¿Qué tan importante es la dopamina para el juego patológico o el trastorno del juego? (2013)

Frente Behav Neurosci. 2013; 7: 206.

Publicado en línea diciembre 23, 2013. doi  10.3389 / fnbeh.2013.00206
PMCID: PMC3870289

Juego patológico [PG: ahora denominado "trastorno del juego" en DSM-5 (APA, 2013; Petry et al. 2013)] se caracteriza por patrones de juego inadaptados que se asocian con deficiencias significativas en el funcionamiento. Durante la última década, se han logrado avances significativos en la comprensión de la fisiopatología de la PG (Potenza, 2013). Similitudes entre PG y trastornos por uso de sustancias (Petry, 2006; Potenza, 2006; Leeman y Potenza, 2012) provocó la reclasificación de PG en DSM-5 como un trastorno adictivo (en lugar de un trastorno de control de impulsos, como fue el caso en el DSM-IV).

Se han implicado múltiples sistemas de neurotransmisores en PG, que incluyen serotonérgicos, noradrenérgicos, dopaminérgicos, opioidérgicos y glutamatérgicos (Potenza, 2013). La comprensión de estos sistemas y su relación con el PG es importante desde el punto de vista clínico para el desarrollo de medicamentos, ya que actualmente no hay medicamentos aprobados por la FDA con indicaciones para el PG. La dopamina ha estado implicada durante mucho tiempo en las adicciones a sustancias y los primeros artículos postularon un papel igualmente importante para la dopamina en la PG (Potenza, 2001). Sin embargo, un papel preciso para la dopamina en PG sigue sin estar claro. Los estudios de muestras de líquido cefalorraquídeo indicaron niveles bajos de dopamina y niveles altos de metabolitos de dopamina en PG, lo que aumenta la posibilidad de un aumento en el recambio de dopamina (Bergh et al., 1997). Sin embargo, los medicamentos dirigidos a la función de la dopamina no han demostrado efectos clínicos en la PG. Por ejemplo, los medicamentos que bloquean la función del receptor tipo D2 de la dopamina (p. Ej., Olanzapina) han mostrado resultados negativos en pequeños ensayos clínicos aleatorizados (Fong et al., 2008; McElroy et al. 2008). Además, se encontró que un antagonista del receptor de dopamina tipo D2 ampliamente utilizado en el tratamiento de trastornos psicóticos (haloperidol) aumenta las motivaciones y conductas relacionadas con el juego en personas con PG (Zack y Poulos, 2007). Sin embargo, la administración de la droga anfetamina pro-dopaminérgica (y pro-adrenérgica) también condujo a un aumento de los pensamientos y comportamientos relacionados con el juego en PG (Zack y Poulos, 2004).

Recientes estudios de imagen han comenzado a usar radioligandos y tomografía por emisión de positrones para investigar la función de la dopamina en PG. En contraste con los hallazgos en la dependencia de la cocaína en los que se observaron diferencias entre los grupos en [11C] unión de racloprida en el estriado, se observaron niveles similares en PG y sujetos de comparación en dos grupos de investigación (Linnet et al., 2010, 2011; Clark et al. 2012). De manera similar, no se observó diferencia entre grupos entre PG y sujetos de comparación usando [11C] racloprida o el agonista-radioligando que prefiere D3 [11C] - (+) - propil-hexahidro-nafto-oxazina (PHNO) (Boileau et al., 2013). Sin embargo, en estos estudios, se informaron relaciones con la impulsividad generalizada o relacionada con el estado de ánimo, la toma de decisiones desventajosa o la gravedad de los juegos de azar, lo que sugiere que la función de la dopamina puede relacionarse con aspectos específicos de la PG (Potenza y Brody, 2013). Estos hallazgos son consistentes con la idea de que la PG representa una condición heterogénea y que la identificación de diferencias o subgrupos individuales biológicamente relevantes puede ayudar a avanzar en el desarrollo del tratamiento o la selección apropiada de intervenciones terapéuticas.

Existe una asociación ahora bien documentada entre la dopamina y el PG en la enfermedad de Parkinson (EP) (Leeman y Potenza, 2011). Específicamente, los agonistas de la dopamina (p. Ej., Pramipexol, ropinirol) se han asociado con PG y comportamientos excesivos o problemáticos en otros dominios (relacionados con el sexo, la alimentación y la compra) en individuos con EP (Weintraub et al., 2010). Además, la dosis de levodopa también se ha asociado con estas condiciones en la EP (Weintraub et al., 2010). Sin embargo, los factores que aparentemente no están relacionados con la dopamina (por ejemplo, la edad de inicio de la EP, el estado civil y la ubicación geográfica) también se han asociado con estas condiciones en la EP (Voon et al., 2006; Weintraub et al. 2006, 2010; Potenza et al. 2007), resaltando las complicadas etiologías de estos trastornos. No obstante, en un estudio con [11C] racloprida, los individuos con EP y PG en comparación con aquellos con EP sola demostrados en el estriado ventral (pero no dorsal) disminuyeron la unión tipo D2 al inicio del estudio y mayor [11C] desplazamiento de raclopride durante una tarea de juego / toma de decisiones (lo que sugiere una mayor liberación de dopamina en el grupo de PG durante el desempeño de la tarea) (Steeves et al., 2009). Estos hallazgos son reminiscentes de aquellos que sugieren un desplazo inducido por levodopa atenuado de [11C] racloprida en el estriado ventral pero no dorsal en sujetos con EP que se autoadministran terapias de reemplazo de dopamina en exceso (en comparación con aquellos que no lo hacen) (Evans et al., 2006). Como otros hallazgos se han identificado en asociación con adicciones conductuales en la EP (frente a los que solo tienen EP), la señal se redujo relativamente en el estriado ventral al inicio del estudio y durante la toma de riesgos (Rao et al., 2010), surge la pregunta de si la dopamina podría relacionarse con estos procesos en la EP. Existen preguntas similares acerca de la activación ventral del estriado relativamente atenuada observada en PG no PD en imágenes no basadas en ligandos durante juegos de azar simulados (Reuter et al., 2005) y el procesamiento de la recompensa monetaria (Balodis et al., 2012a; Choi et al. 2012). Aunque varios estudios han encontrado una activación ventral del estriado ventral durante la fase de anticipación de recompensa monetaria (particularmente durante el desempeño de las tareas de Retardo de Incentivo Monetario) a través de múltiples trastornos adictivos [por ejemplo, consumo de alcohol (Wrase et al., 2007; Beck et al. 2009) y el uso del tabaco (Peters et al., 2011) trastornos] y otras afecciones caracterizadas por un control de impulsos deteriorado [p. ej., trastorno por atracón (Balodis et al., 2013, en prensa)], otros estudios han encontrado un aumento relativamente elevado de la activación del estriado ventral durante el procesamiento de la recompensa en individuos con PG y aquellos con otras adicciones (Hommer et al., 2011; van holst et al. 2012a), planteando más preguntas sobre cómo la función estriatal contribuye precisamente a la PG y las adicciones y cómo la dopamina puede estar involucrada en estos procesos (Balodis et al., 2012b; Leyton y Vezina, 2012; van holst et al. 2012b).

Aunque gran parte de los datos relacionados con radioligandos descritos anteriormente investigan la función del receptor D2 / D3, otros receptores de dopamina merecen consideración en PG. Por ejemplo, en una tarea de máquina tragamonedas con roedores, el agonista del receptor similar a D2, quinpirol, mejoró las expectativas erróneas de recompensa en los ensayos casi errados, y este efecto fue atenuado por un antagonista selectivo del receptor de dopamina D4 (pero no D3 o D2) (Cocker et al. 2013). Estos hallazgos preclínicos complementan los estudios en humanos que sugieren un papel para el receptor de dopamina D4 en las conductas de juego. Por ejemplo, la variación alélica en el gen que codifica el receptor de dopamina D4 se ha asociado con respuestas diferenciales a los aumentos relacionados con la levodopa en los comportamientos de juego (Eisenegger et al., 2010). Estos hallazgos complementan una literatura más amplia que vincula el receptor de dopamina D4 con construcciones relacionadas con la impulsividad y trastornos como el trastorno por déficit de atención / hiperactividad, aunque de alguna manera inconsistente (Ebstein et al., 1996; Gelernter et al. 1997; DiMaio et al. 2003). Como preclínico (Fairbanks et al., 2012) y humanos (Sheese et al., 2012) los datos sugieren interacciones entre el gen y el medio ambiente que involucran el gen que codifica el receptor de dopamina D4 y aspectos de conductas impulsivas o pobremente controladas, investigaciones adicionales deberían examinar el papel del receptor de dopamina D4 en PG, particularmente en estudios que emplean evaluaciones cuidadosas de factores ambientales y genéticos Factores Aunque varios compuestos agonistas selectivos / que prefieren D4 (p. Ej., PD-168,077 y CP-226,269) se han utilizado en estudios preclínicos para estudiar los receptores de D4, se necesita investigación adicional para estudiar los receptores de dopamina D4 humanos como se podría lograr a través de la emisión de positrones. Estudios de tomografía: esto representa una importante línea de investigación futura (Bernaerts y Tirelli, 2003; Tarazi et al. 2004; Basso et al. 2005). Además, como el receptor de dopamina D1 se ha implicado en adicciones como la dependencia de la cocaína (Martínez et al., 2009), un rol para el sistema dopaminérgico D1 en PG garantiza la exploración.

Los hallazgos anteriores indican que la forma en que la función dopaminérgica puede contribuir a PG y otras adicciones se encuentra actualmente en una etapa temprana de comprensión. Los datos actuales sugieren que la variabilidad individual en la función de la dopamina puede oscurecer las diferencias entre las poblaciones de PG y no PG, y posiblemente las diferencias más fuertes entre los grupos observadas hasta la fecha en un grupo con patología dopaminérgica (PD). Las características individuales (p. Ej., La impulsividad, la toma de decisiones y las conductas relacionadas con el juego) vinculadas a la función de la dopamina en sujetos con PG y sin PG también merecen ser consideradas desde una perspectiva clínica y sugieren que podrían representar nuevos objetivos de tratamiento que se vinculen especialmente con biológicos. función [lo que aumenta la posibilidad de que puedan ser particularmente susceptibles de apuntar con medicamentos (Berlin et al., 2013)]. Además, otros endofenotipos potenciales como la compulsividad (Fineberg et al., 2010, en prensa) merecen consideración dado sus enlaces preliminares al resultado del tratamiento en PG (Grant et al., 2010). Además, los sistemas que pueden regular la función de la dopamina requieren una mayor consideración en el desarrollo del tratamiento. Por ejemplo, en ensayos clínicos aleatorios, se ha encontrado que los antagonistas opioides como el nalmefeno y la naltrexona son superiores al placebo en el tratamiento de la PG (Grant et al., 2006, 2008b), particularmente entre individuos con fuertes necesidades de juego o historias familiares de alcoholismo (Grant et al., 2008a). De manera similar, los sistemas glutamatérgicos merecen consideración en este sentido (Kalivas y Volkow, 2005), con datos preliminares que relacionan la n-acetilcisteína neutracéutica con el resultado positivo del tratamiento en PG (Grant et al., 2007). Como la disección del sistema de dopamina proporciona información sobre la PG, se deben utilizar enfoques similares para investigar la función de la serotonina en la PG (Potenza et al., 2013), en particular dados los hallazgos inconsistentes con medicamentos serotoninérgicos en el tratamiento de PG (Bullock y Potenza, 2012). Un enfoque sistemático para investigar la neurobiología y las características clínicas de la PG debería ayudar a avanzar en las estrategias de prevención y tratamiento para la PG.

DIVULGACIONES

El Dr. Marc N. Potenza no tiene conflictos de intereses económicos con respecto al contenido de este manuscrito y ha recibido apoyo financiero o compensación por lo siguiente: El Dr. Marc N. Potenza ha asesorado y asesorado a Boehringer Ingelheim, Ironwood y Lundbeck; ha sido consultor y tiene intereses financieros en Somaxon; ha recibido apoyo para la investigación de Mohegan Sun Casino, el Centro Nacional de Juego Responsable, Forest Laboratories, Ortho-McNeil, Oy-Control / Biotie, Psyadon, Glaxo-SmithKline, los Institutos Nacionales de Salud y Administración de Veteranos; ha participado en encuestas, mailings o consultas telefónicas relacionadas con la drogadicción, trastornos del control de impulsos u otros temas de salud; ha sido consultor de bufetes de abogados y de la defensoría pública federal en temas relacionados con trastornos del control de impulsos; brinda atención clínica en el Programa de Servicios para Problemas de Juego del Departamento de Servicios de Salud Mental y Adicciones de Connecticut; ha realizado revisiones de subvenciones para los Institutos Nacionales de Salud y otras agencias; tiene secciones de revistas editadas por invitados; ha dado conferencias académicas en grandes rondas, eventos CME y otros lugares clínicos o científicos; y ha generado libros o capítulos de libros para editoriales de textos sobre salud mental.

AGRADECIMIENTOS

Este estudio fue financiado por la subvención P20 DA027844 del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), la subvención RL1 AA017539 del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, el Departamento de Salud Mental y Servicios de Adicciones de Connecticut, el Centro de Salud Mental de Connecticut y el Centro Nacional para Centro de excelencia en investigación de juegos de azar de Gaming en la Universidad de Yale.

Referencias

  1. Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. 5th Edn Washington, DC: Asociación Americana de Psiquiatría. ElPubMed]
  2. Balodis IM, Kober H., Worhunsky PD, Stevens MC, Pearlson GD, Potenza MN (2012a). Disminución de la actividad fronto-estriada durante el procesamiento de recompensas monetarias y pérdidas en el juego patológico. Biol. Psiquiatría 71, 749 – 757.10.1016 / j.biopsych.2012.01.006 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  3. Balodis IM, Kober H., Worhunsky PD, Stevens MC, Pearlson GD, Potenza MN (2012b). Atendiendo subidas y bajadas estriatales en las adicciones. Biol. Psiquiatría 72, e25 – e26.10.1016 / j.biopsych.2012.06.016 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  4. Balodis IM, Kober H., Worhunsky PD, White MA, Stevens MC, Pearlson GD, et al. (2013). Procesamiento de recompensas monetarias en individuos obesos con y sin trastorno por atracón. Biol. Psiquiatría 73, 877 – 886.10.1016 / j.biopsych.2013.01.014 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  5. Balodis IM, Grilo CM, Kober H., Worhunsky PD, White MA, Stevens MC, et al. (en prensa). Un estudio piloto que vincula la reducción del reclutamiento fronto-estriado durante el procesamiento de la recompensa con el atracón persistente después del tratamiento para el trastorno por atracón. En t. J. Comer. Desorden
  6. Basso AM, Gallagher KB, Bratcher NA, Brioni JD, Moreland RB, Hsieh GC, y otros. (2005). Efecto de efecto antidepresivo del receptor D (2 / 3), pero no del receptor D (4) en la prueba de natación forzada en ratas. Neuropsicofarmacología 30, 1257 – 1268.10.1038 / sj.npp.1300677 [PubMed] [Cross Ref.]
  7. Beck A., Schlagenhauf F., Wüstenberg T., Hein J., Kienast T., Kahnt T., y col. (2009). La activación del estriado ventral durante la anticipación de la recompensa se correlaciona con la impulsividad en los alcohólicos. Biol. Psiquiatría. 66, 734 – 742.10.1016 / j.biopsych.2009.04.035 [PubMed] [Cross Ref.]
  8. Bergh C., Eklund T., Sodersten P., Nordin C. (1997). Alteración de la función de la dopamina en el juego patológico. Psychol. Medicina. 27, 473 – 475.10.1017 / S0033291796003789 [PubMed] [Cross Ref.]
  9. Berlín HA, Braun A., Simeon D., Corán LM, Potenza MN, McElroy SL, y otros. (2013). Un ensayo doble ciego controlado por placebo de topiramato para el juego patológico. Mundo J. Biol. Psiquiatría 14, 121 – 128.10.3109 / 15622975.2011.560964 [PubMed] [Cross Ref.]
  10. Bernaerts P., Tirelli E. (2003). Efecto facilitador del agonista del receptor D4 de la dopamina PD168,077 en la consolidación de la memoria de una respuesta inhibida de evitación inhibitoria en ratones C57BL / 6J. Behav. Brain Res. 142, 41 – 52.10.1016 / S0166-4328 (02) 00371-6 [PubMed] [Cross Ref.]
  11. Boileau I., Payer D., Chugani B., Lobo D., Behzadi A., Rusjan PM, y otros. (2013). El receptor de dopamina D2 / 3 en el juego patológico: un estudio de tomografía por emisión de positrones con [11C] - (+) - propil-hexahidro-nafto-oxazina y raclopride [11C]. Adicción 108, 953 – 963.10.1111 / add.12066 [PubMed] [Cross Ref.]
  12. Bullock SA, Potenza MN (2012). Juego patológico: neuropsicofarmacología y tratamiento. Curr. Psychopharmacol. 1, 67 – 85 Disponible en línea en: http://www.benthamscience.com/contents.php?in=7497&m=February&y=2012. [Artículo gratuito de PMC] [PubMed]
  13. Choi J.-S., Shin Y.-C., Jung WH, Jang JH, Kang D.-H., Choi C.-H., y otros. (2012). Actividad cerebral alterada durante la anticipación de la recompensa en el juego patológico y el trastorno obsesivo-compulsivo. PLoS ONE 7: e45938.10.1371 / journal.pone.0045938 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  14. Clark L., Stokes PR, Wu K., Michalczuk R., Benecke A., Watson BJ, et al. (2012). La unión del receptor D2 / D3 de la dopamina estriatal en el juego patológico se correlaciona con la impulsividad relacionada con el estado de ánimo. Neuroimagen 63, 40 – 46.10.1016 / j.neuroimage.2012.06.067 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  15. Cocker PJ, Le Foll B., Rogers RD, Winstanley CA (2013). Un papel selectivo para los receptores Dopamine D4 en la modulación de la expectativa de recompensa en una tarea de roedor de máquinas tragamonedas. Biol. Psiquiatría. [Epub por delante de impresión] .10.1016 / j.biopsych.2013.08.026 [PubMed] [Cross Ref.]
  16. DiMaio S., Grizenko N., Joober R. (2003). Los genes de la dopamina y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad: una revisión. J. Psiquiatría Neurosci. 28, 27 – 38 Disponible en línea en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC161723/ [Artículo gratuito de PMC] [PubMed]
  17. Ebstein RP, Novick O., Umansky R., Priel B., Osher Y., Blaine D., y otros. (1996). Polimorfismo del exón III del receptor de dopamina D4 (DRD4) asociado con el rasgo de personalidad humana de la búsqueda de la novedad. Nat. Gen. 12, 78 – 80.10.1038 / ng0196-78 [PubMed] [Cross Ref.]
  18. Eisenegger C., Knoch D., Ebstein RP, Gianotti LR, Sándor PS, Fehr E. (2010). El polimorfismo del receptor D4 de la dopamina predice el efecto de la L-DOPA en el comportamiento del juego. Biol. Psiquiatría 67, 702 – 706.10.1016 / j.biopsych.2009.09.021 [PubMed] [Cross Ref.]
  19. Evans AH, Pavese N., Lawrence AD, Tai YF, Appel S., Doder M., et al. (2006). Uso compulsivo de drogas ligado a la transmisión ventral de dopamina del estriado ventral sensibilizado. Ana. Neurol. 59, 852 – 858.10.1002 / ana.20822 [PubMed] [Cross Ref.]
  20. Fairbanks LA, Way BM, Breidenthal SE, Bailey JN, Jorgensen MJ (2012). Los genotipos del receptor D4 de dopamina de la madre y la descendencia interactúan para influir en la impulsividad juvenil en monos vervet. Psychol. Sci. 23, 1099 – 1104.10.1177 / 0956797612444905 [PubMed] [Cross Ref.]
  21. Fineberg NA, Chamberlain SR, Goudriaan AE, Stein DJ, Vandershuren L., Gillan CM, et al. (en prensa). Nuevos desarrollos en la neurocognición humana: impulsividad y compulsividad. Espectros del SNC.
  22. Fineberg NA, Potenza MN, Chamberlain SR, Berlín H., Menzies L., Bechara A., et al. (2010). Sondeo de comportamientos compulsivos e impulsivos, desde modelos animales hasta endofenotipos; Una revisión narrativa. Neuropsicofarmacología 35, 591 – 604.10.1038 / npp.2009.185 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  23. Fong T., Kalechstein A., Bernhard B., Rosenthal R., Rugle L. (2008). Un ensayo doble ciego controlado con placebo de olanzapina para el tratamiento de jugadores de video póker patológicos. Pharmacol. Biochem. Behav. 89, 298 – 303.10.1016 / j.pbb.2007.12.025 [PubMed] [Cross Ref.]
  24. Gelernter J., Kranzler H., Coccaro E., Siever L., New A., Mulgrew CL (1997). D4 alelos del receptor de dopamina (DRD4) y búsqueda de novedad en sujetos dependientes de la sustancia, trastorno de la personalidad y control. A.m. J. Hum. Gineta. 61, 1144 – 1152.10.1086 / 301595 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  25. Grant JE, Chamberlain SR, Odlaug BL, Potenza MN, Kim SW (2010). La memantina se muestra prometedora para reducir la gravedad del juego y la inflexibilidad cognitiva en el juego patológico: un estudio piloto. Psicofarmacología (Berl) 212, 603 – 612.10.1007 / s00213-010-1994-5 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  26. Grant JE, Kim SW, Hollander E., Potenza MN (2008a). Predecir la respuesta a los antagonistas de los opiáceos y al placebo en el tratamiento del juego patológico. Psicofarmacología 200, 521 – 527.10.1007 / s00213-008-1235-3 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  27. Grant JE, Kim SW, Hartman BK (2008b). Un estudio doble ciego controlado por placebo de la naltrexona antagonista de los opiáceos en el tratamiento de los impulsos patológicos del juego. J. Clin. Psiquiatría 69, 783 – 789.10.4088 / JCP.v69n0511 [PubMed] [Cross Ref.]
  28. Grant JE, Kim SW, Odlaug BL (2007). N-acetil cisteína, un agente modulador del glutamato, en el tratamiento del juego patológico: un estudio piloto. Biol. Psiquiatría 62, 652 – 657.10.1016 / j.biopsych.2006.11.021 [PubMed] [Cross Ref.]
  29. Grant JE, Potenza MN, Hollander E., Cunningham-Williams RM, Numinen T., Smits G., et al. (2006). Investigación multicéntrica del antagonista opioide nalmefeno en el tratamiento del juego patológico. A.m. J. Psychiatry 163, 303 – 312.10.1176 / appi.ajp.163.2.303 [PubMed] [Cross Ref.]
  30. Hommer DW, Bjork JM, Gilman JM (2011). Imágenes de la respuesta del cerebro para recompensar en trastornos adictivos. Ana. NY Acad. Sci. 1216, 50 – 61.10.1111 / j.1749-6632.2010.05898.x [PubMed] [Cross Ref.]
  31. Kalivas PW, Volkow ND (2005). Las bases neuronales de la adicción: una patología de la motivación y la elección. A.m. J. Psychiatry 162, 1403 – 1413.10.1176 / appi.ajp.162.8.1403 [PubMed] [Cross Ref.]
  32. Leeman RF, Potenza MN (2011). Trastornos del control de impulsos en la enfermedad de Parkinson: características e implicaciones clínicas. Neuropsiquiatría 1, 133–147.10.2217 / npy.11.11 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  33. Leeman RF, Potenza MN (2012). Similitudes y diferencias entre el juego patológico y los trastornos por uso de sustancias: un enfoque en la impulsividad y la compulsividad. Psicofarmacología 219, 469 – 490.10.1007 / s00213-011-2550-7 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  34. Leyton M., Vezina P. (2012). En el momento justo: subidas y bajadas del estriado en las adicciones. Biol. Psiquiatría 72, e21 – e22.10.1016 / j.biopsych.2012.04.036 [PubMed] [Cross Ref.]
  35. Linnet J., Moller A., ​​Peterson E., Gjedde A., Doudet D. (2011). Asociación inversa entre la neurotransmisión dopaminérgica y el desempeño de Iowa Gambling Task en jugadores patológicos y controles saludables. Scand. J. Psychol. 52, 28 – 34.10.1111 / j.1467-9450.2010.00837.x [PubMed] [Cross Ref.]
  36. Linnet J., Peterson E., Doudet DJ, Gjedde A., Moller A. (2010). Liberación de dopamina en el estriado ventral de jugadores patológicos que pierden dinero. Acta Psychiatr. Scand. 122, 326 – 333.10.1111 / j.1600-0447.2010.01591.x [PubMed] [Cross Ref.]
  37. Martínez D., Slifstein M., Narendran R., Foltin RW, Broft A., Hwang DR, y otros. (2009). Los receptores de dopamina D1 en la dependencia de cocaína se miden con PET y la elección de autoadministrarse cocaína. Neuropsicofarmacología 34, 1774 – 1782.10.1038 / npp.2008.235 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  38. McElroy S., Nelson EB, Welge JA, Kaehler L., Keck PE (2008). Olanzapina en el tratamiento del juego patológico: un ensayo aleatorizado negativo controlado con placebo. J. Clin. Psiquiatría 69, 443 – 440.10.4088 / JCP.v69n0314 [PubMed] [Cross Ref.]
  39. Peters J., Bromberg U., Schneider S., Brassen S., Menz M., Banaschewski T., et al. (2011). Activación del estriado ventral inferior durante la anticipación de la recompensa en adolescentes fumadores. A.m. J. Psychiatry 168, 540 – 549.10.1176 / appi.ajp.2010.10071024 [PubMed] [Cross Ref.]
  40. Petry NM (2006). ¿Debería ampliarse el alcance de los comportamientos adictivos para incluir el juego patológico? Adicción 101, 152 – 160.10.1111 / j.1360-0443.2006.01593.x [PubMed] [Cross Ref.]
  41. Petry NM, Blanco C., Auriacombe M., Borges G., Bucholz K., Crowley TJ, et al. (2013). Una descripción general y los fundamentos de los cambios propuestos para el juego patológico en Dsm-5. J. Gambling Stud. [Epub antes de imprimir] .10.1007 / s10899-013-9370-0 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  42. Potenza MN (2001). La neurobiología del juego patológico. Semin. Clinica Neuropsiquiatría 6, 217 – 226.10.1053 / scnp.2001.22929 [PubMed] [Cross Ref.]
  43. Potenza MN (2006). ¿Deben los trastornos adictivos incluir condiciones no relacionadas con sustancias? Adicción 101, 142 – 151.10.1111 / j.1360-0443.2006.01591.x [PubMed] [Cross Ref.]
  44. Potenza MN (2013). Neurobiología de las conductas de juego. Curr. Opin. Neurobiol. 23, 660 – 667.10.1016 / j.conb.2013.03.004 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  45. Potenza MN, Brody AL (2013). Distinguir las contribuciones dopaminérgicas de D2 / D3 a las adicciones: comentarios sobre boileau et al: el receptor de dopamina D2 / 3 en el juego patológico: un estudio de PET con [11C] - (+) - Propyl-Hexahydro-Naphtho-Oxazin y este producto. Adicción 11, 108 – 964 / add.965.10.1111 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  46. Potenza MN, Voon V., Weintraub D. (2007). Información sobre fármacos: trastornos del control de impulsos y terapias con dopamina en la enfermedad de Parkinson Nat. Clin. Practica Neuro. 3, 664–672.10.1038 / ncpneuro0680 [PubMed] [Cross Ref.]
  47. Potenza MN, Walderhaug E., Henry S., Gallezot JD, Planeta-Wilson B., Ropchan J., et al. (2013). Serotonina 1B receptor de imágenes en el juego patológico. Mundo J. Biol. Psiquiatría 14, 139 – 145.10.3109 / 15622975.2011.598559 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  48. Rao H., Mamikonyan E., Detre JA, Siderowf AD, Stern MB, Potenza MN, et al. (2010). Disminución de la actividad estriatal ventral con trastornos del control de impulsos en la enfermedad de Parkinson. Mov. Desorden. 25, 1660–1669.10.1002 / mds.23147 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  49. Reuter J., Raedler T., Rose M., Hand I., Glascher J., Buchel C. (2005). El juego patológico está vinculado a una activación reducida del sistema de recompensa mesolímbica. Nat. Neurosci. 8, 147 – 148.10.1038 / nn1378 [PubMed] [Cross Ref.]
  50. Sheese BE, Rothbart MK, Voelker PM, Posner MI (2012). El alelo de repetición del D4 del gen D7 del receptor de dopamina interactúa con la calidad de la crianza para predecir el control con esfuerzo en niños de 4 años. Child Dev. Res. 2012: 863242.10.1155 / 2012 / 863242 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  51. Steeves TDL, Miyasaki J., Zurowski M., Lang AE, Pellecchia G., van Eimeren T., et al. (2009). Aumento de la liberación de dopamina estriatal en pacientes parkinsonianos con juego patológico: un estudio [11C] de racloprida PET. Cerebro 132, 1376 – 1385.10.1093 / brain / awp054 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  52. Tarazi FI, Zhang K., Baldessarini RJ (2004). Dopamina D4 receptores: más allá de la esquizofrenia. J. Recept. Transducto de Señal. Res. 24, 131 – 147.10.1081 / RRS-200032076 [PubMed] [Cross Ref.]
  53. van Holst RJ, Veltman DJ, Büchel C., van den Brink W., Goudriaan AE (2012a). Codificación de la expectativa distorsionada en el juego problemático: ¿es adictivo lo anticipado? Biol. Psiquiatría 71, 741 – 748.10.1016 / j.biopsych.2011.12.030 [PubMed] [Cross Ref.]
  54. van Holst RJ, Veltman DJ, van den Brink W., Goudriaan AE (2012b). ¿Justo en el clavo? Reactividad estriatal en jugadores problemáticos. Biol. Psiquiatría 72, e23 – e24.10.1016 / j.biopsych.2012.06.017 [PubMed] [Cross Ref.]
  55. Voon V., Hassan K., Zurowski M., Duff-Channing S., de Souza M., Fox S., y otros. (2006). Prevalencia prospectiva de asociación patológica de gabmling y medicación en la enfermedad de Parkinson. Neurología 66, 1750 – 1752.10.1212 / 01.wnl.0000218206.20920.4d [PubMed] [Cross Ref.]
  56. Weintraub D., Koester J., Potenza MN, Siderowf AD, Stacy MA, Voon V., et al. (2010). Trastornos del control de impulsos en la enfermedad de Parkinson: un estudio transversal de 3090 pacientes. Arco. Neurol. 67, 589–595.10.1001 / archneurol.2010.65 [PubMed] [Cross Ref.]
  57. Weintraub D., Siderow AD, Potenza MN, Goveas J., Morales KH, Duda JE, et al. (2006). El uso de agonistas de la dopamina se asocia con trastornos del control de impulsos en la enfermedad de Parkinson. Arco. Neurol. 63, 969–973.10.1001 / archneur.63.7.969 [Artículo gratuito de PMC] [PubMed] [Cross Ref.]
  58. Wrase J., Schlagenhauf F., Kienast T., Wüstenberg T., Bermpohl F., Kahnt T., et al. (2007). La disfunción del procesamiento de la recompensa se correlaciona con el deseo de alcohol en alcohólicos desintoxicados. Neuroimagen 35, 787 – 794.10.1016 / j.neuroimage.2006.11.043 [PubMed] [Cross Ref.]
  59. Zack M., Poulos CX (2004). La anfetamina estimula la motivación para apostar y las redes semánticas relacionadas con el juego en los jugadores con problemas. Neuropsyhcopharmacology 29, 195 – 207.10.1038 / sj.npp.1300333 [PubMed] [Cross Ref.]
  60. Zack M., Poulos CX (2007). Un antagonista de D2 mejora los efectos gratificantes y de preparación de un episodio de juego en jugadores patológicos. Neuropsicofarmacología 32, 1678 – 1686.10.1038 / sj.npp.1301295 [PubMed] [Cross Ref.]