Uso compulsivo de pornografía en Internet y salud mental: un estudio transversal en una muestra de estudiantes universitarios en los Estados Unidos (2021)

Parte delantera. Psychol., 12 de enero de 2021 | https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.613244

Resumen

Antecedentes: El aumento sostenido de informes negativos de salud mental entre los estudiantes universitarios es una fuente de preocupación mundial continua, y la investigación continúa sobre los posibles contribuyentes a este aumento. Esto incluye la mayor prevalencia de conductas sexuales de riesgo. Relacionado está el aumento de la prevalencia del uso de pornografía. Nuestro estudio buscó explorar la posible relación entre el uso compulsivo de pornografía y la salud mental en estudiantes universitarios.

Métodos: Nuestra muestra estuvo formada por estudiantes universitarios (N = 1031; 34% hombres, 66% mujeres) de la Universidad Franciscana de Steubenville, Steubenville, Ohio. Se envió una encuesta anónima a todos los estudiantes de la universidad mayores de 18 años. La encuesta se componía de lo siguiente: (1) preguntas demográficas, (2) preguntas sobre el uso y la percepción de la pornografía, (3) una versión modificada del Compulsive Escala de uso de Internet (mCIUS) que evalúa varios factores asociados con el uso compulsivo de pornografía en Internet, (4) preguntas que evalúan estados emocionales y sexuales en relación con el uso de pornografía (EmSS) y (5) la versión de 21 preguntas de la Escala de depresión, ansiedad y estrés (DASS-21).

Resultados: Nuestros resultados indican que el 56.6% de los encuestados reportaron uso de pornografía de por vida, con una proporción significativamente mayor de hombres que de mujeres reportando tal uso. La mayoría de los estudiantes informaron haber accedido a la pornografía a través de tecnologías relacionadas con Internet. Además, 17.0, 20.4 y 13.5% de los estudiantes informaron niveles severos o extremadamente severos de depresión, ansiedad y estrés, respectivamente, y el uso compulsivo de pornografía afecta significativamente los tres parámetros de salud mental en ambos sexos. El Análisis Factorial Exploratorio identificó tres factores que sugieren afrontamiento emocional, dependencia y preocupación para los ítems de mCIUS y tres factores que reflejan características interoceptivas, impotentes y extrínsecas para los ítems de EmSS. El análisis de regresión indicó que varios datos demográficos, elementos relacionados con el control reducido y el deterioro social, y otras variables relacionadas con el uso de la pornografía, predijeron los resultados de salud mental. La fe, la moral y la motivación personal fueron las principales variables informadas para ayudar a reducir el uso de pornografía.

Conclusión: Nuestros análisis indican una relación significativa entre la salud mental y el uso de pornografía, incluidos los comportamientos que reflejan adicciones conductuales, destacando la necesidad de una mejor comprensión y consideración de la posible contribución de la pornografía en Internet a la salud mental negativa entre los estudiantes universitarios.

Introducción

Los problemas de salud mental son una fuente creciente de preocupación mundial, especialmente entre los estudiantes universitarios, ya que las investigaciones indican una tendencia creciente en los problemas de salud mental en esta población (Macaskill, 2013; Beiter et al., 2015; Bruffaerts y otros, 2018; Patterson et al., 2019; Torales et al., 2019). Dado que los estudiantes universitarios son particularmente propensos a los problemas de salud mental, los esfuerzos de investigación continúan investigando varios factores que pueden contribuir potencialmente a los problemas de salud mental negativos observados (Beiter et al., 2015; Cashwell y otros, 2016; Pal Singh Balhara y otros, 2019). En la población general, entre los posibles correlatos informados se encuentran las finanzas, la adversidad infantil y las conductas adictivas (p. Ej., Adicciones a sustancias, sexo e Internet) (Weiss, 2004; Mossakowski, 2008; Opitz y col., 2009; Ljungqvist y otros, 2016; Karacic y Oreskovic, 2017; Alhassan et al., 2018; Selous y otros, 2019; Wang et al., 2019). Estos factores se observan entre estudiantes universitarios (Cranford y col., 2009; Beiter et al., 2015; Cashwell y otros, 2016; Richardson y otros, 2017; Karatequín, 2018; Pal Singh Balhara y otros, 2019; Tangmunkongvorakul y otros, 2019), además de otros posibles correlatos, incluido el rendimiento académico, la presión para tener éxito y los planes de posgrado (Beiter et al., 2015).

Además, la investigación indica un aumento en la prevalencia de conductas sexuales de riesgo (p. Ej., Número de parejas sexuales, edad del encuentro sexual inicial, sexting, etc.) entre los estudiantes universitarios (Tyden y col., 2012; Stenhammar y otros, 2015; Ingram y otros, 2019; Yang et al., 2019), que también se ha informado que están asociados con problemas de salud mental (Meade y Sikkema, 2007; Agardh y col., 2012; Tesfaye y otros, 2019). Relacionado está un aumento en la prevalencia del uso de pornografía entre esta población (Carroll et al., 2008; Willoughby et al., 2014), con informes de efectos negativos asociados con su uso, incluidas asociaciones con otras conductas sexuales de alto riesgo (Weinberg et al., 2010; Morgan, 2011; Poulsen y otros, 2013; Wright, 2013a,b; Van Ouytsel y otros, 2014; Braithwaite y otros, 2015). Este aumento podría estar potencialmente asociado con los importantes cambios hormonales, físicos, psicológicos y emocionales que tienen lugar durante la adolescencia y la edad adulta joven (Ostovich y Sabini, 2005; Fortenberry, 2013; Kar et al., 2015; Kneeland y Dovidio, 2020).

Inicialmente consumido principalmente a través de revistas, los patrones de uso de la pornografía se han desarrollado de modo que hoy en día, Internet es el medio principal para el consumo de pornografía (D'Orlando, 2009). Este cambio ha hecho que la pornografía sea más accesible que en el pasado debido al anonimato, la accesibilidad y la asequibilidad que Internet brinda al consumidor (Cooper et al., 2000; Fisher y Barak, 2001; Price et al., 2016). Además, el desarrollo de los teléfonos inteligentes y su prevalencia sustancial entre los adultos jóvenes (Centro de Investigación Pew, 2015), ha contribuido a esta facilidad de acceso a la pornografía (Bailín et al., 2014; Vanden Abeele y col., 2014). Los informes sobre el uso de pornografía son diversos, con cifras que varían del 19.0 al 78.4% en mujeres y del 40.0 al 79.0% en hombres (Carroll et al., 2008; Regnerus et al., 2016; Dwulit y Rzymski, 2019).

En cuanto a las diferencias entre hombres y mujeres, la investigación indica diferencias entre los sexos en los comportamientos y actitudes sexuales (Petersen y Hyde, 2010), siendo los hombres generalmente más impulsados ​​visualmente y las mujeres tendiendo a ser más impulsados ​​emocionalmente en relación con los comportamientos sexuales (brody, 2003; Hamann et al., 2004; Rupp y Wallen, 2008). Respaldando esto está la investigación que indica que, en las mujeres, la adicción al sexo tiende a estar más "motivada relacionalmente" (McKeague, 2014). Se relacionan las diferencias en la prevalencia del uso de pornografía entre hombres y mujeres. A pesar de los crecientes informes de uso de pornografía entre mujeres (Wright et al., 2013), la prevalencia de dicho uso sigue siendo mayor en los hombres (Regnerus et al., 2016). Además, la investigación indica una distinción en la forma en que hombres y mujeres interactúan con la pornografía, así como diferencias en sus puntos de vista y experiencias con la pornografía dentro del contexto de varias situaciones (por ejemplo, en las relaciones, etc.) (Carroll et al., 2016; Doring et al., 2017). Por ejemplo, es más probable que los hombres estén expuestos a la pornografía a una edad más temprana, que usen solo pornografía, que se masturben mientras ven pornografía y que consideren que el uso de la pornografía dentro de una relación comprometida es más aceptable que las mujeres (Hald, 2006; Carroll et al., 2008; Morgan, 2011; Olmstead et al., 2013; Carroll et al., 2016). Las mujeres generalmente ven la pornografía como menos aceptable socialmente que los hombres (Carroll et al., 2008; Carroll y Lynch, 2016); sin embargo, es más probable que consuman pornografía en el contexto de un entorno "social", como con una pareja romántica o mediante medios como salas de chat sexuales (Green et al., 2012). Las investigaciones indican que las mujeres también son más propensas a consumir pornografía para complacer a su pareja consumiéndola juntas (Solano et al., 2020). Además, si bien los videos siguen siendo el modo principal de consumo tanto en hombres como en mujeres, las mujeres reportan niveles más altos de consumo de pornografía escrita que los hombres (Solano et al., 2020).

Las consecuencias del uso de pornografía continúan siendo una fuente de controversia ya que la literatura indica informes tanto positivos (Carroll et al., 2008; Weinberg et al., 2010; Short et al., 2012; Olmstead et al., 2013; Minarcik y otros, 2016) y negativo (Vega y Malamuth, 2007; Padilla-Walker et al., 2010; Short et al., 2012) efectos del uso de la pornografía en el consumidor. Algunos informes indican que, entre las personas que ven el uso de pornografía como aceptable, dicho uso abre la puerta al empoderamiento y la autonomía sexuales (Weinberg et al., 2010; Olmstead et al., 2013). Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la literatura informa efectos negativos que incluyen una mayor participación en conductas sexuales de riesgo, como un mayor número de parejas sexuales, permisividad sexual, participar en relaciones sexuales extramatrimoniales y pagar por sexo (Maddox et al., 2011; Gwinn y col., 2013; Poulsen y otros, 2013; Wright, 2013a,b; Maas y Dewey, 2018). Además, aunque la pornografía representa actos que son de naturaleza relacional, la investigación también sugiere que ver pornografía tiene un efecto negativo en la satisfacción de la relación, la satisfacción sexual y la intimidad dentro de las relaciones heterosexuales, tanto en las citas como en el matrimonio, particularmente cuando el hombre es el usuario de pornografía (Maddox et al., 2011; Morgan, 2011; Poulsen y otros, 2013; Resch y Alderson, 2013; Minarcik y otros, 2016; Perry y Hayward, 2017). Además, el uso de pornografía no solo se ha asociado con comportamientos sexuales negativos, sino también con comportamientos de borrachera y consumo de drogas (Carroll et al., 2008; Padilla-Walker et al., 2010; Harper y Hodgins, 2016).

Específicamente entre las poblaciones más jóvenes, la investigación ha indicado una relación entre el uso de pornografía y la disminución de la calidad de la amistad y niveles más altos de monitoreo corporal en mujeres jóvenes (Padilla-Walker et al., 2010; Maas y Dewey, 2018). Además, el uso de pornografía se ha asociado con una menor calidad de la relación con los padres y más percepciones negativas de aceptación social tanto en hombres como en mujeres jóvenes (Padilla-Walker et al., 2010). Además, la literatura anterior ha indicado un vínculo potencial entre el bienestar mental y el uso de la pornografía, incluso en relación con percibidas adicción a la pornografíaGrubbs y col., 2015b,c; Dalby y col., 2018).

Sin embargo, aunque investigaciones anteriores han buscado investigar la relación entre el uso de pornografía, la salud mental y percibidas adicción a la pornografía como se indicó anteriormente, la investigación aborda específicamente el papel de varios comportamientos asociados con compulsividad más que una percepción personal sobre la relación entre el uso de pornografía y la salud mental, falta. Además, dados los crecientes informes de problemas de salud mental entre los estudiantes universitarios, así como la prevalencia del uso de la pornografía entre los adultos jóvenes y su potencial para influir en el bienestar mental, el objetivo de nuestro estudio fue explorar directamente la relación potencial entre los comportamientos. reflejando el uso compulsivo de pornografía y salud mental, específicamente en estudiantes universitarios. Además, dadas las diferencias constantes entre hombres y mujeres en relación con los comportamientos sexuales, incluido el uso de pornografía, nuestro estudio también buscó investigar si tales diferencias persistían en la relación putativa entre el uso de pornografía, el comportamiento compulsivo y la salud mental en estudiantes universitarios, especialmente teniendo en cuenta la importancia los cambios en el método y la facilidad de acceso de la pornografía que se han producido a lo largo de los años y la singularidad en respuesta a los estímulos, incluso a nivel neurobiológico, entre los sexos.

Materiales y Métodos

De conformidad con la Ley Federal que indica que todos los investigadores que realizan pruebas en participantes humanos deben completar la capacitación sobre la protección de los sujetos de la investigación, todos los administradores de la encuesta completaron el Módulo de capacitación para la protección de los participantes humanos en la investigación proporcionado por la Oficina de Investigación Extramuros de los NIH. La certificación se mantiene archivada con fines de documentación. Antes de la administración de la encuesta, se obtuvo la aprobación de la Junta de Revisión Institucional (IRB) de la Universidad Franciscana de Steubenville (# 2019-07). Nuestro estudio consistió en una muestra de conveniencia de estudiantes universitarios / universitarios (pregrado y posgrado) de la Franciscan University of Steubenville, una pequeña universidad católica privada ubicada en Steubenville, OH, Estados Unidos. Se envió una encuesta anónima a través de la dirección de correo electrónico del estudiante universitario, a todos los estudiantes que tomaban clases en Franciscan University, que eran mayores de 18 años. En el transcurso de 2 semanas (15 de octubre - 28 de octubre de 2019), la encuesta se administró a través de el motor de encuestas en línea SurveyMonkey®. Antes de completar la encuesta, los participantes fueron dirigidos a un formulario de consentimiento, que detallaba la confidencialidad y la naturaleza del estudio y los resultados, y explicaba que la participación en el estudio implicaba el consentimiento para analizar y publicar los resultados generales. Los participantes que no dieron su consentimiento fueron dirigidos al Página de descalificación. El tiempo proyectado de administración y realización de la encuesta fue de aproximadamente 10 min. Las instrucciones indicaban a los estudiantes que debían dar una respuesta honesta y no dedicar demasiado tiempo a ninguna pregunta. La página final de la encuesta también incluyó varios recursos para los participantes si deseaban buscar ayuda con respecto al uso de pornografía.

Criterio de exclusión

Los criterios de exclusión incluyeron a cualquier individuo: (1) menor de 18 años (n = 2), (2) no era estudiante en la Universidad Franciscana de Steubenville (n = 4), (3) respondió "No" (n = 15) o no completó la pregunta sobre consentimiento (n = 73), (4) que no completaron la pregunta de la encuesta sobre su edad (n = 23) y (5) que no dieron una respuesta la última vez que vieron pornografía (n = 24). El número final de participantes cuyas respuestas cumplieron con los criterios de inclusión fue 1031 (del total original de 1172 encuestados, es decir, 88%).

Estructura de la encuesta

Preguntas demográficas

Las preguntas demográficas incluyeron: edad, sexo, clase, número de semestres completados en Franciscan University, especialización, vivienda durante el año escolar en el momento de la encuesta y estado civil. También se les pidió a los participantes que indicaran si eran estudiantes que solo estaban en línea y / o eran estudiantes transferidos y si habían compartido habitación con alguien durante el año escolar.

Preguntas sobre el uso y la percepción de la pornografía

Se pidió a los participantes que indicaran la última vez que vieron pornografía en Internet, su frecuencia de uso durante su período de uso más frecuente, la hora del día en la que vieron pornografía con más frecuencia y qué forma de pornografía accedían / ​​veían con mayor frecuencia. También se hicieron preguntas relacionadas con cómo y qué forma de pornografía fueron expuestos por primera vez, así como su edad de la primera exposición. Además, se pidió a los participantes que seleccionaran todos los aspectos que les ayudaron a disminuir el uso de pornografía. Solo los participantes que indicaron algún nivel de uso de pornografía de por vida fueron dirigidos a las secciones de la encuesta asociadas con el uso de pornografía personal.

Además, la encuesta preguntó qué porcentaje de hombres y mujeres en la Universidad Franciscana pensaban que tenían problemas con la pornografía. También se pidió a los participantes que calificaran, en una escala de cuatro puntos (de Nada pornográfico a Extremadamente pornográfico), cuán pornográficos consideraban que eran varios materiales (por ejemplo, imágenes de desnudos, escenas de sexo cinematográfico, arte de desnudos, etc.).

Escala de uso compulsivo de Internet modificada (mCIUS)

La encuesta también incluyó las 13 preguntas del mCIUS (Downing y otros, 2014) con el fin de evaluar varios factores asociados con el uso compulsivo de pornografía en Internet. Se pidió a los participantes que respondieran las preguntas según su período de uso más frecuente de pornografía. Cada pregunta mCIUS se calificó en una escala Likert de cinco puntos (de Nunca a Muy a menudo). En esta escala, los puntajes promedio más altos indican un uso compulsivo más alto de pornografía en Internet (Downing y otros, 2014).

Cuestionario de estados emocionales y sexuales (EmSS)

Preguntas relativas a estados emocionales y sexuales (Downing y otros, 2014) también se les preguntó para evaluar cuándo era más probable que las personas vieran pornografía en Internet (por ejemplo, con una pareja sexual, aburridas, etc.). Se hicieron dos modificaciones a las preguntas originales, la primera es que solo se dividió en dos preguntas separadas: por mi mismo y solitario, dada la distinción entre los dos estados (Algren y otros, 2020) La palabra Caliente también fue modificado para sentirse sexualmente excitado. Además, mientras Downing y col. (2014) usó una escala Likert de cuatro puntos, nuestra encuesta utilizó una escala Likert de cinco puntos (Muy en desacuerdo, Muy en desacuerdo, Ni de acuerdo ni desacuerdo, Muy de acuerdoy Totalmente de acuerdo) para brindar la posibilidad de que un individuo no responda ni está de acuerdo ni en desacuerdo.

Escala de depresión, ansiedad y estrés (DASS-21)

La versión de 21 preguntas del DASS (Lovibond y Lovibond, 2004) también se incluyó en la encuesta, que mide varios síntomas básicos asociados con la depresión (D), la ansiedad (A) y el estrés (S). Se pidió a los sujetos que indicaran cuánto les aplicaba cada afirmación durante la semana pasada en una escala Likert de cuatro puntos (de 0 = No se aplicó a mí en absoluto a 3 = Me aplica mucho, o la mayor parte del tiempo). El DASS-21 no está destinado a diagnosticar trastornos relacionados con la depresión, la ansiedad o el estrés. Las puntuaciones totales de los participantes en los tres criterios (D, A y S) se clasificaron por gravedad como "normal", "leve", "moderada", "grave" o "extremadamente grave", como se definió previamente (Lovibond y Lovibond, 1995).

Análisis estadístico

Se realizaron análisis de todos los datos (n = 1031). Con la versión 3.6.2 de R, se realizó la prueba de Chi cuadrado o exacta de Fisher, según corresponda, para analizar las diferencias en las proporciones entre varios factores asociados con el uso de pornografía, así como los parámetros de salud mental, entre los sexos y entre ellos. Además, medidas independientes t-Se realizaron pruebas y ANOVA de medidas independientes bidireccionales, utilizando SigmaPlot versión 14.0, para analizar las diferencias en los parámetros de salud mental basados ​​en el uso de pornografía, en todos los sexos. Tukey post hoc El análisis se realizó cuando fue apropiado. El análisis de factores exploratorios (EFA) se utilizó en nuestro estudio mientras buscábamos explorar la relación entre varias variables y descubrir factores potenciales específicos relacionados con el comportamiento compulsivo (mCIUS), los estados emocionales y sexuales (EmSS) y el uso de pornografía, en lugar de intentar confirmar una hipótesis específica en relación con los diversos factores y el uso de la pornografía. Con Jamovi 1.1.7, se utilizaron la prueba de esfericidad de Bartlett y la medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin para determinar la factorización de los datos de los elementos mCIUS y EmSS. Con base en los resultados de las dos pruebas anteriores, la EFA, también realizada con Jamovi 1.1.7, se utilizó para analizar los patrones de respuesta dentro de los ítems mCIUS y EmSS, por separado. Se utilizó la regresión de eliminación progresiva hacia atrás para determinar la relación entre varios datos demográficos, varios aspectos del uso de pornografía y parámetros de salud mental (D, A, S). Se utilizaron dos modelos separados: el modelo 1 incluyó los ítems mCIUS como variables predictoras, mientras que el modelo 2 abordó los ítems EmSS como variables predictoras. Para ambos modelos, varios datos demográficos medidos, así como aspectos relacionados con el uso de pornografía, también se incluyeron como variables predictoras adicionales, y las puntuaciones de depresión, ansiedad y estrés se consideraron variables dependientes.

Resultados

Demografía

De acuerdo con las tendencias nacionales (p. Ej., Fritura, 2019), la distribución de los participantes en la encuesta fue de 34% hombres y 66% mujeres, lo que se asemeja a la distribución por sexo del alumnado de la Universidad Franciscana. Los datos de las preguntas demográficas relativas a la edad, clase, número de semestres completados (semestres completados), estado de vida y estado civil se incluyen en Tabla 1 se muestra a través del sexo. Además, se les pidió a los estudiantes que indicaran si eran o no un estudiante solo en línea (solo en línea), un estudiante transferido (Transferido) y si compartían o no una habitación con alguien durante el año escolar (Habitación compartida). Estos datos también se incluyen en Tabla 1.

TABLA 1

www.frontiersin.orgTabla 1. Resumen de variables demográficas.

Uso actual de pornografía

Dado que la proporción de participantes que informaron sobre el uso de pornografía de por vida no fue significativamente diferente en relación con los que informaron que nunca habían usado pornografía [χ2(1, N = 1031) = 0.0, p > 0.05 y χ2(1, N = 1031) = 0.7, p > 0.05, respectivamente] en estudiantes que solo en línea versus estudiantes residenciales (es decir, no solo en línea), así como aquellos que se transfirieron a la universidad en relación con aquellos que no lo hicieron, el análisis de datos que se presenta a continuación no hace una distinción basada en estos dos variables.

Para preguntas que contienen un "Otros (especificar)”Opción de respuesta, debido al pequeño número de participantes que seleccionaron esta opción, y la variedad y ambigüedad de las respuestas dadas, lo que podría confundir potencialmente la interpretación, estas respuestas fueron excluidas de los análisis y se muestran los porcentajes.

Último uso de pornografía informado

De los 1031 encuestados, un porcentaje significativamente mayor [χ2(1, N = 1031) = 35.9, p <0.001] indicó el uso de pornografía de por vida (56.6%) en relación con aquellos que informaron que nunca usaron pornografía (43.4%).

También en consonancia con las tendencias actuales (Carroll et al., 2008; Regnerus et al., 2016; Dwulit y Rzymski, 2019), la proporción de hombres (87.6%) que informaron haber usado pornografía fue significativamente mayor [χ2(1, N = 1031) = 202.3, p <0.001] que el de las mujeres (40.9%). La distribución de los encuestados que informaron haber visto pornografía por última vez se distribuyó de la siguiente manera: Nunca he visto pornografía (Nunca, 43.4%), Hace mas de un año (>1 Año, 20.1%), Dentro del año pasado (Año pasado, 12.6%), En el último mes (El mes pasado, 9.4%), Dentro de la semana pasada (Semana pasada, 12.3%), y Hoy (2.2%). Se proporciona un desglose más detallado del uso de pornografía por sexos en Figura 1A2(1, N = 1031) = 202.3 (Nunca), 0.1 (>1 Año) 17.0 (Año pasado) 34.1 (El mes pasado) 84.2 (Semana pasada) 23.1 (Hoy)].

FIGURA 1

www.frontiersin.orgFigura 1. Uso de pornografía denunciado en todos los sexos. (A) Comparación de la última vez que se vio pornografía en Internet reportada en todos los sexos (N = 1031; Masculino: n = 347; Mujer: n = 684). Abreviaturas del último uso de pornografía informado: Nunca, nunca haber visto pornografía; >1 Año, hace más de un año; Año pasado, en el último año; El mes pasado, dentro del último mes; Semana pasada, dentro de la semana pasada; Hoy, Hoy en día. (B) Frecuencia reportada de uso de pornografía durante el período de uso más frecuente tanto en hombres como en mujeres (N = 488; Masculino: n = 254; Mujer: n = 234). Abreviaturas para la frecuencia reportada de uso de pornografía:Mensuales, menos que mensual; Mensuales, mensual; Semanal, semanal; Diario, diario; >Diario, varias veces al día. Los datos se expresan como porcentaje de participantes que responden a opciones específicas. **p <0.01, ***p <0.001.

En un radio de Hombres, en relación con aquellos que informaron que nunca habían visto pornografía (12.4%), una proporción significativamente mayor informó que su uso de pornografía más reciente fue Hace mas de un año (20.7% p <0.05) y Dentro de la semana pasada (25.6% p <0.001), mientras que un porcentaje significativamente menor informó haber visto pornografía Hoy (5.5% p <0.05). El porcentaje de personas que informaron sobre el uso en el último año o el mes pasado no fue significativamente diferente (p > 0.05) de aquellos que informaron que nunca vieron pornografía [χ2(5, N = 347) = 61.3, p <0.001].

Por el contrario, una proporción significativamente mayor [χ2(5, N = 684) = 1164.1, p <0.001] de las mujeres informaron que nunca habían visto pornografía en relación con todas las demás opciones por haber visto pornografía (todas p <0.001).

Frecuencia de uso de pornografía

De los 584 encuestados que confirmaron haber usado pornografía anteriormente, 488 completaron la pregunta relativa a la frecuencia de uso durante el período de uso más frecuente. La frecuencia de uso informada se distribuyó de la siguiente manera: Menos que mensualmente (<Mensuales, 23.4%), Mensuales (% 6.6), Semanal (% 24.8), Diario (26.8%), y Varias veces al día (>Diario, 18.4%). Más detalles relacionados con la frecuencia de uso entre sexos se muestran en Figura 1B2(1, N = 488) = 33.0 (Mensuales) 2.3 (Mensuales) 0.0 (Semanal) 8.6 (Diario), 17.0 (>Diario)].

La proporción de hombres que informan Menos que mensualmente (% 12.6) y Mensuales (4.7%) el uso fue significativamente menor (todos p <0.01) que Semanal (% 24.4), Diario (32.7%), y Varias veces al día (25.6%). Además, la proporción que informa Mensuales el uso fue significativamente menor (p <0.05) que los que informan Menos que mensualmente utilizar [χ2(4, N = 254) = 79.3, p <0.001].

En relación con las mujeres, la proporción de quienes informaron Menos que mensualmente (35.0%) el uso fue significativamente mayor que Mensuales (8.5% p <0.001), Diario (20.5% p <0.01), y Varias veces al día (10.7% p <0.001), mientras que la proporción de quienes informaron Semanal (25.2%) el uso mostró una tendencia a la significación (p = 0.08). Mensuales el uso fue significativamente menor que ambos Semanal (p <0.001) y Diario (p <0.01), pero no fue significativamente diferente de Varias veces al día (p > 0.05). Adicionalmente, Semanal y Diario el uso fue significativamente mayor que Varias veces al día (p <0.001 y p <0.05, respectivamente). Sin embargo, Semanal el uso no fue significativamente diferente de Diario usar (p > 0.05) [χ2(4, N = 234) = 69.0, p <0.001].

Hora del día de uso de pornografía más frecuente

488 encuestados respondieron la pregunta sobre la hora del día en que la pornografía se veía con más frecuencia. Dado que no hubo diferencia significativa entre las respuestas masculinas y femeninas [χ2(1, N = 488) = 2.3, 0.1 y 1.0 para Antes del comienzo de tu día, Durante tu dia y Fin de tu dia, respectivamente, todos p > 0.05], se analizaron los datos combinados para los sexos. La mayor proporción de encuestados informó que veía pornografía con mayor frecuencia al final de su día (71.1%), que era significativamente más alta que la que ambos veían durante su día (24.2%, p <0.001) y antes del comienzo de su día (4.7%, p <0.001). El porcentaje de los que informaron haber visto pornografía durante el día también fue significativamente más alto que el de los que informaron haberlo visto antes del comienzo del día (p <0.001).

Cómo se accedió a la pornografía

Con respecto a cómo se accedió con mayor frecuencia a la pornografía, no hubo una diferencia significativa entre las respuestas de hombres y mujeres (χ2 o la prueba de Fisher, todos p > 0.05). Por lo tanto, se analizaron los datos combinados para hombres y mujeres (Figura 2A). Los principales métodos de acceso a la pornografía que utilizaron la mayoría de los encuestados fueron las tecnologías relacionadas con Internet (teléfonos celulares, computadoras portátiles y de escritorio, y tabletas; 98.2%). En concreto, el acceso a través de la Teléfono móvil (69.4%) fue significativamente mayor que todas las demás opciones (todas p <0.001). El siguiente método de acceso más alto informado fue Ordenador portátil (15.2%), que fue significativamente mayor que Tabletas (por ejemplo, Kindle, iPad, etc.) (% 6.3), Computadora de escritorio (% 7.3), Televisión (% 0.6), Revistas (0.8%), y Libros físicos (en papel) (0.4%), todos p <0.001. Además, los que informaron el uso de tabletas y computadoras de escritorio fueron significativamente más altos que Televisión, Revistasy Libros físicos (en papel) (todos p <0.001). Todas las demás comparaciones no fueron significativas (todas p > 0.05). En el contexto de esta pregunta, 8 participantes respondieron Otro, lo que representa el 1.6% del total de encuestados a esta pregunta.

FIGURA 2

www.frontiersin.orgFigura 2. Detalles del uso de pornografía durante el período de uso más frecuente. (A) Distribución de métodos de uso de pornografía. Dado que no se observaron diferencias significativas entre los sexos, los datos se muestran como un porcentaje de hombres y mujeres combinados, lo que indica un método de acceso específico. Celular, Teléfono móvil; Libros, libros físicos (en papel); Revistas, revistas; Televisión, televisión; Ordenador de sobremesa, computadora de escritorio; Portátiles, ordenador portátil; Tablet, tabletas (por ejemplo, Kindle, iPad, etc.) (N = 488). (B) Comparación de la forma principal de pornografía a la que se accede durante el período de uso más frecuente en todos los sexos (N = 488; Masculino: n = 254; Mujer: n = 234). Anuncios, anuncios en Internet; TV, Televisión y peliculas; Páginas web, sitios web para adultos (por ejemplo, sitios web de pornografía); Literatura, Literatura para adultos / erótica; Revistas, revistas pornográficas, Sexting, sexting / sexo telefónico / líneas directas / Snapchat, Juegos, videojuegos para adultos. Los datos se expresan como porcentaje de participantes que responden a una opción de respuesta específica. **p <0.01, ***p <0.001.

Forma de pornografía accedida

En relación con la forma de pornografía a la que accedieron predominantemente los sexos individuales, hubo diferencias significativas entre los sexos {Figura 2B, x2(1, N = 447) = 0.0 (Anuncios en Internet) 10.6 (Televisión y peliculas), 61.6 [Sitios web para adultos (p. Ej., Sitios web de pornografía)], 39.1 (Literatura para adultos / erótica) 9.5 (Sexting / sexo telefónico / líneas directas / Snapchat)}.

En lo que respecta a los hombres, la mayoría de los encuestados (83.5%) indicó que accedían con mayor frecuencia Sitios web para adultos (p. Ej., Sitios web de pornografía), que fue significativamente más alto que todas las demás opciones [Anuncios en Internet (% 4.2), Televisión y peliculas (% 5.5), Literatura para adultos / erótica (% 3.0), Revistas pornográficas (% 2.1), Sexting / sexo telefónico / líneas directas / Snapchat (% 1.3), Videojuegos para adultos (0.4%); todos p <0.001]. El porcentaje de los que informaron acceso a través Televisión y peliculas fue significativamente más alto que ambos sexting, etc. (p <0.05) y videojuegos para adultos (p <0.01). Además, el acceso a través de Anuncios en Internet fue significativamente mayor que Videojuegos para adultos (p <0.05). Todas las demás comparaciones no fueron significativas (p > 0.05).

Al igual que los hombres, la mayoría de las mujeres (48.1%) informaron que con mayor frecuencia acceden a la pornografía a través de sitios web para adultos. Esto fue significativamente más alto que todas las demás opciones [Anuncios en Internet (% 4.8), Televisión y peliculas (% 15.2), Literatura para adultos / erótica (% 22.9), Revistas pornográficas (% 1.4), Sexting / sexo telefónico / líneas directas / Snapchat (% 7.6), Videojuegos para adultos (0.0%); todos p <0.001]. A esto le siguió la literatura para adultos, que fue significativamente más alta que los anuncios de Internet, las revistas pornográficas, el sexting, etc. y los videojuegos para adultos (todos p <0.001). La proporción de mujeres que informaron acceso a través de televisión / películas, la tercera forma más alta a la que se accede con mayor frecuencia, fue significativamente más alta que los anuncios en Internet, revistas pornográficas y videojuegos para adultos (p <0.001), así como sexting, etc. (p <0.05). Acceso a la pornografía a través Sexting / sexo telefónico / líneas directas / Snapchat fue significativamente más alto que ambas revistas pornográficas (p <0.01) y videojuegos para adultos (p <0.001). Finalmente, el acceso a través de anuncios en Internet fue significativamente mayor que los videojuegos para adultos (p <0.01). Todas las demás comparaciones no fueron significativas (todas p > 0.05).

Con respecto a la pregunta sobre la forma de pornografía a la que se accede con mayor frecuencia, 41 participantes respondieron Otros (especificar), lo que representa el 8.4% del total de encuestados a esta pregunta.

Primera exposición a la pornografía

Como se indicó anteriormente, para preguntas que contienen un "Otros (especificar)”Opción de respuesta, estas respuestas se excluyeron de los análisis y se muestran los porcentajes.

Edad de la primera exposición a la pornografía

El análisis reveló diferencias significativas entre hombres y mujeres en relación con la edad reportada de la primera exposición a la pornografía [Figura 3A, x2(1, N = 470) = 2.5 (8 o menor) 27.3 (9-13) 5.3 (14-17) 16.1 (Mayor de 18 años)].

FIGURA 3

www.frontiersin.orgFigura 3. Primera exposición a la pornografía en todos los sexos. (A) Edad de la primera exposición a la pornografía en todos los sexos.8, 8 años o menos; 9-13, 9 a 13 años de edad; 14-17, 14 a 17 años de edad; >18, 18 años o más. (B) Distribución de cómo ocurrió la exposición a la pornografía en hombres y mujeres. Family, a través de la familia; Friends, a través de amigos; Curiosity, curiosidad personal; Involuntario, exposición involuntaria. (C) Forma de pornografía a la que se produjo la primera exposición en todos los sexos. Anuncios, ventanas emergentes / anuncios en Internet; TV, televisión / películas; Páginas web, sitios web para adultos (por ejemplo, sitios web de pornografía); Literatura, literatura erótica / para adultos; Revistas, revistas de pornografía; Sextear, etc, sexting / sexo telefónico / líneas directas / Snapchat; Videojuegos, videojuegos para adultos. Los datos se expresan como porcentaje de encuestados que indican opciones de respuesta específicas (N = 470; Masculino: n = 248; Mujer: n = 222). *p <0.05, **p <0.01, ***p <0.001.

La mayoría de los hombres (63.7%) informó 9-13 como la edad de la primera exposición a la pornografía, que fue significativamente más alta que todas las demás opciones [8 o menor (% 8.9), 14-17 (% 25.8), Mayor de 18 años (1.6%), todos p <0.001]. Todas las demás comparaciones de la edad de la primera exposición para los hombres fueron significativas (todas p <0.001) [χ2(3, N = 248) = 305.0, p <0.001].

En relación con las mujeres, al igual que los hombres, la moda de edad de la primera exposición también fue 9-13 (39.2%). Si bien esto no fue significativamente mayor que los que informaron 14-17 (36.0% p > 0.05), fue significativamente más alto que ambos 8 o menor (% 14.0) y Mayor de 18 años (10.8%), ambos p <0.001. Además, la proporción de mujeres que informan 14-17 también fue significativamente más alto que ambos 8 o menor y Mayor de 18 años, Tanto p <0.001. No hubo diferencia significativa (p > 0.05) entre mujeres que informaron 8 o menor relativo a Mayor de 18 años como la edad en la que fueron expuestos por primera vez a la pornografía [χ2(3, N = 222) = 76.5, p <0.001].

Cómo ocurrió la exposición a la pornografía

En cuanto a cómo tuvo lugar la primera exposición a la pornografía, hubo diferencias significativas entre los sexos [Figura 3B, x2(1, N = 458) = 0.0 (A través de la familia) 0.2 (A través de amigos) 4.5 (Curiosidad personal) 6.8 (Exposición involuntaria)].

Tanto en hombres como en mujeres, Curiosidad personal (Hombres: 45.1%; Mujeres: 34.9%) y Exposición involuntaria (Hombres: 32.9%; Mujeres: 45.3%) fueron los métodos principales a través de los cuales ocurrió la primera exposición. Sin embargo, en los hombres, la curiosidad personal fue significativamente mayor que la exposición involuntaria (p <0.01), mientras que en las mujeres, la exposición involuntaria fue significativamente mayor que la curiosidad personal (p <0.05). Ambos métodos de exposición fueron significativamente más altos, en ambos sexos, que A través de la familia (Hombres: 5.3%; Mujeres: 5.2%) y A través de amigos (Hombres: 16.7%; Mujeres: 14.6%), todos p <0.001. Además, en ambos sexos, la exposición a través de amigos fue significativamente mayor que la exposición a través de la familia (Hombres: p <0.001; Hembras: p <0.01). Con respecto a esta pregunta, 12 participantes (2.6% del total de quienes respondieron a esta pregunta) seleccionaron Otro [Hombre: χ2(3, N = 246) = 121.5, Mujer: χ2(3, N = 212) = 114.2, ambos p <0.001].

Primera exposición: forma de pornografía

En relación con la forma de pornografía a la que los encuestados fueron expuestos por primera vez, el análisis reveló diferencias significativas entre hombres y mujeres dentro de las diversas formas de exposición [Figura 3C, x2(1, N = 437) = 0.9 (Pop-ups / anuncios en Internet) 1.7 (Televisión y peliculas) 11.3 (Sitios web para adultos (p. Ej., Sitios web de pornografía) 22.8 (Literatura para adultos / erótica) 6.2 (Revistas pornográficas)].

En lo que respecta a los hombres, el 44.2% informó Sitios web para adultos (p. Ej., Sitios web de pornografía) como la forma de pornografía a la que fueron expuestos por primera vez. Esto fue significativamente más alto que todas las demás formas: Pop-ups / anuncios en Internet15.2%; Televisión / Películas17.7%; Literatura erótica / para adultos3.0%; Revistas pornográficas17.3%; Sexting / sexo telefónico / líneas directas / Snapchat, 0.9% y Videojuegos para adultos, 1.7%, todos p <0.001. El porcentaje de hombres que informan Televisión / Películas, Revistas pornográficas y Pop-ups / anuncios en Internet fue significativamente mayor (todos p <0.001) que la literatura para adultos, el sexting, etc. y los videojuegos para adultos. Todas las demás comparaciones no fueron significativas (p > 0.05).

Al igual que los hombres, los sitios web para adultos fueron la forma más alta de pornografía reportada a la que las mujeres fueron expuestas por primera vez (28.2%), que fue significativamente más alta que todas las otras formas [Pop-ups, etc. (18.9%) y literatura para adultos (17.0%) , ambos p <0.05; Revistas (8.7%), sexting, etc. (3.4%) y videojuegos para adultos (0.5%), todos p <0.001], excepto TV / películas (23.3%, p > 0.05). Las ventanas emergentes, etc., la televisión / películas y la literatura para adultos fueron significativamente más altas que el sexting, etc. y los videojuegos para adultos, todos p <0.001, así como revistas pornográficas (relativas a Pop-ups, etc. p <0.01, TV / películas, p <0.001 y literatura para adultos, p <0.05). Además, la proporción de quienes informan sobre revistas pornográficas fue significativamente más alta que la de sexting, etc. p <0.05, y videojuego para adultos, p <0.001. Todas las demás comparaciones no fueron significativas (p > 0.05). Del total de encuestados, 33 (7.0%) seleccionaron Otros (especificar) con respecto a la forma de pornografía a la que fueron expuestos por primera vez.

Cuestionario mCIUS

En general, la tendencia de la proporción de participantes que respondieron "A menudo"O"Very Often”Para las preguntas relacionadas con el uso compulsivo de pornografía fue similar para ambos sexos. Participantes de ambos sexos seleccionados de forma más destacada "A menudo"O"Very Often”Para las preguntas que indican que: (1) pensaron que deberían pasar menos tiempo en sitios web de pornografía (SpendLess, sexos combinados: 70.5%; Hombre: 77.6%, Mujer: 62.8%), (2) accedieron a los sitios web cuando se sintieron deprimidos ( FeelDown, Sexos combinados: 49.0%; Masculino: 55.9%, Femenino: 41.5%), (3) continuaron accediendo a los sitios web a pesar de su intención de detenerse (AccessStop, Sexos combinados: 45.3%; Masculino: 52.0%, Femenino: 38.0% ), (4) accedieron a los sitios web para escapar / obtener alivio de sentimientos negativos (EscpSor, sexos combinados: 42.0%; Hombre: 48.4%, Mujer: 35.0%), (5) les resultó difícil dejar de acceder a los sitios web cuando estaban en línea ( DiffStop, sexos combinados: 41.4%; hombre: 48.4%, mujer: 33.8%) y (6) intentaron sin éxito pasar menos tiempo en los sitios web (sin éxito, sexos combinados: 40.6%; hombre: 48.0%, mujer: 32.5% ). También hubo diferencias estadísticamente significativas entre la mayor proporción de hombres que de mujeres que informaron "A menudo"O"Very Often”Para estos elementos específicos en el mCIUS [χ2(1, N = 488) = 10.2 (DiffStop), 9.0 (AccessStop), 9.6 (FeelDown), 8.4 (EscpSor), p <0.01; 12.0 (sin gasto), 11.6 (sin éxito), p <0.001]. Todas las demás comparaciones no fueron significativas (p > 0.05). Estas diferencias y los resultados de las preguntas restantes que no se abordaron anteriormente se describen en Figura 4A y Tabla complementaria 1.

FIGURA 4

www.frontiersin.orgFigura 4. (A) Porcentaje de hombres y mujeres que responden "A menudo" o "Muy a menudo" a los elementos de la Escala de uso compulsivo de Internet modificada relacionados con el uso de pornografía. DifParada, dificultad para dejar de acceder a sitios web de pornografía; Acceso Parada, acceso a pesar de la intención de detenerlo; TiempoOtros, acceder a la pornografía por pasar tiempo con otros; Sueño corto, falta de sueño debido al uso de pornografía; pensar en los sitios, piense en sitios web cuando no esté en línea; MirarAdelante, esperamos la próxima sesión de uso; Gastar menos, creo que es necesario dedicar menos tiempo; Sin éxito, sin éxito en pasar menos tiempo; RushTrabajo, apresurarse a trabajar para ver pornografía; NglctOb, desatender las obligaciones debidas a la pornografía; Sentirse triste, use pornografía cuando se sienta deprimido; EscpSor, use la pornografía para escapar de los sentimientos negativos; Inquieto, inquieto / frustrado / irritado cuando no puede ver pornografía. Los datos se expresan como porcentaje de encuestados que indican "A menudo" o "Muy a menudo" (N = 488; Masculino: n = 254; Mujer: n = 234). (B) Distribución de los participantes que respondieron "De acuerdo" o "Totalmente de acuerdo" a los elementos relacionados con los estados emocionales y sexuales relacionados con el uso de la pornografía en todos los sexos, lo que indica que era más probable que vieran pornografía en Internet cuando estaban solos (Solo), sentirse solo (Solitario), con una pareja sexual (sexoparticipante), sentirse aburrido (Aburrido), los compañeros presionados (compañeros), no haber tenido relaciones sexuales en un tiempo (no sexo), sentirse sexualmente excitado (Excitado), borracho o bajo los efectos de las drogas (Borracho), y no puedo encontrar a alguien con quien tener relaciones sexuales (Noonesex). Los datos se expresan como porcentaje de encuestados que indican "De acuerdo" o "Totalmente de acuerdo" (N = 476; Masculino: n = 250; Mujer: n = 226). **p <0.01, ***p <0.001.

Basado en literatura previa relacionada con el uso de Internet (Guertler y otros, 2014; Yong et al., 2017; Fuchs et al., 2018) y teniendo en cuenta que el mCIUS consta de 13 preguntas (Downing y otros, 2014), en contraste con la encuesta original de 14 ítems (Meerkerk y otros, 2009), la categorización de la gravedad se estableció en un punto de corte de 26 puntos (mayor o igual a 26; basado en la respuesta de al menos a veces para cada elemento del mCIUS) identificando uso adictivo de pornografía, 20-25 como uso problemático de pornografíay <20 de lo normal. Bajo esta categorización, el 57.0% de los encuestados del mCIUS mostró un uso problemático y adictivo de pornografía (16.6 y 40.4%, respectivamente).

Análisis factorial exploratorio para el mCIUS

Un análisis factorial exploratorio (EFA) utilizando una extracción factorial del eje principal (Costello y Osborne, 2005; Baglín, 2014) se utilizó para investigar la estructura factorial de los ítems de la encuesta mCIUS. Análisis paralelo (Costello y Osborne, 2005; Baglín, 2014) recomendó una solución de tres factores (Tabla 2). Dada la alta correlación de los ítems, una rotación 'promax' (oblicua) (Costello y Osborne, 2005; Baglín, 2014) se utilizó para la interpretación de los tres factores. Esta rotación tenía sumas de cargas cuadradas que iban de 1.81 a 4.16. Los coeficientes de correlación entre factores oscilaron entre 0.699 y 0.755.

TABLA 2

www.frontiersin.orgTabla 2. Resumen de los resultados del Análisis Factorial Exploratorio correspondientes a los ítems de la Escala de Uso Compulsivo de Internet modificada utilizando el método de extracción de factorización del eje principal en combinación con una rotación promax (n = 488).

El primer factor, identificado como "Preocupación", incluyó preferir acceder a los sitios web en lugar de pasar tiempo con otras personas (TimeOthers), quedarse corto de sueño debido a estar viendo los sitios web (ShortSleep), pensar en los sitios web incluso cuando no está en línea ( ThinkSites), esperando la próxima sesión de Internet accediendo a los sitios web (LookFwd), apresurando el trabajo para acceder a los sitios web (RushWork), prefiriendo acceder a los sitios web mientras descuida las obligaciones diarias (NglctOb) y sintiéndose inquieto, frustrado o irritado cuando incapaz de acceder a los sitios web (inquieto). El segundo factor se identificó como "Dependencia" e incluyó DiffStop, AccessStop, SpendLess y Unsuccess. Finalmente, el tercer factor, identificado como "Afrontamiento emocional", consistió en FeelDown y EscpSor. La identificación de los factores se abordará con más detalle en la Discusión.

Cuestionario EmSS

En general, la tendencia general de la proporción de participantes que respondieron "Muy de acuerdo"O"Totalmente de acuerdo”Para las preguntas sobre los estados emocionales y sexuales en relación con el uso de la pornografía fue similar entre hombres y mujeres. Los participantes de ambos sexos informaron predominantemente "Muy de acuerdo"O"Totalmente de acuerdo"Para las preguntas que indican que fueron más probabilidades de ver pornografía en Internet cuando: (1) estaban solos (solos, sexos combinados: 94.3%; hombre: 97.2%, mujer: 91.2%), (2) se sentían excitados sexualmente (excitados, 80.9%), (3) estaban aburridos ( Aburrido, sexos combinados: 73.5%; Hombre: 80.0%, Mujer: 66.4%) y (4) se sentían solos (Solitarios, 71.2%). Sin embargo, hubo diferencias estadísticamente significativas entre la proporción de hombres y mujeres que informaron "Muy de acuerdo"O"Totalmente de acuerdo”Para elementos específicos en el EmSS. Específicamente, era probable que más hombres que mujeres utilizaran pornografía cuando estaban solos [χ2(1, N = 476) = 7.0] o sentirse aburrido [χ2(1, N = 476) = 10.6], ambos p <0.01, mientras que una proporción significativamente mayor de mujeres que de hombres [χ2(1, N = 476) = 6.9, p <0.01] informó haber usado pornografía cuando estaba con una pareja sexual (Hombre: 6.8%, Mujer: 14.6%). Todas las demás comparaciones no fueron significativas (p > 0.05). Estas diferencias y los resultados de los elementos restantes no tratados anteriormente se describen en Figura 4B y Tabla complementaria 2.

Análisis factorial exploratorio para EmSS

Una vez más, se utilizó EFA utilizando una extracción de factores de eje principal para investigar la estructura factorial de los ítems pertenecientes a los estados emocionales y sexuales. El análisis paralelo indicó la presencia de tres factores (Tabla 3). Dado que varias dimensiones de los datos no eran ortogonales, se utilizó una rotación oblicua ('promax'). Esta rotación tenía sumas de cargas cuadradas que iban de 0.923 a 1.498. Los coeficientes de correlación entre factores oscilaron entre 0.240 y 0.679.

TABLA 3

www.frontiersin.orgTabla 3. Resumen de los resultados del Análisis Factorial Exploratorio correspondientes a los ítems de la Escala de Estado Emocional y Sexual utilizando el método de extracción de factorización del eje principal en combinación con una rotación promax (n = 476).

El primer factor se identificó como "interoceptivo", que refleja elementos relacionados con circunstancias que involucran principalmente a los propios individuos y que se derivan de sentimientos internos. Estos incluían Alone, Lonely, Bored y Aroused. El segundo factor, identificado como "Impotente", reflejó la mayor probabilidad de uso de pornografía asociada con la ausencia de posibilidades de tener relaciones sexuales, específicamente, no tener relaciones sexuales por un tiempo (Nosex) y no encontrar a alguien con quien tener relaciones sexuales. (Noonesex). Finalmente, el tercer factor, "Extrínseco", pareció reflejar situaciones que involucraban influencias externas, como estar con una pareja sexual (Sexpart), ser presionado por los compañeros (Peerpres) y estar borracho o sentir los efectos de las drogas / sustancias ilícitas (Borracho). .

DASS-21

Basado en la puntuación del DASS-21 (Lovibond y Lovibond, 2004), de los participantes que completaron esta sección de la encuesta (n = 872), 55.4, 56.0 y 63.5% de todos los participantes cayeron en la categoría "normal" de depresión, ansiedad y estrés, respectivamente. Además, un porcentaje considerable de participantes informó síntomas de niveles de depresión "graves" o "extremadamente graves" (17.0%), ansiedad (20.4%) y estrés (13.5%) (ver Figura suplementaria 1).

El análisis no reveló diferencias significativas (todos p > 0.05) entre hombres y mujeres en los distintos niveles ("normal", "leve", etc.) de depresión. Sin embargo, una proporción significativamente mayor de hombres informó niveles "normales" tanto de ansiedad (62.2%) como de estrés (69.1%) en comparación con las mujeres (A: 53.0%; S: 60.9%), χ2(1, N = 872) = 6.1 y 5.0, respectivamente, ambos p <0.05. Además, una proporción significativamente mayor [χ2(1, N = 872) = 4.1, p <0.05] de las mujeres (22.4%) que los hombres (16.2%) informaron ansiedad "severa" o "extremadamente severa". Un porcentaje significativamente mayor [χ2(1, N = 872) = 4.2, p <0.05] de las mujeres (15.5%) indicó un nivel de estrés "moderado" en relación con el de los hombres (10.1%). Todas las demás comparaciones no fueron significativamente diferentes (todas p > 0.05).

Salud mental (D, A, S) y uso de pornografía

Último uso de pornografía y salud mental reportados

Se realizó un análisis para evaluar la influencia del último uso de pornografía reportado en la salud mental, según lo medido por el DASS-21. Los puntajes promedio D, A, S para los estudiantes que informaron el uso de pornografía fueron significativamente más altos [t(870) = −5.55 y −3.81 para D y A, respectivamente, ambos p <0.001; t(870) = −3.14 para S, p <0.01] que aquellos que informaron que nunca vieron pornografía.

Además, los resultados indicaron un efecto significativo en los tres parámetros de salud mental (D, A, S) en todos los sexos [D: F(1,866) = 7.80, p <0.01; A: F(1,866) = 18.73, p <0.001; S: F(1,866) = 13.35, p <0.001] y el último uso de pornografía reportado [D: F(2,866) = 22.04; A: F(2,866) = 11.97; S: F(2,866) = 12.15; todos p <0.001], pero no en la interacción del sexo y el último uso informado [D: F(2,866) = 1.48; A: F(2,866) = 0.39; S: F(2,866) = 0.88; todos p > 0.05]. Los puntajes de depresión, ansiedad y estrés (promedio y SEM), tanto para hombres como para mujeres, en los momentos del último uso de pornografía informado se muestran en Figuras 5A – C.

FIGURA 5

www.frontiersin.orgFigura 5. Parámetros de salud mental en hombres y mujeres en relación con el uso de pornografía informado. (C.A) Depresión (A)ansiedad (B)y el estres (C) puntajes en varios momentos del último uso de pornografía reportado en todos los sexos (N = 872; Masculino: n = 278; Mujer: n = 594). No utilizado, nunca haber visto pornografía; >1 Año, hace más de un año;1 Año, en el último año (es decir, hoy, en la última semana, en el último mes, en el último año). Relativo a No utilizado*p <0.05, ***p <0.001, 0.05 p <0.1. Relativo a>1 Año: ##p <0.01, ###p <0.001, 0.05 p <0.1. (D – F) Depresión (D)ansiedad (E)y el estres (F) puntuaciones en los participantes que informaron al menos el uso semanal de pornografía, durante la última semana, en relación con los no usuarios (N = 531; Masculino: n = 124; Mujer: n = 407). No utilizado, nunca haber visto pornografía; Usado, vio pornografía en la última semana, al menos semanalmente. Los datos se expresan como media ± SEM. Relativo a No utilizado: **p <0.01, ***p <0.001.

En lo que respecta a los hombres, se observaron puntuaciones significativamente más altas en depresión y ansiedad (ambas p <0.05) en aquellos que informaron haber usado pornografía en el año anterior (Hoy, en la última semana, en el último mes, en el último año) que los que informan que nunca han utilizado pornografía. La misma comparación, en relación con las puntuaciones de estrés, indicó una tendencia hacia la significancia (p = 0.06). Todas las demás comparaciones no fueron significativas (p > 0.05).

En relación con las mujeres, puntuaciones significativamente más altas en las tres medidas de salud mental (todas p <0.001) fueron reportados en aquellos que informaron el uso de pornografía en el año anterior en relación con los que informaron que nunca la habían usado. Las puntuaciones de depresión y estrés también fueron significativamente más altas (p <0.001 y p <0.01, respectivamente) en aquellos que informaron haber usado pornografía en el año anterior en relación con los que informaron usar pornografía Hace mas de un año. Si bien se observó una tendencia similar en las puntuaciones de ansiedad, estadísticamente, esta diferencia fue una tendencia hacia la significancia (p = 0.08). Además, los puntajes de ansiedad para aquellos que informaron haber usado pornografía Hace mas de un año también fue significativamente más alto que aquellos que informaron que nunca habían usado pornografía (p <0.05). Todas las demás comparaciones no fueron significativas (p > 0.05).

En relación con el último uso de pornografía informado, al comparar los sexos, las mujeres informaron puntajes más altos que los hombres en todos los parámetros de salud mental. Post hoc El análisis indicó puntuaciones significativamente más altas de depresión, ansiedad y estrés (todos p <0.001) en mujeres que en hombres que vieron pornografía el año anterior. Además, las mujeres que informaron que nunca habían usado pornografía también obtuvieron niveles más altos de ansiedad que los hombres en la misma categoría (p <0.05), mientras que las puntuaciones de estrés solo mostraron una tendencia hacia la significancia (p = 0.06). Finalmente, hubo una tendencia hacia la significación (p = 0.07) en la diferencia entre mujeres y hombres en los puntajes de ansiedad para aquellos que informaron usar pornografía Hace mas de un año.

Salud mental y uso reciente de pornografía

Dado que el DASS-21 pide a los participantes que consideren la aplicabilidad de una declaración específica sobre el semana pasada, D, A, S se analizaron las puntuaciones de los participantes que respondieron que la última vez que vieron pornografía fue Dentro de la semana pasada or Hoyy que vieron pornografía al menos una vez a la semana (Varias veces al día, Diarioo Semanal) (Usado) relativo a aquellos que nunca usaron pornografía (No usado).

El análisis indicó un efecto significativo del uso de pornografía en los tres parámetros de salud mental [D: F(1,527) = 45.98; A: F(1,527) = 21.08; S: F(1,527) = 21.96; todos p <0.001]. También hubo una diferencia significativa entre los sexos para la ansiedad [F(1,527) = 5.37, p <0.05] y estrés [F(1,527) = 7.59, p <0.01], pero no depresión [F(1,527) = 3.40, p > 0.05]. Además, ninguna de las interacciones relacionadas con el uso del sexo y la pornografía fue significativa [D: F(1,527) = 0.23; A: F(1,527) = 0.38; S: F(1,527) = 0.13; todos p > 0.05]. Los puntajes de depresión, ansiedad y estrés (promedio y SEM), tanto para hombres como para mujeres, que usaron y no usaron pornografía se muestran en el Figuras 5D – F.

Tanto en hombres como en mujeres, hubo una diferencia significativa en la depresión (tanto p <0.001), ansiedad (hombres: p <0.001; Hembras: p <0.01) y estrés (Hombres: p <0.01; Hembras: p <0.001) puntuaciones entre los que usaron (Usaron) y los que no usaron (No Usaron).

Al comparar hombres y mujeres, el análisis reveló que dentro de aquellos que usaban pornografía (usada), las mujeres reportaron puntajes de estrés significativamente más altos (p <0.05) que los hombres; Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los sexos en las puntuaciones de depresión y ansiedad (ambos p > 0.05) dentro de Usado. En los participantes que informaron que nunca usaron pornografía, las mujeres obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en ansiedad (p <0.05), pero no depresión (p > 0.05). También hubo una tendencia hacia la significación entre hombres y mujeres en las puntuaciones de estrés dentro de No utilizado (p = 0.05).

Análisis de regresión multiple

El análisis de regresión indicó varias relaciones entre los diversos datos demográficos (edad, sexo, número de semestres completados en la Universidad Franciscana y si el participante compartió una habitación) analizados, varios aspectos del uso de pornografía (la última vez que el participante vio pornografía, la frecuencia del uso de pornografía, la hora del día en la que vieron pornografía con mayor frecuencia y la edad de la primera exposición a la pornografía), incluidos los aspectos medidos por mCIUS y EmSS, y depresión, ansiedad y estrés. Tamaños de efecto detallados (valores β) con sus p-los valores se muestran en el mesas 4, 5.

TABLA 4

www.frontiersin.orgTabla 4. Influencia de varios datos demográficos, incluso en relación con el uso de pornografía, y las variables modificadas de la Escala de uso compulsivo de Internet (mCIUS) en las puntuaciones de depresión, ansiedad y estrés, medidas con el DASS-21

TABLA 5

www.frontiersin.orgTabla 5. Influencia de varios datos demográficos, incluidos los asociados con el uso de pornografía, y las variables del estado emocional y sexual en las puntuaciones de depresión, ansiedad y estrés, medidas con el DASS-21.

Tanto el modelo 1 (que incluye elementos de mCIUS) como el modelo 2 (que incluye elementos de EmSS) indicaron que la edad, el sexo y la última vez que vieron pornografía del participante predijeron significativamente las puntuaciones de depresión (modelo 1: R2 = 0.163, modelo 2: R2 = 0.157). El sexo y la edad de la primera exposición a la pornografía predijeron tanto ansiedad (modelo 1: R2 = 0.109, modelo 2: R2 = 0.091) y estrés (modelo 1: R2 = 0.149, modelo 2: R2 = 0.144) puntuaciones. Además, la última vez que el participante vio pornografía también fue un factor de predicción significativo del estrés.

En relación con los elementos específicos dentro del mCIUS (modelo 1), NglctOb y EscpSor predijeron significativamente las puntuaciones de depresión, mientras que DiffStop, ShortSleep y Restless predijeron significativamente la ansiedad, y NglctOb y Restless fueron predictores significativos de las puntuaciones de estrés.

En relación con los ítems de EmSS (modelo 2), Lonely predijo significativamente los tres parámetros de salud mental medidos (D, A, S). Además, Aroused fue un predictor significativo de ansiedad y estrés, pero no de las puntuaciones de depresión.

Información adicional

Qué ayudó a disminuir el uso de la pornografía

En relación con la pregunta sobre qué ayudó al participante a disminuir su uso de pornografía, el “Otros (especificar)"Opción de respuesta (n = 66) fue excluido de los análisis y los porcentajes mostrados, debido a la variedad y ambigüedad de las respuestas dadas, lo que podría confundir potencialmente la interpretación.

La distribución general de las respuestas con respecto a los aspectos que ayudaron a disminuir el uso de pornografía fue la siguiente: Recursos de Internet (es decir PactoOjos.com) (% 18.2), Socio / Grupo de Responsabilidad - en el campus (% 10.9), Socio / Grupo de Responsabilidad - fuera del campus (% 14.7), Vida de fe (% 80.1), Principios morales (% 76.6), Motivación personal (% 81.2), Servicios de asesoramiento (% 8.3), Nada ha ayudado (3.9%), y No me interesa disminuir el uso (% 5.5).

Tanto hombres como mujeres informaron Vida de fe (Hombres: 83.5%; Mujeres: 76.2%), Principios morales (Hombres: 77.4%; Mujeres: 75.7%), y Motivación personal (Hombres: 82.3%; Mujeres: 79.9%) como los aspectos más útiles para disminuir el uso de pornografía. Estas tres opciones no fueron significativamente diferentes (todas p > 0.05) entre sí en ambos machos [χ2(8, N = 243) = 1017.4, p <0.001] y mujeres [χ2(8, N = 214) = 1000.9, p <0.001]. Sin embargo, en ambos sexos, las proporciones de participantes que informaron estas opciones como fuentes de ayuda fueron significativamente más altas que todas las demás opciones de respuesta (todas p <0.001). Curiosamente, el 63.9% de los que respondieron a esta pregunta incluyeron la combinación de las tres opciones (Vida de fe, Principios moralesy Motivación personal) como fuentes que ayudaron a disminuir el uso de pornografía.

En los hombres, las proporciones que informaron sobre recursos de Internet (23.5%) y el socio de responsabilidad tanto dentro (16.5%) como fuera del campus (20.2%) fueron significativamente más altas que las que informaron que nada les había ayudado (4.9%) y las que indicaron que sí no estaban interesados ​​en disminuir el uso de pornografía (4.1%; todos p <0.001). Además, el porcentaje de hombres que informaron que los servicios de asesoramiento (9.1%) ayudaron a disminuir su uso fue significativamente menor que ambos recursos de Internet (p <0.001) y socio de responsabilidad fuera del campus (p <0.01). Todas las demás comparaciones para hombres no fueron significativas (todas p > 0.05). Al igual que los hombres, una proporción significativamente mayor de mujeres informó que los recursos de Internet (12.1%) ayudaron a reducir el uso de pornografía que las que informaron que nada ayudó a disminuir su uso de pornografía (2.8%, p <0.01). Todas las demás comparaciones para mujeres no fueron significativas [Socio / Grupo de Responsabilidad - en el campus (% 4.7), Socio / Grupo de Responsabilidad - fuera del campus (% 8.4), Servicios de asesoramiento (% 7.5), No me interesa disminuir el uso (7.0%); todos p > 0.05].

No hubo diferencias significativas en la proporción de hombres y mujeres que informaron principios morales [χ2(1, N = 457) = 0.1, p > 0.05] y motivación personal [χ2(1, N = 457) = 0.3, p > 0.05] como fuentes de ayuda para disminuir el uso de pornografía. Sin embargo, hubo una tendencia hacia la importancia en la vida de fe [χ2(1, N = 457) = 3.4, p = 0.06]. Los porcentajes de hombres que informan sobre recursos de Internet [χ2(1, N = 457) = 9.0, p <0.01] y socio de responsabilidad dentro y fuera del campus [χ2(1, N = 457) = 15.0 y 11.6, respectivamente, ambos p <0.001] fueron significativamente más altos que las mujeres. Todas las demás comparaciones no fueron significativas [χ2(1, N = 457) = 0.2, 0.9 y 1.3 para Servicios de asesoramiento, Nada ha ayudadoy No me interesa disminuir el uso, respectivamente, todos p > 0.05].

Percepción de la lucha contra la pornografía en el campus

Con respecto a las preguntas sobre el porcentaje de estudiantes hombres y mujeres que los participantes pensaban que tenían problemas con la pornografía en nuestro campus, la opción seleccionada con más frecuencia fue 50-74% en relación al porcentaje de hombres (41.4%) y 25-49% en relación al porcentaje de mujeres (41.8%). 11.6, 31.4 y 15.7% de los participantes indicaron que pensaban 0-24, 25-49y 75-100% de los hombres en el campus lucharon con la pornografía, respectivamente. Además, en relación con el porcentaje de mujeres que se cree que luchan con la pornografía en nuestro campus, 0-24% fue la segunda opción de respuesta más seleccionada (39.6%), seguida de 50-74% (% 16.9) y 75-100% (1.7%). Un desglose detallado de la percepción masculina y femenina de la lucha con la pornografía en el campus, en ambos sexos, se describe en el Tabla complementaria 3.

Percepción del nivel de contenido pornográfico

En relación con la pregunta sobre cuán pornográfico los encuestados consideraron varios materiales, Moderadamente pornográfico (Mod) y Extremadamente pornográfico (Ext) fueron las dos opciones de respuesta más altas para Fotos de desnudos (p. Ej., Playboy) (Modificación: 37.3%, Ext .: 50.4%), Literatura erótica (Modificación: 44.0%, Ext .: 31.3%), Vídeos sexualmente explícitos (Mod: 10.6%, Ext: 86.8%) y Escenas de sexo cinematográfico (Mod .: 40.2%, Ext .: 37.4%). En lo que respecta a Arte desnudo (p. Ej., Estatua de David, Capilla Sixtina), Nada pornográfico (% 73.4) y Ligeramente pornográfico (21.4%) fueron las opciones de respuesta más seleccionadas. Además, el 49.4 y el 29.3% de los participantes informaron Anuncios seductores (p. Ej., Victoria's Secret) as Ligeramente pornográfico y Moderadamente pornográfico, respectivamente. Los detalles completos de cuán pornográficos los participantes consideraban que eran los diversos materiales, así como las diferencias sexuales en la percepción, se proporcionan en el Tabla complementaria 4.

Discusión

La relación entre el uso de pornografía, la compulsividad y la salud mental es compleja y potencialmente multidireccional en términos de causalidad y los diversos subcomponentes que constituyen cada variable individual. Como se indica en la Introducción, una variable importante es el mayor uso y accesibilidad de Internet para actividades relacionadas con el sexo, que se ha convertido en la principal forma de pornografía consumida, especialmente entre las personas más jóvenes (Döring, 2009; Doring et al., 2017; Solano et al., 2020). Nuestro estudio buscó investigar estas variables en una muestra de estudiantes universitarios, con la esperanza de brindar una mejor comprensión de la dinámica de esta relación. En general, los resultados parecen indicar diferencias de sexo distintas y significativas en relación con el uso de pornografía y el efecto de dicho uso en la salud mental. Además, el análisis también parece destacar ciertos rasgos que parecen tener similitudes significativas con aspectos de las adicciones conductuales, que también afectan el bienestar mental.

Según informes anteriores (Carroll et al., 2008; Willoughby et al., 2014), nuestro estudio parece indicar un número significativo de estudiantes universitarios que informaron haber usado pornografía durante toda su vida. Significativamente más hombres que mujeres informaron haber usado pornografía, más recientemente y con mayor frecuencia, siendo los años preadolescentes (9-13) el período principal de primera exposición a la pornografía en los hombres. Si bien este período de tiempo de la primera exposición también fue significativo en las mujeres, a diferencia de los hombres, se extendió hasta la adolescencia (14-17) años. Otra distinción entre hombres y mujeres es que, si bien, en ambos casos, la mayoría de los participantes estuvieron expuestos a la pornografía antes de los 18 años, el porcentaje de hombres en esta categoría fue significativamente más alto que el de mujeres. Si bien ambos sexos informaron los mismos dos métodos principales de primera exposición, se diferenciaron en que más mujeres fueron expuestas involuntariamente, mientras que más hombres fueron expuestos por curiosidad personal. Además, ambos sexos informaron que el teléfono celular es el método principal de acceso y los sitios web para adultos como la forma principal de pornografía a la que fueron expuestos por primera vez y continuaron accediendo con mayor frecuencia.

En relación con el uso compulsivo de pornografía en Internet y los estados emocionales y sexuales asociados con dicho uso, la proporción de hombres fue consistentemente más alta en los artículos que mostraban diferencias significativas de sexo con la excepción del artículo relacionado con ver pornografía cuando estaban con una pareja sexual, donde el la proporción de mujeres fue mayor. Nuestros hallazgos también parecen indicar que los elementos que abordan el uso compulsivo de pornografía y los estados emocionales y sexuales involucrados en dicho uso que fueron informados predominantemente por ambos sexos, se referían a componentes asociados con la dependencia, el afrontamiento emocional y la interocepción. Sin embargo, los elementos relacionados con la preocupación y la interocepción fueron los elementos que más predijeron los resultados de salud mental.

Salud mental

Similar a nuestro trabajo anterior (Beiter et al., 2015), un número considerable de estudiantes en este estudio reportaron síntomas indicativos de depresión severa y extremadamente severa, ansiedad y estrés, con porcentajes que aumentaron con respecto a años anteriores. Como es evidente en la literatura científica, los esfuerzos nunca han dejado de investigar los posibles contribuyentes al creciente número de informes de psicopatologías entre los estudiantes universitarios, así como las posibles formas de reducir el problema. El objetivo de nuestro estudio fue contribuir aún más al cuerpo de la literatura investigando la relación del uso de la pornografía, así como los elementos específicos del comportamiento asociado en relación con el uso compulsivo, y su potencial para influir en la salud mental de los estudiantes universitarios.

Nuestros resultados contribuyen a la literatura actual que indica un vínculo potencial entre el uso de pornografía y la disminución del bienestar mental en las adolescentes (Dalby y col., 2018), así como un funcionamiento psicosocial más bajo en estudiantes universitarios que informaron niveles más altos de comportamientos de adicción a la pornografía en Internet (Harper y Hodgins, 2016). Además, aunque investigaciones anteriores también han indicado una relación entre la salud mental y percibidas adicción a la pornografía, así como la influencia de creencias morales y religiosas / espirituales (Grubbs y col., 2015a,b,c, 2018, 2019; Bradley et al., 2016; Wilt et al., 2016), nuestro estudio buscó establecer una base para la investigación de la relación potencial entre el uso de pornografía y la adicción, a través de la medición de comportamientos reales reportados como reflejo de la compulsividad, que es un componente de la adicción (Meerkerk y otros, 2009).

Control deteriorado

El desarrollo original del CIUS (Meerkerk y otros, 2009) se basó específicamente en la literatura sobre adicciones y la similitud que existe entre el uso compulsivo de Internet y las conductas adictivas. Si bien es similar en varios niveles (Grant et al., 2006; Potenza, 2009; Kim y Hodgins, 2018), las adicciones conductuales difieren de la adicción al uso de sustancias ya que reflejan patrones patológicos de un comportamiento específico en lugar del uso de una sustancia específica para lograr el resultado / sentimiento deseado (Grant et al., 2010; Potenza, 2014; Pinna y otros, 2015). La adaptación del CIUS original, por Downing y col. (2014), permitió el uso de la escala para la evaluación del uso compulsivo de pornografía en Internet. Si bien el uso excesivo de pornografía se caracteriza en la categoría de adicciones al comportamiento, pero no es un criterio de diagnóstico dentro de la Quinta Edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-V; Asociación Americana de Psiquiatría, 2013), varios comportamientos relacionados con el uso compulsivo de pornografía se describen en el manual de Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11; Organización Mundial de la Salud, 2018) clasificación para el trastorno de conducta sexual compulsiva.

Preocupación

En los trastornos por uso de sustancias, relacionados con el uso compulsivo, la preocupación o la anticipación / deseo de la sustancia se describe en el Criterio 4, en la sección relativa a los trastornos por uso de sustancias en el DSM-V (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013), así como en la literatura científica (Koob y Volkow, 2009). Nuestros análisis parecen corroborar la presencia de un factor que refleja el aspecto de preocupación, representado por comportamientos como apresurarse en el trabajo para acceder a sitios web de pornografía, pensar en los sitios web cuando no están en línea y la anticipación de la próxima sesión de pornografía en Internet.

Dependencia

Aspectos adicionales que reflejan un control deficiente son los elementos de mCIUS relacionados con la dificultad para dejar de usar sitios web de pornografía, continuar accediendo a los sitios web a pesar de la intención de dejar de hacerlo, pensar que se debe dedicar menos tiempo a los sitios web de pornografía y tratar sin éxito de dedicar menos tiempo a los sitios web de pornografía. los sitios web, que parecen reflejar un nivel de dependencia o apego a la pornografía. Estos comportamientos también reflejan los observados en los trastornos por uso de sustancias (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013), específicamente, comportamientos que impliquen esfuerzos repetidos para minimizar o interrumpir el uso y un tiempo excesivo de uso.

Comportamientos de riesgo

Como se mencionó anteriormente, el uso de pornografía también se ha asociado con una mayor participación en conductas sexuales de alto riesgo, incluida una asociación con un mayor número de parejas, sexo oral y relaciones sexuales durante una conexión, permisividad sexual, coito anal, número de parejas sexuales, tener relaciones sexuales extramatrimoniales y pagar por sexo (Baggaley y col., 2010; Weinberg et al., 2010; Brody y Weiss, 2011; Morgan, 2011; Poulsen y otros, 2013; Wright, 2013a,b; Braithwaite y otros, 2015; Stannah y otros, 2020). Si bien estaba más allá del alcance de nuestro estudio abordar directamente la prevalencia de tales conductas de riesgo en nuestra muestra, los aspectos relacionados con la extrínseco factor, que incluye tener más probabilidades de ver pornografía en Internet cuando está bajo la influencia del alcohol o las drogas y estar con una pareja sexual o presionado por un grupo, parece reflejar circunstancias con el potencial de predisponer al individuo a situaciones vulnerables que involucran comportamientos sexualmente riesgosos (Lane et al., 2004; Camchong et al., 2014; Yang et al., 2019).

Deterioro social y aislamiento

El DSM-V (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013) considera que el deterioro social relativo al abuso de sustancias consiste en el incumplimiento de varias obligaciones esenciales de la vida (por ejemplo, trabajo, escuela, hogar), así como una reducción en varias actividades sociales, ocupacionales o recreativas importantes. Nuestros hallazgos indicaron comportamientos similares entre los estudiantes que informaron algún nivel de uso de pornografía de por vida, incluida la preferencia por acceder a la pornografía en lugar de pasar tiempo con otros, descuidar las obligaciones diarias debido a que prefieren acceder a la pornografía y apresurarse en el trabajo para acceder a los sitios web. Estos comportamientos, relacionados con la preocupación por el uso de pornografía, indican una influencia negativa de dicho uso en el funcionamiento diario normal del individuo, incluido el comportamiento social, revelando una similitud entre el uso compulsivo de la pornografía en Internet y los comportamientos asociados con la adicción.

Además, también se ha demostrado que el uso compulsivo de pornografía en Internet está asociado con un mayor nivel de aislamiento (Green et al., 2012). Esto es evidente en las respuestas a los elementos de EmSS que preguntan cuándo es más probable que se vea la pornografía, específicamente, la cantidad de encuestados que indicaron que tenían más probabilidades de ver pornografía cuando estaban solos o sintiéndose solos. Sin embargo, la relación entre la pornografía y la adicción es compleja. Butler y col. (2018) informa que la relación entre el consumo de pornografía y la soledad es bidireccional. Es posible que la angustia en las relaciones debido al uso de pornografía aumente la soledad, mientras que la soledad fomenta el consumo de pornografía debido a su uso potencial como mecanismo de afrontamiento. Esto se refleja en los hallazgos de Popovic (2011) lo que indica que aquellos que consumen mayores cantidades de pornografía demuestran un mayor deseo de relaciones íntimas. Relacionado con esto están los elementos EmSS agrupados bajo el factor etiquetado como Impotente, que reflejan el uso de pornografía en situaciones asociadas con posibilidades reducidas de poder tener relaciones sexuales.

Además, nuestros análisis parecen resaltar un componente de afrontamiento emocional del uso de la pornografía a través del factor que incorpora los elementos mCIUS relacionados con el acceso a sitios web de pornografía cuando se siente deprimido o para escapar / obtener alivio de sentimientos negativos. Además, el aislamiento experimentado, resultante del uso de pornografía, no es simplemente a nivel interoceptivo, sino que se extiende externamente para influir también negativamente en las relaciones. Como resultado, no es sorprendente que el consumo de pornografía esté asociado con la soledad (Yoder et al., 2005; Mayordomo et al., 2018; Tian et al., 2018).

Factores de la vida, uso de pornografía y salud mental

El objetivo principal de este estudio fue abordar la relación entre el uso de pornografía y la salud mental, buscando investigar si el uso compulsivo de pornografía es un contribuyente potencial a la reducción del bienestar mental observado en los campus universitarios. Como se mencionó anteriormente, nuestros resultados parecen corroborar la literatura previa que indica la presencia / influencia de las diferencias sexuales tanto en la salud mental como en varios factores relacionados con el consumo de pornografía.

Los factores de la vida temprana afectan la expresión y la capacidad de abordar la depresión, la ansiedad y el estrés. Sin embargo, nuestros resultados parecen indicar una distinción entre la depresión, que fue predicha por la edad actual de los participantes, y la ansiedad y el estrés, que fueron predichos por la edad de la primera exposición a la pornografía, pero no la edad actual de los participantes. En relación con la depresión, es posible que esto refleje investigaciones que indiquen la conglomeración de varios factores que culminan en expresión hacia el final de la adolescencia, seguidos de una disminución en los años posteriores (Hankín, 2015; Kwong et al., 2019). Es posible que la distinción que existe en relación con la ansiedad y el estrés, predicha por la edad de la primera exposición a la pornografía, pueda estar relacionada con cierta especificidad y relación longitudinal con eventos estresantes específicos que son potencialmente indicativos de una sensibilidad a la ansiedad alterada. Se ha informado que la sensibilidad a la ansiedad es un mediador significativo para el desarrollo de síntomas de ansiedad, pero no la depresión (McLaughlin y Hatzenbuehler, 2009). Un mecanismo potencialmente similar puede estar teniendo lugar con respecto a la relación entre la edad de la primera exposición y el estrés (Grasso et al., 2013; Tyborowska y col., 2018).

Más directamente relacionado con el uso de la pornografía, nuestro estudio indicó que la última vez que se vio pornografía predijo tanto la depresión como el estrés, pero no la ansiedad. Además, nuestros resultados indicaron que los elementos principales dentro del mCIUS que predijeron los tres parámetros de salud mental (D, A, S) estaban relacionados con algún aspecto de la preocupación por el uso de pornografía. Específicamente, el descuido de las obligaciones para ver pornografía predijo significativamente tanto la depresión como el estrés, lo que parece indicar la presencia de una angustia significativa o un deterioro funcional, relacionado con el diagnóstico de depresión (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013).

Además, similar a la expresión clínica de ansiedad (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013), los sentimientos de inquietud / frustración / irritación cuando no se puede acceder a sitios web de pornografía predijeron significativamente tanto la ansiedad como el estrés. Además, un predictor adicional de ansiedad, asociado con un aspecto de preocupación, fue la falta de sueño debido a ver pornografía, corroborando investigaciones previas que relacionan el sueño insuficiente con una mayor expresión de ansiedad (Silva et al., 2004; Sagaspe et al., 2006; Ben Simon y Walker, 2019). Además de los elementos relacionados con la preocupación, el uso de pornografía para aliviar los sentimientos negativos, que tiene una similitud con los informes de uso de sustancias para automedicarse en un esfuerzo por aliviar los síntomas afectivos negativos (Bolton y col., 2009; Torres y Papini, 2016), también predijo puntuaciones de depresión. Además, las similitudes con los trastornos por uso de sustancias también parecen estar presentes en relación con la dificultad de dejar de usar pornografía cuando se está en línea, lo que potencialmente refleja un nivel de ansiedad relacionada con la dependencia (Smith y Book, 2008).

Ambos ítems dentro del EmSS que predicen las puntuaciones de salud mental se relacionaron con el factor interoceptivo. Específicamente, ver pornografía cuando la soledad predice depresión, ansiedad y estrés. Investigaciones anteriores han indicado que la soledad está asociada con un declive fisiológico e implica una desregulación interoceptiva (Arnold y col., 2019), que a su vez, parece ser un componente significativo de varias condiciones de salud mental (para una revisión, ver Khalsa y otros, 2018). Además, la relación observada entre ver pornografía cuando se siente solo y la ansiedad y la depresión también puede estar potencialmente mediada por algún nivel de auto-disgusto (Ypsilanti et al., 2020), que puede contribuir a la expresión del deseo de dejar de ver pornografía. Un aspecto del auto-disgusto también puede estar relacionado con la relación de la pornografía con una autoimagen negativa (Stewart y Szymanski, 2012; Sun et al., 2014; Tylka, 2015), que en sí mismo se ha relacionado con resultados negativos de salud mental (Gillen, 2015; Duchesne et al., 2016).

Si bien la conciencia interoceptiva se ha correlacionado positivamente con la excitación sexual (Nobre et al., 2004; Berenguer et al., 2019), la relación entre ver pornografía cuando se siente sexualmente excitado y síntomas negativos de salud mental, como ansiedad y estrés, parece implicar que, en el uso de la pornografía, la excitación está potencialmente asociada con un aspecto de la interocepción desregulada.

Factores que ayudan a reducir el uso de pornografía

Dados los efectos negativos de la pornografía informados anteriormente, nuestro estudio también buscó investigar los recursos potenciales que aquellos que usan / han usado pornografía utilizan / utilizan y perciben para ayudarlos a reducir el uso de pornografía.

Nuestros resultados parecen sugerir una influencia de la fe, la moralidad y la motivación personal en los esfuerzos por disminuir el uso de pornografía. Investigaciones anteriores han indicado que factores como la automotivación, la atención plena, la religiosidad y la espiritualidad influyen positivamente en la salud mental (Yonker y otros, 2012; Vitorino et al., 2018; Fountoulakis y Gonda, 2019; O'Driscoll et al., 2019). Además, se ha demostrado que los niveles más altos de religiosidad están asociados con una menor frecuencia de consumo de pornografía (Poulsen y otros, 2013; Perry y Hayward, 2017). Sin embargo, en lo que respecta al aspecto espiritual / religioso, trabajos anteriores también han indicado la importancia de una aplicación genuina de la vida espiritual / religiosa para evitar el "desvío espiritual" (Wellwood, 1984), que puede ser perjudicial para la recuperación (Cashwell y otros, 2007, 2009). Por lo tanto, dadas estas relaciones observadas y el impacto negativo de la pornografía en los parámetros de salud mental medidos en nuestro estudio, parece que los esfuerzos dirigidos a ayudar a las personas afectadas por la pornografía deberían considerar la incorporación potencial de una vida de fe genuina y una base moral, así como como esfuerzos para mejorar los rasgos asociados con una motivación personal saludable en cualquier tratamiento ofrecido.

Uso de pornografía y enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)

Si bien este estudio se realizó antes de la pandemia de COVID-19, es importante considerar también la relevancia de nuestros hallazgos en relación con el aumento reportado en el uso de pornografía que tuvo lugar desde principios de marzo hasta mediados de abril de 2020, con un aumento máximo mundial. del 24.4% se informó el 25 de marzo (pico en EE. UU .: 41.5%; pico en Europa: 18.0%) (Pornhub, 2020), así como los esfuerzos realizados para fomentar la participación en conductas sexuales que minimicen el contacto personal (Turbante y otros, 2020). Este aumento, potencialmente relacionado con el estrés (p. Ej., Como resultado del aislamiento), también es particularmente relevante en la posible contribución a los mecanismos de afrontamiento negativos asociados con patrones de refuerzo patológicos / problemáticos a través del uso de tecnologías relacionadas con Internet (Kiraly et al., 2020; Mestre-Bach et al., 2020). Perteneciente específicamente a los estudiantes universitarios, el impacto potencial de los encierros asociados a la pandemia COVID-19 sobre los conceptos investigados y discutidos en nuestro estudio son de una relevancia muy directa, no solo desde la perspectiva de un mayor potencial de afrontamiento patológico debido al aumento del estrés. asociado a los cambios necesarios, pero también desde la perspectiva del mayor tiempo dedicado a la computadora y en línea, necesario por la necesidad de continuar con las clases.

Limitaciones

Al igual que con todos los estudios en humanos, dada la complejidad del comportamiento humano y la singularidad potencial de nuestra muestra, así como el hecho de que nuestro estudio involucró a participantes de un solo lugar, es necesario tener precaución en relación con la generalización y existen varias limitaciones que requieren consideración para tanto la interpretación de los resultados, como la dirección de estudios futuros. Sin embargo, esto debe tomarse en el contexto de la coherencia que existe entre nuestros resultados y los informados en estudios tanto nacionales como internacionales. Al igual que con todas las encuestas que utilizan autoinforme, existe la posibilidad de sesgo de recuerdo. Si bien se hicieron esfuerzos en algunos análisis para enfocarse en puntos de tiempo específicos muy recientes, el potencial de sesgo de recuerdo no puede descartarse y también debe tenerse en cuenta en la interpretación de los resultados. Dado que la investigación previa (Fisher y Barak, 2001; Salmón y diamante, 2012; Obispo, xnumx; Chet y otros, 2018; Pulmón et al., 2018) parece indicar alguna distinción en el impacto de varios géneros de pornografía (por ejemplo, violento versus no violento, parafilia versus no parafilia, heterosexual versus homosexual, etc.) en el usuario, entre las limitaciones de este estudio se encuentra el hecho de que no se hizo ninguna distinción para separar la naturaleza de la pornografía utilizada. Si bien nuestro estudio investigó la frecuencia del uso de pornografía por parte de un individuo, no abordamos ni distinguimos entre la duración de las sesiones individuales (por ejemplo, 1 h una vez al mes frente a 5 h una vez al mes). Los aspectos adicionales que no se abordaron incluyen (1) la posible carga financiera asociada con el uso de pornografía, (2) el papel potencial del nivel de la fe y la moral actual de una persona que impactan la percepción de la pornografía de una persona, y (3) detalles específicos relacionados a comportamientos asociados con el uso de pornografía. En relación con los recursos potenciales que se informó que ayudaron a disminuir el uso de pornografía, nuestros resultados parecen resaltar la necesidad de un desglose más detallado de factores específicos dentro de los recursos específicos enumerados en este estudio (por ejemplo, Vida de fe: asistencia a servicios religiosos, aumento de la lectura espiritual , etc.). Es necesaria una investigación adicional para asegurar una mejor comprensión del papel de varios recursos, incluida la fe, que potencialmente pueden ayudar a promover la salud mental positiva, a través de estudios tanto cuantitativos como cualitativos (incluso mediante el uso de entrevistas en profundidad). Además, los resultados de esta investigación indican que los estudios futuros deberían potencialmente tomar en consideración la necesidad de brindar la oportunidad de abordar, a nivel clínico, cualquier inquietud relacionada con las posibles consecuencias para la salud mental asociadas con el uso de pornografía.

Conclusión

La necesidad de comprender el impacto de la pornografía es amplia debido a su capacidad para influir potencialmente en varios elementos fundamentales de la sociedad, incluida la interacción social, las relaciones humanas y su integridad (por ejemplo, fidelidad, satisfacción en las relaciones), el comportamiento humano (por ejemplo, aislamiento, soledad). y bienestar psicológico (p. ej., angustia de la pareja) (p. ej., Charny y Parnass, 1995; Bridges et al., 2003; Maddox et al., 2011; Minarcik y otros, 2016).

Es preocupante la capacidad potencial de la pornografía para influir en los guiones sexuales mediante la normalización de los comportamientos observados (Tsitsika y otros, 2009), que puede estar potencialmente relacionado con una mayor tolerancia o aceptación de conductas sexuales degradantes / agresivas / violentas que incluyen, entre otras, la violación y la agresión sexual (Gerger y col., 2007), entre ambos hombres (Foubert y otros, 2011) y mujeres (Norris y col., 2004).

En conclusión, nuestro estudio destaca la interrelación entre el uso de pornografía y los resultados negativos de salud mental en estudiantes universitarios / universitarios, predicha por comportamientos compulsivos que reflejan la adicción conductual, lo que indica el potencial de una relación con los mecanismos neurobiológicos subyacentes presentes en los comportamientos adictivos (Kuhn y Gallinat, 2014, 2015). Además, nuestros hallazgos proporcionan alguna indicación de los recursos potenciales que se pueden ofrecer para su consideración para reducir el uso de pornografía y las posibles consecuencias negativas para la salud mental. Dadas las diferencias observadas entre los sexos, se necesitan esfuerzos continuos para comprender mejor los efectos de la pornografía en los sexos individuales, así como para comprender mejor los tratamientos efectivos potencialmente diferentes para cada sexo.

Creemos que los estudios futuros deben considerar estos hallazgos, buscando mejorar el foco de atención y brindar claridad adicional sobre el impacto de la pornografía en la salud mental y su similitud con los comportamientos adictivos.

Declaración de disponibilidad de datos

Los conjuntos de datos están disponibles a pedido. Los datos en bruto que respaldan las conclusiones de este artículo serán puestos a disposición por los autores, sin reservas indebidas, a cualquier investigador calificado.

Declaración de Ética

Los estudios con participantes humanos fueron revisados ​​y aprobados por la Junta de Revisión Institucional de la Universidad Franciscana de Steubenville. Los pacientes / participantes proporcionaron su consentimiento informado por escrito para participar en este estudio.

Contribuciones de autor

SS supervisó el estudio. SS y CC contribuyeron a la concepción, diseño del estudio y realización del estudio. SS, CC y JP realizaron los análisis estadísticos. SS, CC y JP escribieron el primer borrador del manuscrito. Todos los autores contribuyeron a la revisión del manuscrito, leyeron y aprobaron la versión enviada.

Oportunidades

Los fondos para este estudio fueron proporcionados por la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y los Departamentos de Psicología, Vida Estudiantil y Asuntos Académicos de la Universidad Franciscana de Steubenville.

Conflicto de intereses

Los autores declaran que la investigación se llevó a cabo en ausencia de cualquier relación comercial o financiera que pudiera interpretarse como un posible conflicto de intereses.

Material suplementario

El Material complementario para este artículo se puede encontrar en línea en: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2020.613244/full#supplementary-material