producen en la mayoría de las neuronas DA tanto de valor motivacional como de saliencia (Bromberg-Martin y otros, 2010a). Una segunda disociación puede verse en la forma en que las neuronas DA predicen recompensas futuras basadas en la memoria de resultados de recompensas pasadas (Satoh et al., 2003; Bayer y Glimcher, 2005). Mientras que las señales de recompensa DA convencionales están controladas por una traza de memoria a largo plazo optimizada para una predicción de recompensa precisa, las respuestas de alerta a la señal de inicio de prueba están controladas por una traza de memoria separada que se ve en las reacciones de orientación inmediata (Bromberg-Martin y otros, 2010c). Se puede ver una tercera disociación en la forma en que estas señales se distribuyen a través de la población de neuronas DA. Mientras que las señales de recompensa DA convencionales son más fuertes en el SNc ventromedial, las respuestas de alerta a la señal de inicio de prueba (y a otras señales de tiempo inesperado) se transmiten a través de la SNc (Nomoto et al., 2010).

En contraste con estas disociaciones de las señales de recompensa convencionales, las señales de alerta DA se correlacionan con la velocidad de orientación y las respuestas de aproximación al evento de alerta (Satoh et al., 2003; Bromberg-Martin y otros, 2010a; Bromberg-Martin y otros, 2010c). Esto sugiere que las señales de alerta son generadas por un proceso neuronal que motiva reacciones rápidas para investigar eventos potencialmente importantes. En la actualidad, desafortunadamente, se sabe relativamente poco acerca de los eventos que este proceso considera "importantes". Por ejemplo, ¿son las respuestas de alerta igual de sensibles a los eventos gratificantes y aversivos? Se sabe que las respuestas de alerta se producen para estímulos que se asemejan a señales de recompensa o que se asemejan tanto a señales de recompensa como aversivas (por ejemplo, compartiendo la misma modalidad sensorial). Pero aún no se sabe si se producen respuestas de alerta para estímulos que solo se parecen a señales aversivas.

Papel funcional de las señales de alerta de dopamina.

Como hemos visto, es probable que las señales de alerta se generen mediante un mecanismo distinto del valor de motivación y las señales de prominencia. Sin embargo, las señales de alerta se envían tanto a valores motivacionales como a la prominencia que codifican las neuronas DA y, por lo tanto, es probable que regulen el procesamiento cerebral y el comportamiento de manera similar a las señales de valor y prominencia (Figura 5 y XNUMX).

Las señales de alerta enviadas a la prominencia de la motivación que codifican las neuronas DA apoyarían la orientación de la atención al estímulo de alerta, la participación de los recursos cognitivos para descubrir su significado y decidir sobre un plan de acción, y aumentar los niveles de motivación para implementar este plan de manera eficiente (Figura 5 y XNUMX). Estos efectos podrían ocurrir a través de efectos inmediatos en el procesamiento neural o reforzando acciones que condujeron a la detección del evento de alerta. Este rol funcional encaja bien con la correlación entre las respuestas de alerta de DA y las reacciones de comportamiento rápidas al estímulo de alerta, y con las teorías de que las respuestas de las neuronas de DA de corta latencia participan en la orientación de la atención, la excitación, el mejoramiento del procesamiento cognitivo y las reacciones de comportamiento inmediatas (Redgrave et al., 1999; Horvitz, 2000; Joseph et al., 2003; Lisman y Grace, 2005; Redgrave y Gurney, 2006; Joshua et al., 2009a).

La presencia de señales de alerta en el valor motivacional que codifica las neuronas DA es más difícil de explicar. Estas neuronas transmiten señales de valor motivacional que son ideales para buscar, evaluar resultados y valorar el aprendizaje; sin embargo, también pueden entusiasmarse al alertar eventos tales como sonidos de chasquidos inesperados y el inicio de pruebas aversivas. Según nuestra vía hipotética (Figura 5 y XNUMX), esto causaría que los eventos de alerta reciban un valor positivo y sean buscados de una manera similar a las recompensas. Aunque sorprende a primera vista, hay razones para sospechar que los eventos de alerta pueden tratarse como objetivos positivos. Las señales de alerta brindan la primera advertencia de que un evento potencialmente importante está por ocurrir y, por lo tanto, brindan la primera oportunidad de tomar medidas para controlar ese evento. Si hay señales de alerta disponibles, se pueden detectar, predecir y preparar con anticipación eventos sobresalientes motivacionales; Si no hay señales de alerta, los eventos motivadores sobresalientes siempre ocurren como una sorpresa inesperada. De hecho, los seres humanos y los animales a menudo expresan una preferencia por los entornos en los que se pueden observar y predecir con antelación eventos sensoriales gratificantes, aversivos e incluso motivadores neutrales (Badia et al., 1979; Herry et al., 2007; Daly, xnumx; Masticar y Ho, 1994) y muchas neuronas DA señalan la preferencia de comportamiento para ver la información predictiva de recompensa (Bromberg-Martin y Hikosaka, 2009). Las señales de alerta DA pueden respaldar estas preferencias asignando un valor positivo a los entornos donde se pueden anticipar de antemano señales sensoriales potencialmente importantes.

Vías neuronales para el valor motivacional, la prominencia y la alerta.

Hasta ahora hemos dividido las neuronas DA en dos tipos que codifican el valor motivacional y la prominencia motivacional y son adecuados para roles distintos en el control motivacional (Figura 5 y XNUMX). ¿Cómo se relaciona este esquema conceptual con las vías neuronales en el cerebro? Aquí proponemos una hipótesis sobre las ubicaciones anatómicas de estas neuronas, sus proyecciones a las estructuras posteriores y las fuentes de sus señales motivacionales (Figuras 6,, 77).

Figura 7 y XNUMX 

Hipótesis de ubicación anatómica y proyecciones del valor motivacional de la dopamina y la prominencia de las neuronas codificadoras.

Ubicaciones anatómicas de valor y prominencia de las neuronas codificantes.

Un estudio reciente trazó un mapa de las ubicaciones de las señales de recompensa y aversión de DA en el cerebro medio lateral, incluida la SNc y la parte más lateral del VTA (Matsumoto y Hikosaka, 2009b). El valor motivacional y las señales de prominencia de la motivación se distribuyeron en esta región en un gradiente anatómico. Las señales de valor motivacional se encontraron más comúnmente en las neuronas en el SNc ventromedial y la VTA lateral, mientras que las señales de prominencia motivacional se encontraron más comúnmente en las neuronas en el SNc dorsolateral (Figura 7B). Esto es consistente con los informes de que la codificación del valor de recompensa de DA es más fuerte en el SNc ventromedial (Nomoto et al., 2010) mientras que las excitaciones aversivas tienden a ser más fuertes lateralmente (Mirenowicz y Schultz, 1996). Otros estudios han explorado el mesencéfalo más medial. Estos estudios encontraron una mezcla de respuestas aversivas excitatorias e inhibitorias sin diferencias significativas en sus ubicaciones, aunque con una tendencia a que las excitaciones aversivas se ubicaran de manera más ventral (Guarraci y Kapp, 1999; Brischoux et al., 2009) (Figura 7C).

Destinos de señales de valor motivacional.

De acuerdo con nuestra hipótesis, el valor motivacional que codifica las neuronas DA debe proyectarse a regiones cerebrales involucradas en acciones de aproximación y evitación, evaluación de resultados y aprendizaje valioso (Figura 5 y XNUMX). De hecho, el SNc y VTA ventromedial se proyectan a la corteza prefrontal ventromedial (Williams y Goldman-Rakic, 1998) incluyendo la corteza orbitofrontal (OFC) (Porrino y Goldman-Rakic, 1982) (Figura 7A). La OFC se ha implicado sistemáticamente en la codificación de valores en estudios de imágenes funcionales (Anderson et al., 2003; Small et al., 2003; Jensen et al., 2007; Litt et al., 2010) y grabaciones de una sola neurona (Morrison y Salzman, 2009; Roesch y Olson, 2004). Se piensa que la OFC evalúa las opciones de elección (Padoa-Schioppa, 2007; Kable y Glimcher, 2009), codificar las expectativas de resultados (Schoenbaum et al., 2009), y actualizar estas expectativas durante el aprendizaje (Walton y otros, 2010). Además, la OFC participa en el aprendizaje de errores de predicción de recompensa negativa (Takahashi et al., 2009) que son más fuertes en neuronas DA de codificación de valor (Figura 4 y XNUMX).

Además, las porciones mediales del cerebro medio dopaminérgico se proyectan al estriado ventral, incluida la cáscara del núcleo accumbens (cáscara NAc) (Haber et al., 2000) (Figura 7A). Un estudio reciente demostró que el shell NAc recibe señales DA fásicas que codifican el valor motivacional de los resultados del gusto (Roitman et al., 2008). Es probable que estas señales causen un aprendizaje valioso porque la infusión directa de medicamentos DA en la cubierta de NAc está reforzando fuertemente (Ikemoto, 2010) mientras que los tratamientos que reducen la entrada de DA al shell pueden inducir aversiones (Liu et al., 2008). Una advertencia es que los estudios de la liberación de DAc shell en NAc en escalas de tiempo largas (minutos) han producido resultados mixtos, algunos consistentes con la codificación de valores y otros con la codificación de saliencia (por ejemplo,Bassareo et al., 2002; Ventura et al., 2007)). Esto sugiere que las señales de valor pueden estar restringidas a ubicaciones específicas dentro del shell NAc. En particular, las diferentes regiones de la concha NAc están especializadas para controlar el comportamiento apetitivo y aversivo (Reynolds y Berridge, 2002), que ambos requieren la entrada de las neuronas DA (Faure et al., 2008).

Finalmente, las neuronas DA en toda la extensión de la SNc envían grandes proyecciones al estriado dorsal (Haber et al., 2000), sugiriendo que el cuerpo estriado dorsal puede recibir tanto valor motivacional como señales de DA de codificación de prominencia (Figura 7A). La codificación de valores motivacionales de las neuronas DA proporcionaría una señal instructiva ideal para los circuitos estriatales involucrados en el aprendizaje de valores, como el aprendizaje de hábitos de estímulo-respuesta (Faure et al., 2005; Yin y Knowlton, 2006; Balleine y O'Doherty, 2010). Cuando estas neuronas DA explotan, se involucran en el camino directo para aprender a obtener resultados de recompensa; cuando se detienen, se involucran en el camino indirecto para aprender a evitar resultados aversivos (Figura 2 y XNUMX). De hecho, hay evidencia reciente de que las vías del estriado siguen exactamente esta división del trabajo para recompensa y procesamiento aversivo (Hikida et al., 2010). Todavía se desconoce, sin embargo, cómo las neuronas en estas vías responden a eventos gratificantes y aversivos durante el comportamiento. Al menos en el cuerpo estriado dorsal en su conjunto, un subconjunto de neuronas responde a ciertos eventos gratificantes y aversivos de maneras distintas (Ravel et al., 2003; Yamada et al., 2004, 2007; Joshua et al., 2008).

Destinos de señales de atención motivacional.

De acuerdo con nuestra hipótesis, la prominencia motivacional que codifica las neuronas DA debería proyectar a las regiones del cerebro involucradas en la orientación, el procesamiento cognitivo y la motivación general (Figura 5 y XNUMX). De hecho, las neuronas DA en el cerebro medio dorsolateral envían proyecciones a la corteza frontal dorsal y lateral (Williams y Goldman-Rakic, 1998) (Figura 7A), una región que ha sido implicada en funciones cognitivas tales como búsqueda atencional, memoria de trabajo, control cognitivo y toma de decisiones entre resultados motivacionales (Williams y Castner, 2006; Lee y Seo, 2007; Sabio, 2008; Kable y Glimcher, 2009; Wallis y Kennerley, 2010). Las funciones cognitivas prefrontales dorsolaterales están estrechamente reguladas por los niveles de DA (Robbins y Arnsten, 2009) y están teorizados para depender de la activación de la neurona DA fásica (Cohen et al., 2002; Lapish et al., 2007). En particular, un subconjunto de neuronas prefrontales laterales responde tanto a señales visuales gratificantes como aversivas, y la gran mayoría responde en la misma dirección que se asemeja a la codificación de la atención motivacional (Kobayashi et al., 2006). Además, la actividad de estas neuronas se correlaciona con el éxito del comportamiento en la realización de tareas de memoria de trabajo (Kobayashi et al., 2006). Aunque esta vía dorsolateral DA → dorsolateral de la corteza frontal parece ser específica para los primates (Williams y Goldman-Rakic, 1998), puede existir una vía funcionalmente similar en otras especies. En particular, muchas de las funciones cognitivas de la corteza prefrontal dorsolateral del primate son realizadas por la corteza prefrontal medial de roedor (Uylings et al., 2003), y hay evidencia de que esta región recibe señales de saliencia motivacional de la DA y controla el comportamiento relacionado con la saliencia (Mantz et al., 1989; Di Chiara, 2002; Joseph et al., 2003; Ventura et al., 2007; Ventura et al., 2008).

Dada la evidencia de que el VTA contiene neuronas de valorización y codificación de valor y que las señales de codificación de valor se envían al shell NAc, las señales de prominencia pueden enviarse al núcleo NAc (Figura 7A). De hecho, el núcleo de NAc (pero no el shell) es crucial para permitir la motivación para superar los costos de respuesta, como el esfuerzo físico; para la realización de tareas de cambio de conjunto que requieren flexibilidad cognitiva; y para habilitar señales de recompensa para causar una mejora de la motivación general (Ghods-Sharifi y Floresco, 2010; Floresco et al., 2006; Hall et al., 2001; Cardenal, xnumx). Consistente con la codificación de la importancia motivacional, el núcleo de NAc recibe ráfagas fásicas de DA durante las dos experiencias gratificantes (Day et al., 2007) y experiencias aversivas (Anstrom et al., 2009).

Finalmente, como se discutió anteriormente, algunas neuronas DA de codificación de saliencia pueden proyectarse al estriado dorsal (Figura 7A). Mientras que algunas regiones del cuerpo estriado dorsal están involucradas en funciones relacionadas con el aprendizaje de valores de acción, el cuerpo estriado dorsal también está involucrado en funciones que deberían comprometerse para todos los eventos destacados, como la orientación, la atención, la memoria de trabajo y la motivación general (Hikosaka y otros, 2000; Klingberg, 2010; Palmiter, 2008). De hecho, un subconjunto de neuronas del estriado dorsal responde más fuertemente a los eventos gratificantes y aversivos que a los eventos neutrales (Ravel et al., 1999; Blazquez et al., 2002; Yamada et al., 2004, 2007), aunque su papel causal en el comportamiento motivado aún no se conoce.

Fuentes de señales de valor motivacional.

Una serie reciente de estudios sugiere que las neuronas DA reciben señales de valor motivacional de un núcleo pequeño en el epitálamo, la habénula lateral (LHb) (Hikosaka, 2010) (Figura 8 y XNUMX). La LHb ejerce un control negativo potente sobre las neuronas DA: la estimulación de LHb inhibe las neuronas DA en latencias cortas (Christoph et al., 1986) y puede regular el aprendizaje de manera opuesta a la estimulación VTA (Shumake et al., 2010). Consistente con una señal de control negativa, muchas neuronas LHb tienen respuestas fásicas invertidas a las neuronas DA: las neuronas LHb son inhibido por errores de predicción de recompensa positiva y excitado por errores de predicción de recompensa negativa (Matsumoto y Hikosaka, 2007, 2009a; Bromberg-Martin y otros, 2010a; Bromberg-Martin y otros, 2010c). En varios casos, estas señales se producen en latencias más cortas en la LHb, en consonancia con la transmisión LHb → DA (Matsumoto y Hikosaka, 2007; Bromberg-Martin y otros, 2010a).

Figura 8 y XNUMX 

Fuentes hipotéticas de valor motivacional, prominencia y señales de alerta.

La LHb es capaz de controlar las neuronas DA en todo el cerebro medio, pero varias líneas de evidencia sugieren que ejerce un control preferencial sobre el valor motivacional que codifica las neuronas DA. En primer lugar, las neuronas LHb codifican el valor motivacional de una manera que refleja estrechamente las neuronas DA de codificación de valores: codifican los errores de predicción de recompensa positiva y negativa y responden en direcciones opuestas a los eventos de recompensa y aversión (Matsumoto y Hikosaka, 2009a; Bromberg-Martin y otros, 2010a). En segundo lugar, la estimulación de LHb tiene sus efectos más potentes en las neuronas DA cuyas propiedades son consistentes con la codificación de valores, incluida la inhibición por señales sin recompensa y la ubicación anatómica en la SNc ventromedial (Matsumoto y Hikosaka, 2007, 2009b). En tercer lugar, las lesiones en la LHb alteran las respuestas inhibitorias de las neuronas DA a los eventos aversivos, lo que sugiere un papel causal para la LHb en la generación de señales de valor de DA (Gao et al., 1990).

La LHb es parte de una vía neural más extensa por la cual las neuronas DA pueden ser controladas por los ganglios basales (Figura 8 y XNUMX). La LHb recibe señales que se asemejan a los errores de predicción de recompensa a través de una proyección de una población de neuronas ubicadas alrededor del borde del globo pálido (GPb) (Hong y Hikosaka, 2008). Una vez que estas señales alcancen la LHb, es probable que se envíen a las neuronas DA a través de una ruta disináptica en la que la LHb estimula a las neuronas GABA del cerebro medio que a su vez inhiben las neuronas DA (Ji y Shepard, 2007; Omelchenko y otros, 2009; Brinschwitz et al., 2010). Esto podría ocurrir a través de proyecciones de LHb a interneuronas en el VTA y a un núcleo GABA-ergic adyacente llamado el núcleo tegmental rostromedial (RMTg) (Jhou et al., 2009b) (también llamada la 'cola caudal de VTA' (Kaufling y otros, 2009)). En particular, las neuronas RMTg tienen propiedades de respuesta similares a las de las neuronas LHb, codifican el valor motivacional y tienen una fuerte proyección inhibitoria en el cerebro medio dopaminérgico (Jhou et al., 2009a). Por lo tanto, la vía completa de los ganglios basales para enviar señales de valores motivacionales a las neuronas DA puede ser GPb → LHb → RMTg → DA (Hikosaka, 2010).

Una pregunta importante para futuras investigaciones es si las señales de valor motivacional se canalizan únicamente a través de la LHb o si son transportadas por múltiples vías de entrada. En particular, las inhibiciones de la DA por choques de aversión son controlados por la actividad en el núcleo parabrachal mesopontino (PBN) (Coizet et al., 2010) (Figura 8 y XNUMX). Este núcleo contiene neuronas que reciben información directa de la médula espinal que codifica sensaciones nocivas y podrían inhibir las neuronas DA a través de proyecciones excitatorias a la RMTg (Coizet et al., 2010; Gauriau y Bernard, 2002). Esto sugiere que la LHb envía señales de valor motivacional de las neuronas DA tanto para señales de recompensa como aversivas y resultados, mientras que la PBN proporciona un componente de la señal de valor específicamente relacionada con los resultados aversivos.

Fuentes de señales de atención motivacional.

Se sabe menos sobre la fuente de las señales de atención motivacional en las neuronas DA. Un candidato intrigante es el núcleo central de la amígdala (CeA), que se ha implicado sistemáticamente en la orientación, la atención y las respuestas motivacionales generales tanto durante los eventos gratificantes como aversivos (Holanda y Gallagher, 1999; Baxter y Murray, 2002; Merali et al., 2003; Balleine y Killcross, 2006) (Figura 8 y XNUMX). El CeA y otros núcleos de la amígdala contienen muchas neuronas cuyas señales son consistentes con la prominencia motivacional: señalan eventos gratificantes y aversivos en la misma dirección, se potencian cuando ocurren eventos inesperadamente y se correlacionan con medidas conductuales de excitación (Nishijo et al., 1988; Belova et al., 2007; Shabel y Janak, 2009). Estas señales pueden enviarse a las neuronas DA porque el CeA tiene proyecciones descendentes al tronco cerebral que llevan información gratificante y aversiva (Lee et al., 2005; Pascoe y Kapp, 1985) y el CeA es necesario para el lanzamiento de DA durante eventos relacionados con la recompensa (Phillips et al., 2003a). Además, el CeA participa con las neuronas DA en vías coherentes con nuestras redes anatómicas y funcionales propuestas para la atención motivacional. Es necesario un camino que incluya el ceA, la SNc y el estriado dorsal para la orientación aprendida de las señales de los alimentos (Han et al., 1997; Lee et al., 2005; El-Amamy y Holanda, 2007). Consistente con nuestra división de saliencia frente a las señales de valor, esta vía es necesaria para aprender a orientarse a las señales de los alimentos pero no para aprender a enfocar los resultados de los alimentos (Han et al., 1997). Un segundo camino, incluido el núcleo CeA, SNc, VTA y NAc, es necesario para que las señales de recompensa provoquen un aumento en la motivación general para realizar acciones de búsqueda de recompensa (Hall et al., 2001; Corbit y Balleine, 2005; El-Amamy y Holanda, 2007).

Además del CeA, las neuronas DA podrían recibir señales de prominencia de motivación de otras fuentes, como las neuronas que codifican la saliencia en el cerebro anterior (Lin y Nicolelis, 2008; Richardson y DeLong, 1991) y las neuronas en la PBN (Coizet et al., 2010), aunque estas vías quedan por investigar.

Fuentes de señales de alerta.

Hay varios buenos candidatos para proporcionar neuronas DA con señales de alerta. Quizás el candidato más atractivo es el colículo superior (SC), un núcleo del cerebro medio que recibe información sensorial de latencia corta de múltiples modalidades sensoriales y controles que orientan las reacciones y la atención (Redgrave y Gurney, 2006) (Figura 8 y XNUMX). El SC tiene una proyección directa al SNc y VTA (May et al., 2009; Comoli et al., 2003). En animales anestesiados, el SC es un conducto vital para que las señales visuales de latencia corta alcancen las neuronas DA y desencadenen la liberación de DA en estructuras posteriores (Comoli et al., 2003; Dommett et al., 2005). La ruta SC-DA es más adecuada para transmitir señales de alerta en lugar de señales de recompensa y aversión, ya que las neuronas SC tienen poca respuesta para recompensar la entrega y tienen solo una leve influencia sobre las respuestas aversivas de DA (Coizet et al., 2006). Esto sugiere una secuencia de eventos en los que las neuronas SC (1) detectan un estímulo, (2) lo seleccionan como potencialmente importante, (3) desencadenan una reacción de orientación para examinar el estímulo y (4) activan simultáneamente una respuesta de alerta DA que causa una explosión de DA en estructuras aguas abajo (Redgrave y Gurney, 2006).

Un segundo candidato para enviar señales de alerta a las neuronas DA es el LHb (Figura 8 y XNUMX). En particular, el inicio inesperado de una clave de inicio de prueba inhibe a muchas neuronas LHb de manera inversa a la señal de alerta de la neurona DA, y esta respuesta se produce a una latencia más corta en la LHb consistente con una dirección de transmisión LHb → DA (Bromberg-Martin y otros, 2010a; Bromberg-Martin y otros, 2010c). También hemos observado de forma anecdótica que las neuronas LHb son comúnmente inhibidas por imágenes visuales y sonidos inesperados de manera inversa a las excitaciones de DA (MM, ESB-M, y OH, observaciones no publicadas), aunque esto espera una investigación más sistemática.

Finalmente, un tercer candidato para enviar señales de alerta a las neuronas DA es el núcleo tegmental pedunculopontino (PPTg), que se proyecta tanto en el SNc como en el VTA y está involucrado en el procesamiento motivacional (Winn, 2006) (Figura 8 y XNUMX). El PPTg es importante para habilitar los estallidos de neuronas VTA DA (Grace et al., 2007) incluidas las respuestas de ráfaga para recompensar las señales (Pan y Hyland, 2005). Consistentes con una señal de alerta, las neuronas PPTg tienen respuestas de latencia corta a múltiples modalidades sensoriales y están activas durante las reacciones de orientación (Winn, 2006). Hay evidencia de que las respuestas sensoriales de PPTg están influenciadas por el valor de recompensa y por los requisitos para la acción inmediata (Dormont et al., 1998; Okada et al., 2009) (pero mira (Pan y Hyland, 2005)). Algunas neuronas PPTg también responden a resultados gratificantes o aversivos (Dormont et al., 1998; Kobayashi et al., 2002; Ivlieva y Timofeeva, 2003b, a). Será importante probar si las señales que el PPTg envía a las neuronas DA están relacionadas específicamente con la alerta o si contienen otras señales motivacionales, como el valor y la prominencia.

Direcciones para futuras investigaciones

Hemos revisado la naturaleza de las señales de recompensa, aversión y alerta en las neuronas DA, y hemos propuesto una hipótesis sobre las vías neuronales subyacentes y sus roles en el comportamiento motivado. Consideramos que esta es una hipótesis de trabajo, una guía para futuras teorías e investigaciones que nos llevará a una comprensión más completa. Aquí destacaremos varias áreas donde se necesita más investigación para revelar complejidades más profundas.

En la actualidad, nuestra comprensión de las vías neuronales que subyacen a las señales DA se encuentra en una etapa temprana. Por lo tanto, hemos intentado inferir las fuentes y destinos de las señales DA de codificación de valor y prominencia en gran parte basadas en medidas indirectas, como las propiedades de respuesta neuronal y los roles funcionales de diferentes áreas del cerebro. Será importante poner a prueba estas vías candidatas y descubrir sus propiedades detalladas, con la ayuda de herramientas desarrolladas recientemente que permiten monitorear la transmisión DA (Robinson et al., 2008) y controlado (Tsai et al., 2009; Tecuapetla et al., 2010; Stuber et al., 2010) Con alta precisión espacial y temporal. Como se señaló anteriormente, varias de estas estructuras candidatas tienen una organización topográfica, lo que sugiere que su comunicación con las neuronas DA también podría ser topográfica. Las fuentes neuronales de las señales de DA fásicas también pueden ser más complejas que las simples vías de avance que hemos propuesto, ya que las estructuras neurales que se comunican con las neuronas DA están densamente interconectadas (Geisler y Zahm, 2005) y las neuronas DA pueden comunicarse entre sí dentro del cerebro medio (Ford et al., 2010).

Nos hemos centrado en un conjunto seleccionado de conexiones de neuronas DA, pero las neuronas DA reciben información funcional de muchas estructuras adicionales, como el núcleo subtalámico, el núcleo tegmental laterodorsal, el núcleo del lecho de la estría terminal, la corteza prefrontal, el pálido ventral y el hipotálamo lateral (Grace et al., 2007; Shimo y Wichmann, 2009; Jalabert et al., 2009). En particular, las neuronas orexinas del hipotálamo lateral se proyectan a las neuronas DA, se activan mediante eventos gratificantes en lugar de aversivos, y activan el comportamiento de búsqueda de drogas (Harris y Aston-Jones, 2006), sugiriendo un posible papel en las funciones relacionadas con el valor. Las neuronas DA también envían proyecciones a muchas estructuras adicionales, como el hipotálamo, el hipocampo, la amígdala, la habenula y muchas áreas corticales. Notablemente, la corteza cingulada anterior (ACC) ha sido propuesta para recibir señales de error de predicción de recompensa de las neuronas DA (Holroyd y Coles, 2002) y contiene neuronas con actividad relacionada positivamente con el valor motivacional (Koyama et al., 1998). Sin embargo, la activación de ACC también está vinculada al procesamiento aversivo (Vogt, 2005; Johansen y Campos, 2004). Estas funciones de ACC pueden apoyarse en una combinación de señales de valor de motivación y prominencia de DA, que serán importantes para probar en un estudio futuro. De hecho, se han informado señales neuronales relacionadas con los errores de predicción de la recompensa en varias áreas, incluida la corteza prefrontal medial (Matsumoto et al., 2007; Seo y Lee, 2007), corteza orbitofrontal (Sul et al., 2010) (pero mira (Takahashi et al., 2009; Kennerley y Wallis, 2009)), y estriado dorsal (Kim et al., 2009; Oyama et al., 2010), y su relación causal con la actividad de la neurona DA queda por descubrir.

Hemos descrito los eventos motivacionales con una dicotomía simple, clasificándolos como 'gratificantes' o 'aversivos'. Sin embargo, estas categorías contienen gran variedad. Una enfermedad aversiva es gradual, prolongada y causada por eventos internos; un aire aversivo es rápido, breve y causado por el mundo externo. Estas situaciones exigen respuestas de comportamiento muy diferentes que probablemente sean soportadas por diferentes sistemas neuronales. Además, aunque hemos centrado nuestra discusión en dos tipos de neuronas DA con señales que se asemejan al valor motivacional y la prominencia, un examen detallado muestra que las neuronas DA no se limitan a esta estricta dicotomía. Como lo indica nuestra noción de gradiente anatómico, algunas neuronas DA transmiten mezclas de señales tanto de prominencia como de valor; otras neuronas DA responden a eventos gratificantes pero no aversivos (Matsumoto y Hikosaka, 2009b; Bromberg-Martin y otros, 2010a). Estas consideraciones sugieren que algunas neuronas DA pueden no codificar eventos motivacionales a lo largo de nuestro eje intuitivo de 'bueno' contra 'malo' y, en cambio, pueden estar especializados para soportar formas específicas de comportamiento adaptativo.

Incluso en el ámbito de las recompensas, existe evidencia de que las neuronas DA transmiten diferentes señales de recompensa a diferentes regiones del cerebro (Bassareo y Di Chiara, 1999; Ito et al., 2000; Stefani y Moghaddam, 2006; Wightman y otros, 2007; Aragona et al., 2009). Las diversas respuestas informadas en el SNc y el VTA incluyen neuronas que: responden solo al inicio de un ensayo (Roesch et al., 2007), quizás codificando una señal de alerta pura; responden de manera diferente a las modalidades visuales y auditivas (Strecker y Jacobs, 1985), quizás recibiendo información de diferentes neuronas SC y PPTg; responder al primer o último evento en una secuencia (Ravel y Richmond, 2006; Jin y Costa, 2010); tener activación sostenida por recompensas riesgosas (Fiorillo et al., 2003); o se activan durante los movimientos del cuerpo (Schultz, 1986; Kiyatkin, 1988a; Puryear et al., 2010; Jin y Costa, 2010) (ver también (Phillips et al., 2003b; Stuber et al., 2005)). Si bien cada uno de estos patrones de respuesta solo se ha informado en una minoría de estudios o neuronas, estos datos sugieren que las neuronas DA podrían potencialmente dividirse en un número mucho mayor de poblaciones funcionalmente distintas.

Una consideración final e importante es que los estudios de registro actuales en animales que se comportan todavía no proporcionan mediciones completamente concluyentes de la actividad de las neuronas DA, porque estos estudios solo han podido distinguir entre las neuronas DA y no DA utilizando métodos indirectos, basados ​​en propiedades neuronales tales como como la velocidad de disparo, la forma de onda del pico y la sensibilidad a los agonistas del receptor D2 (Grace y Bunney, 1983; Schultz, 1986). Estas técnicas parecen identificar las neuronas DA de manera confiable dentro de la SNc, indicadas por varias líneas de evidencia que incluyen la comparación de métodos intracelulares y extracelulares, registros yuxacelulares y los efectos de las lesiones específicas de DA (Grace y Bunney, 1983; Grace et al., 2007; Brown et al., 2009). Sin embargo, estudios recientes indican que esta técnica puede ser menos confiable en el VTA, donde las neuronas DA y no DA tienen una variedad más amplia de propiedades celulares (Margolis et al., 2006; Margolis et al., 2008; Lammel et al., 2008; Brischoux et al., 2009). Incluso las mediciones directas de las concentraciones de DA en estructuras aguas abajo no proporcionan evidencia concluyente de la actividad de aumento de las neuronas de DA, porque las concentraciones de DA pueden ser controladas por factores adicionales como la activación glutamatérgica de los terminales del axón DA (Cheramy et al., 1991) y los rápidos cambios en la actividad de los transportistas DA (Zahniser y Sorkin, 2004). Para realizar mediciones completamente concluyentes de la actividad de las neuronas DA durante el comportamiento activo, será necesario utilizar nuevas técnicas de registro, como la combinación del registro extracelular con la estimulación optogenética (Jin y Costa, 2010).

Conclusión

Un concepto influyente de las neuronas DA del cerebro medio ha sido que transmiten una señal motivacional uniforme a todas las estructuras posteriores. Aquí hemos revisado la evidencia de que las señales de DA son más diversas de lo que comúnmente se piensa. En lugar de codificar una señal uniforme, las neuronas DA vienen en múltiples tipos que envían mensajes motivacionales distintos sobre eventos gratificantes y no gratificantes. Incluso las neuronas DA individuales no parecen transmitir señales motivacionales únicas. En cambio, las neuronas DA transmiten mezclas de múltiples señales generadas por distintos procesos neuronales. Algunos reflejan predicciones detalladas sobre experiencias gratificantes y aversivas, mientras que otros reflejan respuestas rápidas a eventos de gran importancia potencial.

Además, hemos propuesto una hipótesis sobre la naturaleza de estas diversas señales de DA, las redes neuronales que las generan y su influencia en las estructuras cerebrales posteriores y en el comportamiento motivado. Nuestra propuesta puede verse como una síntesis de teorías anteriores. Muchas teorías anteriores han intentado identificar las neuronas DA con un solo proceso motivacional, como la búsqueda de objetivos valiosos, la participación de situaciones sobresalientes motivacionales o la reacción ante cambios en el entorno. En nuestra opinión, las neuronas DA reciben señales relacionadas con estos tres procesos. Sin embargo, en lugar de destilar estas señales en un mensaje uniforme, hemos propuesto que las neuronas DA transmitan estas señales a distintas estructuras cerebrales con el fin de soportar distintos sistemas neuronales para la cognición y el comportamiento motivados. Algunas neuronas DA son compatibles con los sistemas cerebrales que asignan valor motivacional, promueven acciones para buscar eventos gratificantes, evitan eventos aversivos y aseguran que los eventos de alerta se puedan predecir y preparar con antelación. Otras neuronas DA apoyan los sistemas cerebrales que se activan por la prominencia motivadora, incluida la orientación para detectar eventos potencialmente importantes, el procesamiento cognitivo para elegir una respuesta y recordar sus consecuencias, y la motivación para persistir en la búsqueda de un resultado óptimo. Esperamos que esta propuesta nos ayude a llegar a una comprensión más refinada de las funciones de DA en el cerebro, en la cual las neuronas de DA adaptan sus señales para soportar múltiples redes neuronales con roles distintos en el control motivacional.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo fue apoyado por el programa de investigación intramural en el Instituto Nacional del Ojo. También agradecemos a Amy Arnsten por las valiosas discusiones.

Notas a pie de página

Descargo de responsabilidad del editor: Este es un archivo PDF de un manuscrito sin editar que ha sido aceptado para publicación. Como servicio a nuestros clientes, proporcionamos esta primera versión del manuscrito. El manuscrito se someterá a revisión, composición y revisión de la prueba resultante antes de que se publique en su forma final. Tenga en cuenta que durante el proceso de producción se pueden descubrir errores que podrían afectar el contenido, y todas las exenciones de responsabilidad legales que se aplican a la revista pertenecen.

FOOTNOTE1By saliencia motivacional nos referimos a una cantidad alta tanto para eventos gratificantes como aversivos y baja para eventos motivacionales neutrales (no gratificantes y no aversivos). Esto es similar a la definición dada por (Berridge y Robinson, 1998). Tenga en cuenta que la prominencia de la motivación es distinta de otras nociones de prominencia utilizadas en la neurociencia, como la prominencia de incentivo (que se aplica solo a los eventos deseables;Berridge y Robinson, 1998)) y la atención perceptiva (que se aplica a eventos motivacionales neutrales, como objetos en movimiento y luces de colores;Bisley y Goldberg, 2010)).]

FOOTNOTE2Tenga en cuenta que la prominencia motivacional que codifica las señales de las neuronas DA son distintas de las nociones clásicas de "asociabilidad" y "cambio en asociatividad" que se han propuesto para regular la tasa de aprendizaje de refuerzo (por ejemplo,Pearce y Hall, 1980)). Tales teorías establecen que los animales aprenden (y ajustan las tasas de aprendizaje) de los errores de predicción positivos y negativos. Aunque estas neuronas DA pueden contribuir al aprendizaje de los errores de predicción positivos, durante los cuales pueden tener una respuesta fuerte (por ejemplo, a la entrega de recompensa inesperada), pueden no contribuir al aprendizaje de los errores de predicción negativos, durante los cuales pueden tener poca o ninguna respuesta ( por ejemplo, a la omisión inesperada de recompensa) (Fig. 4B).

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