Ocurrencia y características clínicas del trastorno de conducta sexual compulsiva (CSBD): un análisis de conglomerados en dos muestras comunitarias independientes (2020)

Castro-Calvo, J., Gil-Llario, MD, Giménez-García, C., Gil-Juliá, B. y Ballester-Arnal, R. (2020).
Diario de adicciones conductuales J Behav Addict https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32554840

Resumen

Antecedentes y objetivos

El trastorno de conducta sexual compulsiva (CSBD, por sus siglas en inglés) se caracteriza por una falla persistente para controlar los impulsos, impulsos y / o pensamientos sexuales intensos y recurrentes, lo que da como resultado un comportamiento sexual repetitivo que causa un marcado deterioro en áreas importantes de funcionamiento. A pesar de su reciente inclusión en la próxima CIE-11, persisten las preocupaciones con respecto a su evaluación, diagnóstico, prevalencia o características clínicas. El propósito de este estudio fue identificar a los participantes que mostraban CSBD a través de un enfoque novedoso basado en datos en dos muestras independientes y esbozar su perfil sociodemográfico, sexual y clínico.

Métodos

La muestra 1 incluyó a 1,581 estudiantes universitarios (mujeres = 56.9%; Medad = 20.58) mientras que la muestra 2 comprendía 1,318 miembros de la comunidad (mujeres = 43.6%; Medad = 32.37). Primero, desarrollamos un nuevo índice compuesto para evaluar toda la gama de síntomas de CSBD en base a tres escalas previamente validadas. Con base en este nuevo índice compuesto, identificamos posteriormente a las personas con CSBD mediante un enfoque analítico de conglomerados.

Resultados

La incidencia estimada de CSBD fue del 10.12% en la muestra 1 y del 7.81% en la muestra 2. Los participantes con CSBD eran en su mayoría hombres heterosexuales, más jóvenes que los encuestados sin CSBD, informaron niveles más altos de búsqueda de sensaciones sexuales y erotofilia, un aumento de la actividad sexual fuera de línea y especialmente en línea , síntomas más depresivos y ansiosos, y peor autoestima.

Conclusiones

Esta investigación proporciona más evidencia sobre la aparición de CSBD basada en un enfoque alternativo basado en datos, así como una descripción detallada y matizada del perfil sociodemográfico, sexual y clínico de los adultos con esta afección. Las implicaciones clínicas derivadas de estos hallazgos se discuten en detalle.

Introducción

El trastorno compulsivo de la conducta sexual (CSBD), también conocido como "adicción sexual", "trastorno hipersexual (HD)" o "conducta sexual problemática", ha sido incluido en la undécima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11) por el Organización Mundial de la Salud (2018). Se adoptó un enfoque conservador y la CSBD se reconoció como un trastorno de control de impulsos (Kraus et al., 2018). A nivel clínico, la CSBD se caracteriza por una falla persistente para controlar los impulsos, impulsos y / o pensamientos sexuales intensos y recurrentes, lo que resulta en un comportamiento sexual repetitivo que causa un marcado deterioro en áreas importantes de funcionamiento (Kraus et al., 2018). Este patrón incontrolado de comportamiento sexual lleva a participar en actividades sexuales múltiples y no placenteras, incluido el consumo excesivo de pornografía, a menudo acompañado de masturbación compulsiva ("atracones pornográficos") (Wordecha et al., 2018), relaciones sexuales casuales con múltiples parejas, participación excesiva en servicios sexuales remunerados o relaciones sexuales compulsivas dentro de una relación estable (Derbyshire y Grant, 2015; Kafka, 2010; Karila et al., 2014; Reid, Carpenter y Lloyd, 2009, Reid et al., 2012). Estos comportamientos producen una angustia personal y psicológica significativa (Reid et al., 2009), así como problemas en varios aspectos de la vida diaria (McBride, Reece y Sanders, 2008). Como resultado, las personas que luchan con CSBD a menudo requieren ayuda profesional (tratamientos psiquiátricos y / o psicológicos) para ganar control sobre sus impulsos sexuales, pensamientos y comportamientos, así como para recuperar su calidad de vida sexual y general (Derbyshire y Grant, 2015; Gola y Potenza, 2016; Hook, Reid, Penberthy, Davis y Jennings, 2014). Aunque no se han realizado grandes estudios epidemiológicos, se estima que la CSBD afecta del 1 al 6% de la población adulta (Bőthe et al., 2019; Klein, Rettenberger y Briken, 2014; Kuzma y Black, 2008), y los hombres comprenden alrededor del 80% de los pacientes que buscan tratamiento (Kaplan y Krueger, 2010). El objetivo de este estudio fue identificar a las personas que muestran CSBD a través de un enfoque novedoso basado en datos en dos muestras independientes, así como delinear su perfil sociodemográfico, sexual y clínico.

Marco de diagnóstico y criterios de CSBD

Incluso cuando la CSBD se ha incluido en la CIE-11, el marco de diagnóstico y los criterios adecuados para esta afección clínica todavía están en discusión (Kraus et al., 2018; Walton, Cantor, Bhullar y Lykins, 2017). En cuanto al estado nosológico actual, se ha propuesto una miríada de posiciones teóricas sobre cómo se debe clasificar la CSBD y esta condición clínica se ha conceptualizado como un trastorno adictivo (Potenza, Gola, Voon, Kor y Kraus, 2017), un trastorno sexual (Kafka, 2010; Walton y otros, 2017), un trastorno del control de impulsos (Reid, Berlín y Kingston, 2015), o no se considera un trastorno en absoluto (Moser, 2013). Cada abordaje teórico propone diferentes criterios para el diagnóstico de esta condición, enfatizando aún más el caos conceptual y dificultando la identificación de un perfil único de pacientes que presentan síntomas de esta condición clínica (Karila et al., 2014; Wéry y Billieux, 2017).

La evidencia actual derivada de estudios en poblaciones clínicas sugiere que la CSBD satisface la mayoría de los criterios centrales propuestos para la definición operativa de adicciones conductuales (Billieux et al., 2017; Kardefelt-Winther et al., 2017): (a) tiempo / esfuerzo excesivo dedicado al comportamiento sexual; (b) autocontrol deteriorado; (c) incumplimiento sistemático de las responsabilidades familiares, sociales o laborales; y (d) persistencia en la conducta sexual a pesar de sus consecuencias. Estos criterios coinciden con los propuestos para la inclusión de CSBD en la CIE-11 (Organización Mundial de la Salud, 2018) y con algunos de los criterios propuestos por Kafka (2010) para el reconocimiento del trastorno hipersexual (HD) en el DSM-5. Además, la propuesta de Kafka incluía un criterio importante no considerado por la CIE-11: es decir, participar repetidamente en fantasías, impulsos o comportamientos sexuales en respuesta a estados de ánimo disfóricos (por ejemplo, ansiedad o depresión) o en respuesta a eventos estresantes de la vida (trabajo problemas, duelo, etc.). Diferentes estudios apoyan la relevancia del uso del sexo como mecanismo de afrontamiento desadaptativo dirigido a compensar estados afectivos desagradables o eventos vitales estresantes en personas con CSBD (Reid, Carpenter, Spackman y Willes, 2008; Schultz, Hook, Davis, Penberthy y Reid, 2014).

Además, hay otros síntomas que no se incluyen directamente ni en el DSM-5 ni en la CIE-11 pero que son relevantes en la manifestación de la CSBD: es decir, la preocupación por el sexo, la prominencia y los problemas sexuales autopercibidos. Estos síntomas constituyen manifestaciones cognitivas comunes de la CSBD. Modelos seminales como el "modelo componente de adicción" (Griffiths, 2005) o análisis de redes recientes han destacado el importante papel de los síntomas cognitivos en la adicción al cibersexo (Baggio et al., 2018) o HD (Werner, Štulhofer, Waldorp y Jurin, 2018). Según lo definido por Griffiths (2005), pag. 193), la prominencia se refiere a “cuando la actividad particular [sexo] se convierte en la actividad más importante en la vida de la persona y domina su pensamiento (preocupaciones y distorsiones cognitivas), sentimientos (ansias) y comportamiento (deterioro del comportamiento socializado)”. Del mismo modo, diferentes estudios destacan el papel crucial de los problemas sexuales autopercibidos en la identificación de pacientes que presentan CSBD (Grubbs, Perry, Wilt y Reid, 2019c).

Principales enfoques en la identificación y clasificación de personas con CSBD

Los médicos y los investigadores deben tener mucho cuidado al diagnosticar la CSBD (Humphreys, 2018). Uno de los problemas que dificulta la confiabilidad de muchos estudios en el campo es la forma en que estas investigaciones identifican y clasifican a los participantes con CSBD. Se han empleado diferentes criterios para abordar este objetivo. Algunos estudios han identificado personas con CSBD en función de sus puntuaciones en diferentes medidas de autoinforme (Parsons, Grov y Golub, 2012). Desafortunadamente, la mayoría de las escalas de evaluación de CSBD no proporcionan puntajes de corte confiables derivados de muestras clínicas (Miner, Raymond, Coleman y Swinburne Romine, 2017), por lo que los umbrales propuestos suelen ser arbitrarios y / o se basan en criterios estadísticos (no clínicos). El estudio realizado por Bothe et al. (2019) constituye un ejemplo ilustrativo: después de analizar las propiedades psicométricas del Inventario de Conducta Hipersexual en una muestra no clínica grande, estos autores no pudieron encontrar una puntuación de corte sensible y específica para el diagnóstico de CSBD. Además, el valor predictivo positivo para el punto de corte que normalmente se usa para el diagnóstico de hipersexualidad (puntuación bruta> 53) fue del 14% (lo que significa que entre los participantes que puntuaron por encima de 53 en el HBI, solo el 14% realmente calificaba para este diagnóstico). Así, recomendaron el uso de indicadores y medidas alternativas para el diagnóstico de esta condición.

Alternativamente, otros investigadores han considerado que la autoidentificación tiene problemas para controlar el comportamiento sexual (Smith et al., 2014) o buscando tratamiento para CSBD (Scanavino y col., 2013) como indicadores fiables de CSBD. Como ejemplo, recientemente Grubbs et al. (Grubbs, Grant y Engelman, 2019a; Grubbs, Kraus y Perry, 2019b) llevó a cabo dos estudios en los que el uso problemático de pornografía se midió a través de elementos individuales como "Soy adicto a la pornografia"O"Me llamaría adicto a la pornografía en internet.”. Sin embargo, algunas personas que se reconocen a sí mismas como personas con problemas de CSBD pueden no exhibir realmente las características clínicas o la gravedad de este trastorno, sino solo desaprobación moral de su propio comportamiento sexual (Grubbs, Perry y otros, 2019c; Grubbs, Wilt, Exline, Pargament y Kraus, 2018; Kraus y Sweeney, 2019).

Finalmente, otros estudios identificaron a los participantes de CSBD a través de entrevistas clínicas estructuradas o semiestructuradas (Reid et al., 2012). Incluso cuando este enfoque se considera una "regla de oro" al evaluar la presencia y la gravedad de la CSBD (Hook, Hook, Davis, Worthington y Penberthy, 2010; Womack, Hook, Ramos, Davis y Penberthy, 2013), la calidad de esta evaluación a menudo se basa en los criterios de diagnóstico particulares que guían esta entrevista semiestructurada. Además, la evaluación a través de una entrevista clínica estructurada requiere mucho tiempo, por lo que la aplicabilidad de este procedimiento en la investigación (es decir, estudios que comprenden muestras grandes) suele ser limitada.

En ausencia de un marco de diagnóstico preciso para la CSBD (Kraus y Sweeney, 2019), un enfoque alternativo es identificar a las personas con CSBD a través de enfoques basados ​​en datos (por ejemplo, análisis de conglomerados). Este procedimiento se recomienda particularmente en contextos de investigación, donde un gran número de participantes debe ser evaluado en un marco de tiempo limitado y la clasificación como sexualmente compulsiva o no ocurre post hoc. Un estudio reciente de Efrati y Gola (2018b) adolescentes identificados satisfactoriamente con CSBD (12 y 14% de dos muestras independientes) a través de un enfoque basado en datos (Análisis de perfil latente, LPA). La validez interna y externa de este enfoque de grupo se demostró al analizar el perfil psicosexual de los adolescentes en el grupo de CSBD (caracterizado por un locus de control externo, apego ansioso, mayor soledad, mayor frecuencia de uso de pornografía y más actividades sexuales en línea). Similar, Bothe et al. (2019) adultos identificados con alto riesgo de hipersexualidad grave (alrededor del 1% de la muestra) que utilizan LPA. Por lo tanto, en ausencia de un marco de diagnóstico adecuado, así como herramientas de detección breves y sólidas (Montgomery-Graham, 2017), los enfoques basados ​​en datos constituyen un método confiable para explorar CSBD en contextos de investigación que comprenden grandes muestras.

El estudio presente

El propósito del presente estudio fue explorar la ocurrencia y las características sociodemográficas, sexuales y clínicas de la CSBD en dos muestras comunitarias independientes. Sin embargo, abordamos dos limitaciones de investigaciones anteriores antes de abordar este objetivo: (1) la falta de herramientas de detección estandarizadas para evaluar toda la gama de síntomas cognitivos, conductuales y emocionales de la CSBD y (2) la baja precisión de los diferentes enfoques que se aplican habitualmente en contextos de investigación para identificar pacientes con CSBD. Por lo tanto, seguimos un proceso de tres pasos para abordar el objetivo del estudio.

Primero, desarrollamos un nuevo índice compuesto para evaluar toda la gama de síntomas de CSBD. Este índice se basó en tres escalas previamente validadas para la evaluación de CSBD: el Hypersexual Behavior Inventory (HBI, Reid, Garos y Carpenter, 2011b), la escala de compulsividad sexual (SCS, Kalichman y Rompa, 1995) y la Prueba de detección de adicciones sexuales (SAST, Carnes, 1983). Independientemente, estas medidas tienden a ser excesivamente limitadas en la evaluación de la CSBD y no cubren la amplia gama de síntomas que deben explorarse para evaluar con precisión esta condición clínica (Womack et al., 2013); sin embargo, en conjunto, estas escalas ofrecen una evaluación muy completa de los síntomas y la gravedad de la CSBD. Para abordar el problema del uso de estas escalas de forma independiente, realizamos una revisión exhaustiva de su contenido, vinculando sus ítems con diferentes síntomas de CSBD y creando un índice compuesto evaluando los siguientes criterios: (a) pérdida de control, (b) negligencia, ( c) incapaz de detenerse, (d) participación continua a pesar de la interferencia, (e) afrontamiento y (f) preocupación, prominencia y problemas sexuales autopercibidos (para una descripción completa de cada síntoma, ver Tabla A1 en el Apéndice). Los marcos teóricos para vincular los ítems de la escala con cada síntoma específico fueron los criterios de la CIE-11 CSBD (Organización Mundial de la Salud, 2018), la propuesta del DSM-5 para el diagnóstico de hipersexualidad (Kafka, 2010), y el modelo componente de adicción (Griffiths, 2005). El procedimiento fue equivalente al seguido por Womack y col. (2013) en su revisión de las medidas de hipersexualidad: dos codificadores independientes vincularon cada elemento con un criterio de diagnóstico y un tercer codificador independiente resolvió las discrepancias. En aras de la claridad, los elementos que evaluaban más de un síntoma de CSBD o que no evaluaban claramente ningún síntoma se excluyeron del nuevo índice compuesto.

Con base en este índice compuesto, identificamos posteriormente a las personas con CSBD mediante un enfoque analítico de conglomerados. El análisis de conglomerados permite descubrir grupos homogéneos de personas de acuerdo con la magnitud y el patrón de puntajes en diferentes indicadores, y se ha utilizado cada vez más para la identificación de personas con diferentes problemas de salud mental (como el uso problemático de aplicaciones móviles de citas [Rochat, Bianchi-Demicheli, Aboujaoude y Khazaal, 2019] o participación excesiva en videojuegos [Musetti et al., 2019]). A través de este método, clasificamos a 2,899 participantes derivados de dos muestras independientes en dos grupos (participantes no CSBD y CSBD). Teniendo en cuenta la naturaleza preliminar de los criterios CSBD propuestos y el desarrollo precario de las puntuaciones de corte, este enfoque basado en datos presenta ventajas en la identificación de esta población clínica, como evitar el uso de puntuaciones de corte arbitrarias o confiar en la autopercepción de los problemas sexuales. Además, el análisis de conglomerados es útil para comprender la dinámica intraindividual, en lugar de las diferencias interindividuales (como en el caso de los enfoques orientados a variables) (Bergman y Magnusson, 1997). Finalmente, en comparación con enfoques más complejos basados ​​en datos que requieren el uso de software estadístico avanzado para su cálculo (por ejemplo, LPA), el análisis de conglomerados podría implementarse fácilmente a través de software popular (por ejemplo, SPSS), con un alto grado de superposición entre los resultados de ambos procedimientos estadísticos (DiStefano y Kamphaus, 2006; Eshghi, Haughton, Legrand, Skaletsky y Woolford, 2011).

Finalmente, empleamos grupos derivados de los análisis anteriores para explorar la ocurrencia y las características de los participantes calificados como sexualmente compulsivos. Se probaron diferentes hipótesis a priori. Porque la evidencia actual señala que la prevalencia de CSBD oscila entre 1 y 6% (Bőthe et al., 2019; Walton y otros, 2017), se planteó la hipótesis de que la ocurrencia de CSBD en nuestras muestras entraría en este rango, y los hombres comprenden una gran proporción (∼80%) de los participantes en este grupo. En cuanto al comportamiento sexual en línea y fuera de línea, esperamos encontrar una mayor frecuencia, variedad y gravedad de los comportamientos sexuales entre los participantes de CSBD (Klein et al., 2014; Odlaug et al., 2013; Winters, Christoff y Gorzalka, 2010). Vinculado a este aumento de la actividad sexual, esperamos que los participantes de CSBD obtengan puntuaciones más altas en rasgos de disposición sexual, como la búsqueda de sensaciones sexuales (Kalichman y Rompa, 1995; Klein et al., 2014) o erotofilia (Rettenberger, Klein y Briken, 2015). Finalmente, en la medida en que los pacientes con CSBD tienden a utilizar el sexo como mecanismo de afrontamiento, también planteamos la hipótesis de que las puntuaciones en las escalas que evalúan la depresión (Schultz et al., 2014), ansiedad (Carvalho, Guerra, Neves y Nobre, 2014; Reid, Bramen, Anderson y Cohen, 2014; Voon et al., 2014) y autoestima (Chaney y Burns, 2015; Reid, Carpenter, Gilliland y Karim, 2011a) aumentaría en participantes de CSBD.

Métodos

Participantes y procedimiento.

Los participantes en esta investigación fueron reclutados a partir de dos estudios independientes sobre CSBD. La adquisición de datos para la primera muestra se llevó a cabo entre 2012 y 2015. Durante este período, utilizamos un método de encuesta transversal de intersección de calles para recopilar datos sobre una gran muestra de conveniencia de estudiantes universitarios españoles. En particular, el equipo de investigación instaló una mesa de información en la entrada principal de diferentes centros de educación superior y un miembro del equipo se acercó activamente a los posibles participantes. Se pidió a los estudiantes que colaboraran voluntariamente con una investigación sobre comportamiento sexual. Aquellos que aceptaron, completaron una evaluación individual en el consultorio donde un psicólogo clínico experimentado administró varios autoinformes. El tiempo medio para completar el estudio fue de alrededor de 1 hora y 45 minutos y los participantes recibieron 10 € como compensación por su participación.

La adquisición de datos para la segunda muestra se llevó a cabo entre 2016 y 2018. El objetivo de la muestra fue evaluar la CSBD en una muestra grande de miembros de la comunidad de habla hispana. La investigación se llevó a cabo en línea a través de una plataforma en línea segura destinada a proporcionar información y evaluación sobre CSBD (https://adiccionalsexo.uji.es/). Los participantes se inscribieron utilizando una combinación de estrategias de reclutamiento activas y pasivas. El reclutamiento activo incluyó: (1) envío masivo de correos electrónicos a través de listas de servidores de diferentes instituciones (universidades, organizaciones, etc.); (2) difusión del estudio en sitios web de radios y periódicos; (3) publicar banners en Facebook a través del servicio de marketing de «publicaciones sugeridas» y; (4) colocar volantes desprendibles en lugares de alta densidad (centros comerciales, supermercados, etc.). La encuesta del estudio también fue accesible a través de cualquier motor de búsqueda utilizando términos como “adicciones sexuales” y / o “evaluación de adicciones sexuales” (en español) (reclutamiento pasivo). Durante el tiempo que estuvo accesible el estudio, 3,025 participantes accedieron a la encuesta. Los datos iniciales derivados de la plataforma en línea se analizaron para evitar respuestas engañosas, inconsistentes y / o falsas (p. Ej., Participantes que informaron tener más de 100 años). Dado que una de las escalas CSBD que usamos para la agrupación de participantes (el Inventario de Comportamiento Hipersexual, HBI) se colocó al final de la encuesta en línea, solo se incluyeron en el estudio aquellos participantes que completaron el 100% de la encuesta. Después de las eliminaciones, se incluyó un total de 1,318 participantes en el conjunto de datos final. El tiempo medio para completar el estudio fue de 27.82 minutos (SD = 13.83) y los participantes no recibieron compensación por participar.

En consecuencia, participaron en el estudio un total de 2,899 de dos muestras independientes. El primer conjunto de datos incluyó una muestra de conveniencia de 1,581 estudiantes universitarios españoles (56.9% mujeres) con edades comprendidas entre 18 y 27 años (M = 20.58; SD = 2.17). El segundo conjunto de datos incluyó una muestra más heterogénea de 1,318 miembros de la comunidad (43.6% mujeres) de entre 18 y 75 años (M = 32.37; SD = 13.42). Tabla 1 muestra las características de los participantes en ambas muestras.

Tabla 1.Características de los participantes para cada conjunto de datos

Muestra 1 (n 1,581 =)

% o M (SD)

Muestra 2 (n 1,318 =)

% o M (SD)

Estadística inferencialTamaño del efecto
Género masculino)43.1%56.4%χ2 = 51.23 ***V = 0.13
Género femenino)56.9%43.6%
Edad20.58 (2.17)34.11 (16.74)t = −7.68 ***d = 1.13
Compañero estable (sí)52.3%69.6%χ2 = 93.18 ***V = 0.18
Creencias religiosas (ateas)54.7%68.5%χ2 = 73.00 ***V = 0.16
Creencias religiosas (creyente practicante)38.7%24.9%
Creencias religiosas (creyente no practicante)6%6.7%
Orientación sexual (heterosexual)92.0%73.7%χ2 = 185.54 ***V = 0.31
Orientación sexual (bisexual)3.3%13.7%
Orientación sexual (homosexual)4.5%12.6%

Note. ***P <0.001

Medidas

Características de los participantes

Se pidió a los participantes que informaran sobre su sexo, edad, si tenían o no una relación estable, orientación sexual y creencias religiosas.

Signos y síntomas de CSBD

Los signos y síntomas de CSBD se evaluaron a través de la versión en español de tres escalas: el Inventario de Comportamiento Hipersexual (HBI, Ballester-Arnal, Castro-Calvo, Gil-Julià, Giménez-García y Gil-Llario, 2019; Reid, Garos y otros, 2011b), la escala de compulsividad sexual (SCS, Ballester-Arnal, Gómez-Martínez, Gil-Llario y Salmerón-Sánchez, 2013; Kalichman y Rompa, 1995) y la Prueba de detección de adicciones sexuales (SAST, Castro-Calvo, Ballester-Arnal, Billieux, Gil-Juliá y Gil-Llario, 2018; Carnes, 1983). El HBI es una escala de 19 ítems diseñada para medir tres dimensiones básicas de hipersexualidad: es decir, el uso del sexo en respuesta a estados de ánimo disfóricos, problemas para controlar o reducir pensamientos, impulsos y conductas sexuales y persistencia a pesar de las consecuencias negativas. La SCS es una escala de 10 ítems que evalúa los pensamientos sexuales obsesivos e intrusivos y los comportamientos sexuales fuera de control. Finalmente, el SAST es una escala de 25 ítems diseñada para detectar la presencia de diferentes comportamientos y síntomas sexuales adictivos (por ejemplo, preocupaciones sexuales, control deficiente sobre el comportamiento sexual o problemas resultantes del comportamiento sexual).

El índice compuesto de síntomas de CSBD desarrollado ad-hoc para esta investigación incluyó una selección de ítems de estas tres escalas (ver Tabla A1 en el Apéndice). El SCS y el HBI se califican en una escala Likert de 4 y 5 puntos, mientras que el SAST se califica en una escala dicotómica. Para garantizar que las escalas compartan una métrica común, las puntuaciones brutas se transformaron en z. La confiabilidad de este índice compuesto se informa en la sección de resultados.

Perfil sexual: comportamiento sexual en línea

Los participantes de ambas muestras informaron por sí mismos el tiempo promedio que dedicaban por semana a actividades sexuales en línea (en minutos) y completaron la versión en español de la Prueba de detección sexual en Internet (ISST, Ballester-Arnal, Gil-Llario, Gómez-Martínez y Gil-Julià, 2010; Delmonico, Miller y Miller, 2003). El ISST evalúa el grado en que el comportamiento sexual en línea del individuo es o no problemático. Veinticinco ítems en una escala dicotómica (0 = Falso 1 = ¿Editas con tu equipo de forma remota?) proporcionan una puntuación total que va de 0 a 25. Ballester-Arnal y col. (2010) informó buena consistencia interna (α = 0.88) y estabilidad test-retest (r = 0.82) en una muestra de estudiantes universitarios. En nuestro estudio, la consistencia interna fue apropiada (α = 0.83 muestra 1; α = 0.82 muestra 2).

Además, los participantes de la muestra 2 respondieron dos preguntas sobre la percepción de gravedad autopercibida: (1) ¿Alguna vez te ha preocupado tu consumo de cibersexo? (si no) y (2) ¿Cree que pasa más tiempo del que se le aconseja en línea con fines sexuales? (si no).

Perfil sexual: comportamiento sexual sin conexión

Los participantes en ambas muestras completaron una serie de preguntas que evaluaban aspectos básicos de su comportamiento sexual, tales como: (1) si alguna vez habían tenido o no relaciones sexuales con una pareja del sexo opuesto o del mismo sexo (si no); (2) número de parejas sexuales durante toda la vida (solo se les preguntó a los participantes en el conjunto de datos 1); (3) frecuencia de las relaciones sexuales; y (4) si habían tenido diferentes comportamientos sexuales (es decir, masturbación, sexo oral, sexo vaginal y sexo anal) (si no).

Rasgos de disposición sexual

Los participantes de ambas muestras completaron la adaptación española de la Sexual Sensation Seeking Scale (SSSS, Ballester-Arnal, Ruiz-Palomino, Espada, Morell-Mengual y Gil-Llario, 2018; Kalichman y Rompa, 1995), una escala de 11 ítems calificada en una escala Likert de 4 puntos (1 = Para nada como yo; 4 = Muy parecido a mi) que evalúa "la propensión a alcanzar niveles óptimos de excitación sexual y a participar en experiencias sexuales novedosas" (Kalichman et al., 1994, pag. 387). La consistencia interna de esta escala fue de .82 en su adaptación al español. En nuestro estudio, el valor alfa de Cronbach fue de .83 en la muestra 1 y de .82 en la muestra 2.

Además, los participantes de la primera muestra completaron la versión en español de la Encuesta de Opinión Sexual (SOS, Del Rio-Olvera, López-Vega y Santamaría, 2013), una escala de 20 ítems que evalúa la erotofobia-erotofilia (es decir, la disposición a responder a señales sexuales en una dimensión negativa-positiva de afecto y evaluación). Los ítems se calificaron en un formato de respuesta de 7 puntos (1 = Totalmente de acuerdo; 7 = Muy en desacuerdo). La consistencia interna de esta escala fue de .85 en su adaptación al español. En nuestro estudio, el valor alfa de Cronbach fue de .83.

Perfil clínico

En la muestra 1, la presencia actual y la gravedad de los síntomas de depresión y ansiedad se evaluó a través de las versiones en español del Inventario de Depresión de Beck (BDI-II, Beck, Steer y Brown, 2011) y la versión estatal del Inventario de ansiedad rasgo estatal (STAI, Spielberger, Gorsuch y Lushene, 2002). El BDI-II es una de las escalas más utilizadas en la evaluación de los niveles actuales de sintomatología depresiva, tanto en entornos clínicos como de investigación (Wang y Gorenstein, 2013). Esta escala está compuesta por 21 ítems calificados en una escala Likert de 4 puntos que va de 0 a 3 (las categorías de respuestas difieren para cada ítem). El STAI (versión estatal) es una medida ampliamente utilizada y establecida desde hace mucho tiempo para los niveles actuales de ansiedad (Barnes, Harp y Jung, 2002), que consta de 20 ítems respondidos en escala Likert con cuatro opciones de respuesta (0 = Totalmente de acuerdo; 3 = Muy en desacuerdo). En la presente investigación, el alfa de Cronbach para el BDI-II y el STAI-State fue de .89 y .91 respectivamente.

En la muestra 2, la presencia y gravedad de los síntomas actuales de depresión y ansiedad se evaluó mediante la versión en español de la Escala de ansiedad y depresión hospitalaria (Tejero, Guimera, Farré y Peri, 1986). La HADS es una escala de detección de 14 ítems desarrollada originalmente para identificar los trastornos de ansiedad y la depresión en pacientes en contextos hospitalarios no psiquiátricos. Los ítems fueron respondidos en una escala Likert de 4 puntos que van de 1 a 4 (las categorías de respuestas difieren para cada ítem). Desde su desarrollo, esta escala ha sido ampliamente utilizada también en la evaluación de pacientes somáticos, psiquiátricos y de atención primaria, así como en población general (Bjelland, Dahl, Haug y Neckelmann, 2002). En nuestro estudio, la consistencia interna para HADS-ansiedad (α = 0.83) y depresión HADS (α = 0.77) fue apropiado.

Finalmente, los participantes de las muestras 1 y 2 completaron la versión en español de la Escala de Autoestima de Rosenberg (RSES, Martín-Albo, Núñez, Navarro y Grijalvo, 2007), una escala unidimensional de 10 ítems que evalúa la autoestima general. Los participantes respondieron en una escala Likert de 4 puntos, que van desde muy en desacuerdo a muy de acuerdo. En el presente estudio, el alfa de Cronbach tanto para el conjunto de datos 1 (α = 0.89) y 2 era apropiado (α = 0.89).

El análisis de datos

Realizamos análisis en cuatro pasos. Primero, se realizaron análisis descriptivos para caracterizar a los participantes en términos de datos sociodemográficos utilizando el paquete estadístico SPSS (versión 25.0). Para comparar las características de los participantes en la muestra 1 y 2, realizamos t pruebas (variables continuas) y pruebas de chi-cuadrado (variables categóricas). Dos índices de tamaño del efecto (Cohen's d y Cramer's V) se calcularon utilizando G * Power (versión 3.1). Para Cohen's d, los tamaños del efecto de alrededor de .20 se consideraron pequeños, cercanos a .50 moderados y mayores de .80 grandes (Cohen, 1988); para Cramer's V, estos tamaños correspondían a valores de .10, .30 y .50 (Ellis, 2010).

En segundo lugar, se realizó un Análisis Factorial Confirmatorio (AFC) para probar la idoneidad psicométrica de nuestra clasificación teórica de los síntomas de la CSBD. Se utilizó el software EQS (versión 6.2) para realizar el CFA. Debido a la distribución anormal de los datos, se utilizaron métodos de estimación robustos. La bondad de ajuste del CFA se analizó con los siguientes índices: chi-cuadrado de Satorra-Bentler (χ2), chi-cuadrado relativo (χ2/df), significado general del modelo (P), el error cuadrático medio de aproximación (RMSEA), los índices de ajuste incrementales y comparativos (CFI e IFI), y la raíz cuadrática media estandarizada residual (SRMR). Se consideró un ajuste apropiado cuando χ2 no fue significativoP > .05), χ2/df fue entre 1 y 2, CFI e IFI fueron ≥.95, y RMSEA y SRMR fue ≤.05 (Bagozzi y Yi, 2011). Según criterios menos restrictivos, valores entre 2 y 3 para χ2/df, ≥ .90 para CFI e IFI, ≤ .08 para RMSEA y ≤.10 para SRMR se consideraron aceptables (Hooper, Coughlan y Mullen, 2008). Se calcularon dos índices de confiabilidad para cada subescala de síntomas de CSBD: alfa de Cronbach (α) y McDonald's Omega (ω). El paquete R «userfriendlyscience» (Peters, 2014) se utilizó para estimar estos índices.

En tercer lugar, empleamos técnicas de agrupación de datos para identificar subgrupos de participantes con perfiles de CSBD similares. Las seis subescalas de síntomas de CSBD confirmadas durante la etapa analítica anterior se utilizaron para estimar la presencia de diferentes perfiles de CSBD. Como se recomienda (Hair, Black y Babin, 2010; Henry, Tolan y Gorman-Smith, 2005), este objetivo se abordó combinando estrategias de agrupación jerárquica y no jerárquica y confirmando la precisión de las agrupaciones resultantes a través de diferentes estrategias. En un primer paso, se realizó un análisis de conglomerados jerárquicos (método de Ward, medición de la distancia euclidiana) para proponer una estimación tentativa del número de conglomerados homogéneos en el conjunto de datos sobre la base del programa de aglomeración y el dendograma. Luego, se determinó el número óptimo de perfiles de CSBD y la pertenencia al grupo utilizando un método de clasificación de grupo de dos pasos. Se utilizaron dos índices para evaluar la bondad de ajuste de la solución de clúster propuesta en comparación con los modelos de la competencia que van de 1 a 10 clústeres: el criterio de información de Akaike (AIC) y el criterio de información bayesiano (BIC). A pesar de su simplicidad, este procedimiento de "autoagrupación" ha demostrado su superioridad con respecto a otros métodos de estimación más complejos para determinar el número óptimo de conglomerados a retener (Eshghi y col., 2011; Gelbard, Goldman y Spiegler, 2007). Para confirmar la precisión de esta solución de clúster, aplicamos las siguientes estrategias: (a) volvimos a analizar los datos del conjunto de datos 1 al k-significa (especificando el número de conglomerados derivados de análisis anteriores) y estimó la convergencia entre ambos métodos (Fisher y Ransom, 1995); (2) dividimos aleatoriamente la muestra del conjunto de datos 1 en dos submuestras iguales, analizamos cada mitad por separado y comparamos la solución (Michaud y Proulx, 2009); (3) aplicamos la misma solución de clúster en una base de datos completamente independiente (muestra 2); y (4) probamos la validez relacionada con el criterio de la solución de conglomerados (es decir, si los conglomerados resultantes difieren en las variables de interés de manera consistente con la teoría). La validez de criterio de los grupos propuestos se evaluó comparando puntuaciones en las seis subescalas de la CSBD (validez interna); además, se exploró la validez externa comparando clusters en relación con indicadores sociodemográficos, sexuales y clínicos (puntajes SSS, tiempo en línea con fines sexuales, etc.).

Ética

Los procedimientos del estudio se llevaron a cabo de acuerdo con la Declaración de Helsinki. El Comité de Revisión Institucional de la Universidad Jaume I aprobó el estudio. Los participantes voluntarios en la investigación fueron informados sobre el objetivo del estudio y dieron su consentimiento informado.

Resultados

Análisis factorial confirmatorio (CFA) de los síntomas de CSBD

Con el fin de verificar la bondad psicométrica del ajuste de nuestra clasificación basada en la teoría de los síntomas de CSBD (Tabla 1), se realizó un AFC en las muestras 1 y 2. Se probó la bondad de ajuste de dos posibles modelos: un modelo donde los seis factores de primer orden (es decir, síntomas de CSBD) se correlacionaron (M1) y un modelo donde estos factores fueron agrupados bajo un factor de segundo orden (M2). Este segundo enfoque estuvo en línea con los modelos que proponen una expresión unidimensional de los síntomas de la CSBD (Graham, Walters, Harris y Knight, 2016) y ha recibido el apoyo de trabajos recientes sobre la estructura factorial de una escala de evaluación CSBD (Castro-Calvo et al., 2018). Como Tabla 2 muestra, M1 obtuvo el mejor ajuste de modelo tanto en la muestra 1 como en la 2. Las cargas factoriales derivadas del CFA se incluyen como contenido adicional en los apéndices (Tabla A2 en el Apéndice).

Tabla 2.Índices de bondad de ajuste para el CFA (índice compuesto CSBD)

χ2dfPχ2/dfRMSEA (CI)SRMRCFIIFI
Seis factores de primer orden correlacionados (M1, muestra 1)1,202.14758<0.0011.580.019 (017; 0.021)0.030.960.96
Seis factores de primer orden bajo un factor de segundo orden (M2, muestra 1)2,487.97766<0.0013.240.038 (036; 0.039)0.030.850.85
Seis factores de primer orden correlacionados (M1, muestra 2)1,722.08758<0.0012.270.031 (0.029; 0.031)0.030.910.91
Seis factores de primer orden bajo un factor de segundo orden (M2, muestra 2)2,952.61766<0.0013.850.047 (0.045; 0.048)0.030.790.79

Note. CFA = análisis factorial confirmatorio; χ2 = Chi-cuadrado de Satorra-Bentler; df = grados de libertad; P = importancia del modelo general; χ2/df = chi-cuadrado normalizado; RMSEA = error cuadrático medio de aproximación; CFI = índice de ajuste comparativo; IFI = índice de ajuste incremental.

En cuanto a la consistencia interna (Tabla 3), ordinal de Cronbach α y McDonald's ω para la mayoría de las subescalas CSBD indicaron una consistencia interna apropiada (α y ω entre .67 – .89 en la muestra 1 y .68 – .91 en la muestra 2).

Tabla 3.Fiabilidad de las subescalas de síntomas CSBD (índice compuesto CSBD)

Subescalas de síntomasMuestra 1 (n 1,581 =)Muestra 2 (n 1,318 =)
α (ALLÍ)Ω (CI)α (ALLÍ)Ω (CI)
Pérdida de control0.82 (0.81; 0.83)0.85 (0.83; 0.86)0.85 (84; 0.86)0.87 (0.86; 0.88)
Negligencia0.75 (0.73; 0.77)0.78 (0.76; 0.80)0.77 (76; 0.79)0.80 (0.78; 0.82)
Incapaz de parar0.67 (0.65; 0.68)0.67 (0.64; 0.70)0.76 (75; 0.78)0.79 (0.77; 0.81)
Compromiso continuo a pesar de la interferencia0.69 (0.68; 0.71)0.73 (0.70; 0.75)0.78 (77; 0.80)0.80 (0.78; 0.82)
Albardilla0.88 (0.87; 0.89)0.89 (0.88; 0.90)0.90 (0.89; 0.91)0.91 (0.90; 0.92)
Percepción de preocupación, relevancia y severidad0.68 (0.66; 0.71)0.72 (0.70; 0.74)0.68 (0.66; 0.71)0.69 (0.66; 0.72)

Formación de racimos

Para identificar subgrupos de participantes con perfiles similares de CSBD, realizamos un análisis de conglomerados jerárquico en la muestra 1. Las seis subescalas de CSBD confirmadas durante el paso anterior se emplearon como variables de agrupación en este análisis. Para garantizar que estas variables compartan una métrica común, sus puntuaciones se transformaron en z. El análisis de conglomerados jerárquicos se realizó utilizando el método de Ward con medición de distancia euclidiana al cuadrado, revelando que el número apropiado de conglomerados a considerar era dos. El siguiente método de dos pasos, así como el análisis de los valores BIC y AIC, confirmaron la misma solución de agrupamiento. El grupo 1 (etiquetado como "no-CSBD") consistió en 1,421 participantes (89.88%) que mostraban un perfil de riesgo bajo de CSBD; el grupo 2 ("CSBD") incluyó a 160 participantes (10.12%) con un perfil de riesgo de CSBD alto.

Para confirmar la precisión de esta solución de dos grupos, realizamos tres análisis de confirmación. En primer lugar, los datos de la muestra 1 se volvieron a analizar mediante un enfoque de grupo alternativo, no jerárquico: k-significa. Una vez realizada, comparamos la convergencia de miembros del clúster entre ambas soluciones, y encontramos que el 100% de los participantes incluidos originalmente en el clúster que no es CSBD y el 86.3% de los asignados al CSBD se categorizaron en el mismo clúster a través de este enfoque alternativo. El segundo enfoque de confirmación consistió en dividir aleatoriamente la muestra del conjunto de datos 1 en dos submuestras iguales, analizar cada mitad por separado mediante el método de dos pasos y comparar la precisión de la asignación de miembros del grupo. La convergencia a través de este método fue aún mayor, con el 98.4 y el 100% de los participantes asignados a grupos no CSBD y CSBD categorizados en los perfiles originales. Finalmente, replicamos el método de agrupamiento inicial en una muestra totalmente independiente (muestra 2), obteniendo una vez más la misma solución aconsejada de dos grupos. En este caso, el conglomerado no CSBD comprendió el 92.19% de la muestra (n = 1,215) mientras que el grupo CSBD incluyó el otro 7.81% (n = 103).

Análisis de los clústeres resultantes

La validez relacionada con el criterio de la solución de dos grupos se probó comparando a los participantes en indicadores directos de CSBD (validez interna) y analizando el perfil sociodemográfico, sexual y clínico de los participantes de CSBD (validez externa). Como se muestra en Tabla 4, los participantes en el grupo CSBD difieren significativamente de los participantes no CSBD en sus puntuaciones en las seis subescalas CSBD, tanto en la muestra 1 como en la 2 (todas las diferencias son significativas en P <0.001 y tamaños de efecto grandes). Los síntomas de la CSBD que discriminaron mejor entre ambos grupos fueron la pérdida de control (d = 2.46 [muestra 1]; d = 2.75 [muestra 2]), negligencia (d = 2.42; d = 2.07) y preocupación (d = 2.32; d = 2.65). La proporción de participantes que puntuaron por encima de los puntos de corte de HBI, SCS y SAST osciló entre 30.1 y 63.1% en el grupo CSBD, en comparación con 0.1-2.6% en el grupo sin CSBD.

Tabla 4.Validez interna de la solución de 2 clústeres

Escala de síntomasMuestra 1 (n 1,581 =)Muestra 2 (n 1,318 =)
Grupo 1 (no CSBD, n 1,421 =)

M (SD) o%

Grupo 2 (CSBD, n 160 =)

M (SD) o %

Estadística inferencialTamaño del efectoGrupo 1 (no CSBD, n 1,215 =)

M (SD) o%

Grupo 2 (CSBD, n 103 =)

M (SD) o %

Estadística inferencialTamaño del efecto
Síntomas de CSBD (índice compuesto)a
 Pérdida de control−0.16 (0.43)1.42 (0.80)t = −39.18 ***d = 2.46−0.15 (0.43)1.76 (0.88)t = −38.25 ***d = 2.75
 Negligencia−0.17 (0.51)1.56 (0.87)t = −37.46 ***d = 2.42−0.15 (0.46)1.83 (1.27)t = −33.97 ***d = 2.07
 Incapaz de parar−0.13 (0.57)1.16 (0.96)t = −25.07 ***d = 1.63−0.12 (0.61)1.61 (0.89)t = −26.40 ***d = 2.26
 Compromiso continuo a pesar de la interferencia−0.11 (0.34)1.06 (0.73)t = −34.99 ***d = 2.05−0.11 (0.42)1.38 (0.77)t = −31.61 ***d = 2.40
 Albardilla−0.12 (0.62)1.14 (0.82)t = −23.71 ***d = 1.73−0.10 (0.67)1.22 (0.86)t = −18.87 ***d = 1.71
 Preocupación, prominencia y severidad autopercibida−0.13 (0.46)1.22 (0.68)t = −33.04 ***d = 2.32−0.12 (.49)1.41 (0.65)t = −29.50 ***d = 2.65
Prevalencia de CSBD según diferentes puntos de corte
 Participantes por encima de la puntuación de corte de HBI (HBI ≥53)b0.7%58.3%χ2 = −759.32 ***V = 0.700.7%63.1%χ2 = −707.74 ***V = 0.73
 Participantes por encima de la puntuación de corte de SCS (SCS ≥2 4)c1.5%59.0%χ2 = −690.85 ***V = 0.661.2%43.7%χ2 = −393.86 ***V = 0.54
 Participantes por encima de la puntuación de corte SAST (SAST> 13)d0.1%30.1%χ2 = −426.50 ***V = 0.522.6%52.4%χ2 = −385.97 ***V = 0.54

Note. *P <0.05; **P <0.01; ***P <0.001

Las medias de los grupos se expresan como puntuaciones z.

Parsons, Bimbi y Halkitis (2001) propusieron que valores ≥24 en el SCS pueden indicar síntomas similares a la compulsividad sexual severa.

En cuanto a los correlatos externos (Tabla 5), Los participantes de CSBD eran en su mayoría hombres (69.4 y 72.8% en las muestras 1 y 2) e incluían una mayor prevalencia de participantes heterosexuales (82.5 y 66%). En la muestra 2, los participantes de CSBD eran más jóvenes que los participantes sin CSBD (d = 0.22) mientras que en la muestra 1, la prevalencia de tener una pareja estable fue menor (V = 0.10). Los participantes de CSBD eran más buscadores de sensaciones sexuales (d = 1.02 [muestra 1]; d = 0.90 [muestra 2]), mostró tendencias erotofílicas ligeramente aumentadas (d = 0.26 en la muestra 1) y mostró un aumento de la actividad sexual en línea. En particular, los participantes de CSBD pasaron el doble de tiempo en Internet con fines sexuales (d = 0.59; d = 0.45), obtuvo una puntuación significativamente más alta en una escala que evalúa la participación excesiva y problemática en este comportamiento (ISST, d = 0.98; d = 1.32), y una proporción importante respondió afirmativamente a preguntas relacionadas con la percepción de la gravedad (el 50% de los encuestados en la muestra 2 consideró que pasaba demasiado tiempo en línea con fines sexuales y el 60% estaba preocupado por este comportamiento). El comportamiento sexual fuera de línea de los participantes de CSBD en la muestra 1 se caracterizó por un mayor número de parejas sexuales (d = 0.37), una mayor frecuencia de relaciones sexuales (V = 0.11) y una mayor prevalencia de diferentes comportamientos sexuales. El comportamiento sexual fuera de línea de los participantes de CSBD en la muestra 2 solo difirió de los participantes que no eran de CSBD en la frecuencia de las relaciones sexuales (V = 0.10) y la prevalencia de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo (V = 0.07). Finalmente, los participantes de CSBD en ambas muestras mostraron mayores niveles de depresión y ansiedad que los participantes sin CSBD, como se expresa por sus puntuaciones aumentadas en el estado BDI-II y STAI (d de 0.68 y 0.33 respectivamente) y el HADS-Depresión y HADS-Ansiedad (d de 0.78 y 0.85 respectivamente). Por el contrario, los participantes de CSBD mostraron niveles más bajos de autoestima (d de 0.35 en la muestra 1 y 0.55 en la muestra 2).

Tabla 5.Validez externa de la solución de 2 clústeres

Escala de síntomasMuestra 1 (n 1,581 =)Muestra 2 (n 1,318 =)
Grupo 1 (no CSBD, n 1,421 =)

M (SD) o%

Grupo 2 (CSBD, n 160 =)

M (SD) o %

Estadística inferencialTamaño del efectoGrupo 1 (no CSBD, n 1,215 =)

M (SD) o%

Grupo 2 (CSBD, n 103 =)

M (SD) o %

Estadística inferencialTamaño del efecto
Perfil sociodemográfico
 Género masculino)40.1%69.4%χ2 = 50.22 ***V = 0.1855.172.8%χ2 = 12.17 ***V = 0.09
 Edad20.58 (2.16)20.53 (2.82)t = 0.287d = 0.0134.55 (17.02)30.87 (15.58)t = 2.11 *d = 0.22
 Compañero estable (sí)54%37.5%χ2 = 16.81 ***V = 0.1069.5%69.9%χ2 = 0.36V = 0.02
 Orientación sexual (heterosexual)93%82.5%χ2 = 29.84 ***V = 0.1474.5%66%χ2 = 7.27 *V = 0.07
 Orientación sexual (bisexual)2.5%10%12.9%22.3%
 Orientación sexual (homosexual)4.4%7.5%12.7%11.7%
Rasgos de disposición sexual
 Escala de búsqueda de sensación sexual (SSSS, rango entre 11 y 44)24.86 (6.37)30.89 (5.37)t = −7.19 ***d = 1.0224.17 (6.27)29.82 (6.20)t = −8.78 ***d = 0.90
 Encuesta de opinión sexual (SOS, rango entre 20 y 140)109.99 (13.47)113.93 (16.42)t = −1.27d = 0.26
Perfil sexual: comportamiento sexual en línea
 Minutos semanales dedicados al cibersexo65.29 (90.85)152.37 (185.40)t = −5.47 ***d = 0.59118.54 (230.54)263.50 (340.06)t = −5.84 ***d = 0.49
 Prueba de detección de sexo en Internet (ISST, rango entre 0 y 25)4.91 (3.76)8.97 (4.45)t = −7.73 ***d = 0.986.27 (3.95)11.93 (4.60)t = −13.76 ***d = 1.32
 ¿Alguna vez te ha preocupado tu consumo de cibersexo? (si)30.5%59.4%χ2 = 35.10 ***V = 0.17
 ¿Crees que pasas más tiempo del recomendado en línea con fines sexuales? (si)12.5%50.5%χ2 = 105.42 ***V = 0.29
Perfil sexual: comportamiento sexual fuera de línea
 Relaciones sexuales de por vida (sí)96.8%95.7%χ2 = 0.21V = 0.0282.3%82.5%χ2 = 0.04V = 0.006
 Relaciones sexuales entre personas del mismo sexo (sí)11.7%29%χ2 = 13.30 ***V = 0.1828.6%40.8%χ2 = 6.71 **V = 0.07
 Número de parejas sexuales de por vida5.53 (5.52)9.77 (15.14)t = −3.85 ***d = 0.37
 Relaciones sexuales: más de tres veces por semana.20.5%33.3%χ2 = 5.31 *V = 0.1137.1%54.9%χ2 = 11.82 ***V = 0.10
 Masturbacion (si)84.8%98.6%χ2 = 9.83 **V = 0.1692%93.2%χ2 = 0.18V = 0.01
 Sexo oral (si)89.5%94.3%χ2 = 1.49V = 0.0688.2%86.4%χ2 = 0.30V = 0.02
 Coito vaginal (sí)92.1%92.9%χ2 = 0.05V = 0.0181.9%80.6%χ2 = 0.10V = 0.01
 Coito anal (si)34.3%51.4%χ2 = 7.18 **V = 0.1352%56.3%χ2 = 0.70V = 0.02
Perfil clínico
 Inventario de depresión de Beck (BDI-II, rango entre 0 y 63)7.20 (6.61)12.49 (8.65)t = −5.59 ***d = 0.68
 Inventario de ansiedad estado-rasgo (STAI-estado, rango entre 0-60)11.77 (15.69)15.69 (9.09)t = −3.65 ***d = 0.33
 Escala hospitalaria de ansiedad y depresión (HADS-Depresión, rango entre 7-28)10.79 (3.18)13.36 (3.36)t = −7.73 ***d = 0.78
 Escala de ansiedad y depresión hospitalaria (HADS-Ansiedad, rango entre 7-28)13.83 (3.75)17.35 (4.48)t = −9.02 ***d = 0.85
 Escala de autoestima de Rosenberg (RSES, rango entre 10 y 40)31.54 (5.45)29.50 (5.88)t = 2.79 **d = 0.3531.74 (5.92)28.33 (6.42)t = 5.57 ***d = 0.55

Note. *P <0.05; **P <0.01; ***P <0.001

Discusión

El objetivo principal de este estudio fue explorar la ocurrencia y las características sociodemográficas, sexuales y clínicas de la CSBD en dos muestras comunitarias independientes. En general, este estudio (a) estimó una ocurrencia de CSBD entre 8 y 10% y (b) encontró que los participantes con CSBD eran en su mayoría hombres heterosexuales, más jóvenes que los encuestados sin CSBD, reportaron niveles más altos de búsqueda de sensaciones sexuales y erotofilia, un aumento de la actividad sexual fuera de línea y especialmente en línea, más síntomas depresivos y ansiosos, y menor autoestima.

Dado que la investigación anterior se vio limitada por la falta de herramientas de detección estandarizadas para evaluar toda la gama de signos y síntomas de CSBD y la baja precisión de los diferentes métodos empleados a menudo en contextos de investigación para identificar a los pacientes que presentaban esta afección, seguimos un enfoque alternativo para abordar Este objetivo: desarrollamos un nuevo índice compuesto basado en tres escalas previamente validadas que luego empleamos para identificar a los participantes que luchan con CSBD a través de un enfoque basado en datos (análisis de grupos). A través de este método, se identificó que el 10.12 y el 7.81% de los participantes en dos muestras independientes padecían de CSBD. Estas cifras son similares a las reportadas en adolescentes a través de un enfoque basado en datos similar (Efrati y Gola, 2018b) o en adultos a través de diferentes métodos de detección (Dickenson, Gleason, Coleman y Miner, 2018; Giordano y Cecil, 2014; Långström y Hanson, 2006; Rettenberger et al., 2015; Skegg, Nada-Raja, Dickson y Paul, 2010), pero superiores a los encontrados mediante métodos de evaluación clínicamente más fiables (Odlaug et al., 2013; por ejemplo, entrevistas estructuradas, Odlaug y Grant, 2010). Una posible explicación de esta mayor prevalencia es que nuestro enfoque de grupo capturó no solo los niveles clínicamente relevantes de CSBD, sino también las manifestaciones subclínicas de esta afección (es decir, las personas que muestran conductas sexuales problemáticas pero no clínicas fuera de control que, sin embargo, a menudo van acompañadas de niveles de deterioro y angustia). Este punto está respaldado por el hecho de que entre el 41% y el 69.9% (muestra 1) y el 36.9% -51.3% (muestra 2) de los participantes en el grupo CSBD no cumplieron con algunos de los puntajes de corte propuestos por el HBI, el SCS, o SAST para el diagnóstico de esta condición. A nivel clínico, estos hallazgos sugieren que las personas que informan síntomas de CSBD constituyen un grupo heterogéneo que incluye tanto a pacientes que muestran comportamientos sexuales no clínicos pero angustiantes fuera de control como a pacientes que califican para toda la afección clínica. Esta posición está totalmente en línea con los modelos recientes que proponen dos caminos diferentes para el uso problemático de la pornografía: uno para los usuarios que muestran problemas genuinos para controlar su comportamiento sexual (es decir, el uso compulsivo) y el otro para los usuarios que experimentan angustia psicológica porque sus comportamientos sexuales lo hacen. no se alinean con sus valores personales / morales / religiosos (Grubbs, Perry y otros, 2019c; Kraus y Sweeney, 2019). Por lo tanto, los profesionales de la salud mental deben ser cautelosos al evaluar a los pacientes que notifican signos de CSBD para distinguir entre presentaciones clínicas y subclínicas de esta afección y para recomendar intervenciones psicológicas y / o psiquiátricas adaptadas de acuerdo con la gravedad y las características del cuadro clínico (Derbyshire y Grant, 2015; Hook et al., 2014).

En cuanto al perfil sociodemográfico de los participantes en el clúster CSBD, nuestros hallazgos indican que el género y la orientación sexual son relevantes en la manifestación de esta condición, pero menos importantes de lo que se había hipotetizado previamente. Clásicamente, los investigadores han argumentado que los hombres eran más vulnerables a desarrollar CSBD, dadas sus motivaciones sexuales intrínsecas, excitación y actitudes permisivas hacia el sexo casual (Kafka, 2010; Mckeague, 2014). En esta línea, Kaplan y Krueger (2010) sugirió que los hombres representan alrededor del 80% de los pacientes con CSBD. De manera similar, los investigadores han señalado que los homosexuales y bisexuales, en particular los hombres, son más propensos a desarrollar una CSBD debido a la disponibilidad de una gran variedad de salidas sexuales potenciales y su dificultad para participar en un noviazgo típico (Parsons et al., 2008). Apoyando este punto, diferentes estudios han encontrado una prevalencia de compulsividad sexual de hasta un 30% en muestras comunitarias de no heterosexuales (Kelly et al., 2009; Parsons et al., 2012) y el 51% en una muestra de hombres sexualmente activos que tienen sexo con hombres (HSH) (Parsons, Rendina, Moody, Ventuneac y Grov, 2015). Del mismo modo, Bothe et al. (2018) encontró que los hombres y mujeres LGBTQ tenían las puntuaciones más altas en el HBI y otros indicadores de hipersexualidad. En nuestro estudio, aunque la mayoría de los participantes en el grupo CSBD eran hombres, una proporción sustancial eran mujeres (30.6% en la muestra 1; 27.2% en la muestra 2). En cuanto a la orientación sexual, la prevalencia de homosexuales en el grupo CSBD fue solo ligeramente mayor (muestra 1) o incluso menor (muestra 2) que la observada en el grupo sin CSBD, mientras que la proporción de bisexuales en la categoría CSBD solo aumentó en un 7.5 y un 9.4% en comparación con el clúster no CSBD. En conjunto, estos hallazgos sugieren que mientras que la CSBD en mujeres ha sido pasada por alto o conceptualizada como una manifestación de otros problemas clínicos, su presentación entre no heterosexuales (especialmente HSH) ha recibido mucha más atención, especialmente dado que la proporción total de casos de CSBD que representan (17.5% en la muestra 1; 34% en la muestra 2) es similar o incluso menor al representado por las mujeres. Dada la relevancia de los problemas sindemicos asociados con la CSBD entre los no heterosexuales (Rooney, Tulloch y Blashill, 2018), se justifican más investigaciones sobre la expresión de esta afección en esta población; sin embargo, también es relevante aumentar nuestro conocimiento sobre la etiología, manifestación y características clínicas de la CSBD en mujeres (Carvalho et al., 2014).

Según la hipótesis, se encontraron diferencias importantes entre los participantes con y sin CSBD en la manifestación de dos rasgos de disposición sexual. En particular, los participantes con CSBD eran más buscadores de sensaciones sexuales y tenían más probabilidades de informar un aumento de las tendencias erotofílicas. Diferentes estudios han encontrado sistemáticamente un vínculo íntimo entre la compulsividad sexual y la búsqueda de sensaciones sexuales (Kalichman y Rompa, 1995; Klein et al., 2014), pero hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se establece un vínculo claro entre CSBD y erotofilia. Tanto la búsqueda de sensaciones sexuales como la erotofilia se consideran dimensiones de la personalidad (Fisher, White, Byrne y Kelley, 1988; Kalichman y Rompa, 1995): es decir, rasgos de predisposición estables y duraderos que son independientes de otros estados transitorios (como CSBD). A nivel teórico, estos hallazgos resuenan con el modelo de control dual, que propone que la CSBD puede resultar de la combinación de una inhibición sexual reducida y una excitación sexual aumentada (condicionada por aspectos como la búsqueda de sensaciones sexuales o la erotofilia) (Bancroft, Graham, Janssen y Sanders, 2009; Kafka, 2010).

También surgieron hallazgos interesantes cuando analizamos el perfil sexual de los participantes de CSBD. Contrariamente a nuestra hipótesis inicial, los participantes en el grupo CSBD no se diferenciaron mucho de los participantes que no eran CSBD con respecto a su comportamiento sexual fuera de línea. En la muestra 1, los participantes de CSBD informaron un mayor número de parejas sexuales, una frecuencia ligeramente mayor de relaciones sexuales y una mayor prevalencia de conductas sexuales como la masturbación o el coito anal; En la muestra 2, los participantes de CSBD solo se diferenciaron de los que no respondieron a CSBD en términos de frecuencia de las relaciones sexuales. Todas estas diferencias solo alcanzaron un tamaño de efecto pequeño (d <.50 y V <.30). Hay diferentes explicaciones potenciales para estas pequeñas diferencias. El primero está relacionado con las limitaciones en la forma en que se evaluó el perfil sexual. En nuestra investigación, el comportamiento sexual fuera de línea se evaluó mediante indicadores de por vida (p. Ej., "¿Alguna vez ha tenido relaciones anales?”); dado que la CSBD tiende a ser episódica y aumenta en gravedad a medida que pasa el tiempo (Reid et al., 2012), los métodos de evaluación deben ser sensibles a los cambios transitorios en el comportamiento sexual (p. ej., “durante el último mes, ¿ha tenido relaciones anales?”). Apoyando esta explicación, Stupiansky y col. (2009) no encontraron diferencias entre las mujeres de alta y baja compulsividad sexual cuando exploraron la prevalencia de por vida del sexo oral, anal y vaginal; sin embargo, surgieron diferencias significativas cuando preguntaron sobre estos comportamientos durante los últimos 30 días. Además, la medida de la frecuencia de los comportamientos sexuales fuera de línea en lugar de su ocurrencia puede ser un indicador más sensible de CSBD. Otra posible explicación es que los cambios culturales recientes que promueven la permisividad y las actitudes positivas hacia el sexo casual (por ejemplo, la "cultura de las relaciones sexuales") han impactado en la prevalencia y frecuencia de diferentes comportamientos sexuales (García, Reiber, Massey y Merriwether, 2012), disfrazando así los efectos potenciales de la CSBD en el comportamiento sexual fuera de línea. Finalmente, otra explicación plausible es que la creciente accesibilidad y proliferación de diferentes AOS ha cambiado la forma en que los pacientes con CSBD satisfacen sus impulsos sexuales, prefiriendo así Internet como principal salida sexual. En nuestro estudio, encontramos que las personas con CSBD pasaban mucho más tiempo en Internet con fines sexuales, puntuaban significativamente más alto en una escala que evaluaba la participación excesiva y problemática en OSA, y una proporción notable (más del 50%) estaba preocupada por este comportamiento. y consideró que dedicaban demasiado tiempo a hacerlo. En este caso, las diferencias entre los participantes CSBD y no CSBD alcanzaron tamaños de efecto extremadamente grandes (d hasta 1.32). En conjunto, estos resultados sugieren que las personas con CSBD muestran una clara preferencia por los AOS como su salida sexual preferida, en lugar de las interacciones sexuales de la vida real. Estos resultados son congruentes con los reportados por Wéry y col. (2016) en una muestra de 72 pacientes autoidentificados como “adictos sexuales”. En esta investigación, el 53.5% de los adictos sexuales indicó que Internet era su medio favorito para participar en actividades sexuales, frente al 46.5% que prefería los encuentros sexuales en la vida real.

Como se informó sistemáticamente en estudios anteriores, los participantes de CSBD en nuestra investigación presentaron un perfil clínico caracterizado por niveles actuales más altos de ansiedad y depresión, así como una autoestima más pobre. En nuestra investigación, la ansiedad y la depresión se midieron a través de diferentes escalas (BDI y STAI en la muestra 1; HADS en la muestra 2), confirmando así que estos hallazgos eran independientes de la escala empleada para medir estas variables. Estos resultados enfatizan la relevancia del uso del sexo como un mecanismo de afrontamiento desadaptativo destinado a compensar estados afectivos desagradables, eventos vitales estresantes o una baja autoestima en personas con CSBD (Odlaug et al., 2013; Reid et al., 2008; Schultz, Hook, Davis, Penberthy y Reid, 2014). A nivel clínico, la presencia de estos factores de vulnerabilidad subyacentes justifica el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos dirigidos a promover estrategias saludables de regulación de las emociones a través de intervenciones basadas en la atención plena (Blycker y Potenza, 2018), terapia cognitivo-conductual o terapia analítica cognitiva (Efrati y Gola, 2018a). En este sentido, las intervenciones psicológicas destinadas a promover estrategias de regulación de las emociones mostraron resultados prometedores en la reducción de los síntomas de CSBD (Efrati y Gola, 2018a; Hook et al., 2014).

Limitaciones y direcciones futuras.

A pesar de una serie de hallazgos interesantes y novedosos, este estudio fue limitado de diferentes maneras. En primer lugar, esta investigación es correlacional y, por lo tanto, no aborda si la CSBD determina la aparición del perfil sexual y clínico típicamente observado en esta condición o, por el contrario, la presencia de ciertas configuraciones psicológicas previas (p. Ej., Alta erotofilia, búsqueda de sensaciones sexuales o problemas emocionales) aumenta la vulnerabilidad para desarrollar CSBD. En segundo lugar, la aparición de CSBD informada en el estudio puede estar sesgada (inflada) debido a nuestro enfoque de muestreo. El primer estudio se anunció como una encuesta sobre sexualidad; por lo tanto, las personas con especial interés en el sexo (más propensas a sufrir de CSBD) pueden estar sobrerrepresentadas. De manera similar, los participantes del segundo estudio fueron reclutados a través de Internet, publicitando el estudio como una encuesta de sexualidad. Además, se pudo acceder a la encuesta con términos de búsqueda como "adicción sexual", lo que aumenta la probabilidad de que las personas que experimentan síntomas de CSBD accedan a la encuesta.

Además, el perfil de CSBD se determinó a través de un índice compuesto novedoso derivado de medidas de autoinforme bien establecidas. Este índice fue diseñado de acuerdo con los criterios más relevantes y confiables para identificar CSBD (Kafka, 2010; Kraus et al., 2018; Wéry y Billieux, 2017). Sin embargo, incluso cuando los autoinformes se consideran un primer enfoque bien intencionado para la detección de la CSBD, su diagnóstico en realidad requiere una evaluación más profunda de la naturaleza y el contexto de los problemas sexuales del individuo. Por esa razón, en lugar de (o en combinación con) medidas de autoinforme, el uso de entrevistas clínicas estructuradas o semiestructuradas enfocadas en el comportamiento sexual excesivo y descontrolado (por ejemplo, la Entrevista Clínica Diagnóstica de EH [HD-DCI]) suele ser aconsejado para el diagnóstico adecuado de CSBD (Womack et al., 2013). Por lo tanto, la investigación futura debe considerar la inclusión de una exploración más profunda de la presencia y la gravedad de la CSBD a través de procedimientos de evaluación más confiables (por ejemplo, el que siguió en el ensayo de campo DSM-5 para el trastorno hipersexual) (Reid et al., 2012).

Conclusiones

Desde la inclusión de CSBD en la ICD-11, esta condición clínica se está estudiando ampliamente. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar y consolidar los hallazgos existentes en el campo. Al emplear un enfoque novedoso basado en datos, este estudio arroja luz sobre su ocurrencia y perfil sociodemográfico, sexual y clínico. Uno de los hallazgos centrales de este estudio es que los signos y síntomas de la CSBD son comunes en la población general, principalmente entre los hombres, pero también en una proporción considerable de mujeres. Estas personas suelen exhibir niveles más altos de búsqueda de sensaciones sexuales y erotofilia, destacando los posibles factores subyacentes que explican su comienzo y mantenimiento. Contrariamente a nuestra hipótesis inicial, las personas con y sin CSBD apenas difieren en términos de comportamiento sexual fuera de línea; por el contrario, los individuos con CSBD presentan un notable aumento de la AOS. Este hallazgo sugiere que la creciente accesibilidad y proliferación de diferentes AOS ha cambiado la forma en que los pacientes con CSBD satisfacen sus impulsos sexuales, prefiriendo Internet como principal salida sexual. Finalmente, los pacientes con CSBD mostraron más síntomas depresivos y ansiosos, así como una peor autoestima.

Fuentes de financiamiento

Esta investigación ha contado con la beca P1.1B2012-49 y P1.1B2015-82 de la Universidad Jaume I de Castellón, APOSTD / 2017/005 de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Diputación Foral de la Comunidad Valenciana, y beca PSI2011- 27992/11 I 384 del Ministerio de Ciencia e Innovación (España).

Contribución de los autores

RBA y MDGL contribuyeron al diseño del estudio, la obtención de financiamiento y / o la supervisión del estudio. RBA, MDGL, JCC, CGG y BGJ participaron en el reclutamiento de participantes, la recopilación de datos, el análisis / interpretación de datos y / o la redacción del artículo.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

Cuadro A1.Índice compuesto para evaluar los síntomas de CSBD

SíntomaDescripciónEscalaAsunto
Pérdida de controlCIE-11: Patrón persistente de falta de control de impulsos o impulsos sexuales repetitivos e intensos que dan como resultado un comportamiento sexual repetitivo.HBIMi comportamiento sexual controla mi vida.
HBIMis ansias y deseos sexuales se sienten más fuertes que mi autodisciplina.
SCSA veces me pongo tan caliente que podría perder el control.
SCSSiento que los pensamientos y sentimientos sexuales son más fuertes que yo.
SCSTengo que luchar para controlar mis pensamientos y mi comportamiento sexuales.
El domingo¿Tiene problemas para detener su comportamiento sexual cuando sabe que es inapropiado?
El domingo¿Te sientes controlado por tu deseo sexual?
El domingo¿Alguna vez piensas que tu deseo sexual es más fuerte que tú?
NegligenciaCIE-11: Las actividades sexuales repetitivas se convierten en un foco central de la vida de la persona hasta el punto de descuidar la salud y el cuidado personal u otros intereses, actividades y responsabilidades.

DSM-5: El tiempo consumido por fantasías, impulsos o comportamientos sexuales interfiere repetidamente con otras metas, actividades y obligaciones importantes (no sexuales).

HBISacrifico las cosas que realmente quiero en la vida para ser sexual.
HBIMis pensamientos y fantasías sexuales me distraen de realizar tareas importantes.
HBIMis actividades sexuales interfieren con aspectos de mi vida, como el trabajo o la escuela.
SCSA veces no cumplo con mis compromisos y responsabilidades debido a mis comportamientos sexuales.
Incapaz de pararICD-11: Numerosos esfuerzos infructuosos para reducir significativamente el comportamiento sexual repetitivo.

DSM-5: Esfuerzos repetitivos pero infructuosos para controlar o reducir significativamente estas fantasías, impulsos o comportamientos sexuales.

HBIAunque me prometí a mí mismo que no repetiría un comportamiento sexual, me encuentro volviendo a él una y otra vez.
HBIMis intentos de cambiar mi comportamiento sexual fracasan.
El domingo¿Ha hecho esfuerzos para dejar un tipo de actividad sexual y ha fallado?
El domingo¿Ha intentado detener algunas partes de su actividad sexual?
El domingo¿Ha sentido la necesidad de interrumpir una determinada forma de actividad sexual?
Compromiso continuo a pesar de la interferenciaCIE-11: Comportamiento sexual repetitivo continuo a pesar de las consecuencias adversas o obteniendo poca o ninguna satisfacción de ello

DSM-5: Participar repetidamente en conductas sexuales sin tener en cuenta el riesgo de daño físico o emocional a sí mismo oa otros.

HBIParticipo en actividades sexuales de las que sé que luego me arrepentiré.
HBIHago cosas sexualmente que van en contra de mis valores y creencias.
HBIAunque mi comportamiento sexual es irresponsable o imprudente, me resulta difícil detenerlo.
SCSMis pensamientos y comportamientos sexuales están causando problemas en mi vida.
SCSMis deseos de tener sexo han interrumpido mi vida diaria.
El domingo¿Alguna vez te has sentido degradado por tu comportamiento sexual?
El domingoCuando tiene relaciones sexuales, ¿se siente deprimido después?
El domingo¿Alguien ha sido herido emocionalmente por tu comportamiento sexual?
El domingo¿Alguna vez su comportamiento sexual le ha creado problemas a usted oa su familia?
El domingo¿Tu actividad sexual ha interferido con tu vida familiar?
AlbardillaDSM-5 (criterio A2): Participar repetidamente en fantasías, impulsos o comportamientos sexuales en respuesta a estados de ánimo disfóricos (por ejemplo, ansiedad, depresión, aburrimiento, irritabilidad).

DSM-5 (criterio A3): Participar repetidamente en fantasías, impulsos o comportamientos sexuales en respuesta a eventos estresantes de la vida.

HBIUtilizo el sexo para olvidarme de las preocupaciones de la vida diaria.
HBIHacer algo sexual me ayuda a sentirme menos sola.
HBIRecurro a las actividades sexuales cuando experimento sentimientos desagradables (por ejemplo, frustración, tristeza, ira).
HBICuando me siento inquieto, recurro al sexo para calmarme.
HBIHacer algo sexual me ayuda a lidiar con el estrés.
HBIEl sexo me proporciona una forma de lidiar con el dolor emocional que siento.
HBIUtilizo el sexo como una forma de tratar de ayudarme a lidiar con mis problemas.
El domingo¿Ha sido el sexo una forma de escapar de sus problemas?
Preocupación, relevancia y problemas sexuales autopercibidosRelevancia: “Cuando la actividad particular [sexo] se convierte en la actividad más importante en la vida de la persona y domina su pensamiento (preocupaciones y distorsiones cognitivas), sentimientos (ansias) y comportamiento (deterioro del comportamiento socializado)” (Griffiths, 2005, P. 193).HBISiento que mi comportamiento sexual me está llevando en una dirección que no quiero ir.
SCSMe encuentro pensando en sexo mientras estoy en el trabajo.
SCSPienso en el sexo más de lo que me gustaría.
El domingo¿A menudo te preocupas por los pensamientos sexuales?
El domingo¿Sientes que tu comportamiento sexual no es normal?
El domingo¿Alguna vez te has sentido mal por tu comportamiento sexual?
Cuadro A2.Cargas factoriales y correlaciones entre factores del índice compuesto CSBD derivado del CFA

AsuntoFactor 1 (pérdida de control)Factor 2 (negligencia)Factor 3 (no se puede detener)Factor 4 (compromiso continuo)Factor 5 (afrontamiento)Factor 6 (preocupación)
Cargas factoriales (factor 1)Mi comportamiento sexual controla mi vida.0.56 (0.56)
Mis ansias y deseos sexuales se sienten más fuertes que mi autodisciplina.0.68 (0.82)
A veces me pongo tan caliente que podría perder el control.0.68 (0.81)
Siento que los pensamientos y sentimientos sexuales son más fuertes que yo.0.75 (0.79)
Tengo que luchar para controlar mis pensamientos y mi comportamiento sexuales.0.74 (0.83)
¿Tiene problemas para detener su comportamiento sexual cuando sabe que es inapropiado?0.56 (0.64)
¿Te sientes controlado por tu deseo sexual?0.48 (0.58)
¿Alguna vez piensas que tu deseo sexual es más fuerte que tú?0.59 (0.67)
Cargas factoriales (factor 2)Sacrifico las cosas que realmente quiero en la vida para ser sexual.0.59 (0.69)
Mis pensamientos y fantasías sexuales me distraen de realizar tareas importantes.0.64 (0.68)
Mis actividades sexuales interfieren con aspectos de mi vida, como el trabajo o la escuela.0.71 (0.75)
A veces no cumplo con mis compromisos y responsabilidades debido a mis comportamientos sexuales.0.75 (0.80)
Cargas factoriales (factor 3)Aunque me prometí a mí mismo que no repetiría un comportamiento sexual, me encuentro volviendo a él una y otra vez.0.71 (0.74)
Mis intentos de cambiar mi comportamiento sexual fracasan.0.68 (0.79)
¿Ha hecho esfuerzos para dejar un tipo de actividad sexual y ha fallado?0.69 (0.74)
¿Ha intentado detener algunas partes de su actividad sexual?0.70 (0.76)
¿Ha sentido la necesidad de interrumpir una determinada forma de actividad sexual?0.63 (0.70)
Cargas factoriales (factor 4)Participo en actividades sexuales de las que sé que luego me arrepentiré.0.60 (0.76)
Hago cosas sexualmente que van en contra de mis valores y creencias.0.65 (0.75)
Aunque mi comportamiento sexual es irresponsable o imprudente, me resulta difícil detenerlo.0.55 (0.67)
Mis pensamientos y comportamientos sexuales están causando problemas en mi vida.0.56 (0.53)
Mis deseos de tener sexo han interrumpido mi vida diaria.0.64 (0.70)
¿Alguna vez te has sentido degradado por tu comportamiento sexual?0.75 (0.64)
Cuando tiene relaciones sexuales, ¿se siente deprimido después?0.61 (0.50)
¿Alguien ha sido herido emocionalmente por tu comportamiento sexual?0.61 (0.52)
¿Alguna vez su comportamiento sexual le ha creado problemas a usted oa su familia?0.54 (0.48)
¿Tu actividad sexual ha interferido con tu vida familiar?0.56 (0.46)
Cargas factoriales (factor 5)Utilizo el sexo para olvidarme de las preocupaciones de la vida diaria.0.66 (0.69)
Hacer algo sexual me ayuda a sentirme menos sola.0.60 (0.66)
Recurro a las actividades sexuales cuando experimento sentimientos desagradables (por ejemplo, frustración, tristeza, ira).0.71 (0.79)
Cuando me siento inquieto, recurro al sexo para calmarme.0.73 (0.77)
Hacer algo sexual me ayuda a lidiar con el estrés.0.67 (0.73)
El sexo me proporciona una forma de lidiar con el dolor emocional que siento.0.81 (0.84)
Utilizo el sexo como una forma de tratar de ayudarme a lidiar con mis problemas.0.77 (0.82)
¿Ha sido el sexo una forma de escapar de sus problemas?0.63 (0.58)
Cargas factoriales (factor 6)Siento que mi comportamiento sexual me está llevando en una dirección que no quiero ir.0.61 (0.58)
Me encuentro pensando en sexo mientras estoy en el trabajo.0.60 (0.63)
Pienso en el sexo más de lo que me gustaría.0.66 (0.78)
¿A menudo te preocupas por los pensamientos sexuales?0.56 (0.58)
¿Sientes que tu comportamiento sexual no es normal?0.49 (0.52)
¿Alguna vez te has sentido mal por tu comportamiento sexual?0.58 (0.67)
Correlaciones entre factoresFactor 1 (pérdida de control)
Factor 2 (negligencia)0.85 * (0.87 *)
Factor 3 (no se puede detener)0.65 * (0.81 *)0.72 * (0.75 *)
Factor 4 (compromiso continuo)0.90 * (0.87 *)0.92 * (0.90 *)0.74 * (0.85 *)
Factor 5 (afrontamiento)0.78 * (0.68 *)0.60 * (0.69 *)0.50 * (0.65 *)0.62 * (0.70 *)
Factor 6 (preocupación)0.94 * (0.94 *)0.91 * (0.87 *)0.68 * (0.88 *)0.90 * (0.95 *)0.82 * (0.72 *)

Note. Las primeras cifras de cada celda corresponden a los resultados de la muestra 1, mientras que los resultados de la muestra 2 están entre paréntesis; *P <0.001.

Referencias